Materias primas que utiliza la industria textil

2. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


1. LAS TRANSFORMACIONES AGRARIAS Y CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO

La agricultura y el crecimiento de la población fueron los impulsores de la industria.

1.1. La revolución agrícola

Una serie de transformaciones en la agricultura permitieron el aumento de la producción, este fenómeno tendrá dos importantes consecuencias para el proceso industrial:-El aumento de los excedentes agrarios.-El aumento de la población. Tres serán los factores que provoquen este aumento en la producción: a) El sistema Norfolk, que combinando diferentes cultivos permitió que las parcelas se cultivasen en su totalidad. b) La introducción de nuevas máquinas (trilladoras y arado de Rotherman) y nuevos cultivos (patata y maíz). c) El cambio en la distribución de la tierra, mediante las leyes de cercamiento (Enclousure Acts), la propiedad en Reino Unido se privatizó y se concentró.

1.2. El aumento de la población

Relacionado directamente con el aumento de la producción de alimentos tenemos el aumento de la población. El aumento de la producción agraria permitió alimentar a un mayor número de personas y de mejor manera, por ello eran más resistentes a las enfermedades. En Reino Unido la población de 1800 a 1900 se triplicó. El nuevo modelo demográfico es el llamado de transición se caracteriza por: a) Elevadas tasas de natalidad, 30 por mil. b) Reducción drástica de las tasas de mortalidad, los motivos: una mejor alimentación, mejoras en la higiene y sistema sanitario. c) La esperanza de vida llego a finales del siglo XIX por encima de los 50 años.

2. El desarrollo de la industria

El nacimiento de la industria estuvo relacionado con los siguientes factores:

2.1. La mecanización y el sistema fabril

El cambio en los sistemas de producción se caracterizó  por el uso de las máquinas, en un principio movidas por energía humana y animal, más tarde por la energía hidráulica y el carbón. La concentración de máquinas y personas llevó a la aparición de las primeras fábricas y provocó la ruina de los artesanos, que no podían competir en precios, ni en producción. La mecanización se produjo en primer lugar en la industria textil del algodón, donde las hiladoras (Mule o Spinning Jane) y los telares mecánicos permitieron el aumento de producción. La sustitución de la energía hidráulica por la máquina de vapor (James Watt 1769) supuso que la instalación de la industria no implicaba la necesidad de tener un río, para mover esas máquinas. La mecanización, el vapor y la concentración en fábricas aumentó la producción y redujo los costes.

2.2. La industria algodonera

Fue el sector más destacado de la Revolución Industrial, cumplía todos los requisitos para su mecanización y su distribución, era económico, era muy polivalente y se lavaba con facilidad. Desde mediados del siglo XVIII la industria textil británica inició una expansión sin precedentes, consiguió abastecer al mercado británico y exportar a otros países. El sistema británico se basaba en la importación de algodón desde las colonias americanas y la India.

2.3. El carbón y el hierro

El segundo sector decisivo fue  el carbón y la siderurgia (hierro y acero), el primero fue el gran combustible del siglo XIX, en dos aspectos, como fuente de energía y en la industria siderúrgica. La revolución en los transportes estimuló la producción de hierro y acero y la producción de carbón. En la producción de acero mejoró con la aparición del convertidor de Bessemer, que transforma el hierro fundido en acero. La industria siderúrgica permitió la fabricación de numerosas herramientas metálicas, empleadas en distintos sectores.

2.4. Otros sectores

El resto de industrias no permanecerá al margen de los cambios, tenemos dos industrias que se incorporan al proceso: a) La industria química, necesaria para la producción de tintes y blanqueadores para la industria textil. b) La metalurgia (fabricación de maquinaria) indispensable para la extensión de las máquinas en las industrias. c) La construcción, que empleó nuevos materiales (hierro, acero o cristal) y las máquinas necesarias para esas construcciones (grúas o ascensores).

2.5. Los nuevos transportes

Para poder trasladar los productos elaborados a los consumidores y las materias primas a las industrias se necesita unos transportes rápidos, baratos y seguros. La mejora de caminos y canales sería el primer paso, pero la verdadera revolución en los transportes terrestres viene de la mano del ferrocarril. Stephenson en 1829, basándose en los transportes en vagonetas en las minas, inventó la locomotora, que era capaz de impulsar las vagonetas con la fuerza del vapor, la primera línea de ferrocarril se instaló entre Liverpool y Manchester.

2.6. El impulso del mercado

La mejora en los transportes hizo posible el florecimiento de una economía de mercado, donde la producción no se destina al autoconsumo, si no a la venta. En un principio en Reino Unido tuvo mayor importancia el comercio exterior, con el intercambio de productos entre continentes. Si tenemos en cuenta la evolución el mercado interior tuvo un mayor crecimiento, apoyado por el crecimiento de la población y la mejora en los transportes. El resultado global fue un aumento del comercio a nivel nacional e internacional.

2.7. La industrialización del continente

A lo largo de los siglos XVIII y XIX el proceso industrializador se extiende por Europa, Estados Unidos y Japón, este proceso no fue homogéneo. En Francia y Bélgica por ejemplo tuvo más peso la explotación de las minas, la agricultura y el comercio que la industria textil. En Alemania la abundancia de hierro y carbón, junto con una pujante industria química. En Italia y España la industrialización fue más tardía e incompleta, existían zonas muy industrializadas (Cataluña y Piamonte) con otras muy atrasadas (Andalucía o Nápoles), el principal lastre fue la ausencia de una reforma agraria de calado. En Europa oriental se mantuvo el Antiguo Régimen.

3. Liberalismo económico y capitalismo. 3.1. El liberalismo económico

Los principios del liberalismo económico sientan sus bases en la Escuela Clásica de finales del siglo XVIII, de ella destacamos dos autores: Adam Smith, considerado el padre del liberalismo económico, su teoría económica se basaba en la supremacía del individuo y sus necesidades sobre el colectivo (estamentos). Los individuos y sus intereses confluyen en el mercado, lugar donde se produce un ajuste entre la oferta (los que venden) y la demanda (los que compran). Como este proceso se produce de forma natural y libre, el Estado no debe intervenir en este mercado, salvo para evitar monopolios y barreras proteccionistas. Thomas Robert Malthus, su contribución más destacada fue la relación entre población y los recursos disponibles.

3.2. Proteccionismo y librecambio

A raíz de la Revolución industrial los países industrializados adoptaron dos posturas económicas distintas: a)
El librecambio, defensora de esta doctrina era Reino Unido, esta doctrina económica estaba a favor del libre intercambio de productos entre países, sin establecer impuestos en las fronteras, permitía que las empresas más rentables se impusiesen a las menos rentables, esto beneficiaba a Reino Unido. b) El proteccionismo, el resto de países que no podían competir en igualdad de condiciones con la industria británica, adoptaron esta política, consistente en gravar con un impuesto, los productos extranjeros procedentes del exterior (importaciones), de esta forma los productos nacionales eran más baratos y competitivos.

4. Las consecuencias sociales

La aparición de la industria originó importantes consecuencias sociales.

4.1. El proceso de urbanización

La industrialización provocó el crecimiento de las ciudades, porque las industrias estaban localizadas en las ciudades. Además a este elemento se sumó la falta de trabajo en el campo, que había mecanizado algunas de sus actividades, si a ello le sumamos el crecimiento de la población rural y las expectativas de obtener un mejor sueldo en la ciudad. El crecimiento de las ciudades nos indican los porcentajes de población urbana en Europa, que se situaban en el 2% a comienzos del siglo XIX y llegaban por encima del 50% cien años después. El crecimiento de las ciudades conformó la aparición de barrios residenciales, que disponían de todos los servicios y mostraban la riqueza de la burguesía, también aparecieron los barrios obreros, donde escaseaban los servicios, cercanos a las fábricas y con nula planificación urbanística, eran los barrios de las clases menos pudientes.

4.2. La nueva sociedad industrial

El triunfo de la industrialización provocó una profunda transformación en la sociedad del Antiguo Régimen. El primer fenómeno fue la ruina de los pequeños propietarios del campo y de los artesanos de las ciudades y el crecimiento de las industrias provocaron la aparición de una nueva clase social: el proletariado industrial, que eran los trabajadores de la industria. La aristocracia terrateniente, ligada a la propiedad de la tierra perdió importancia social frente a los propietarios de las nuevas fábricas y negocios, la burguesía. Los nuevos valores burgueses se basaban en la exaltación de la propiedad privada, el trabajo, el ahorro y el individualismo. Eran los hijos de los burgueses quienes tenían acceso a la educación, formándose una elite culta y rica. La otra cara de la moneda la constituían los obreros, que era la mayoría de la población, aquellos que vendían su fuerza de trabajo y a cambio recibían un salario, su situación era penosa: bajos salarios, largas jornadas de trabajo (12 y 13 horas) y malas condiciones de higiene. Entre estos dos grupos surgió la denominada clase media, se distinguían de los obreros porque desarrollaban un tipo de trabajo intelectual o con capacidad técnica (abogados, médicos, profesores, ingenieros,…).

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