La Revolución Industrial: Orígenes y Transformaciones

En el siglo XVIII, el crecimiento de la población y las transformaciones en la agricultura, las formas de producción, la banca, el comercio y los transportes impulsaron el desarrollo de la industria moderna. Estos cambios, que afectaron a todos los sectores de la economía y la sociedad, fueron revolucionarios. El proceso se inició hacia 1760 en Gran Bretaña, donde se concentraron numerosas fábricas textiles y siderúrgicas; es lo que se conoce como Primera Revolución Industrial. Estos cambios se extendieron pronto a otros países. Hacia 1870, se produjo una segunda fase, a la que se llama Segunda Revolución Industrial.

Crecimiento Demográfico y Avances Agrícolas

Hasta el siglo XVIII, la población inglesa creció lentamente debido a que la natalidad era elevada, pero también lo era la mortalidad. En la segunda mitad de este siglo, se inició un crecimiento demográfico importante y sostenido. La natalidad siguió siendo alta, pero la mortalidad descendió por varias razones:

• Mejoró la alimentación gracias a los avances en la agricultura y los nuevos hábitos alimenticios.
• Hubo avances en la medicina y mejoras en la higiene.

El crecimiento de la población provocó un aumento de la demanda de productos agrícolas e industriales y permitió disponer de más mano de obra para emplear en las nuevas fábricas. Los avances en la agricultura y ganadería favorecieron la producción de alimentos mediante:

• Mejora de las técnicas agrícolas: el barbecho dio paso al sistema Norfolk.
• El arado de madera fue sustituido por el de hierro.
• Se reformó la ganadería.

Expansión Demográfica y Grandes Migraciones en el Siglo XIX

En el siglo XIX, el crecimiento de la población europea se aceleró por el descenso de la mortalidad y el mantenimiento de tasas altas de natalidad, que se mantuvo alta hasta 1870. Europa vivió una intensa urbanización porque la mecanización de las labores agrícolas empujó a muchos campesinos a trasladarse a las ciudades en busca de trabajo. Sin embargo, las ciudades europeas no tenían capacidad para absorber todo el éxodo rural. Entre 1800 y 1924, unos 60 millones de personas europeas emigraron a otros continentes.

Flujos Migratorios y Destinos

• Hasta 1870, la emigración fue sobre todo británica y escandinava.
• Entre 1870 y 1914, predominó la emigración desde Italia, España, Grecia y el Imperio Turco.

La mayor parte de los inmigrantes se dirigieron a América, en especial a Canadá, Brasil, Argentina y, sobre todo, Estados Unidos, que recibió casi el 60 % de la población inmigrante. También Australia y Nueva Zelanda fueron destinos de inmigración.

El Crecimiento Urbano y las Condiciones de Vida

Al inicio del siglo XIX, no existía ninguna ciudad que superara el millón de habitantes; al finalizarlo, había 12 ciudades con más de un millón de habitantes en el mundo. Las nuevas ciudades nacieron en torno a las fábricas y las ya existentes crecieron en torno a estas. Los barrios obreros se situaron cerca de las fábricas para que la población trabajadora llegara pronto a ellas. Las viviendas, construidas con materiales de escasa calidad, eran pequeñas y estaban mal ventiladas. En las viviendas no había agua corriente ni cuarto de baño, y las letrinas eran compartidas por la vecindad. Las fuentes públicas suministraban agua, pero esta solía estar contaminada, por lo que eran habituales las epidemias de tifus y cólera.

El Imperialismo y la Expansión Global

Durante el último tercio del siglo XIX y principios del siglo XX, las grandes potencias industriales europeas, Estados Unidos y Japón rivalizaron por el dominio del mundo. Simultáneamente a su desarrollo industrial, extendieron su dominio político y territorial sobre la casi totalidad de África, Asia y las islas del Pacífico.

Grandes Potencias y sus Contextos

El Imperio Ruso

Estaba gobernado por una autocracia en la que el zar concentraba todos los poderes y era la máxima autoridad religiosa. La nobleza era dueña de extensas tierras trabajadas por siervos. En 1861, el zar decretó su libertad personal, pero su situación económica no mejoró.

Estados Unidos

En la primera mitad del siglo XIX, el país se extendió desde el Atlántico hasta el Pacífico en la Conquista del Oeste. La población blanca colonizó nuevas tierras y se enfrentó a una población indígena que las habitaba, la cual fue internada en reservas. Mientras que en los estados del Norte habían abolido la esclavitud, los del Sur utilizaban en las plantaciones abundante mano de obra esclava. Entre 1861 y 1865, el Norte y el Sur se enfrentaron en la Guerra de Secesión, que terminó con el triunfo de los estados del Norte y la abolición de la esclavitud en el país. Aunque tras la guerra la población negra obtuvo derechos políticos, cuando el ejército del Norte se retiró, los gobiernos sureños aplicaron una dura política de segregación racial.

Japón Meiji

Entre 1867 y 1914, Japón se convirtió en un país industrializado y puso fin a su tradicional aislamiento internacional.

El Reinado de Isabel II en España (1833-1868)

Isabel II heredó el trono con 3 años. La primera regente fue su madre, María Cristina. En 1840, María Cristina dimitió y asumió la regencia el general Espartero (progresista). En 1843, una sublevación liderada por el general moderado Narváez puso fin a su regencia. Isabel II subió al trono con solo 13 años.

La Década Moderada (1844-1854)

Durante los primeros años de su reinado personal, Isabel II encargó la formación de gobiernos a los moderados. El general Narváez presidió varios gobiernos. En 1845, se promulgó una Constitución que establecía la soberanía compartida entre la reina y las Cortes, elegidas por un sufragio muy restringido. También se limitaron algunos derechos individuales, como la libertad de prensa. El Estado se organizó de forma centralista: se igualaron las leyes y los impuestos en todos los territorios españoles; el gobierno controlaba las provincias a través de las diputaciones provinciales y los gobernadores civiles, y nombraba directamente a los alcaldes de las principales ciudades. La política ultraconservadora del gobierno condujo a la radicalización de los progresistas y a la escisión de los demócratas y los republicanos. En 1854, el pronunciamiento de Vicálvaro, dirigido por O’Donnell y apoyado por moderados y progresistas, puso fin a esta etapa.

El Bienio Progresista (1854-1856)

Durante el Bienio Progresista hubo una gran actividad legislativa:

• La Ley de Ferrocarriles en 1855.
• Una Constitución (1856) que no llegó a ser promulgada.
• La Desamortización de Madoz.

La crisis económica, los conflictos sociales y la lucha por el poder terminaron con el gobierno progresista.

Moderados y Unionistas (1856-1868)

En 1854, O’Donnell creó el partido centrista Unión Liberal, que alternó el poder con los moderados. Hubo estabilidad hasta 1864, año a partir del cual se acentuó la crisis económica. Desde 1866, progresistas y demócratas empezaron a conspirar contra Isabel II.

Conceptos Complementarios

Recursos Naturales y Sostenibilidad

Los recursos naturales y sostenibles son los bienes que nos proporciona la naturaleza y que las personas utilizamos para satisfacer nuestras necesidades vitales y para el progreso económico de la sociedad. El agua, el viento, la tierra, la biodiversidad, la radiación solar y los minerales del subsuelo son ejemplos de estos. Algunos de estos recursos, como el aire, son abundantes y se encuentran en todo el planeta, mientras que otros, como el petróleo, son limitados y se localizan en lugares concretos. Unos recursos se agotan con el uso y otros son capaces de regenerarse de manera natural, siempre que no se consuman a un ritmo mayor del tiempo que necesitan para recuperarse. Su creciente demanda, impulsada por el aumento de la población, el desarrollo económico y la búsqueda de mayor bienestar, ha llevado a la sobreexplotación de muchos de estos recursos y al deterioro de la calidad de otros, con graves consecuencias. Por ello, el gran reto al que se enfrenta el mundo actual es alcanzar un desarrollo sostenible.

Algunos Recursos Naturales en Riesgo

• El agua: Aunque el agua cubre más del 70 % de la superficie terrestre, la mayoría de ella no es apta para su consumo, pues el 97,5 % son aguas marinas saladas. Del agua dulce, el 69 % se encuentra en forma de hielo y el 30 % en depósitos subterráneos o acuíferos, algunos a demasiada profundidad.
• Los bosques: Tienen un gran interés económico y, sobre todo, una extraordinaria importancia medioambiental.
• Los suelos: La contaminación atmosférica y de las aguas, y ciertas actividades humanas como la tala abusiva o el uso excesivo de fertilizantes, degradan los suelos. Cuando estos pierden su cubierta vegetal y se empobrecen hasta convertirse en desiertos, hablamos de desertificación.

Factores del Clima

• La altitud: Las temperaturas descienden unos 0,6 grados centígrados por cada 100 m de elevación. Con la altitud, aumentan además las precipitaciones.
• El relieve: Las cordilleras frenan el paso de los vientos y de las nubes cargadas de humedad.
• El mar: Modera las temperaturas y aporta humedad a las zonas próximas a la costa.
• La latitud: En la zona intertropical, los rayos solares llegan perpendicularmente, por ello la cantidad de energía solar recibida es muy grande.
• La longitud: Es la distancia de un meridiano respecto al de Greenwich.

Los Agentes Económicos

Las actividades económicas las realizan tres grandes agentes que intervienen de varias maneras:

• El Estado: Elabora la política económica del país, es decir, las normas que se aplican al ámbito de la economía y que tienen como finalidad su buen funcionamiento, de forma que mantengan la estabilidad y el crecimiento económico. También genera empleo en las administraciones y las empresas públicas (las que son propiedad del Estado), ofreciendo bienes y servicios buscando sobre todo el bienestar social.
• Las empresas: Producen bienes y servicios y los distribuyen a cambio de un beneficio económico, parte del cual se destina al pago de impuestos.
• Las personas (familias): Aportan su trabajo a las empresas o al Estado a cambio de un salario o un beneficio económico, y emplean sus ingresos para adquirir los bienes y servicios que ambos ofrecen. Además, pagan impuestos.