Texto selectividad manifiesto sandhurst

Se trata de un fragmento del Manifiesto de Sandhurst, documento histórico-circunstancial, fuente primaria y de carácter político; el autor material es el príncipe Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II y futuro Alfonso XII, aunque fue ideado por Antonio Cánovas del Castillo, líder del partido alfonsino y creador del sistema político de la Restauración. En el documento, Alfonso de Borbón, además de presentarse a sí mismo y su proyecto político, defiende una monarquía constitucional como medio de garantizar las leyes, la estabilidad y el progreso del país. Va destinado a todo el pueblo español, es público, personal y de ámbito nacional. Fue firmado mientras se encontraba en el exilio en la academia militar británica de Sandhurst, el 1 de diciembre de 1874, dos días antes del pronunciamiento militar de Martínez Campos en Sagunto que proclamó a Alfonso como Rey de España.

La idea principal es la defensa del restablecimiento de la monarquía constitucional, dentro de la dinastía borbónica y en su propia persona, tras la inestabilidad del Sexenio Democrático. Fundamenta su propósito con los siguientes argumentos: Señala la legitimidad dinástica que le acredita tras la abdicación de su madre Isabel II; se apoya en la tradición de la monarquía hereditaria constitucional que supo hacer frente a momentos difíciles como la Guerra de independencia y la Guerra Carlista de 1840; afirma la instauración de una monarquía liberal, garantía de orden y convivencia; y se considera informado sobre los problemas y se presenta como un hombre moderno y liberal, respetuoso con la tradición católica.

El Sexenio Revolucionario estuvo marcado por la grave inestabilidad política y social, la llegada al poder y dimisión de Amadeo de Saboya, y la proclamación de la Primera República. La aparición de los nacionalismos y los movimientos obreros, introdujo cambios que no encontraron respuesta en los gobiernos de la época. El enfrentamiento político fue constante: reanudación de la guerrea carlista, insurrección en Cuba, pretensiones federalistas con el cantonalismo, inspiración por las ideas anarquistas y marxistas… A pesar de los intentos de modernización económica, la situación siguió siendo muy precaria. El poder del gobierno republicano acabó cuando el ejército, dio un golpe de Estado y disolvió las Cortes en enero de 1874. Aunque Cánovas preparaba una restauración pacífica, el pronunciamiento militar de Martínez Campos en favor de Alfonso, precipitó los acontecimientos. Ni el gobierno ni la población opusieron resistencia y Cánovas asumió la regencia hasta la llevada del Alfonso XII, cuando se proclama Rey ante las Cortes.

El autor es Alfonso XII, aunque fuese redactado o inspirado por Cánovas del Castillo, partidario de la restauración de la dinastía Borbónica, tras la inestabilidad política del Sexenio Democrático. El 1 de Diciembre, Alfonso de Borbón firma este manifiesto en el cual propone la restauración de la dinastía como única vía de estabilidad y progreso. Defiende la legitimidad dinástica de su persona, aludiendo a la abdicación de su madre en él y rechazando las pretensiones de los carlistas. Ofrece a España una monarquía constitucional y un régimen liberal como única solución para acabar con la guerra carlista y la insurrección cubana. El manifiesto resume claramente el pensamiento liberal moderado que, formulado por Cánovas sería la base del nuevo régimen de la Restauración.
Éste, se apoyaban en tres principios: la Corona, institución incuestionable por encima de cualquier decisión política, los partidos dinásticos, conservador y liberal, que se alternaban pacíficamente en el poder y el ejército, que debía ser alejado de la política, dándole una gran autonomía en los asuntos estrictamente militares. La constitución de 1876 plasmó fielmente la ideología liberal conservadora propia de la Restauración.

El modelo político de Cánovas era el parlamentarismo inglés, donde, los partidos liberal y conservador colaboraban en la consolidación del Estado liberal de forma pacífica, turnándose en el poder de forma pactada. A través del Manifiesto de Sandhurst, Alfonso XII se presentaba ante el pueblo español para ser el rey de todos los españoles, a diferencia de su madre Isabel II, vinculada a los intereses de los liberales moderados.

En definitiva, el manifiesto apoyaba la unión de lo “nuevo” (liberalismo) y lo “viejo” (monarquía y catolicismo), sentando las bases de la política de la Restauración. El gobierno dio cabida a todos los liberales que aceptaran la monarquía de Alfonso XII, quedando excluidos  los carlistas y los republicanos.

La restauración de la monarquía borbónica en 1875 con Alfonso XII inició uno de los periodos más estables de la historia contemporánea española. Significó todo un nuevo régimen liberal-conservador, no democrático y oligárquico que permitió a los grupos dominantes mantener su posición gracias al voto censitario. Además, el funcionamiento del turnismo se basó en la exclusión de los grupos de la oposición (nacionalistas, republicanos y movimiento obrero) y en el falseamiento electoral y el desarrollo del caciquismo, lo que conllevaría muchos de los posteriores problemas.

DEFINICIONES

oMonarquía hereditaria y constitucional.
Régimen político en el que el Jefe del Estado es un rey o reina. El cargo se transmite hereditariamente de padres a hijos, a excepción de las monarquías electivas. La monarquía moderada se caracteriza por el equilibrio de poder entre la corona y la nación depositada en el parlamento (soberanía compartida). Se establece a lo largo del siglo XIX como consecuencia de las revoluciones liberales.

oCortes.
Órgano legislativo y representativo de la nación; en ocasiones también controlan al gobierno. En España, el modelo liberal de cortes comienza con la Constitución de 1812. En los textos constitucionales españoles ha predominado el bicameralismo (Congreso y Senado), salvo en las Constituciones de 1812 y 1931.

oLiberal.
Partidario del liberalismo, surgido a finales del siglo XVIII. Se basa en la libertad individual como máxima aspiración social. Afirma los derechos fundamentales del individuo, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, la defensa de la propiedad privada, la separación de poderes y la soberanía nacional. Los liberales defienden la propiedad privada y la libertad de empresa a través de las leyes del mercado.

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