Transformaciones Sociales y Políticas en la Historia de España: Paleolítico, Pueblos Prerromanos, Romanización y Edad Media

1. SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN EL PALEOLÍTICO Y NEOLÍTICO. PINTURA RUPESTRE

Paleolítico (2,5 millones de años – 10.000 a.C.)

Los primeros homínidos de la Península vivieron hace más de un millón de años en los yacimientos de Orce (Granada) y Atapuerca (Burgos). Durante esta etapa, los homos estaban organizados en pequeños grupos y subsistían con una economía depredadora (carroñera-cazadora-recolectora).

  • Se asentaban en campamentos junto a ríos o en cuevas.
  • Practicaban el nomadismo cuando los recursos se agotaban.
  • No había diferencias sociales; sin excedentes, el grupo se limitaba a una difícil supervivencia.

Las especies más características de este período son:

  • Homo antecessor (Paleolítico Inferior): Se producían útiles de piedra muy básicos como el Chopper y los bifaces; se conocía y utilizaba el fuego.
  • Homo neanderthalensis (Paleolítico Medio): Se perfeccionaron los útiles de piedra y las actividades de caza se realizaban en grupo.
  • Homo sapiens sapiens (Paleolítico Superior): Se dio un enorme salto cualitativo en las técnicas de elaboración de útiles de piedra y hueso.

Los cambios socioeconómicos de la Revolución Neolítica (5000 – 3000 a.C.)

Tras la fase de transición que supone el Mesolítico, la situación cambió en el VI milenio a.C. con la llegada a la costa mediterránea de pobladores procedentes del Próximo Oriente, quienes introdujeron en la península la agricultura y la ganadería, dando lugar a la llamada revolución neolítica:

  • La población se sedentariza y crece.
  • El trabajo se especializa.
  • Surge el excedente, y con él el comercio (trueque) y las diferencias sociales.
  • Se inventan nuevos útiles agrícolas (azadas, hoces y molinos de mano) y de almacenamiento de alimentos y cocción (cerámica).

Las dos culturas más significativas de este período en la península están en la costa levantina: la cultura de la cerámica cardial y la cultura de los Sepulcros de Fosa (inhumaciones individuales con ajuar funerario). También encontramos un importante centro de neolitización en Almería.

La Pintura Rupestre

Tuvo una finalidad de tipo mágico: propiciar la caza y la fertilidad. Sus principales manifestaciones fueron:

Pintura Cantábrica (35.000 – 10.000 a.C.)

  • Se realizó durante el Paleolítico Superior en las profundidades de las cuevas, como Altamira (Cantabria).
  • Emplea la policromía y representa de forma naturalista animales aislados.

Pintura Levantina (7000 – 4000 a.C.)

  • Se dio en el período Mesolítico y Neolítico.
  • Los principales ejemplos son los abrigos como el de Valltorta (Castellón).
  • Las pinturas eran monocromas, esquemáticas y representaban humanos y animales formando escenas.

1.2. LOS PUEBLOS PRERROMANOS. LAS COLONIZACIONES HISTÓRICAS: FENICIOS Y GRIEGOS. TARTESSOS

Una vez superadas la Edad del Cobre y la Edad del Bronce, el período que se desarrolla en la Península entre el 1200 a.C. hasta la presencia de los romanos en suelo ibérico es conocido como la Protohistoria, caracterizada por la presencia de pueblos peninsulares que se relacionaron con los llamados pueblos colonizadores.

Los Pueblos Prerromanos

Se conoce como pueblos prerromanos a las diferentes comunidades asentadas en la Península Ibérica durante la fase final de la Edad de los Metales (Hierro), las cuales recibieron una fuerte influencia de pueblos extrapeninsulares:

Tartessos (Siglos VII – VI a.C.)

  • Próspera monarquía asentada en el valle del Guadalquivir y Guadiana.
  • Comerciaba con fenicios y griegos gracias a su riqueza minera y agraria.
  • Se conoce principalmente por documentos escritos como la Biblia o la Oda Marítima de Avieno.
  • Se conservan pocos restos (yacimiento de Guareña) y ajuares funerarios (Tesoro de la Aliseda y de El Carambolo).
  • Desapareció en el s. VI a.C. por la decadencia económica y la presión de los cartagineses, aunque muchos rasgos culturales pervivieron entre los turdetanos (íberos).

Íberos (Siglo VI – V a.C.)

  • Vivieron en el sur y este peninsular, de Cataluña a Andalucía.
  • Esta civilización nació del contacto entre la población autóctona y los pueblos colonizadores.
  • Nunca formaron un Estado unificado, sino un conjunto de reinos independientes (turdetanos, edetanos, ilicitanos…) con una lengua, cultura y tradición artística (Dama de Elche, Dama de Baza) común.
  • Desde el punto de vista político, el poder estaba en manos de los régulos y la sociedad estaba muy jerarquizada.
  • Economía basada en la agricultura y el comercio. Conocían la moneda y la escritura y edificaron importantes núcleos urbanos (oppida) como Sagunto.

Celtas (Siglo VI – V a.C.)

  • Pueblos indoeuropeos llegados a través de los Pirineos.
  • Se asentaron en el norte e interior, donde introdujeron la tecnología del hierro.
  • Nunca formaron un Estado unificado, manteniendo cada grupo (carpetanos, lusitanos, celtíberos…) su autonomía.
  • Eran ganaderos con una notable tradición metalúrgica y guerrera. Vivían en pequeños núcleos fortificados (castros gallegos, Numancia).
  • Arte pobre (Toros de Guisando, torques).

Colonizaciones Históricas: Fenicios, Griegos y Cartagineses (800 – 206 a.C.)

Desde principios del primer milenio a.C. llegaron a la Península diferentes civilizaciones buscando metales y nuevos mercados para sus productos. Se establecieron en la costa donde fundaron pequeñas ciudades comerciales (factorías). Introdujeron en la Península:

  • La escritura alfabética, la moneda, el salazón, el torno alfarero.
  • Animales (gato, cerdo y gallina).
  • Utillaje agrario (arado) y nuevos cultivos (esparto, vid y olivo).

Fenicios

  • Llegaron a la Península en el s. VIII.
  • Se asentaron por la costa andaluza. Su principal fundación fue Gadir (Cádiz).

Griegos

  • Se establecieron en la costa norte levantina en el s. VI.
  • Fundación más destacada, Emporium (Ampurias, Gerona).

Cartagineses

  • Heredaron las colonias fenicias tras su conquista por los persas.
  • En el s. VI ocuparon la isla de Ibiza donde fundaron Ebussus (Ibiza) para frenar el avance griego por la costa levantina.
  • Ya en el s. III a.C. fundaron Cartago Nova (Cartagena) durante las Guerras Púnicas contra Roma.

1.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. PRINCIPALES APORTACIONES ROMANAS EN LOS ÁMBITOS SOCIAL, ECONÓMICO Y CULTURAL

La Conquista

La anexión romana de la Península (218 al 19 a.C.) fue larga porque no respondió a un plan específico de conquista. Se desarrolló en tres fases:

Primera Fase: Conquista de Levante y valle del Guadalquivir (218-197 a.C.)

Los romanos irrumpieron en la Península para privar a los cartagineses de sus bases de aprovisionamiento (Segunda Guerra Púnica).

Segunda Fase: Conquista de la Meseta y Lusitania (157-133 a.C.)

Roma buscaba nuevas tierras y recursos (metales, esclavos), provocando la resistencia armada de lusitanos (Viriato) y celtíberos (Numancia).

Tercera Fase: Conquista de la Cordillera Cantábrica (27-19 a.C.)

El objetivo de la campaña, liderada por el propio Augusto, era controlar la riqueza metalúrgica del Norte y acabar con las incursiones de cántabros y vascones. Tras su conquista, la Península quedó por primera vez unificada política y culturalmente.

Romanización: Principales Aportaciones en el Ámbito Económico, Social y Cultural

La romanización de Hispania (nombre dado al territorio por los romanos), es decir, la adopción de las formas de vida romanas, fue muy desigual: más intensa en las ciudades que en las áreas rurales, o en el Sur y Levante que en el Norte. Figuras como Trajano y Adriano (emperadores), Séneca (filósofo) o Marcial (literato) nacieron en Hispania y nos dan idea de una intensa romanización.

Los romanos realizaron grandes aportaciones a la población peninsular:

Aportaciones Económicas

  • Integración en el circuito comercial del Imperio (exportación de aceite, trigo, salazones, metales).

Aportaciones Sociales

  • Adopción del Derecho romano.
  • Adopción de su organización social (hombres libres -ciudadanos y no ciudadanos- y esclavos).
  • Un modelo de civilización urbana que proporcionaba servicios a sus ciudadanos: agua (acueducto de Segovia), seguridad (murallas de Lugo), entretenimiento (teatro de Mérida) y calzadas y puentes (Vía de la Plata y Puente de Alcántara) que interconectaban las ciudades e impulsaban el comercio.

Aportaciones Culturales

  • Con el paso del tiempo acabó imponiéndose el latín sobre las lenguas prerromanas (salvo al euskera).
  • A partir del siglo III, se impuso una nueva religión monoteísta: el cristianismo.

1.4. EL REINO VISIGODO: ORIGEN Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA. LOS CONCILIOS

Origen del Reino Visigodo

En el año 409 Hispania sufrió una invasión de pueblos germanos (vándalos, suevos y alanos). En el 411, los visigodos, también germanos, pero aliados del Imperio Romano, entraron en la Península para expulsarlos.

Tras la marcha de vándalos y alanos (los suevos permanecieron en Galicia), y la caída de Roma, los visigodos formaron un reino con capital en Tolosa (Toulouse, Francia), que comprendía Hispania y el sur de la Galia. En el 507, tras ser derrotados por los francos en Vouillé, los visigodos se concentraron en la Península y fijaron la capital en Toledo. Por primera vez en la historia la Península era un Estado independiente en el que predominó el mundo rural.

Organización Política

Tras fundar el Reino de Toledo, los reyes visigodos persiguieron un triple objetivo:

Unificación Territorial

  • Lograda por Leovigildo a finales del s. VI tras la pacificación de los vascones y la expulsión de suevos y bizantinos (que habían conquistado parte de la costa mediterránea).

Integración Social de Hispanorromanos y Visigodos

  • Mediante la unificación religiosa (conversión al catolicismo del rey Recaredo en el III Concilio de Toledo, año 589).
  • Mediante la unificación jurídica (Liber Iudiciorum, del rey Recesvinto).

Estabilidad Política

  • Leovigildo intentó reforzar la autoridad del rey transformando la monarquía electiva en hereditaria, pero este cambio no se consolidó por el rechazo de la nobleza.

Para gobernar, los reyes se apoyaban en el Officium Palatinum, compuesto por:

  • Aula Regia: Órgano de asesoramiento formado por miembros de la alta nobleza visigoda.
  • Concilios: Asambleas presididas por el rey en las que participaban altos cargos de la nobleza e Iglesia. Tomaban las decisiones más importantes, tanto políticas (elección del rey) como religiosas (conversión al catolicismo, leyes antijudáicas).

2.1. AL-ÁNDALUS: LA CONQUISTA MUSULMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA

Conquista Musulmana

La conquista musulmana de la Península se produjo en un contexto de expansión del Imperio islámico y crisis del reino visigodo. Nobles enfrentados al rey Rodrigo solicitaron ayuda a los musulmanes, quienes enviaron un ejército al mando de Tariq, formado por árabes (oficiales) y bereberes (tropa), que venció en la Batalla de Guadalete (711). La derrota provocó la desintegración del Reino de Toledo y su fácil conquista en sólo cinco años. No obstante, el control islámico del Norte peninsular fue muy débil.

Emirato de Córdoba (711 – 929)

Emirato Dependiente (711 – 756)

  • Hispania se convirtió en una provincia del Imperio islámico llamada Al-Ándalus, con capital en Córdoba.
  • Sufrió una fuerte inestabilidad por las rebeliones bereberes, descontentos con el reparto de tierras (la nobleza árabe obtuvo las más fértiles).

Emirato Independiente (756 – 929)

  • Refugiado en Al-Ándalus de la matanza de su familia por los Abasíes, Abderramán I se autoproclamó emir (756, independencia política del resto del Imperio, pero no religiosa).
  • Fue una etapa inestable por las revueltas nobiliarias, los conflictos con los mozárabes y los muladíes (revuelta de Ibn Hafsun) y la expansión de los reinos cristianos del norte.

Califato (929 – 1031)

  • Fortalecido por sus victorias internas (nobles rebeldes) y externas (cristianos), Abderramán III se proclamó califa (independencia política y religiosa).
  • Al-Ándalus alcanzó estabilidad y prosperidad, convirtiéndose en un gran foco cultural con su hijo, Al-Hakam II.
  • Su sucesor, Hixam II, estuvo dominado por Almanzor (su visir), quien logró gran prestigio por sus victorias ante los cristianos (razzias contra las ciudades de Barcelona y Santiago de Compostela), estableciendo una dictadura militar.
  • A su muerte (1002) comenzó una crisis que puso fin al califato (1031).

2.1. AL-ÁNDALUS: REINOS DE TAIFAS. REINO NAZARÍ

Los Reinos de Taifas (1031 – 1086)

  • Tras la muerte de Almanzor (1002) se sucedieron rebeliones de nobles y se independizaron algunos territorios.
  • Finalmente, una asamblea de notables declaró liquidado el Califato (1031).
  • Al-Ándalus quedó dividida en 27 pequeños Estados, los reinos de taifas, destacando Toledo, Zaragoza, Valencia y Sevilla.
  • Algunos alcanzaron prosperidad económica y cultural.
  • Para garantizar su independencia pagaban tributos (parias) a los reinos cristianos.

Los Imperios Norteafricanos: Almorávides y Almohades

La conquista castellana de Toledo (1085) provocó la llegada de los Almorávides, bereberes del Magreb que habían fundado un imperio caracterizado por su integrismo religioso y su expansionismo. En 1086 los Almorávides derrotaron a Alfonso VI de Castilla (Batalla de Sagrajas), conquistaron las taifas e incorporaron Al-Ándalus a su imperio.

Este Imperio entró en crisis a partir de 1125 por los ataques de los Almohades (también bereberes, pero más integristas) en el norte de África. El conflicto entre almorávides y almohades fue aprovechado por los nobles andalusíes para establecer las Segundas Taifas en Al-Ándalus. Pero, de nuevo, la división territorial facilitó la expansión cristiana, frenada por la llegada de los Almohades, que disolvieron las taifas y se anexionaron sus territorios.

La victoria almohade en la Batalla de Alarcos (1195) empujó a Alfonso VIII de Castilla a promover una alianza entre los reinos cristianos. La derrota almohade en las Navas de Tolosa (1212) provocó la aparición de las Terceras Taifas, conquistadas por los cristianos a lo largo del siglo XIII salvo la de Granada.

Reino Nazarí de Granada

  • El reino de Granada, fundado en el siglo XIII por Ben Nazar, sobrevivió hasta 1492 gracias a:
    • Las guerras civiles en Castilla.
    • El pago de parias a los cristianos.
    • Su alianza con el nuevo reino musulmán bereber (los benimerines).
  • Su prosperidad económica le convirtió en un importante centro cultural y artístico (palacio de La Alhambra).

2.3. AL-ÁNDALUS: ECONOMÍA, SOCIEDAD Y CULTURA

Economía

Al-Ándalus desarrolló una próspera economía urbana, comercial y monetaria a diferencia de la rural Europa feudal. Córdoba fue la mayor ciudad europea de su tiempo.

Agricultura

  • Los musulmanes intensificaron el regadío en los valles del Ebro, Guadalquivir y Segura (norias, acequias…).
  • Introdujeron nuevos cultivos (arroz, naranja, caña de azúcar, algodón…).

Artesanía

  • Destacaron los talleres de Toledo, Córdoba y Granada especializados en productos de lujo (sederías, marquetería, cordobanes y damasquinados).

Comercio

  • Basado en la moneda (dinar de oro y dirhem de plata).
  • Al-Ándalus importaba productos de lujo (especias, esclavos) y exportaba manufacturas (tejidos, armas y cerámica).
  • El comercio se desarrollaba en la ciudad (zoco).

Organización Social

La sociedad andalusí era muy variada. Los musulmanes se dividían en:

  • Árabes: Minoría aristocrática que poseía los mejores cargos y tierras.
  • Bereberes: Poblaciones autóctonas del norte de África.
  • Muladíes: Cristianos conversos, la mayoría de la población.

Los mozárabes (cristianos que vivían en Al-Ándalus) y judíos conformaban la población no musulmana, sujeta a un impuesto especial. La convivencia fue pacífica hasta el siglo XI, cuando el integrismo almorávide llevó a muchos mozárabes a emigrar a los reinos cristianos del Norte.

Cultura

La cultura andalusí fue una mezcla de aspectos religiosos musulmanes y tradiciones orientales e hispanas. El árabe era el idioma oficial, aunque los mozárabes usaban el latín (y más tarde las lenguas romances).

Al-Ándalus fue un gran foco cultural que actuó como vía de introducción del saber de Oriente en Europa (Bizancio, Persia, India), especialmente la Córdoba califal de Al-Hakam II. Destacaron:

  • Filosofía: Averroes.
  • Astronomía: Azarquiel.
  • Literatura, matemáticas y medicina: Maimónides (judío).
  • Arte: Especialmente la arquitectura (mezquita de Córdoba, Palacio de la Aljafería de Zaragoza y La Alhambra de Granada).

2.4. LOS PRIMEROS NÚCLEOS DE RESISTENCIA CRISTIANA. PRINCIPALES ETAPAS DE LA RECONQUISTA. MODELOS DE REPOBLACIÓN

Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana

Los primeros núcleos de resistencia cristiana se formaron en las montañas del Norte, escasamente habitadas, donde confluyó la población local, poco romanizada, y refugiados visigodos.

Cordillera Cantábrica

  • Tras la victoria de Covadonga (722), Pelayo fundó el Reino Astur, que se expandió por Galicia y Cantabria.
  • La inestabilidad andalusí durante el Emirato permitió ocupar el poco poblado valle del Duero y trasladar la capital a León (Reino Leonés).
  • Castilla se independizó a finales del s. X (Fernán González).

Pirineos

  • Pirineo occidental: Los vascones derrotan a Carlomagno en Roncesvalles y forman en el S. IX el Reino Pamplona.
  • Pirineo central: Los condados de Sobrarbe, Ribagorza, Aragón se unen en 1036 con el nombre de Reino Aragón.
  • Pirineo oriental: El conde de Barcelona Wifredo el Belloso unifica los condados catalanes a finales del s. IX, tras la desintegración de la marca hispánica carolingia.

Etapas de la Reconquista

La fortaleza militar del Califato paraliza la Reconquista, que la debilidad de las taifas reactiva desde mediados del s. XI (Alfonso VI de Castilla ocupa Toledo en 1085) y comienzos del siglo XII (Alfonso I de Aragón conquista Zaragoza en 1118). El avance se detiene con la llegada de los Almorávides.

Cuando desaparece el control almorávide sobre Al-Ándalus y surgen las Segundas Taifas a mediados del s. XII, Castilla ocupa el valle del Guadiana (La Mancha); Aragón, unido a Cataluña, llega hasta la desembocadura del Ebro (Tortosa); y Portugal, recién independizada de León, llega hasta la desembocadura del Tajo (Lisboa). En 1179 en el Tratado de Cazorla los reinos cristianos se reparten las zonas que quedan por conquistar. Esta expansión se frena momentáneamente con la llegada de los Almohades.

Sin embargo, una alianza militar de los reinos cristianos derrota a los Almohades en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) y propicia un espectacular avance:

  • En pocos años Castilla ocupa el Valle del Guadalquivir y Murcia (bajo los reinados de Fernando III y Alfonso X).
  • La Corona de Aragón conquista Valencia y Baleares (durante el reinado de Jaime I).
  • Portugal conquista el Algarve (Alfonso III).

La expansión se frena a finales del s. XIII quedando bajo dominio musulmán hasta 1492 el reino nazarita de Granada.

2.5. LOS REINOS CRISTIANOS EN LA EDAD MEDIA: ORGANIZACIÓN POLÍTICA, RÉGIMEN SEÑORIAL Y SOCIEDAD ESTAMENTAL

Organización Política

Durante la Edad Media la Península sufrió una intensa fragmentación política consecuencia de la multiplicidad de núcleos cristianos de resistencia, la tendencia disgregadora de la nobleza (separación de León y de Portugal) y el concepto patrimonialista del reino (reparto del reino de Navarra por Sancho III en 1035).

Este proceso se revirtió a partir del siglo XII mediante matrimonios que dieron origen a:

  • La Corona de Aragón (unión de Cataluña con Aragón en 1137 tras el matrimonio entre Ramón Berenguer IV y Petronila).
  • La Corona de Castilla (unión definitiva de Castilla y León en 1230 bajo la figura de Fernando III).

En esta época la principal autoridad era el rey (en Cataluña los condes de Barcelona) que gobernaba asesorado por el Consejo Real. Sin embargo, en la práctica, el poder del monarca estaba limitado por la nobleza, la Iglesia y desde el siglo XIII las Cortes (asamblea de representación estamental).

Régimen Señorial

El origen del régimen señorial en la Península estuvo en la dependencia que tenía la monarquía durante la Reconquista de la fidelidad y ayuda militar de la nobleza (vasallaje) para garantizar la seguridad del territorio y la expansión militar.

Como compensación, los reyes entregaban a los nobles señoríos (latifundios con siervos) y, en ocasiones, les cedían competencias propias del Estado como la administración de justicia, recaudación de impuestos u orden público (señoríos jurisdiccionales).

Por lo tanto, el nuevo modelo político/social conocido como régimen señorial o feudal estaba basado en relaciones personales de dependencia (vasallaje) entre el rey y los poderosos (nobles, clero) que determinó un modelo político de soberanía compartida monarquía-nobleza/clero. A su vez el régimen señorial dio lugar a un nuevo modelo de organización: la sociedad estamental.

Sociedad Estamental

La sociedad feudal se dividía en tres estamentos:

  1. Nobleza.
  2. Clero.
  3. Pueblo llano o campesinado.

Los privilegios de los dos primeros (exacción de impuestos directos, acceso a cargos públicos, etc.) reflejaba la desigualdad ante la ley. Además, los estamentos eran grupos cerrados determinados por nacimiento, lo que provocaba la ausencia de movilidad social.

2.6. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CORONA DE CASTILLA, DE LA CORONA DE ARAGÓN Y DEL REINO DE NAVARRA AL FINAL DE LA EDAD MEDIA

Organización Política

Respecto a la estructura territorial, Castilla y Navarra fueron Estados unitarios, frente a la Corona de Aragón que fue una confederación de reinos con leyes y órganos propios (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca).

Respecto al poder de la monarquía:

  • En Castilla el rey gozó de gran autoridad por la aceptación del origen divino de su poder y la debilidad de las Cortes, que eran consultivas y sólo se reunían a petición del rey.
  • Por el contrario, en la Corona de Aragón y Navarra la autoridad del rey estaba muy limitada por las Cortes, cuyas decisiones eran vinculantes y se reunían regularmente (carácter pactista de la monarquía).

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