Bienio de izquierdas

II. EL BIENIO REPUBLICANO-AZAÑISTA


Durante el bienio periodo se desarrollaran una serie de problemas ante los cuales la administración llevará a cabo una serie de reformas para intentar solucionarlos.

1. El problema religioso y la secularización de la vida civil


Los grupos progresistas y obreros cobran mayor importancia, el peso de la Iglesia es cada vez menor. Ante esto el Estado tomará una serie de medidas para afrontar la situación. Estructurará un estado laico, aconfesional y neutral en tema religioso, lo que permitíó aprobar los divorcios u
matrimonios civiles así como la secularización de los cementerios. La enseñanza pasa a ser pública y laica con la ley de congregaciones, ya que existe libertad religiosa. También se disolvíó la Compañía de Jesús.
Reacciones de distintos grupos, tanto por parte de personalidades republicanas moderadas y la Iglesia, como por parte de los republicanos de izquierdas y extremistas. La Iglesia se mostró reacia a aceptar todas estas medidas, siendo el tema de la enseñanza el más problemático. Estas posturas
generaron un acercamiento a grupos monárquicos, con la siguiente conflictividad social (incendios de iglesias y conventos) actividades ante las que el gobierno se mostro indiferente hasta la destitución del Director General de Seguridad.

2. El problema agrario y la cuestión social


A pesar de la industrialización de las primeras décadas del siglo la producción sigue siendo mayoritariamente agraria, lo que unido a la tremenda desigualdad en el reparto de las tierras y la ineficacia y atraso de las técnicas agrícolas genera que el nivel de vida se situé por debajo de la subsistencia en los campesinos. La capacidad de resolver este problema dará prestigio y credibilidad a la República. El impulsor de las medidas será Francisco Largo Caballero. En Marzo de 1932 se empezó a discutir la Ley de la Reforma Agraria, acelerándose su aprobación debido a la Sanjurjada en Septiembre de ese año. La insuficiencia de las medidas se vio reflejada en los sucesos trágicos de Ciudad Real, Castiblanco o Arnedo, con levantamientos campesinos. Por parte de la derecha se generó la actitud golpista.
Para la reforma se creó el I.R.A. Que actuaba confiscando las tierras, que pasaban a las Juntas Provinciales y de estas a los campesinos que podían explotarlas individual o colectivamente. Sin embargo se enfrentaron a un gran número de problemas, siendo el resultado decepcionante.
Por otra parte las reacciones de la patronal fueron el rechazo y bloqueo de la ley, uníéndose en asociaciones legales como la Uníón Nacional Económica y el Bloque Agrario.

3. El problema regional


En las zonas con lengua propia y una burguésía importante (Cataluña y País Vasco) ante el centralismo borbónico y el liberalismo se rechazaba el viejo modelo de Estado para reclamar una amplia autonomía. Esto generó tensiones con el gobierno que la República tratará de resolver de forma
democrática.
En Cataluña el Estatuto generó el rechazo de la derecha estatal, socialistas y algunos intelectuales. La Sanjurjada precipitó su aprobación, aprobando su texto original en referéndum en Cataluña, y recortado posteriormente en las Cortes. El primer presidente de la Generalitat fue Francesc Maciá y Lluis Companys del parlamento catalán.
En el País Vasco el movimiento tenía una raíz popular y rural, teniendo una fuerte raíz religiosa, manifestado en el propio carlismo. Por ello el PNV y los carlistas se reunieron en 1931 para preparar un anteproyecto de Estatuto de Autonomía. Sin embargo las regulaciones del tema religioso generaron que los diputados vascos se retirasen, aplazando su aprobación. Hasta el triunfo del Frente popular no se aprobaría el estatuto en las tres provincias vascas.
Estos estatutos generaron el rechazo de la derecha y del Ejército, siendo causas de la Sanjurjada.

4. El fin del bienio reformista


Este bienio se caracteriza por seguir una política que intentaba resolver todos los problemas que generó el descontento en amplios sectores de la población. Por la izquierda se produjo una polarización, ya que las medidas tomadas seguían suscitando oposición por parte de la patronal, la Iglesia y otras fuerzas sociales, donde podemos destacar la CNT y la UGT. De la misma forma que el partido comunista comenzó a arraigar en Andalucía y Extremadura. Esto generó enfrentamientos armados entre obreros y campesinos con las fuerzas del orden público. Hechos que fueron acompañados de ocupaciones, robos y destrucciones. Podemos
destacar la masacre en Casas Viejas, que generó la retirada de apoyo de los socialistas.
Por parte de la derecha nos encontramos el malestar producido por las decisiones en torno a la Iglesia o la represión de los motines citados anteriormente. Esto generó el descontento popular, buscando la organización en partidos y asociaciones capaces de hacer frente a este gobierno. Así ante la pérdida de apoyos (el PSOE abandona el Gobierno) y la imposibilidad de formar un nuevo gobierno, se convocaron elecciones para el 19 de Noviembre de 1933 .

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