De la crisis a la dictadura

T 10.2. Crisis de la Restauración y dictadura (1917-1931)

2.1. La descomposición del sistema (1917-1923)

Los años que separan la crisis de 1917 del golpe militar de Primo de Rivera se caracterizaron por la inestabilidad política, la radicalización del movimiento obrero y el agravamiento de la Guerra de Marruecos.

Los gobiernos de concentración

Con la crisis de 1917, el turno pacífico llegó prácticamente a su fin. Ante la gravedad de la situación, se crearon sucesivos gobiernos de concentración, formados por liberales, conservadores y catalanistas, que no consiguieron estabilizar el sistema. Así, los trece gobiernos que se formaron entre 1917 y 1923 muestran la división del Parlamento y la fragmentación de los partidos dinásticos.

La conflictividad social

El deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores y la intransigencia de los patronos desencadenaron una época de movilizaciones obreras y campesinas.
En el campo andaluz, los jornaleros promovieron huelgas, ocuparon tierras y repartieron latifundios, enfrentándose a la Guardia Civil y dando lugar al llamado Trienio Bolchevique (1918-1921).

En las zonas industriales, especialmente en Cataluña, los trabajadores industriales promovieron una serie de huelgas reivindicando mejoras salariales y de las condiciones de trabajo. Ante la extensión de las protestas, el gobierno y las organizaciones patronales endurecieron su actitud y favorecieron la creación de sindicatos más dóciles (Sindicatos Libres) y de grupos armados que impedían las huelgas utilizando la violencia contra dirigentes obreros (pistolerismo)
. Se llegó así a una auténtica guerra social en la que murieron trabajadores, dirigentes sindicales, empresarios y fuerzas del orden público a manos de pistoleros de ambos bandos. El mismo presidente del gobierno, Eduardo Dato, fue asesinado en 1921.

La derrota de Annual

Finalizada la Primera Guerra Mundial y ante el temor de una expansión francesa en el protectorado del Rif, España quiso afianzar su presencia para defender los intereses económicos en la zona. Así, se iniciaron algunas operaciones militares que no contaban con ningún respaldo social, tan sólo el de las fuerzas económicas interesadas, el de los militares africanistas y el del propio rey.

La intervención militar española encontró la resistencia de las tribus rifeñas dirigidas por Abd el-Krim, que en 1921 atacaron la posición de Annual y derrotaron al ejército español, que sufrió numerosas bajas. Ante el desastre se produjo un fuerte debate que cuestionaba la preparación y la organización del ejército. La oposición encargó una investigación a una comisión parlamentaria para depurar responsabilidades (Expediente Picasso)
.

La presentación a las Cortes de los resultados del informe, que acusaba a algunos mandos militares e incluso involucraba al monarca, provocó gran inquietud y ciertos sectores del ejército propiciaron un golpe de Estado.

2.2. La dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)

En 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, con el consentimiento de Alfonso XIII y el apoyo de las organizaciones patronales y de los grupos políticos conservadores, protagonizó un golpe de Estado que dio paso a una dictadura militar.

El golpe militar, que se representaba como una solución provisional, se justificó con el argumento de que el sistema parlamentario y constitucional español estaba desprestigiado y era incapaz de garantizar el orden social y de frenar la revolución social que se avecinaba.

El Directorio Militar

El nuevo régimen instituyó una dictadura militar, suspendió la Constitución, disolvió el Parlamento y destituyó a todos los cargos electos (diputados, alcaldes…). Además, instauró una fuerte represión contra:

Las libertades:
Se prohibieron todos los partidos políticos y algunos sindicatos, se censuró la prensa, se limitó la libertad de enseñanza y se persiguió a los intelectuales contestatarios.

El movimiento obrero:
Se ilegalizaron las organizaciones revolucionarias y se persiguió especialmente a la CNT y al Partido Comunista de España.

Los nacionalismos:
Se suprimió la Mancomunidad de Cataluña y se prohibieron las expresiones públicas de los nacionalismos catalán y vasco, mientras se relegaba al ámbito privado cualquier lengua que no fuera la castellana.

La dictadura intentó solucionar el conflicto de Marruecos y, en 1925, con el apoyo de Francia, se llevó a cabo el desembarco de Alhucemas, que puso fin al conflicto. En 1927, el ejército español dio por concluida la ocupación efectiva de todo el protectorado de Marruecos.

El Directorio Civil

A partir de 1925 se instituyó un gobierno civil inspirado en el estado corporativo italiano. Se organizó un partido único, la Unión Patriótica, y se creó una Asamblea Nacional Consultiva que no era elegida democráticamente.

Aprovechando la buena coyuntura económica internacional de los primeros años veinte, el régimen llevó a cabo un programa de economía dirigida que fomentó las obras públicas (Exposiciones Internacional de Barcelona e Iberoamericana de Sevilla, ambas en 1929) y los monopolios del Estado (Telefónica, Campsa…).

Las repercusiones de la crisis económica internacional de 1929 pusieron fin al crecimiento económico y el clima de oposición a la dictadura aumentó considerablemente. Falto de apoyos, el dictador dimitió en enero de 1930. Entonces, Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al general Berenguer, que debía convocar unas elecciones y retornar a la legalidad constitucional; esta fase se conoce con el nombre de «dictablanda».

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