Historia del Siglo XX: Totalitarismo y Vanguardias
7. La Imposición del Poder Absoluto de Stalin en la URSS
Tras la muerte de Lenin en 1924, Stalin aprovechó su cargo de secretario general del Partido Comunista para concentrar todo el poder y construir una dictadura personal. Su régimen, conocido como estalinismo, se caracterizó por un control político absoluto, un sistema centralista y un fuerte culto a su personalidad. El Partido Comunista controlaba todos los órganos del Estado, y pertenecer a él era imprescindible para ocupar cargos importantes. Los altos dirigentes formaban la nomenklatura, un grupo privilegiado.
Stalin impuso un rígido control ideológico, eliminando cualquier forma de oposición mediante la represión y el uso de la violencia. Se creó la red de campos de trabajo forzado conocida como gulag, donde eran enviados los considerados enemigos del régimen. El Estado se convirtió en una maquinaria policial vigilante de toda la sociedad.
Para consolidar su poder, Stalin llevó a cabo las purgas estalinistas, procesos judiciales sin garantías legales que buscaban eliminar a sus rivales dentro del partido. Entre 1936 y 1938, durante los Procesos de Moscú, muchos dirigentes comunistas fueron acusados de traición, encarcelados, deportados o ejecutados.
En el ámbito económico, Stalin implantó una economía colectivizada y planificada cuyo objetivo era convertir a la URSS en una gran potencia industrial. Se abolió la propiedad privada y todo pasó a manos del Estado. La planificación económica se organizó mediante los planes quinquenales, elaborados por el Gosplán, que fijaba objetivos de producción. La agricultura fue reorganizada a través de la colectivización forzosa, que sustituyó las propiedades privadas por los koljoses (cooperativas de campesinos) y sovjoses (granjas estatales). Se priorizó la industria pesada, lo que provocó la escasez de bienes de consumo para la población.
8. Un Arte de Rebeldía: Las Nuevas Corrientes Artísticas del Siglo XX
A comienzos del siglo XX surgieron nuevas corrientes artísticas que rompieron con las formas tradicionales.
El Dadaísmo
Nacido en 1916, buscó destruir las normas del arte tradicional y reflejar, mediante obras absurdas e ilógicas, la irracionalidad humana evidenciada durante la Primera Guerra Mundial. Su representante fue Marcel Duchamp.
El Arte Abstracto
Impulsado por Vasili Kandinsky, rechazó la representación figurativa y se centró en formas, colores y sensaciones, convirtiéndose en una de las corrientes más innovadoras del siglo XX.
El Neoplasticismo
Representado por Piet Mondrian, buscaba la pureza estética a través de líneas rectas y colores primarios, con composiciones simples pero muy expresivas.
El Surrealismo
Nacido en París y muy influido por el psicoanálisis de Freud, intentaba plasmar el subconsciente. Tuvo dos corrientes principales: la automatista, representada por Joan Miró, centrada en símbolos y espontaneidad, y la onírica, basada en el mundo de los sueños, con Salvador Dalí.
La Crisis de la Restauración y el Nacimiento de la II República Española (1902-1939)
1. La Crisis de la Restauración (1902-1931)
La Restauración entró en crisis por el aumento de conflictos sociales. En 1909 estalló la Semana Trágica de Barcelona, causada por el envío de reservistas a la guerra de Marruecos. Posteriormente, el Desastre de Annual en 1921, donde murieron más de 10.000 soldados, provocó un gran descrédito del ejército y del gobierno. En este clima de inestabilidad, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado en 1923, con el apoyo del rey Alfonso XIII. Su dictadura suspendió la Constitución, disolvió las Cortes, persiguió el nacionalismo catalán y vasco e impulsó obras públicas que inicialmente reactivaron la economía. Sin embargo, la crisis de 1929 y el creciente descontento forzaron su dimisión en 1930, dejando al régimen monárquico debilitado.
2. La Proclamación de la República en 1931
En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, consideradas un plebiscito entre monarquía y república, los republicanos vencieron en las grandes ciudades. Esto reflejaba un fuerte deseo de cambio. Alfonso XIII abandonó el país y el 14 de abril se proclamó la II República, formándose un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora.
Ese mismo año se aprobó la Constitución de 1931, de carácter democrático y progresista. Establecía un Estado aconfesional, reconocía amplias libertades, introducía el sufragio universal (incluido el femenino), permitía el matrimonio civil y el divorcio, y abría la posibilidad de crear gobiernos autónomos dentro de un Estado integral.
3. Las Reformas Impulsadas por la República (1931-1933)
Durante el bienio reformista, se aprobaron importantes transformaciones:
La reforma militar limitó el poder del ejército y creó la Guardia de Asalto.
La reforma educativa estableció una enseñanza laica, obligatoria, gratuita y aumentó el presupuesto escolar.
La reforma religiosa separó Iglesia y Estado, permitió el divorcio y disolvió la orden de los jesuitas.
La reforma laboral fijó la jornada de 40 horas, aumentó salarios y reguló la negociación colectiva.
La reforma territorial permitió la autonomía de Cataluña (1932) y preparó la del País Vasco y Galicia.
La reforma agraria expropió tierras para repartirlas entre los campesinos y enfrentar la desigualdad rural.
4. La Confrontación Social y el Bienio Conservador (1933-1936)
Las elecciones de 1933 dieron el poder a la derecha, iniciándose el bienio conservador. El gobierno de Lerroux, con apoyo de la CEDA, paralizó las reformas del periodo anterior y amnistió a los golpistas de Sanjurjo. Esto provocó el rechazo de la izquierda y tensiones crecientes. En octubre de 1934 se produjo una insurrección: en Asturias se declaró una revolución social y en Cataluña se proclamó el Estado Catalán. Ambas fueron duramente reprimidas por el ejército. Tras varios escándalos de corrupción, se convocaron nuevas elecciones. En febrero de 1936 ganó el Frente Popular, una coalición de izquierda. Manuel Azaña fue nombrado presidente y se retomaron reformas, se amnistió a los presos de 1934 y se enviaron a militares sospechosos de conspirar, como Franco y Mola, lejos de Madrid. El clima político se radicalizó aún más.
5. Los Bandos Enfrentados en la Guerra Civil Española
El 17 y 18 de julio de 1936, un grupo de militares (Franco, Mola y Sanjurjo) inició un golpe de Estado. El golpe fracasó en muchas ciudades y el país quedó dividido en dos bandos:
Los sublevados o franquistas, apoyados por sectores conservadores, la Iglesia y la Falange.
Los republicanos, defensores del gobierno legítimo, apoyados por partidos de izquierda, sindicatos y milicias populares.
6. Evolución y Fases del Conflicto Bélico (1936-1939)
La Guerra Civil tuvo tres fases principales. Primero, los franquistas intentaron conquistar Madrid (1936-1937), pero la ciudad resistió con ayuda de las Brigadas Internacionales. Después, lanzaron la ofensiva en el norte y conquistaron el País Vasco, Cantabria y Asturias, tras el bombardeo de Gernika (1937). En 1938 alcanzaron el Mediterráneo y vencieron en la Batalla del Ebro, que debilitó definitivamente a la República. Tras la caída de Cataluña y el aislamiento republicano, Franco ocupó Madrid.
El 1 de abril de 1939 la guerra terminó con la victoria franquista.