El Antiguo Régimen y las Revoluciones: Un Recorrido Histórico

1. El Antiguo Régimen

El Antiguo Régimen se caracteriza por una estructura social, política y económica específica.

Sus rasgos principales son: una monarquía absoluta, una sociedad dividida en estamentos (nobleza, clero y pueblo) y un sistema económico predominantemente agrario, donde la posesión de la tierra es mayoritariamente feudal.

Economía

A finales del siglo XVIII, las familias campesinas representaban entre el 80% y el 90% de la población.

En la Europa Oriental, el campesinado estaba sometido a un régimen de servidumbre.

En la Europa Occidental y Mediterránea, una buena parte de la producción del campesinado quedaba en manos de los propietarios.

Los campesinos pagaban numerosos tributos a la Iglesia, como el diezmo, una décima parte de la cosecha.

Sociedad Estamental

El clero y la nobleza no pagaban impuestos, disponían de sistemas judiciales propios y no podían ser torturados. Tenían el monopolio de los altos cargos de la corte y de la administración, y poseían numerosos derechos feudales y señoriales.

Las dos terceras partes de la propiedad de la tierra pertenecían a la Iglesia y a la nobleza.

Monarquía Absoluta

La mayoría de los estados estaban gobernados por una monarquía absoluta. Los monarcas recibían su legitimidad de Dios. La autoridad real prevalecía sobre la de los estamentos.

La organización política era el reflejo de la sociedad estamental, jerárquica y aristocrática. Solo Gran Bretaña, donde la revolución de 1688 había transferido parte del poder real a un Parlamento, constituía la excepción en un continente formado por reinos sometidos a soberanos absolutos.

2. El Pensamiento Ilustrado

El pensamiento ilustrado, crítico con la sociedad del Antiguo Régimen, estableció las bases del pensamiento moderno y del conocimiento científico. Este movimiento, conocido como Ilustración, nació en Inglaterra y Escocia en el siglo XVIII. Se caracteriza por la razón humana, el progreso económico y la crítica del pensamiento religioso.

Siglo de las Luces

El siglo XVIII, conocido como el Siglo de las Luces por su enfoque en la explicación racional del mundo, experimentó un gran avance tecnológico en la ciencia. Destacaron Leibniz y Newton en astronomía y ley de la gravedad, Laplace en astronomía y Lavoisier en química moderna.

Pensamiento Económico

El liberalismo económico, con Adam Smith, demostró que el progreso económico exige la libertad de los factores de producción. El trabajador era quien producía la riqueza.

Crítica Social y Política

Voltaire, en sus cartas filosóficas, reivindicó la libertad política y la tolerancia religiosa, y abogó por la unificación de las instituciones del Estado.

Montesquieu propuso un sistema monárquico, controlado por una constitución, en el que los poderes legislativo, ejecutivo y judicial estarían separados. Su doctrina inspiró la Constitución norteamericana de 1787 y la mayoría de las constituciones europeas del siglo XVIII.

Rousseau, el más radical, explicó el contrato social, que se considera la primera afirmación de la soberanía nacional.

Enciclopedia

La publicación más efectiva fue la de los 28 volúmenes de la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D’Alembert, un diccionario razonado de las ciencias, las artes y las técnicas. Las corrientes de opinión pública fueron la base de la constitución de los partidos políticos.

Absolutismo Ilustrado

Los déspotas ilustrados planificaban reformas favorables para el pueblo, pero sin contar con él. El progreso de la economía y la mejora del nivel de vida de la población solo podían conseguirse alterando profundamente las estructuras del orden social, algo a lo que nunca pretendieron llegar. Los monarcas de Austria, Prusia, Rusia y España abandonaron las ideas ilustradas, defendieron el absolutismo y actuaron más como déspotas que como ilustrados.

3. Primera Revolución Democrática

Las colonias norteamericanas que se independizaron de Gran Bretaña formaron los Estados Unidos de América.

Antecedentes de la Revolución

La sociedad colonial era el resultado de las oleadas de inmigrantes y no compartía el sistema feudal europeo ni la nobleza hereditaria. En las colonias del sur existía el sistema esclavista.

La sociedad estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios de la tierra, trabajadores urbanos libres, comerciantes y una numerosa población esclava.

Guerra de Independencia

La revolución de las colonias británicas de América fue una guerra de independencia.

Las causas fueron que los colonos se sentían injustamente tratados, ya que aportaban riquezas e impuestos pero estaban marginados de las decisiones.

Tras el triunfo de Gran Bretaña contra Francia en la Guerra de los Siete Años (1748-1756), la metrópoli, que recibió gran ayuda militar y económica, creó impuestos sobre el azúcar y otros productos. Esto llevó al Motín del Té en el puerto de Boston el 16 de diciembre de 1773, donde un grupo de colonos disfrazados de indios lanzaron la carga de tres barcos al mar. El gobierno respondió cerrando el puerto de Boston.

Las medidas del gobierno británico provocaron el inicio de la guerra de Independencia en julio de 1776. Los colonos pusieron al mando a George Washington (1732-1799). El primer problema que tuvo que solucionar fue la falta de armas, municiones y personal preparado, por lo que tuvo que pedir ayuda a potencias extranjeras. Francia envió armamento y municiones.

En 1779, la guerra se convirtió en un conflicto internacional, con la entrada de Francia y España.

En 1783, Gran Bretaña reconoció la independencia de EEUU en el Tratado de Versalles.

Primera Constitución Democrática

La constitución norteamericana de 1787 fue la primera carta magna que recogía los principios del liberalismo político.

En 1787, 55 representantes se reunieron para crear una nueva constitución, creando un gobierno federal único, con un presidente en la república y dos cámaras legislativas (Congreso y Senado), pero al mismo tiempo cada estado podía tener un gobierno autónomo. Esta constitución, inspirada en los principios de igualdad y libertad, estableció un régimen republicano y democrático.

La declaración de los derechos del hombre no trataba con claridad el tema de la esclavitud de los negros, lo que fue una de las causas de la guerra civil entre 1861 y 1865.

4. La Revolución Francesa

A partir de 1789, Francia destruyó las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen y eliminó la monarquía absoluta.

Antecedentes de la Revolución

Francia tenía una economía en expansión, una estructura social conflictiva y un estado monárquico.

Padecía una grave crisis financiera, gastaba mucho más de lo que ingresaba y se encontraba muy endeudada.

Los notables exigieron que se reunieran los Estados Generales del Reino.

Estalla la Revolución

Los electores de los tres estamentos entregaban las quejas y reivindicaciones que se debían llevar a la reunión de los Estados Generales.

Los delegados del tercer estado se encontraron cerrado el lugar de reunión y, temiendo que el poder real eliminara los Estados Generales, se dirigieron a la sala del juego de la pelota.

El 7 de julio, Francia disponía de una Asamblea Nacional Constituyente.

Primeras Acciones Revolucionarias

El rey y algunos sectores negaron el final del absolutismo, lo que provocó una revuelta popular. La multitud fue a por armas y pólvora a la cárcel de la Bastilla, símbolo del poder absoluto.

El campo fue sacudido por una revolución agraria. Los campesinos dejaron de pagar impuestos y destruyeron castillos, archivos nobiliarios y cualquier símbolo del feudalismo.

La Asamblea Nacional respondió suprimiendo las servidumbres personales y los diezmos, así como las injusticias señoriales. La Asamblea Nacional destruyó el sistema feudal.

La Constitución de 1791

En esta constitución se dividieron los poderes. El rey disponía de un poder ejecutivo limitado, y la Asamblea Nacional tenía todo el poder legislativo. Solo podían votar varones con un mínimo de riqueza.

La Asamblea Constituyente estableció impuestos directos, iguales para todos y más justos.

Los obispos y párrocos fueron elegidos.

Asamblea Legislativa (1791-1792)

Aparecieron diversos partidos políticos o clubes.

Un club revolucionario fue el de los jacobinos, llamado así porque se reunía en el convento de frailes. Los cordeliers, cuya sede era un antiguo convento de franciscanos, defendían el sufragio universal. Los girondinos, el grupo más moderado, promulgaban una monarquía constitucional.

Convención Republicana y la Caída de la Monarquía

Las potencias absolutistas empezaron a invadir la Francia revolucionaria. El pueblo francés empezó a convertirse en un ejército nacional.

En junio de 1792, las masas asaltaron el palacio real de las Tullerías. Las estatuas reales fueron derribadas antes de que la familia real fuera apartada en el viejo monasterio.

La Asamblea Legislativa convocó elecciones por sufragio universal. Un nuevo parlamento, llamado Convención, abolió la monarquía en sus primeros actos.

La Guerra y la Dictadura Republicana

Había un ambiente de guerra civil y una extensión de la guerra exterior. El 21 de enero de 1793, Luis XVI fue guillotinado.

Robespierre asumió el poder revolucionario entre julio de 1793 y julio de 1794, en el llamado periodo del Terror. Se elaboró una nueva constitución con sufragio universal masculino.

Robespierre y un centenar de sus seguidores fueron ejecutados, y empezaron a gobernar los girondinos con una nueva constitución (1795) en la que había sufragio censitario y el poder ejecutivo lo tenía un directorio de cinco miembros.

5. La Europa Napoleónica

Durante 1795-1815, Napoleón consiguió coronarse rey de Francia e Italia.

Directorio y Ascenso de Napoleón

Napoleón fue el general más capaz tanto en el terreno militar como en el político.

El Directorio puso al mando al general corso en el ejército de Italia. En pocos meses conquistó el norte de Italia e impuso a Austria la paz de Campoformio, por la que Bélgica quedó en poder de Francia. Tras la campaña de Egipto, volvió a París.

El golpe de estado del 18 de noviembre de 1799 estableció un poder ejecutivo. Bonaparte fue elegido primer cónsul de tres cónsules. La nueva constitución de 1799 concedió el voto a todos los ciudadanos, y el gobierno tenía iniciativa legislativa.

El consulado era una dictadura disfrazada. En 1802, Napoleón fue nombrado cónsul vitalicio, lo que quedó reflejado en la constitución de 1802.

Reformas Internas

Napoleón introdujo el orden público con la creación de un ministerio del interior y una policía secreta. Centralizó la administración, estableció una reforma fiscal y un sistema educativo con el derecho a la educación para todos, y promulgó un nuevo código de derecho civil.

Las instituciones fueron aplicadas en los estados vasallos o aliados.

Guerra Europea

Las guerras entre Francia y las potencias europeas se desarrollaron entre 1792 y 1815. Francia era el país abanderado de un proceso revolucionario.

Las élites intelectuales mostraron su simpatía por Napoleón.

Tuvo una larga lista de éxitos franceses.

El conflicto franco-británico tenía un carácter casi exclusivamente económico.

Fronteras del Imperio

Un complejo sistema de estados vasallos, administrados por hermanos y parientes de Napoleón, y de estados aliados completaban el mapa del imperio.

Bélgica se convirtió en la República Bátava y más tarde en un reino gobernado por Luis Bonaparte. Otro hermano del emperador, Jerónimo, se ciñó a la corona del reino de Westfalia. Una parte de Italia dependía de la administración imperial. El norte de Italia estaba gobernado por un virrey, y Nápoles, en el sur, por Murat.

La corona española pasó a manos de José Bonaparte. 16 estados alemanes formaban la Confederación del Rin, de la que Napoleón era el protector. El general Bernadotte ocupaba el trono de Suecia.

Europa contra Napoleón

La resistencia del pueblo español, desde la batalla de Bailén, llevó al propio emperador a afirmar en sus memorias que la guerra de España fue una calamidad, la causa primera de las desgracias de Francia. Asimismo, la retirada de 600.000 soldados durante la campaña rusa de 1812 fue catastrófica.

Una nueva coalición de las potencias europeas derrotó a los ejércitos imperiales en la batalla de las Naciones. Napoleón fue reducido y recluido en la isla de Elba. Su asombrosa aventura al poder, conocida como el Imperio de los Cien Días, acabó cuando las tropas lo derrotaron en Waterloo en junio de 1815.

Eco de la Revolución

La Revolución Francesa fue una revolución burguesa que tuvo que recurrir a un necesario apoyo popular para poder enfrentarse a la aristocracia y a la contrarrevolución.

Una nueva sociedad transformada disponía de nuevos instrumentos políticos e intelectuales para organizarse sobre unos fundamentos económicos y sociales renovados.

Napoleón dejó escrito que, desde su caída, no sería posible otro equilibrio que el de la unión y confederación de los grandes pueblos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *