El Auge de las Monarquías Europeas
Las monarquías autoritarias, características de los reinos europeos de los siglos XV y XVI, fueron el fruto de la evolución de las monarquías feudales medievales. La inestabilidad y la necesidad de asegurar el trono llevaron a los monarcas a crear ejércitos reales estables.
Para poder pagar un gasto tan importante, las haciendas reales incrementaron sus recursos económicos creando impuestos y pidiendo préstamos a la burguesía más rica. La estructura administrativa de las monarquías se hizo más compleja. Así, aumentó el número de embajadores, ministros y empleados u oficiales en las cortes reales.
El incremento del personal estimuló la entrada al servicio de la monarquía de burgueses y miembros de la pequeña nobleza. Este proceso se ha considerado el origen del Estado moderno.
Los reyes consolidaron su poder controlando el de los estamentos o integrando los intereses de ambos:
- Convocaron con menor frecuencia a cortes y parlamentos estamentales.
- Obtuvieron el poder de participar en el nombramiento de altos cargos eclesiásticos.
- Aumentó el control real en la elección de los gobiernos municipales.
En Inglaterra, el rey compatibilizaba su autoridad con un parlamento que era relevante en la elaboración de leyes.
Transformaciones Económicas y Sociales
Desde el punto de vista económico, la Europa de la Edad Moderna continuó siendo rural y viviendo del trabajo de la tierra (agricultura y ganadería). No obstante, a partir del siglo XV, la artesanía fue cobrando más importancia y, sobre todo, el comercio. Este proceso, en un contexto de crecimiento de la población, afectó al mundo rural, pero en especial, a una dinámica red de ciudades. Los mercados no dejaron de ampliar su influencia.
La sociedad de la Edad Moderna, desde un punto de vista legal, siguió jerarquizada en un estamento no privilegiado (tercer estado) y en estamentos privilegiados (nobleza y clero).
Los nobles eran ricos, ya que privilegio y riqueza solían coincidir. Perdieron el carácter militar que tuvieron en la Edad Media, integrándose en el ejército y en la corte real.
En el clero existía una gran diferenciación social, lo que normalmente se explicaba por el origen de sus miembros.
El tercer estado, el más amplio, fue el que se transformó en mayor medida debido a los cambios económicos.
- Destacó una rica burguesía compuesta por grandes terratenientes, comerciantes y banqueros prestamistas.
- Por debajo se encontraban artesanos agremiados, pequeños agricultores dueños de tierras en el término de la ciudad, y tenderos y comerciantes.
- Sobresalió una capa de campesinos enriquecidos que dirigían sus localidades bajo la supervisión de un señor feudal o de las autoridades de la ciudad de la que dependían. En ocasiones, se ennoblecían logrando títulos de la baja nobleza, como los caballeros, hidalgos.
El Reinado de los Reyes Católicos
En 1469 se casaron Fernando, heredero de Aragón, e Isabel, hermana del rey de Castilla Enrique IV, quien falleció en 1474. Fernando II heredó el trono aragonés en 1479, mientras que Isabel I pudo hacerse con el castellano tras vencer en 1479 en la guerra civil castellana a Juana la Beltraneja.
El matrimonio de Isabel y Fernando fue el germen de la España moderna y sentó las bases de la monarquía católica, también conocida como hispánica. La nueva monarquía fue una unión dinástica o personal y no una fusión de reinos. Cada corona mantuvo sus símbolos, leyes, instituciones y fronteras.
El campo donde tal vez los Reyes Católicos desarrollaron más su autoridad fue en el religioso, llevando a cabo una política de unificación religiosa. El primer paso fue la obtención en 1478 del permiso papal para instaurar en sus reinos y bajo su control la Inquisición, con el nombre de Tribunal del Santo Oficio.
En 1492, los Reyes Católicos expulsaban de todos sus reinos a los judíos si no se convertían al cristianismo. Tras la conquista de Granada (1492), se acabó forzando la conversión de los mudéjares de dicho reino en 1499, medida que se amplió a los del resto de Castilla en 1502 con la pragmática real, que les obligaba a la renuncia de su fe (por la que se decantó la mayoría) o la expulsión. También se sospechó de la sinceridad de su conversión, se les marginó y recibieron el nombre de moriscos.
Los Reyes Católicos realizaron alianzas casando a sus hijos con herederos de otros reinos. Sus objetivos fueron mantener la paz con Portugal. Por último, comenzó la expansión atlántica de Castilla con la finalización de la conquista de las islas Canarias (1496) y el descubrimiento de América (1492).
El Descubrimiento de América
Desde principios del siglo XV, Portugal tomó la iniciativa en los descubrimientos geográficos. Su objetivo era bordear las costas africanas para buscar una ruta alternativa hacia Oriente que permitiera evitar los dominios otomanos e importar a Europa especias y seda.
Antes de 1492, los territorios americanos estaban habitados por una gran diversidad de pueblos y culturas, que en algunos casos constituían grandes imperios.
- Los aztecas crearon un imperio en América Central cuya capital era Tenochtitlán, la actual Ciudad de México.
- La civilización maya era la más antigua y, a la llegada de los conquistadores, se encontraba en decadencia.
- La cultura inca forjó un imperio en los Andes y dominaba a otros pueblos del área.
Cristóbal Colón formuló su proyecto de buscar una nueva ruta a Oriente, consistente en navegar hacia el oeste, evitando bordear África. Colón expuso su teoría al rey de Portugal en 1482, pero un comité de expertos la rechazó por considerarla errónea. Después se dirigió a Castilla, donde en 1486 presentó su plan a los Reyes Católicos. En abril de 1492, los reyes firmaron con Colón las Capitulaciones de Santa Fe, en las que se comprometieron a apoyar una expedición y a conceder a Colón los títulos de almirante y virrey de las tierras que descubriera.
Cristóbal Colón partió el 3 de agosto de 1492 del puerto de Palos (Huelva) con una nao, la Santa María, y dos carabelas, la Pinta y la Niña. Llegó el 12 de octubre de 1492 a la isla Guanahaní, en el archipiélago de las Bahamas. A partir de este momento, se inició la exploración de islas mayores de las Antillas, como Cuba y Santo Domingo, a la que Colón llamó La Española. Después de tres meses, emprendió el regreso a la península ibérica, convencido de que había llegado a las costas de Asia, por lo que denominó a estos territorios Indias Occidentales.
Posteriormente, Colón realizó otros tres viajes. Los Reyes Católicos intentaron legitimar el derecho a ocupar los territorios descubiertos, lo que suscitó la oposición de Portugal. Por ello, se firmó el Tratado de Tordesillas (1494), en el que se marcó una línea que dividía el planeta en dos áreas de influencia: todas las tierras situadas al oeste correspondían a Castilla y las situadas al este serían para Portugal.
La Reforma Protestante y la Contrarreforma
Al comienzo de la Edad Moderna, la Iglesia Católica era una institución cuestionada. A ello se unió la venta de indulgencias. Además, en el seno de la Iglesia se habían instalado una serie de costumbres perniciosas que generaron la demanda de reformas.
La primera reforma religiosa del siglo XVI fue iniciada por un monje alemán: Martín Lutero, que escribió sus 95 tesis (1517) contra las indulgencias y las clavó en las puertas de la catedral de Wittenberg. El papa pidió a Lutero que se retractara, pero este se negó, por lo que fue excomulgado. A partir de ese momento, Lutero elaboró una doctrina que favorecía un cristianismo individual.
El luteranismo se extendió por el Sacro Imperio Romano Germánico, lo que movió la intervención del emperador Carlos V.
Doctrina luterana:
- Salvación por la fe: Para la salvación del alma bastaba con una intensa fe, lo que hacía innecesaria la mediación de la Iglesia.
- Libre interpretación de la Biblia.
- Reforma de los Sacramentos.
- Sacerdocio universal: Se rechazaba la jerarquía de la Iglesia católica y la autoridad de los papas.
- Prohibición de las órdenes religiosas y del culto a las imágenes de la Virgen y los santos.
Las ideas protestantes se extendieron por Europa y llegaron a los cantones suizos. Allí, Juan Calvino instauró en la ciudad de Ginebra un gobierno teocrático basado en una serie de principios:
- Seguimiento de la Biblia.
- Creencia en la predestinación.
- Humildad y ausencia de ostentación.
La reforma religiosa en Inglaterra tuvo menos contenido doctrinal y mayor intención política. El rey Enrique VIII solicitó a la Iglesia católica la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena. La negativa papal lo llevó a promulgar la separación de la Iglesia de Inglaterra, de la que el rey sería su máxima autoridad.
El calvinismo se extendió por otros reinos y territorios europeos:
- En Francia recibieron el nombre de hugonotes. Los conflictos religiosos entre católicos y hugonotes causaron gran inestabilidad y violencia en Francia a lo largo de todo el siglo XVI.
- En los Países Bajos, Escocia e Inglaterra se denominaron puritanos.
La Iglesia católica trató de frenar la expansión de las reformas protestantes mediante un movimiento de renovación interna conocido como Contrarreforma. Para ello, se celebró el Concilio de Trento. Sus acuerdos fundamentales fueron:
- Reafirmación de la jerarquía eclesiástica, con el papa a la cabeza, y de los dogmas católicos.
- La Biblia Vulgata era la única admitida.
- Se mantuvieron los siete sacramentos y el culto a la Virgen y a los santos.
- Se impuso mayor disciplina y formación a sacerdotes y altos cargos eclesiásticos.
Para consolidar la labor del Concilio, se reforzó la Inquisición.