La Restauración Borbónica (1875): Orígenes y Proclamación
El 29 de diciembre de 1875, el general Arsenio Martínez Campos protagonizó un alzamiento en Sagunto y proclamó rey de España a Alfonso XII. Otros militares se unieron a la proclamación y el general Fernando Serrano fue desautorizado, marchando al exilio temporalmente.
- El 30 de diciembre se formó un gobierno provisional presidido por Cánovas del Castillo.
- Antes del alzamiento, en 1870, Cánovas del Castillo consiguió que la Reina Isabel II renunciara a sus derechos al trono a favor de sus hijos.
- Posteriormente, en 1874, Cánovas del Castillo redactó el Manifiesto de Sandhurst, que firmó el rey Alfonso XII y que exponía los principios del régimen de Restauración.
- El 9 de enero de 1875, el rey llegaba a España por Barcelona y el 14 de enero llegaba a Madrid. La dinastía borbónica acababa de ser restaurada.
Cánovas del Castillo: El Arquitecto del Sistema
El ideólogo del sistema de Restauración fue Antonio Cánovas del Castillo, antiguo ministro de la Unión Liberal. Su pensamiento fue reaccionario y antidemocrático, contrario al sufragio universal. Fue un político pragmático y realista. Murió asesinado por un atentado del anarquista italiano Michele Angiolillo.
Objetivos de la Restauración Canovista
Con este sistema, Cánovas quería crear un nuevo modelo político que pusiera fin a los problemas endémicos del liberalismo en España:
- El carácter partidista y excluyente de los modelos durante el reinado de Isabel II.
- El intervencionismo de los militares en política.
- Los enfrentamientos civiles.
Para conseguir sus propósitos, se propuso dos objetivos fundamentales:
- Elaborar una Constitución que crease un sistema basado en el bipartidismo, para lo cual convocó elecciones a Cortes constituyentes por sufragio universal.
- Pacificar el país poniendo fin a la Guerra de Cuba y al conflicto carlista.
La Pacificación del País: Carlismo y Cuba
Para dar estabilidad al régimen, había que pacificar el país y conseguir que los carlistas reconocieran a Alfonso XII como Rey de España. El propio rey se dirigió al norte de la península para conducir la guerra contra los carlistas. Alfonso XII ofreció amnistía, proponiendo a todos olvidar el pasado y unirse a la monarquía constitucional que él representaba.
Uno de los antiguos líderes del Carlismo, el general Ramón Cabrera, aceptó la amnistía y también dirigió un manifiesto a las tropas carlistas en el que se invitaba a poner fin a la guerra. Pero el conflicto no finalizó hasta marzo de 1876. Los carlistas volvieron a levantarse en armas y comenzaron a participar en la vida política, situándose en la extrema derecha.
El Fin de la Guerra de Cuba
El final del conflicto carlista posibilitó que el gobierno se concentrara en la Guerra de Cuba. En 1878 se firmó la Paz de Zanjón, en la que se incluía una amplia amnistía, la abolición de la esclavitud y la promesa de reformas políticas y administrativas.
La Constitución de 1876 y la Estructura del Estado
El nuevo sistema se concretó en la aprobación de la Constitución de 1876.
La «Constitución Interna» de Cánovas
Para Cánovas, existía una serie de principios que no se podían cuestionar y que tendrían que formar parte de la Constitución de manera indiscutible. A estos principios Cánovas los llamó Constitución Interna, y son:
- La Patria.
- La Monarquía.
- La Dinastía Borbónica.
- La Libertad.
- La Propiedad.
- El gobierno conjunto del Rey con las Cortes.
La Constitución consideraba a la monarquía como una institución superior, incuestionable, permanente y al margen de cualquier decisión política, garantizando el buen entendimiento.
Las Cortes y el Sufragio
Las Cortes eran bicamerales y estaban formadas por el Senado y el Congreso de los Diputados, este último de carácter electivo. En 1890, cuando estaba en el poder el Partido Liberal, se aprobó el sufragio universal masculino. En el Senado, la mitad de los senadores lo eran por derecho propio o vitalicio, lo que daba la opción al Rey o al gobierno de nombrar directamente a los senadores.
Confesionalidad del Estado
La Constitución también proclamaba la confesionalidad católica del Estado, aunque toleraba otras creencias siempre que no se hiciese manifestación pública de ellas. Se restableció el presupuesto de Culto y Clero para financiar a la Iglesia. El nuevo texto constitucional contaba con una extensa declaración de derechos.
El Bipartidismo y el Turno Pacífico
Cánovas del Castillo introdujo un sistema de gobierno basado en el bipartidismo, inspirado en el modelo inglés y en la alternancia en el poder de los dos grandes partidos dinásticos: el Conservador y el Liberal. Se aceptaba, por tanto, que habría un turno pacífico de partidos que aseguraría la estabilidad institucional.
Subordinación del Ejército
Ante esto, el ejército, que constituía uno de los grandes pilares del régimen, quedó subordinado al poder civil. Una Real Orden de 1875 estableció que la misión del ejército era defender la independencia nacional y que no debía intervenir en las contiendas de los partidos. El turno pacífico eliminó del panorama político de la Restauración el problema de los pronunciamientos y el protagonismo de la presencia militar en la vida política española.
Los Partidos Dinásticos
Con este modelo bipartidista era necesaria la existencia de grandes partidos políticos que pudieran aglutinar diferentes criterios, siempre y cuando se ajustaran a la legalidad que el mismo Cánovas había diseñado. Los partidos que dominaron la escena política durante la Restauración fueron el Conservador y el Liberal, que representaban respectivamente a la derecha y la izquierda dinástica.
- Partido Liberal Conservador: Liderado por Cánovas, estaba formado por facciones procedentes del antiguo Partido Moderado, la Unión Liberal y un sector del Partido Progresista.
- Partido Liberal Fusionista: El proyecto bipartidista de Cánovas requería otro partido de carácter más progresista (la izquierda dinástica), y él mismo propuso a Sagasta su formación. De esta forma, Mateo Sagasta creó el Partido Liberal Fusionista.
Mecanismos de Corrupción Electoral: El Caciquismo
Cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste político y perdía la confianza de las Cortes, el nuevo gobierno convocaba unas elecciones completamente adulteradas. Se «fabricaban» los resultados mediante el «encasillado»: la asignación previa de escaños, en los que se dejaba un número suficiente a la oposición.
El sistema de turno pudo mantenerse durante más de veinte años gracias a la corrupción electoral y la utilización de la influencia y poder económico de determinados individuos sobre la sociedad (los caciques). El triunfo del partido que convocaba las elecciones se convenía previamente y se conseguía gracias al falseamiento de los resultados.
Definición de Cacique
Los caciques eran personas notables, sobre todo del mundo rural, a menudo ricos propietarios que daban trabajo a jornaleros. También podían ser abogados, profesionales de prestigio o funcionarios de la Administración que controlaban los ayuntamientos.