Etapa constantiniana derecho romano

El primer tema de la historia abarca un arco cronológico muy amplio, desde la aparición de los primeros seres humanos en el territorio actual hace un millón de años hasta la llegada de los musulmanes a la península coma en el 711 después de Cristo. Esto contempla las etapas de la Prehistoria y la Edad Antigua, en las que Iberia quedó marcada por la llegada de pueblos extrapeninsulares cómo fenicios, griegos, cartagineses o romanos y terminando así el establecimiento de la monarquía visigoda. 
Los primeros homos llegaron a la Península Ibérica hace aproximadamente 1000000 de años, dando inicio a la etapa conocida como prehistoria, que se entiende hasta el siglo 9 antes de Cristo podemos dividir la prehistoria en tres etapas:
paleolítico, Neolítico y edad de los metales
Paleolítico desde un millón de años-6000 antes de Cristo durante el Paleolítico entre paréntesis edad de piedra antigua la vida del ser humano puede ser caracterizada por la posesión de una economía depredadora el nomadismo y una industria lítica de piedras talladas complejidad de la cual irá aumentando conforme el avance del tiempo. Durante esta etapa también se lleva a cabo el proceso de hominización
El Paleolítico puede ser dividido en tres etapas: Paleolítico Inferior: los restos humanos más antiguos fechan entre hace 800000 y 1000000 de años, corresponden a un fragmento de cráneo de Granada y un conjunto de huesos encontrados en Atapuerca en los sitios de excavación de Gran Dolina corresponden a la especie del Homo Antecessor
Paleolítico Medio: aproximadamente en el 100000 y 30000 antes de Cristo coma protagonizada por el Homo sapiens Neanderthalensis coma hombre de neandertal. Los asentamientos se vuelven más estables y se encuentran los primeros restos de culto funerario. Las pinturas rupestres son atribuidas a la Cueva de Nerja consideradas las primeras pinturas de la humanidad
Paleolítico Superior: entre el 30000 y 8000 antes de Cristo encontramos restos del Homo sapiens sapiens el hombre actual. La industria lítica es complementada con hueso y marfil, haciendo nuevas herramientas, se lleva a cabo también un gran mundo espiritual, así como las figuras rupestres de la zona cantábrica coma destaca la cueva de Altamira


Neolítico: el Neolítico se desarrolló en la Península Ibérica aproximadamente entre el 6000 y el 3000 antes de Cristo. Tenían una economía de producción basada en agricultura y ganadería.
Esto inició la producción de alimentos y la elaboración de cerámica y tejidos. La agricultura proporciónó el sedentarismo y las primeras comunidades estables. 
Edad de los Metales: durante el tercer milenio antes de Cristo la novedad más importante fue la introducción de un nuevo avance tecnológico: la metalurgia del cobre. Sus inicios se relacionan con el desarrollo del megalitismo. Andalucía es muy rica en cuanto al número y la grandiosidad de sus megalitos. Allí se desarrolló la cultura de los millares. En el paso de la metalurgia del cobre al bronce a partir de 2200 antes de Cristo aparece un nuevo tipo de cerámica en forma de campana invertida (vaso campaniforme) que se extendíó por toda Europa. Aproximadamente en el 1700 antes de Cristo se desarrolló la metalurgia del bronce. Andalucía se difundíó a través del Algar, sus poblados ocupaban una amplia zona en el sudeste península. A este mismo periodo podemos añadir la cultura talayótica de las Islas Baleares la cual tenía megalitos con formas muy peculiares.
Pueblos colonizadores y Tartessos: el final del segundo milenio antes de Cristo fue una época de grandes cambios en la Península Ibérica a causa de la llegada de pueblos indoeuropeos y de navegantes fenicios, griegos y cartagineses. Los contactos comerciales de los colonizadores púnicos y y los indígenas favorecieron el desarrollo de las comunidades en la que se practicaba la agricultura, aparecieron nuevos cultivos como la vid y el olivo actividades artesanales y la metalurgia del hierro.
Los historiadores griegos y romanos dejaron constancia escrita de la existencia de un pueblo en el sur de la península conocido como Tartessos: está civilización tuvo su expansión entre el 1000 y el 500 antes de Cristo con el eje principal situado en el triángulo Huelva-Sevilla-cádiz, había una actividad significativa en la minería y la metalurgia, podemos encontrar la existencia de talleres de fundición y fabricación de objetos. Los Tartessos desarrollaron un intenso comercio con asentamientos griegos y fenicios de la península basado en el intercambio de minerales y productos agropecuarios a cambio de bienes de lujo.


Los pueblos ibéricos habitaban en poblados amurallados situados en zonas con defensas fáciles. Su economía era básicamente agrícola explotando de forma intensiva las minas y desarrollando una metalurgia muy grande en la que destacan la fabricación de armas y orfebrería. El comercio con los pueblos colonizadores fue muy importante y gracias a esto acuñaron la moneda propia y se desarrolló la escritura. La organización social se basaba en una tribu, había una cierta jerarquización dando origen así a una aristocracia guerrera y a una forma de poder unipersonal.
La romanización: la llegada de los romanos a la península se produjo en la segunda guerra púnica en la cual el Mediterráneo se enfrentó a Roma y a Cartago. En el 238 antes de Cristo los cartaginenses desembarcaron en Gadir y consiguieron dominar a los pueblos del sur y el sudeste peninsular fundando Carthago Nova. Para impedir el paso de Aníbal a Italia los romanos enviaron a la península dos ejércitos dando inicio la conquista romana. La sumisión de los romanos a los pueblos indígenas que poblaron la Península Ibérica duró aproximadamente 200 años. 
Roma impuso en Hispania su estructura económica: la formación de latifundios agrícolas, la privacidad de la tierra, usar esclavos, el uso de la moneda. La Romanización: la presencia romana introdujo en Hispania los elementos culturales y la estructura social y económica de Roma. Esto dio lugar a un proceso conocido como Romanización. El culto a los dioses romanos se practicó en todo el Imperio a la vez que el culto imperial. A partir del siglo 3 el cristianismo se difundíó por Hispania. Caída del Imperio e invasiones germánicas: las fronteras comenzaron a verse presionadas por los pueblos bárbaros extranjeros y esto provocó el colapso del comercio romano y el aislamiento de las provincias. A partir del año
260 Hispania sufríó la invasión de los francos y alemanes. No se recuperó de esto y se volvíó al régimen de autosuficiencia y a practicar el trueque. En el siglo 5 los bárbaros ocuparon Roma en el 479. El Imperio Romano y su estructura se hundíó definitivamente


El Bajo Imperio y la Hispania bizantina: a partir del siglo 3 dC la crisis comenzó a extenderse por todo el Imperio. Las causas fueron muy variadas aunque destacan: la disminución del número de esclavos por –  guerras exteriores. El aumento de la burocratización y los impuestos provocaron un abandono de las élites. El gran tamaño del Imperio dio lugar a una estabilidad política con continuas guerras civiles favoreciendo el asentamiento de pueblos francos y germanos dentro de sus fronteras en el caso de Hispania se produjo la llegada de vándalos, suevos y alanos y posteriormente los visigodos expulsaron a todos los anteriores. En todo el Imperio se produjo un proceso de ruralización y empobrecimiento tras la caída del Imperio de Occidente en el 476 dC. Justiniano se propuso reconquistarlo a principios del sVI. Bizancio se establecíó en una franja costera entre Cartagena y Huelva aunque en menos de 100 años el reino visigodo conquistó aquellos territorios. La monarquía visigoda: los visigodos eran un pueblo de origen romano que ocuparon la Galia y parte de Hispania tras la caída de Roma, la presión de los francos les obligó a retroceder hacia Hispania y a partir del año 568 con Leovigildo se establecieron las bases de un auténtico Estado soberano sobre territorios peninsulares llevando a cabo unas medidas destinadas a garantizar la unidad legislativa y religiosa del reino: en el ámbito territorial las campañas militares sometieron a los pueblos hispanos que vivían de forma independiente. La unificación social se favorecía otra vez de la permisividad con matrimonios mixtos entre visigodos e hispanorromanos. La monarquía visigoda siempre fue una institución muy débil ya que era selectiva y no hereditaria, el rey estaba dominado por el poder de la nobleza; el fin del Imperio visigodo llego con la muerte del rey Witiza en el 710 dC, quiso pasar el reino a manos de su hijo Akila la pero una facción rival impuso a don Rodrigo como nuevo rey; los witizanos pidieron ayuda a los musulmanes. El mundo visigodo era rural y heredero de la situación del Bajo Imperio Romano, la vida urbana estaba en declive y la moneda dejo de circular prácticamente así que los reyes se apoyaban en los nobles más fieles a su causa recompensándolos con entrega de tierra. La caída del reino visigodo se dio por la propia crisis interna de la monarquía aunque también por la dinámica de expansión del Islam desde mediados del SVII dC

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