Filosofia del Movimiento obrero

4. Los inicios del movimiento obrero.
4.1. La vida de la clase obrera.
El campesinado era el grupo social más numeroso del país, a mediados del siglo constituía alrededor del 80% de la población, su situación se fue deteriorando. La caída de los precios, los jornales bajos, la desamortización perjudico a la mayoría. Los arrendatarios vieron como los nuevos terratenientes elevaron las rentas. La desamortización de Madoz, dio el golpe mortal a la economía campesina, al eliminar el respiro económico que los aldeanos tenían en la explotación de esas tierras concejiles. Los gobiernos isabelinos frustraron las esperanzas y el apoyo que el campesinado había prestado a la revolución liberal. Solo una minoría adopto posiciones más conscientes, como los que participaban en la sublevación de Loja de 1861. La mayoría de los campesinos vivía al margen de los movimientos políticos. La iglesia desempeñaba un papel crucial al mantener a los campesinos apaciguados, las crisis periódicas causadas por las malas cosechas provocaban disturbios y protestas reprimidas por la Guardia Civil. La situación se hacía insostenible, la respuesta era la emigración.
Los cambios más significativos de la sociedad española en la época isabelina fueron:
-La aparición de la clase obrera industrial. El desarrollo de la industria del algodón. El resultado fue el crecimiento de los barrios obreros, formados por barracas y chabolas construidas precipitadamente. El trabajo en las fábricas implicaba jornadas de 12 a 14 horas. Los salarios eran muy bajos y apenas permitían una alimentación consistente básicamente en pan, habichuelas y patatas. A las enfermedades infecciosas había que añadir las sociales: el alcoholismo y las venéreas. El analfabetismo era general: afectaba al 69% de los hombres y el 92% de las mujeres.
4.2. El movimiento obrero durante el reinado de Isabel II.
a) Los comienzos del movimiento obrero.
Al principio los trabajadores no comprendían bien que estaba pasando. La supresión de los gremios había acabado con todo el sistema de asistencia y socorro que protegía al trabajador. La incorporación del vapor a las fabricas provoco despidos y genero algunos episodios de destrucción de maquinaria como el incendio de la fábrica Bonaplata en Barcelona. EL Luddismo apenas tuvo repercusión en España. Los primeros atisbos de organización obrera fueron las sociedades de ayuda mutua, en 1840 se fundó la Sociedad de Protección Mutua de Tejedores de Algodón. Pronto proliferaron por todo el país sociedades semejantes, solo pretendieron defender los salarios, pero en 1844 los moderados las prohibieron, y la mayoría de ellas pasó a la clandestinidad. Hubo algunos partidarios del socialismo utópico. La falta de una conciencia de clase llevo a los obreros a hacer causa común con sus patronos en defensa del proteccionismo.
b) El Bienio Progresista.
La experiencia del bienio progresista resultó decisiva, el movimiento obrero cobró un gran desarrollo, y los disturbios llevaron a frecuentes choques en la calle contra las tropas. En 1855 estalló en Barcelona una huelga general en defensa del derecho de asociación. Pero la Ley del Trabajo que finalmente aprobaron las Cortes era decepcionante y defendía en realidad los intereses patronales.
c) Gobierno de la Unión Liberal.
Durante el gobierno de la Unión Liberal el movimiento obrero permaneció aletargado por unas causas como la prosperidad económica y la represión gubernamental. Si hay que destacar la importante labor de formación cultural y de concienciación política que desempeñaron diversas academias obreras. A partir de 1863 volvieron las movilizaciones de la clase obrera, conspiraciones que se organizaron contra el régimen de Isabel II y la crisis económica que acabaría con su reinado en 1868.



4.3. El movimiento obrero en el Sexenio: la Internacional.
a) Fanelli.
En octubre de 1868 llegó a España Fanelli, un miembro de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) con el objetivo de organizar la sección española de la internacional, estableció dos secciones en Madrid y Barcelona. Se celebró en Barcelona el I Congreso de la sección española de la Internacional, la mayoría anarquistas.
b) Paul Lafargue: la corriente marxista.
Entró en contacto con el núcleo madrileño, cuyos principales miembros aceptaron sus tesis. Tras el Congreso de Zaragoza, los líderes marxistas fueron expulsados y más tarde fundaron la Nueva Federación Madrileña. Expulsaron a los anarquistas de la AIT.
c) La proclamación de la Republica.
Provoco una oleada de manifestaciones y huelgas en Barcelona y Andalucía. Pero fue la participación obrera en la huelga de Alcoy y el movimiento cantonal, lo que fue utilizado para acabar con la AIT. En 1874 tras el golpe de Estado de Pavía, el gobierno de Serrano decreto la disolución de la Internacional. El sexenio significo una etapa de clara toma de conciencia política y organizativa para el movimiento obrero español, así como el momento de asimilación de las principales corrientes ideológicas que existían en el mundo obrero europeo. Sobre todo la introducción del anarquismo y del marxismo.
4.4. El movimiento obrero durante la Restauración.
a) las condiciones de vida de la clase obrera no habían cambiado, la situación era tan brutal que las Cortes crearon una Comisión de Reformas Sociales.
b) el anarquismo: Tras la Restauración, el movimiento obrero pasó a la clandestinidad, durante varios años, la prohibición de asociaciones sindicales y la censura de prensa mantuvieron la acción sindical reducida al mínimo. El gobierno de Sagasta suavizó la represión y permitió las asociaciones, los anarquistas fundaron la Federación de Trabajadores de la Región Española. El anarquismo se dividió en dos: activismo predominantemente sindical y reivindicativo. Una minoría de radicales optó por la acción directa, y en la primera década del siglo XX los sindicatos anarquistas continuaron creciendo, al tiempo que una oleada de huelgas, en las regiones industriales y en el campo andaluz y extremeño, resueltas con éxito, potenciaron la implantación de los sindicatos libertarios.
4.5. El Socialismo
Los socialistas madrileños junto con otros fundaron en mayo de 1879 el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Pablo iglesias se convirtió pronto en su principal líder. El primer programa se basaba en tres objetivos: la abolición de las clases, la transformación de la propiedad privada en propiedad colectiva, y la conquista del poder político por la clase obrera. En 1888 se fundó en Barcelona la Unión General de Trabajadores (UGT). En 1890 se celebró por vez primera el 1º de mayo.
Los sindicatos católicos: el Papa da la encíclica Rerum Novarum, denuncio el socialismo y tras hacer una moderada critica del sistema capitalista, animo a encauzar a través del Evangelio los intentos de mejorar la vida de la clase obrera.

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