Fin de la monarquía absoluta en España

La Constitución de 1837

Debido al empuje de los carlistas en la guerra, la regenta se abocó a cercarse aún más a los liberales. En consecuencia, en 1835 Martínez de la Rosa fue sustituido por el progresista Juan Álvarez Mendizábal.
Su entrada en el gobierno significó la recuperación de la Constitución de 1812, que fuer restablecida en 1836. También se recupero la legislación aprobada por las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal. En Mayo de 1836 Mendizábal fue sustituido por el moderado Francisco Javier Istúriz, lo que desencadenó la protesta de los progresistas, cuya máxima expresión fue en motín de la Granja de San Ildefonso protagonizado por un grupo de sargentos. Tras estos hechos, la regente nombró un nuevo gobierno progresista dirigido por José María Calatrava, y en el que Mendizábal fue nombrado ministro de Hacienda.

La nueva Constitución (18 de Junio de 1837), reflejó un consenso entre los dos grupos liberales, intentando que con esta constitución pudieran gobernar ambos.

Era una constitución breve (77 artículos), basada en los principios de la soberanía nacional, división de poderes y reconocimiento de los derechos individuales, aunque todo ello matizado por el acuerdo entre progresistas y moderados. Los aspectos más progresistas fueron la libertad de prensa, la autonomía política y la gestión otorgada a los ayuntamientos (elegidos por los vecinos) y la recuperación de la Milicia Nacional (compuesta por voluntarios y dependiente del poder local).

* Milicia nacional: conjunto de los cuerpos sedentarios de organización militar, compuestos de individuos del orden civil e instituidos en España durante las luchas políticas del Siglo XIX para defensa del sistema constitucional


LA REVOLUCIÓN LIBERAL

A la muerte de Fernando VII su hija Isabel contaba con 3 años de edad, y aunque fue proclamada reina, la regencia recayó en su madre María Cristina (1833-1844).

Para hacer frente a la posición de quienes eran partidarios de que el trono fuera ocupado por el hermano del rey, el infante don Carlos, se vio abocada a pactar con los liberales. A cambio de ese respaldo, el liberalismo pudo implantarse de forma paulatina y superar las estructuras del Antiguo Régimen.

En esta etapa se consolidó la división del liberalismo en dos corrientes principales, división que se mantuvo a lo largo de todo el reinado de Isabel II:

  • Por un lado estaban los liberales moderados, partidarios de una fórmula intermedia entre el absolutismo y la soberanía popular. Consideraban que la corona debía contar con amplios poderes y que el sufragio (derecho político y constitucional a votar a los cargos públicos) debía ser muy limitado (solo para los mas ricos). Eran partidarios de un liberalismo atenuado y conservador.
  • Por otro, los liberales progresistas: partidarios de la labor legislativa de las Cortes de Cádiz y de una profunda reforma social y política que limitase el poder del rey a favor del Parlamento.

María e Isabel II se mostraron partidarias de los moderados, a los que favorecieron siempre. Solo ofrecieron el gobierno a los progresistas cuando la situación social o política amenazaba la estabilidad de la monarquía.

LAS GUERRAS CARLISTAS

Eran guerras civiles que sucedieron a lo largo del siglo IXI entre los carlistas(patirdarios de Carlos) y los liberales (isabelinos)

Hubo tres guerras carlistas

1 GUERRA CARLISTA (1833-1840)


Comenzó cuando las tropas carlistas se levantaron por zonas del país vasco y Navarra, pronto controlaron el medio rural, aunque ciudades como Bilbao, Donostia, vitoria y Pamplona, permanecieron fieles  a Isabel II y al liberalismo.

Zumalacárregui organiza un ejército en territorio vasco-navarro y el general cabrera unifica las partidas aragonesas y catalanas.

Don Carlos entro en España y se puso al frente del ejército dirigíéndose hacia Madrid, pero no lo consiguió.

Ambos bandos, contaban con apoyos internacionales:

-Carlos: recibíó el apoyo con armas y dinero de potencias absolutistas como Austria, Rusia y Prusia.

-Isabel II; contó con el apoyo de Inglaterra, Francia y Portugal, que estaban a favor de la implantación del liberalismo moderado.

La muerte de Zumalacárregui en 1835 inicio una reacción liberal.

En 1836 el general Gómez desatiende las órdenes del mando carlista y inicia una incursión por todo el territorio, sin ser detenido por el ejército isabelino.

En general Espartero vencíó a las tropas carlistas en luchana (Portugalete-Bilbao) en 1836 y el último periodo del conflicto estuvo marcado por la iniciativa del ejercito liberal al mando de Espartero y la división de los carlistas entre los partidarios de llegar a un acuerdo con los liberales, dirigidos por el general Maroto y los intransigentes más cercanos a Carlos y un radicalizado campesinado partidario de continuar la guerra. Mediante el convenio Vergara en 1839, Maroto y Espartero firmaron la paz.


Y por último, las partidas de los intransigentes dirigidas por Cabrera, continuaron la guerra en la zona del Maestrazgo Aragónés hasta su total derrota.

SEGUNGA GUERRA CARLISTA (1846-1849)


Más que una Guerra Civil fue una insurrección durante la Década Moderada, los carlistas seguían siendo la mayor fuerza opositoria al liberalismo.

Su origen teóricamente, se debíó al fracasar los intentos de casar a Isabel II con Carlos Luis de Borbón (carlista). Pero al final Isabel II se casó con su primo Francisco de Asís de Borbón

TERCERA GUERRA CARLISTA (1872-1876)


Se inició una vez destronada Isabel II, ya en el sexenio revolucionario. El carlismo había revivido como fuerza política. Pero la llegada de Amadeo de Saboyá provoco la insurrección armada de una parte de los carlistas. Los generales Martínez Campos y Fernando primo de ribera, derrotaron a los carlistas en Cataluña, Navarra y país vasco.

A partir de este momento los carlistas se dividen y abandonan las armas definitivamente. Unos acaban reconociendo a Alfonso XII y e integran en el sistema. Otros que siguen a Nocedal, mantuvieron su ideología tradicional y antiliberal y acabaron creando un partido , que fue el partido carlista. Otros se integraron en partidos nacionalistas del país vasco y Navarra.


CONSTITUCIÓN DE Cádiz DE 1812

1. CLASIFICACÍON DEL TEXTO

El documento que vamos a analizar es una sección del de la Constitución de 1812, promulgado en Cádiz. Es un documento histórico publico de naturaleza jurídica-política y de fuente primaria ya que es un documento redactado en la época que analizaremos continuación.

Fue llevada a cabo por las Cortes de Cádiz, las cuales estaban constituidas por: eclesiásticos, militares, funcionarios (como catedráticos), profesionales liberales (como abogados), burgueses de la industria y el comercio y algunos nobles.

El texto será dirigido a los españoles de ambos hemisferios, su objetivo era dotar a la nacíón española de una Constitución o Ley-Marco de todo el ordenamiento jurídico-político de un país basada en el programa liberal y con un carácter universal.

Dicha constitución fue aprobada el 19 de Marzo de 1812 en Cádiz. El contexto para la elaboración de la primera constitución española fue extraordinario: Se habían producido las abdicaciones de Bayona y comenzaba el régimen autoritario de José I (el rey puesto por Napoleón I. Paralelamente, se había iniciado la guerra de la Independencia (1808-1814.

2. ANÁLISIS DEL TEXTO

En esta selección se recogen algunos artículos que expresan principios fundamentales del liberalismo. Se mencionan los siguientes:

La definición de la nacíón española, que incluye en igualdad de condiciones a todos sus componentes (Art. 1)

La soberanía nacional (Art. 3), según la cual corresponde a la sociedad civil (la nacíón) darse a si misma las leyes según la voluntad general.

Todos los españoles tienen que contribuir con los impuesto (Art. 8)


El Art. 12 establece un Estado confesional ya que la religión oficial y única será la católica, apostólica y romana.

  • Los Artículos 14 15, 16 y 17 establecen la división de poderes. Indica la forma del estado (Art.14), una monarquía parlamentaria, no absoluta. También el poder legislativo (Art. 15) corresponde a las Cortes con el Rey. El poder ejecutivo lo tiene el rey (Art. 16).El poder judicial reside en los tribunales de justicia ( Art. 17).

Por último en el artículo 371 se aplica la libertad de expresión, hasta ahora inexistente en el país

3. COMENTARIO Y CRÍTICA DEL TEXTO

España una gran crisis política a esto hay que añadirle que a partir de 1808 tuvieron lugar relevantes hechos históricos:

En 1807 se da la entrada de Napoleón. Se le permitía la entrada en España del ejército francés con el pretexto de atacar a Portugal para debilitar a Gran Bretaña. Mientras las tropas napoleónicas se adentraban en España en 1808 se produjo el episodio clave de la crisis de la monarquía: el motín de Aranjuez, donde se proclamaba rey a Fernando VII. Sin embargo, Napoleón no reconocíó a Fernando y convencíó a Carlos IV y a Fernando VII para que viajaran a Bayona con el fin de resolver sus diferencias. Una Vez allí, les obligo a traspasarle el trono mediante las llamadas abdicaciones de Bayona. Al final, la Corona acabó en las del hermano de Napoleón, José I Bonaparte. Así, España quedaba incluida en la red de Estados satélite que el emperador había diseñado para Europa, en los que situaba al frente a gente de su confianza.

José I consiguió el apoyo de una de notables reunida por Napoleón la ciudad francesa de Bayona. Esta asamblea estaba formada por miembros: aristócratas, clero, clase media, militares, universitarios, económicos… José I aprobó en Julio el denominado Estatuto de Bayona.


Entre 1808 y 1814 tuvo lugar la guerra de la Independencia, considerada el inicio de la Edad Contemporánea en España. Durante el conflicto se evidenció: la lucha contra el invasor francés y el choque entre dos visiones contrapuestas de la realidad del momento.

Según lo previsto en los acuerdos firmados entre Francia y España, las tropas napoleónicas se adentraron en territorio español en Marzo de 1808. La presencia de las tropas napoleónicas en España respondía a dos intenciones:

  • La intención aparente era completar el bloqueo económico de Gran Bretaña mediante la ocupación de Portugal, su aliado en la península Ibérica.
  • La intención real era incorporar España al sistema familiar de estados satélites europeos, para lo cual Napoleón hizo firmar a Carlos IV y a su hijo las abdicaciones de Bayona, en Mayo de 1808.

La hostilidad de los habitantes contra las tropas invasoras francesas provocó un levantamiento popular en Madrid el 2 de Mayo de 1808 que ocasiónó una cadena de levantamientos contra los franceses no solo en Madrid, sino en toda España.

Esta guerra tuvo carácter nacional y patriótico, pero también de Guerra Civil (al combatir españoles en ambos lados) y de guerra internacional.

Primera fase

En Junio de 1808, para reprimir los levantamientos populares e instaurar el régimen de José I, un ejercito de 170 000 hombre se adentro en España, confiando desplegarse en abanico por todo el territorio y controlar así los centros neurológicos del país. Pero la inesperada resistencia popular desbarató los proyectos de Napoleón. Aunque la toma de las ciudades se prevéía fácil, y obtuvieron claras victorias ante ingleses y españoles como en la batalla de Rioseco, Zaragoza y Gerona resistieron, producíéndose los asedios, “sitios”, que duraron varios meses. En Bailén, en Julio de 1808, el mariscal DuPont fue vencido por ejército básicamente andaluz dirigidos por los generales Castaños y Reding.


Segunda fase

A partir de entonces, la guerra adquiríó una mayor envergadura. José I abandonó Madrid, pero, acompañado de sus más prestigiosos generales, el propio Napoleón entró en España (Noviembre de 1808) al frente de un ejercito de 250 000 hombres. Tras las victorias napoleónicas (en Gamonal y Somosierra), José Bonaparte volvíó a Madrid mientras la Junta Central se refugió en Sevilla y luego en Cádiz. Tras nuevas victorias francesas como la de Ocaña y la ocupación de Sevilla en Febrero de 1810 y la de Málaga después, solo algunas zonas de la periferia estaban libres. Los resistentes adoptaron una novedosa forma de combate, la guerrilla, con dirigentes que alcanzaron gran prestigio, como el Empecinado o Espoz, y Mina.

tercera  fase

En la primavera de 1812 la guerra dio un giro definitivo. El esperado paseo militar era un atolladero que obligaba a Napoleón a mantener en España un importante conjunto de tropas, cada vez más necesarias en el frente de Rusia. En Julio de 1812 el general Wellington (Gran Bretaña decide entrar en la guerra), al frente de tropas inglesas, portuguesas y españolas, derrotó a los franceses Arapiles (Salamanca), los expulso de Andalucía y entro en Madrid obligando a José I abandonar la ciudad.

En la primavera de 1813, Wellington llevó a cabo otra ofensiva que hizo que los franceses huyeran definitivamente de Madrid. Primero llegaron hasta Vitoria y sufrieron una grabe derrota, que se repitió en la batalla de San Marcial (Irún).

Vencido también en Alemania, Napoleón llegó a finales de 1813 a un acuerdo con Fernando VII (Tratado de Valençay) por el que devolvíó la corona de España, finalizando así “la francesada” que sería conocida en el futuro como Guerra de la Independencia”.

Mientras gran parte de la población española se enfrentaba a los franceses, una minoría de ilustrados refugiados en Cádiz quiso llevar a cabo una verdadera revolución burguesa y liberal que quedó concretada en la primera Constitución de la historia española.


4. CONCLUSIÓN

La Constitución de 1812 fue la primera constitución española. En ella se recogía los derechos y deberes de los españoles.

La Constitución no tuvo vigencia real por causa de la guerra y Porque Fernando la abolíó en 1814 pero otros textos, inspirados en ella, se encargarían de hacer avanzar la sociedad española en la conquista de sus derechos individuales y colectivos. Como símbolo del deseo de libertad de los españoles, La constitución de 1812 permanecíó viva en el recuerdo a lo largo del siglo, prolongándose, también, en el ideario de los liberales de América del sur y Europa.

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