Las Fuerzas de Apoyo y Oposición a la República en sus Comienzos
Dos días después de la victoria antimonárquica en las elecciones municipales, se proclamó la II República el 14 de abril de 1931, asumiendo el gobierno provisional el comité ejecutivo del Pacto de San Sebastián.
Sistema de Partidos
1. Partidos de Izquierda
Eran partidarios de: la República, un Estado laico, la democratización del ejército, la reforma agraria, la ampliación de derechos laborales y sociales, y la autonomía de las regiones. Sus propuestas fueron llevadas a cabo principalmente durante el Bienio Republicano-Socialista (1931-1933).
- Republicanos: Izquierda Republicana (liderada por Manuel Azaña), Intelectuales al Servicio de la República (como Ortega y Gasset).
- Autonomistas: Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA).
- Partidos Obreros: Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Partido Comunista de España (PCE), Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).
- Sindicatos: Unión General de Trabajadores (UGT), Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y Federación Anarquista Ibérica (FAI).
2. Partidos de Derecha
Eran partidarios de: un Estado confesional, unitario, y eran defensores del ejército tradicional y la propiedad agraria tradicional.
- Partidos de Centro-Derecha: Partido Republicano Radical (liderado por Alejandro Lerroux), Derecha Liberal Republicana (inicialmente con Niceto Alcalá-Zamora y Miguel Maura).
- Partidos de Derecha: Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil-Robles.
- Autonomistas (conservadores): Lliga Regionalista (posteriormente Lliga Catalana, liderada por Francesc Cambó) y Partido Nacionalista Vasco (PNV).
- Partidos Contrarios a la República: Grupos monárquicos (como Renovación Española y Comunión Tradicionalista carlista) y formaciones autoritarias/fascistas (como las JONS y Falange Española).
Las Reformas Impulsadas Durante el Bienio Reformista de la República (1931-1933)
- Reforma Agraria: Se promulgó la Ley de Bases de la Reforma Agraria para la eliminación del latifundismo y el asentamiento de campesinos. Su aplicación fue lenta y compleja, generando tensiones y ocupaciones violentas de tierras por parte del campesinado impaciente.
- Cuestión Religiosa: Se impulsó la secularización del Estado. Medidas clave incluyeron la Constitución de 1931 (que establecía la aconfesionalidad del Estado, el matrimonio civil, el divorcio) y la Ley de Congregaciones Religiosas (que limitaba las actividades de las órdenes religiosas, especialmente en la enseñanza). Estas medidas encontraron una fuerte oposición de la Iglesia Católica y de sectores conservadores, contribuyendo a la movilización de la derecha y la formación de la CEDA.
- Cuestión Regional: Se reconoció el derecho a la autonomía de las regiones. Se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña (Estatuto de Nuria) en 1932. El Estatuto del País Vasco se aprobó más tarde, ya iniciada la Guerra Civil (1936), y el de Galicia fue plebiscitado pero no llegó a aplicarse debido a la guerra.
- Reforma Militar: Iniciada por el gobierno provisional con Manuel Azaña como ministro de Guerra, buscaba modernizar el ejército, reducir el excesivo número de oficiales y asegurar su lealtad a la República. Se ofreció la posibilidad de retiro voluntario con sueldo íntegro a los oficiales que no jurasen fidelidad al nuevo régimen (Ley Azaña).
- Política Laboral: Impulsada por el ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero (PSOE), incluyó la Ley de Contratos de Trabajo, la Ley de Jurados Mixtos para la resolución de conflictos laborales, el establecimiento de la semana laboral de 40 horas en algunos sectores y el fomento de la negociación colectiva. Su aplicación se vio dificultada por la resistencia patronal y los efectos de la crisis económica internacional de 1929.
- Política Educativa: Se planteó la sustitución progresiva de la enseñanza impartida por la Iglesia por una educación pública, laica y gratuita gestionada por el Estado, inspirada en los principios de la Institución Libre de Enseñanza. Se proyectó la creación de miles de escuelas y plazas de maestros, pero los problemas presupuestarios limitaron su alcance.
- Política Cultural: Se crearon las Misiones Pedagógicas, un proyecto para llevar la cultura (bibliotecas, cine, teatro, música) a las zonas rurales más desfavorecidas, y se fomentó la difusión cultural.
Grandes Fases de la Guerra Civil Española desde el Punto de Vista Militar (1936-1939)
Primera Fase: La Lucha por Madrid (julio 1936 – marzo 1937)
- Tras el golpe de Estado fallido, se produce la conformación de los frentes y la división de España en dos bandos: el republicano (leal al gobierno) y el sublevado o nacional.
- Avance rápido de las tropas sublevadas desde el sur (Ejército de África, dirigido por Franco tras cruzar el Estrecho) y desde el norte hacia Madrid. La capital resistió (lema «¡No pasarán!»), fracasando los intentos de los nacionales por tomarla en batallas como las de la carretera de La Coruña, Jarama y Guadalajara (donde los republicanos obtuvieron una importante victoria).
Segunda Fase: La Campaña del Norte y el Avance Hacia el Mediterráneo (abril 1937 – junio 1938)
- El bando nacional cambia de estrategia y se centra en la conquista de la franja cantábrica republicana (País Vasco, Santander y Asturias), rica en recursos industriales y mineros. Se producen bombardeos como el de Guernica. El frente norte cae progresivamente (Bilbao en junio de 1937, Santander en agosto, Gijón en octubre de 1937).
- Tras la caída del Norte, los nacionales lanzan la ofensiva de Aragón (batallas de Teruel y Alfambra), con la intención de dividir en dos la zona republicana restante, llegando al Mediterráneo por Vinaroz (Castellón) en abril de 1938 y separando Cataluña del resto del territorio republicano.
Tercera Fase: La Batalla del Ebro y la Ocupación de Cataluña (julio 1938 – febrero 1939)
- El ejército republicano lanza una gran ofensiva, la Batalla del Ebro, para intentar frenar el avance nacional y reconectar las dos zonas republicanas. Fue la batalla más larga y sangrienta de la guerra. Tras un éxito inicial republicano, las tropas franquistas contraatacaron y lograron una victoria decisiva.
- Tras el desgaste del Ebro, el ejército republicano quedó muy debilitado, facilitando la ocupación de Cataluña por las tropas franquistas entre diciembre de 1938 y febrero de 1939. Se produce un masivo exilio republicano a Francia.
Cuarta Fase: El Fin de la Guerra (febrero 1939 – abril 1939)
- En la zona centro-sur, única área que resistía, se produce la sublevación del coronel Segismundo Casado en Madrid (marzo de 1939) contra el gobierno republicano de Juan Negrín, partidario de resistir. Casado, apoyado por sectores socialistas moderados y anarquistas, buscaba una paz negociada para evitar mayores represalias, pero Franco solo aceptó la rendición incondicional.
- Caída de Madrid (28 de marzo) y ocupación sin apenas resistencia del territorio republicano restante. La guerra finalizó oficialmente el 1 de abril de 1939 con la victoria del bando nacional y el inicio de la dictadura franquista.
Evolución Política y Situación Económica de los Dos Bandos Durante la Guerra
Evolución Política en las Dos Zonas
Zona Republicana
La situación política fue extremadamente compleja y fragmentada. Cada tendencia política y sindical de izquierdas (republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas) intentaba llevar a cabo sus ideales revolucionarios (colectivizaciones, control obrero, etc.) al mismo tiempo que era necesario organizar la resistencia militar para evitar la derrota ante las fuerzas sublevadas. Se sucedieron varios gobiernos:
- Gobierno de José Giral (julio – septiembre 1936): Formado exclusivamente por republicanos, se vio desbordado por el golpe y la revolución social. Se caracterizó por el descontrol inicial, el derrumbe del poder del Estado en muchas áreas y la formación de milicias populares.
- Gobierno de Francisco Largo Caballero (septiembre 1936 – mayo 1937): Conocido como el «gobierno de la victoria», fue un gobierno de concentración que incluyó a socialistas (PSOE-UGT), comunistas (PCE), republicanos de izquierda e incluso ministros anarquistas (CNT). Intentó retomar el control del Estado, centralizar el esfuerzo bélico (creación del Ejército Popular) y regular los cambios sociales. Sin embargo, se vio afectado por graves conflictos internos entre las distintas tendencias, especialmente entre comunistas/socialistas y anarquistas/POUM, que culminaron en los Hechos de Mayo de 1937 en Barcelona.
- Gobierno de Juan Negrín (mayo 1937 – marzo 1939): Con creciente influencia comunista y el apoyo del PSOE, se centró en la resistencia militar a ultranza («resistir es vencer») y en la búsqueda de apoyo internacional, esperando un cambio en el contexto europeo ante el auge del fascismo. Ante la ya previsible derrota militar, especialmente tras la caída de Cataluña, surgieron dos posturas: la de Negrín, partidario de continuar la lucha, y la de aquellos que, como el coronel Casado, buscaban una paz negociada.
Zona Sublevada (o Nacional)
- Se produjo la creación progresiva de un nuevo Estado autoritario y centralizado, aunque su configuración fue inicialmente lenta debido a la diversidad de fuerzas que apoyaron el golpe (militares conservadores, monárquicos alfonsinos y carlistas, falangistas).
- En pocos meses, el general Francisco Franco fue acumulando un poder casi absoluto. Fue nombrado Jefe del Gobierno del Estado Español y Generalísimo de los Ejércitos por la Junta de Defensa Nacional en Burgos (octubre de 1936).
- Franco optó por una estrategia de guerra de desgaste y alargamiento del conflicto para consolidar su poder personal, eliminar toda oposición y configurar un Nuevo Estado de inspiración fascista y totalitaria. Se promulgó el Decreto de Unificación (abril 1937), que fusionó Falange Española y de las JONS con la Comunión Tradicionalista carlista, creando un partido único (FET y de las JONS) bajo su jefatura. Se establecieron las primeras leyes fundamentales (como el Fuero del Trabajo en 1938) y se impuso un fuerte nacionalcatolicismo y conservadurismo social.
- Una característica fundamental del nuevo régimen fue la represión sistemática, planificada e institucionalizada de los republicanos, simpatizantes de izquierda y cualquier forma de disidencia en los territorios que iban conquistando.
Situación Económica
La situación económica en ambos bandos varió significativamente en función de la evolución del conflicto bélico, la cohesión política interna de cada zona, los recursos disponibles y la crucial posibilidad de obtener apoyo extranjero.
- Recursos iniciales: Al inicio de la guerra, las principales fuentes de energía (carbón asturiano), las zonas industriales más importantes (Cataluña, País Vasco) y las reservas de oro del Banco de España quedaron en manos de los republicanos. Por su parte, las principales zonas agrarias productoras de cereal y ganado fueron controladas por los sublevados.
- Zona Republicana: La economía se vio profundamente afectada por la revolución social, con la colectivización de la tierra y la industria impulsada por sindicatos y partidos obreros. Esto tuvo resultados dispares y, en algunos sectores, provocó una caída de la producción y desorganización. La falta de un apoyo exterior decidido y continuo (la ayuda de la URSS fue importante pero costosa –pagada con las reservas de oro– y condicionada; la de México fue más testimonial) y el bloqueo naval impuesto por los nacionales agravaron la situación. El gobierno tuvo que recurrir a la emisión de moneda, generando inflación.
- Zona Sublevada: Contó con el apoyo económico, militar y logístico crucial y constante de la Alemania nazi y la Italia fascista (créditos, material bélico, asesores). Mantuvieron una economía más centralizada y orientada al esfuerzo bélico, con un control más estricto sobre la producción agrícola e industrial en sus territorios.
- Impacto general de la guerra: En un estado de guerra total, la producción se orienta prioritariamente al avituallamiento de las tropas y a la fabricación de armamento. La destrucción de infraestructuras (transportes, fábricas, campos), la pérdida de mano de obra y la desarticulación de los mercados dificultaron enormemente la actividad económica. Esto provocó subidas de precios descontroladas, escasez de alimentos y un grave desabastecimiento, que fue especialmente agudo en la zona republicana hacia el final del conflicto, llevando a una situación de hambre y miseria.