Implementación de nuevas modalidades de desarrollo con la aplicación de modernas tecnologías

3.1.La Segunda fase de la Revolución Industrial
Se desarrolla a partir de 1850-1870, cuando aparecieron nuevos impulsos para la
industrialización, muy diferentes a los que habían actuado en el caso inglés.
EstospermitieronapaísescomoAlemaniayEstadoUnidos,unmuyrápido
crecimiento económico que alcanzó y superó el modelo británico.
Algunos países ajenos a la cultura europea, como Japón, lograron incorporarse a la
carrera industrial, y otros pudieron suplir sus carencias.
Los factores desencadenantes de esta segunda etapa fueron los siguientes:
-Nuevos sectores industriales.
Que actuaron como motor del crecimiento económico. Estaban impulsados por la
aplicación de nuevas fuentes de energía a la industria: la electricidad, el petróleo y el
gas natural, fundamentalmente. Esto permitió el nacimiento de nuevas tecnologías,
como el motor de combustión interna, y el desarrollo de nuevos sectores, como los del
acero y la industria química (es importante el empleo del abono químico).
*El acero, hierro puro combinado con cierta cantidad de carbono, era ya conocido,
pero su producción fue pequeña y costosa hasta mediados de siglo. A partir de
entonces, los nuevos procesos de obtención del metal, como el sistema Bessemer
(1856), abarataron, incrementaron y mejoraron la producción de acero.
También el níquel y el aluminio- éste último obtenido gracias a la aplicación de la
electricidad y de métodos químicos comenzaron a fabricarse en cantidades masivas.
En conexión con todo esto, la industria naval y ferroviaria se dispararon; y con el
descubrimiento del motor de combustión dio comienzo la era del automóvil.
*Más característica aún de esta época es la industria química que, combinada con la
electricidad y el petróleo, se encontraba en la base de la producción masiva de sosa
cáustica(utilizadaparafabricarjabónydetergente),abonos,colorantes,ácidos,
explosivos-ladinamitadeNobel-,derivadosdelcaucho,lechepasteurizaday
condensada, medicinas-como la aspirina de Bayer- y el cloroformo. Otras industrias
tradicionales como la textil, la ferroviaria y la alimentaría, se vieron potenciadas a partir
de estos descubrimientos.
A diferencia de las innovaciones tecnológicas de la primera industrialización británica,
estos nuevos factores industriales no eran simples modificaciones de la tecnología ya
existente, ni surgían de una experimentación realizada en el taller y la mina; por el
contrario, tenían su origen en la aplicación de elaborados conocimientos científicos y
en una estrecha relación entre ciencia y técnica.
-Las aplicaciones prácticas de las nuevas tecnologías.
Estas revolucionaron el mundo de los motores –dinamo, motor Daimler- Benz, motor
Diésel-, el electromagnetismo y la radiación –rayos X. Ondas hertzianas, radiactividad
–lailuminación-lámparaEdison-yhastaelociodemasas–fotografíasy
cinematógrafo-, entre otros.
El ferrocarril alcanzó su auge en el continente a partir de 1850.
Las innovaciones del periodo 1870-1914 tuvieron un impacto en la vida algo jamás
experimentado hasta entonces.
Se sentaban así las bases del continuo proceso de adaptación de las personas a las
nuevas tecnologías.
-Desarrollo de los servicios.
Comenzó un crecimiento sostenido del sector terciario, es decir el dedicado a producir
servicios. Aumentó en toda España el número de puestos de trabajos en oficinas – y
paralelamente se propagó el uso de su herramienta más emblemática, la máquina de
escribir-, tiendas, bancos, compañías de seguros y, a finales de siglo, también el
ámbito de las ventas y la publicidad- grandes almacenes, ventas a plazos, marketing-,
campo en el que Estados Unidos se puso a la cabeza.
También crecieron y se profesionalizaron la administración pública y la enseñanza.
-La intervención del Estado.
Fuera de Gran Bretaña, la industrialización fue fomentada e impulsada por el Estado.
Las políticas eran por lo general proteccionistas, con altos aranceles o derechos
aduaneros que dificultaban la competencia.
Esta tendencia fue general a partir de 1875. Algunos países como Estados Unidos no
fueron librecambistas tan siquiera en el breve período de euforia liberal de 1860-1870.
Cuando no existe una burguesía comercial que aporte los capitales y las ideas, el
Estado la sustituye: promueve el ferrocarril. Crea la legislación adecuada, presta
dinero o fomenta la concentración de empresas.
-Nuevas formas de financiación de las empresas.
En buena parte del continente europeo, y especialmente en Alemania, la presencia de
la banca fue decisiva para financiar el crecimiento industral.
Los bancos, tradicionalmente dedicados sobre todo a los préstamos pasaban ahora a
invertir en empresas.
Surgen en este momento otras formas de financiación, común fue la concentración de
empresas,quepodíanasíafrontarlasgrandesinversionesquenecesitabanla
investigación científica o las grandes plantas industriales.
Apareció el trust en Estados Unidos: asociación de tipo vertical de empresas que
controla todo el proceso de producción de un bien o servicio, desde las materias
primas hasta la distribución final.
En Alemania surge el cártel: asociación de tipo horizontal, se controla el mercado de
un determinado producto (delimitando los precios, las cuotas de mercado o áreas de
influencias).
Otro sistema similar es el holding, en este una empresa madre controla una seria de
filiales de las que es máxima accionista.
Los primeros años del Siglo XX vieron acrecentarse el poder de estos auténticos
grupos de presión: el Morgan, el Rockefeller o el Carneige (vinculados a la banca, el
petróleo y el acero) en EEUU, y el Imperio de los Krupp (acero) en Alemania.
Con la intención de atraer capitales se difundieron también las sociedades anónimas
por acciones. Estas nuevas empresas emiten títulos (acciones) que adquieren los
inversores, que así financiaban la empresa a cambio de una parte de los beneficios
obtenidos (dividendos).
-Nuevas formas de “gestión científica” de las empresas.
Se ensayaron nuevas formas de organizar la producción y el trabajo dentro de las
empresas: se pretendía que los trabajadores desempeñasen una serie muy limitada de
tareas simples y que el tiempo, bajo control muy estricto, fuera aprovechado al máximo.
Ejemplos de esto son las teorías de Taylor (taylorismo), destinadas a aumentar el
rendimiento laboral, o los sistemas de producción de Hemry Ford, que crearon la
cadena de montaje en la industria automovilística.
Esta nueva forma de organizar el trabajo en las empresas era la más adecuada para el
creciente consumo de masas, para la elaboración de productos estándares y para una
mano de obra poco cualificada.
Por su parte los ingenieros, ejecutivos y contables profesionalizados comenzaron a
sustituir a los antiguos maestros de taller o propietarios.
-Cambios de mentalidad e ideológicos.
Una de las consecuencias más importantes de la segunda revolución industrial es la
expansión imperialista o colonialista.
Esto propició la aparición de doctrinas racistas a finales del Siglo XIX, y a la larga
influyó en la aparición de doctrinas totalitarias como por ejemplo el fascismo.
Por el contrario, la oposición a las consecuencias de la industrialización y la presión
sobre el Estado para que interviniese y corrigiese los desequilibrios económicos y
sociales animó el desarrollo del socialismo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *