Orígenes y Causas de la Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el mayor conflicto bélico de la historia, tuvo raíces profundas y diversas. La crisis económica mundial de los años 30 generó un clima de inestabilidad y proteccionismo, minando la cooperación internacional. El Tratado de Versalles, impuesto a Alemania tras la Primera Guerra Mundial, sembró un profundo resentimiento nacional debido a sus duras condiciones económicas y territoriales. La Sociedad de Naciones (SDN) demostró ser una organización débil e incapaz de prevenir la escalada de tensiones.
El surgimiento y la consolidación de regímenes totalitarios y agresivos fueron factores clave. En Alemania, Adolf Hitler y el Partido Nazi abrazaron una ideología fascista y expansionista, desafiando abiertamente las restricciones del Tratado de Versalles con el rearme y la anexión de territorios como Austria y Checoslovaquia. Italia, bajo el liderazgo de Benito Mussolini, también persiguió una política fascista y expansionista. En Asia, el Japón militarista ambicionaba expandir su dominio en la región.
La política de apaciguamiento adoptada por las potencias occidentales, principalmente Gran Bretaña y Francia, ante las crecientes demandas de los regímenes totalitarios, resultó ser un error estratégico que envalentonó a Hitler y sus aliados. La Conferencia de Múnich en 1938 es un claro ejemplo de esta política fallida. Finalmente, la firma del Pacto Germano-Soviético de no agresión en agosto de 1939, que sorprendió al mundo debido a la enemistad ideológica entre ambos regímenes, allanó el camino para la invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939. Este acto de agresión directa provocó la declaración de guerra de Gran Bretaña y Francia, marcando el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa. La posterior entrada de los Estados Unidos al conflicto tras el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941 transformó la guerra en un conflicto de escala global.
Las Fases de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
La Segunda Guerra Mundial se desarrolló en varias etapas cruciales.
Inicio del Conflicto y Expansión Alemana (1939-1941)
El conflicto se desató en septiembre de 1939 con la invasión alemana de Polonia, un acto que provocó la inmediata declaración de guerra de Francia y el Reino Unido contra Alemania. En los meses siguientes, Alemania demostró su poderío con la rápida ocupación de vastos territorios de Europa occidental, empleando tácticas de Blitzkrieg (guerra relámpago). Sin embargo, su intento de invadir las Islas Británicas en 1940 se vio frustrado por la heroica resistencia de la Royal Air Force en la Batalla de Inglaterra.
Globalización del Conflicto (1941)
Un punto de inflexión fundamental llegó en 1941. En junio, Alemania lanzó la Operación Barbarroja, invadiendo la Unión Soviética, abriendo un frente oriental de brutal intensidad y enormes pérdidas humanas. Simultáneamente, en diciembre de 1941, el ataque japonés a Pearl Harbor precipitó la entrada de los Estados Unidos en la guerra, transformando un conflicto europeo en una conflagración verdaderamente mundial.
Punto de Inflexión y Avance Aliado (1942-1944)
Los años 1942 y 1943 fueron testigos de batallas decisivas que marcaron un cambio en el curso de la guerra. En el frente oriental, la Batalla de Stalingrado representó una derrota catastrófica para el ejército alemán. En el norte de África, las fuerzas aliadas lograron importantes victorias contra el Eje. En 1944, los aliados occidentales abrieron un nuevo frente en Europa con el Desembarco de Normandía (Día D) en junio, iniciando la liberación de Europa occidental y avanzando progresivamente hacia el corazón de Alemania.
Fin de la Guerra (1945)
Finalmente, en mayo de 1945, con el avance imparable de los aliados desde el oeste y el este, y la captura de Berlín por las fuerzas soviéticas, Alemania se rindió incondicionalmente, poniendo fin a la guerra en Europa. No obstante, el conflicto continuó en el Pacífico hasta agosto de 1945, cuando los devastadores bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki forzaron la rendición de Japón en septiembre, marcando el final definitivo de la Segunda Guerra Mundial.
Consecuencias, Conferencias de Paz y Creación de la ONU
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue el conflicto más devastador de la historia, con un inmenso coste en vidas humanas y una profunda reconfiguración del panorama político y social mundial.
Impacto Humano y Material
Millones de personas murieron, incluyendo un gran número de civiles víctimas de bombardeos, genocidio y hambruna. Ciudades e infraestructuras quedaron destruidas, especialmente en Europa y Asia.
Consecuencias Económicas
Las consecuencias económicas fueron igualmente significativas. Muchos países sufrieron una grave depresión económica, con la producción industrial y agrícola paralizada. La reconstrucción requirió enormes inversiones y esfuerzos a largo plazo.
Reconfiguración Política y Guerra Fría
Políticamente, la guerra marcó el fin del predominio de las potencias europeas y el ascenso de dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. La tensión ideológica y la rivalidad entre ambas dieron lugar a la Guerra Fría, que dominaría las relaciones internacionales durante décadas. En Europa Oriental, la URSS impuso regímenes comunistas, mientras que Europa Occidental se alineó con Estados Unidos.
Conferencias de Paz
Tras la guerra, se celebraron varias conferencias de paz para establecer un nuevo orden mundial. La Conferencia de Yalta (febrero de 1945) reunió a Churchill, Roosevelt y Stalin para discutir el futuro de la Europa de posguerra y la organización de las Naciones Unidas. La Conferencia de Potsdam (julio-agosto de 1945), con Truman, Stalin y Attlee, se centró en la desmilitarización y desnazificación de Alemania, así como en la cuestión de las reparaciones de guerra.
Creación de la ONU
Un resultado crucial de la posguerra fue la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Fundada oficialmente el 24 de octubre de 1945 en San Francisco, la ONU surgió como un foro internacional para mantener la paz y la seguridad mundiales, fomentar la cooperación entre las naciones y promover los derechos humanos. Sus órganos principales incluyen:
- La Asamblea General
- El Consejo de Seguridad
- El Consejo Económico y Social
- La Corte Internacional de Justicia
- La Secretaría General
La ONU se convirtió en un actor fundamental en la diplomacia internacional y en la respuesta a los desafíos globales.
Innovaciones Técnicas y Táctica Militar
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se registraron importantes avances en las tácticas militares. Hitler y su alto mando diseñaron la llamada guerra relámpago (Blitzkrieg), que consistía en ataques rápidos aéreos y terrestres (tanques y unidades motorizadas). Este sistema consolidó la superioridad alemana hasta 1941. Los avances científicos y técnicos fueron aplicados a la guerra, como el radar británico, los sistemas de bomba dirigida alemana, el tanque, las unidades mecanizadas y la aviación. El matemático británico, Alan Turing, considerado el padre de la computación y la inteligencia artificial, creó una máquina capaz de descifrar los mensajes alemanes, lo que acortó la guerra. Además, la guerra estimuló la investigación de la energía atómica. En 1941, tras el Proyecto Manhattan bajo la dirección de Oppenheimer, EEUU consiguió la bomba atómica, que el presidente Truman ordenó arrojar sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945.
La Explotación Económica de los Países Conquistados
En la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Alemania conquistó numerosos países con su famosa estrategia de la guerra relámpago, pero el conflicto se prolongó, originando problemas económicos para Alemania. A partir de 1942, Alemania diseñó una política de explotación en la que robaba y saqueaba los recursos de los países conquistados. La zona más afectada fue Europa Oriental, donde se construyeron miles de campos de trabajo que explotaron a mano de obra esclava. Mientras los alemanes gozaban de bienestar, los países ocupados sufrían penurias: racionamiento, hambre y el mercado negro.
Colaboracionismo y Resistencia
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la población de los países ocupados se dividió entre el colaboracionismo y la resistencia.
Colaboracionismo
El colaboracionismo fue el apoyo al régimen nazi por motivos ideológicos, temor o conveniencia, ejemplificado por los gobiernos de Noruega y Vichy en Francia. Estos colaboradores facilitaron la explotación de sus naciones por parte de Alemania.
Resistencia
La resistencia fue la oposición a la ocupación, con un liderazgo comunista en el Este y formas diversas en el Oeste (guerrilla en Yugoslavia con Tito, lucha antifascista en la República de Saló en Italia, Francia Libre liderada por De Gaulle). La brutal represión nazi incluyó ejecuciones y el terror de la Gestapo en campos de concentración.
Germanización y «Espacio Vital»
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el III Reich demandaba su espacio vital (Lebensraum), lo que significaba que Alemania exigía más territorio para desarrollarse, ya que se consideraba una raza superior.
Alemania reclamó el apoyo de países como Hungría, Rumanía y Bulgaria, que se unieron al Eje en 1940-41. Otros países como la España franquista no apoyaron directamente a Alemania, pero sí le enviaron recursos y tropas (la División Azul). Los nazis crearon un sistema para clasificar a la población según su grado de germanización: esta era la llamada lista del pueblo (Volksliste). El deseo de germanización alemana consistía en extender la cultura, el idioma y la raza del pueblo alemán. El objetivo del Tercer Reich era crear una Alemania completamente aria.
El Holocausto
El Holocausto (Shoá) fue el genocidio nazi planificado y sistemático contra los judíos europeos y otros grupos considerados «indeseables» (gitanos, homosexuales, discapacitados, comunistas, opositores políticos, Testigos de Jehová, entre otros) que tuvo lugar principalmente entre 1941 y 1945, aunque la persecución comenzó en 1933. Se estima que unos 6 millones de judíos fueron asesinados, junto con millones de otras víctimas.
Fases de la Persecución
Inicialmente, Hitler impuso la exclusión y discriminación con las Leyes de Núremberg (1935) y pogromos como la Noche de los Cristales Rotos (Kristallnacht, 1938), seguida de deportaciones a campos de concentración. En los territorios ocupados durante la guerra, se crearon guetos (barrios aislados y superpoblados) y campos de trabajo forzado.
La «Solución Final»
En 1942, durante la Conferencia de Wannsee, altos funcionarios nazis coordinaron la implementación de la «Solución Final a la Cuestión Judía»: el exterminio masivo y sistemático de los judíos europeos en campos de exterminio especialmente diseñados, como Auschwitz-Birkenau, Treblinka, Sobibor, entre otros.
Negacionismo
Hoy en día existen corrientes negacionistas y antisemitas que, por motivos ideológicos, niegan o minimizan deliberadamente la escala y la realidad histórica del Holocausto, a pesar de la abrumadora evidencia documental y testimonial.