La crisis de 1808. La guerra de la independencia. Los comienzos de la revolución liberal

La crisis política en el reinado de Carlos IV


En 1788 murió Carlos III, le sucedíó su hijo Carlos IV cuyo reinado se extendíó hasta 1808. En 1792 Carlos IV apartó del gobierno a los ministros ilustrados y confío el poder a Godoy que le mantuvo hasta 1808, así de nuevo se instaló en el poder un ministro omnipotente. A partir de 1796 hasta 1808 España fue una fiel aliada de Francia lo que le llevó a enfrentarse en guerras contra los enemigos de Francia. Estas guerras acentuaron la crisis de la hacienda española y las medidas que tomó Godoy para solucionarla provocaron la oposición de la nobleza, la iglesia y el campesinado. Esta situación se deterioró aún más cuando Godoy firmó el tratado de fontainebleau con napoleón en 1807 que autorizaba a las tropas francesas a entrar en España para conquistar Portugal. A cambio se repartiría Portugal entre Francia y España y se crearía un principado en el sur de Portugal para Godoy. La presencia francesa en España irritó a la población. Esta situación tan tensa provocó el motín de Aranjuez en 1808, se trató de una revuelta de la nobleza cartesiana y del clero seguirá de un amotinamiento popular que aparató del poder a Godoy y provocó una grave crisis de estado ya que obligó a Carlos IV a abdicar a su hijo Fernando VII que aglutinaba la oposición a Godoy. Viendo la debilidad de la monarquía española, napoleón decidíó liquidarla y establecer en su lugar un estado subordinado a Francia. Así en Abril de 1808 el emperador reuníón en Bayona a la familia real española, y obligó a Fernando VII a devolver la corona a Carlos IV y a éste le obligó a cederle los derechos del trono español a su Hermano José Bonaparte.  A partir de Junio de 1808 José I será rey de España. Y mientras todo esto ocurría el 2 de Mayo de 1808 se produjo en Madrid un levantamiento popular contra el ejército francés ahí estacionado, a partir del 22 de Mayo estallaron levantamientos ante franceses y desde ese momento la guerra se extendíó por todo el territorio peninsular prolongándose hasta Diciembre de 1813.

La guerra de independencia

Esta guerra tuvo una doble dimensión, por una parte fue una guerra de liberación frente al intento de conquista de napoleón, por otra tuvo trascendencia política porque desencadenado la revolución liberal en España que quería acabar con el antiguo régimen. También podemos decir que fue una guerra nacional porque en ella participaron, por primera vez unidos, el ejército y la masa popular. La guerra comenzó con el levantamiento del pueblo madrileño reprimido con dureza por los franceses. El setiembre de 1808 se creó la junta suprema central que asumíó el poder hasta el regreso de Fernando VII y se encargó de coordinar la lucha contra los franceses, estas creaciones hizo que desaparecieran las juntas locales. En esta guerra, José I contaba con el apoyo del ejército napoleónico. La resistencia española dispónía de la ayuda del ejército inglés y de la guerrilla popular. Hasta finales de 1808 la resistencia española tuvo algunos éxitos. A partir de ese momento y hasta 1812 el ejército napoleónico logró imponerse. A finales de ese año la situación se invirtió, sobre todo por los problemas que tenía napoleón en Europa. Esto obligó que la finalmente a Francia a firmar el tratado de valençay en Diciembre de 1813 por el que napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España, y los ejércitos franceses se retiraron de la península.
La guerra de independencia había concluido.

Las cortes y la constitución de Cádiz

Con la guerra de independencia se inició en España la producción liberal que finalizó en 1840 con la victoria de los liberales sobre el carlismo en la primera guerra carlista. Esta revolución liberal fue un proceso discontinuo embargo el tiempo que alternó fases liberales con épocas contrarrevolucionarias y absolutistas. La primera fase de la revolución liberal se dio entre 1808 y 1814 y fue paralela a la guerra de la independencia.
En 1810 la junta suprema central pasó su poder a una regencia formada por cinco personas, que convocó cortes para promocionar a España un gobierno estable y aceptado por todos. Estas cortes se reunieron en Cádiz que resistía al asedio francés por la ayuda británica. Estaban compuestas por una minoría ilustrada y urbana, era un tercio de eclesiásticos, otro de funcionarios y militares y otro de nobleza y  de burguésía comercial. Por tanto, no había ni campesinos ni trabajadores urbanos. Entre estas dispuestas aparecieron dos tendencias: los liberales que eran la mayoría y partidarios de cambios radicales, y los serviles o absolutistas que eran contrarios a las reformas.  La obra de las cortes de Cádiz tuvo dos dimensiones: la obra legislativa y la constitución de 1812. La constitución de 1812 (la pepa) es la primera constitución española, su objetivo era construir un estado liberal. El reinado de Fernando VII, de 1808 hasta 1833, representó una lucha entre lo nuevo y lo viejo, es decir entre el estado liberal y el antiguo régimen. Se divide en tres periodos:

Sexenio absolutista:

de 1814 a 1820, a la vuelta de Fernando VII es absolutistas le pidieron que restaurará el absolutismo inmovilizador del pueblo para que se uniera a sus demandas, el rey accedíó y anuló la constitución de 1812 y las leyes de las cortes de Cádiz. Así restauró el absolutismo y el antiguo régimen, y mandó perseguir a los liberales, a los que ajustició, encarceló y otros que se exiliaron fuera de España.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *