La evolución de la pintura rupestre y la conquista musulmana de la Península Ibérica

1.1 Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre

Los periodos de la Prehistoria marcan el avance tecnológico del utillaje y por tanto de la evolución socioeconómica. Durante el Paleolítico tuvieron lugar las cuatro últimas glaciaciones, y el proceso de hominización o evolución del género homo desde los primates al ser humano actual, unido a la evolución de las técnicas que usaban. Eran grupos nómadas que vivían de la caza, pesca y recolección, es decir, una economía depredadora. Habitaban en cobijos provisionales y cuevas desde el Paleolítico Medio. El Neolítico, fue una revolución, se pasó de una economía depredadora a productora, basada en la agricultura y ganadería. Esta economía condujo a la sedentarización, división del trabajo y diferenciación social. La pintura rupestre es obra del homo sapiens. Se inicia en el Paleolítico Superior en Cantabria (Altamira-Cantabria y Tito Bustillo-Asturias). Son pinturas realizadas en cuevas, relacionadas con rituales mágicos o religiosos. Sus rasgos son: representación de animales aislados, acusado naturalismo y policromía. En el Neolítico se desarrolla la pintura levantina (Valltorta-Castellón, Cogull-Lérida). Con características propias y sin relación con las cántabras: en abrigos rocosos bien iluminados; incluye la figura humana, formando escenas, con sentido narrativo; presentando figuras estilizadas, esquemáticas y casi monocromas.

2.1 Al-Ándalus: La conquista musulmana de la Península Ibérica

La llegada musulmana se debió a la crisis interna de la monarquía visigoda y expansión del Islam. La muerte de Witiza, y la llegada al trono de D. Rodrigo provocó una guerra civil, que fue aprovechada por los musulmanes. Dirigidos por Tariq los musulmanes derrotan a D. Rodrigo en la batalla de Guadalete (711). En unos tres años conquistan la Península, excepto las zonas montañosas del norte; la rapidez se debió a la desaparición del ejército visigodo y a la ocupación mediante dos sistemas: rendición incondicional y pactos o capitulaciones*. Los pueblos invasores eran árabes y bereberes* del norte de África. Al-Ándalus pasó por distintas fases en su organización política desde el siglo VIII al XI: – Emirato* dependiente del Califato Omeya de Damasco (711-756). – Emirato independiente de Bagdad (756-929), obra de Abd-al-Rahman I. Etapa de luchas internas entre árabes y beréberes y revueltas de muladíes y mozárabes contra el poder cordobés. – Califato de Córdoba (929-1031). Abd-al-Rahman III se proclamó califa* (líder político y religioso). Con al-Hakam II se inició un periodo de esplendor cultural y paz con los cristianos. Almanzor (finales X) suplantó a Hisham II, iniciando un periodo de campañas militares, a su muerte el Califato decayó, hasta su división en taifas* en 1031.

2.3 Al-Ándalus: La economía, sociedad y cultura

La economía era fundamentalmente agrícola, los musulmanes intensificaron el regadío, utilizando la noria y ampliando el uso de acequias, introdujeron nuevos cultivos (algodón, arroz, azafrán, cítricos) que unieron a la tríada mediterránea (cereal, vid y olivo). En la ganadería, retrocedió la porcina, desarrollándose más la ovina y equina. La minería se revitalizó, destacando el hierro, cobre y mercurio. Crearon bastantes productos artesanales. El comercio interior que se realizaba en los zocos urbanos, y el comercio exterior a través de sus puertos con el Magreb, norte de África y Oriente; utilizándose dos monedas, el dinar (oro) y el dírhem (plata). La ciudad se revitalizó, como centro de consumo. La sociedad andalusí era muy heterogénea, por su gran diversidad étnica y religiosa. Con predominio de los musulmanes (árabes, bereberes y muladíes), esta sociedad se estructuraba en: grupo nobiliario (nobleza de sangre y de servicio), burguesía urbana (funcionarios, artesanos y comerciantes), plebe, y en último lugar los esclavos. Junto a ellos las minorías religiosas de mozárabes y judíos. Su cultura estuvo marcada por el Islam, e influyó en Occidente. Destacó en: arte (mezquita Córdoba, Alhambra Granada), filosofía (Averroes), literatura (collar, moaxaja y zéjel) y ciencia (álgebra, medicina, astronomía).

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