La Guerra Civil Española (1936-1939): Contexto, Desarrollo y Consecuencias

La Guerra Civil Española (1936-1939)

Introducción: El golpe de estado militar del 36 fracasó, dando paso a una Guerra Civil en un contexto europeo de auge de los totalitarismos fascistas y soviéticos. El bando republicano perdió, ya que los sublevados contaban con el apoyo de la Italia fascista y la Alemania nazi. Las aspiraciones democráticas de la sociedad quedaron truncadas.

Alzamiento

La conspiración militar se inició como consecuencia de la victoria del Frente Popular en las elecciones del 36. La reacción del gobierno ante las noticias de conspiración fue destinar al General Mola a Navarra, Franco a Canarias y Goded a Mallorca. Sin embargo, la trama estaba muy avanzada y se consideraba a Sanjurjo jefe nominal y Mola el encargado de atraer a toda la derecha. El plan era declarar la guerra en las capitanías generales y llevar a cabo una acción política de los derechistas. Mola actuaría en el norte, Franco levantaría al ejército africano y Queipo de Llano facilitaría el paso a Franco a la península y apoyaría su avance. El alzamiento se inició en Melilla en junio del 36, extendiéndose a la península donde fracasó en Madrid, en Barcelona también debido a los anarcosindicalistas, y en Valencia debido a los ciudadanos. Triunfó en Zaragoza, Sevilla, Granada, Córdoba, Navarra, Galicia, Castilla la Vieja y León. Los oficiales del ejército fueron fieles a los sublevados, mientras que las guardias de asalto, la guardia civil, la marina y la aviación permanecieron fieles al bando republicano.

Condicionantes internacionales

La Guerra Civil Española tuvo una gran repercusión internacional. Se entrecruzaron los totalitarismos y las democracias, siendo visto por todos como el preludio de la Segunda Guerra Mundial. Las potencias fascistas ayudaron a los sublevados, y Portugal ayudó con suministros y apoyo logístico. La URSS y las Brigadas Internacionales, que constaban de voluntarios de todo el mundo, apoyaron a la República. Las grandes democracias tuvieron una actuación de no intervención, ya que querían evitar una Segunda Guerra Mundial.

La iglesia y la guerra civil

La iglesia apoyó a los sublevados en nombre de la paz, e hicieron un pronunciamiento llamando a la guerra civil como cruzada.

Desarrollo de la guerra

La marcha hacia Madrid (jul-nov del 36): Madrid fue el objetivo principal de los sublevados. Las columnas de Mola fueron detenidas en el Sistema Central por milicianos. Por el sur, Franco contaba con las tropas coloniales y, gracias a Hitler y Mussolini, consiguieron cruzar el estrecho y avanzar por Extremadura, tomando Badajoz, Talavera y Toledo.

La batalla de Madrid (nov 36-marz 37): En esta fase, la guerra se convirtió en una guerra de desgaste. A pesar de estar asediada por todos lados, excepto por la carretera de Valencia, Madrid resistió y la junta de defensa improvisada, dirigida por José Miaja y Vicente Rojo, logró mantener la resistencia con el apoyo de armamento soviético y las brigadas internacionales. Franco avanzó hasta la Ciudad Universitaria, donde falleció Durruti, y siguió hasta el río Jarama, donde fueron repelidos.

La campaña del norte: Mola tomó Irún, impidiendo el suministro por vía terrestre a la República, y poco después cayó San Sebastián. Un episodio dramático fue el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor alemana, retratada por Pablo Picasso. Tras Bilbao, cayó Santander y, por último, Asturias. Todo el norte pertenecía ya a los sublevados.

La toma de Málaga: La huida de la población por la carretera hacia Almería se convirtió en una masacre debido al bombardeo que sufrieron. En Andalucía, la guerra se quedó en un segundo plano.

Ofensivas republicanas (37-38): El ejército popular lanzó varios ataques para defender su posición o recuperar terreno, pero solo logró levantar el cerco y aliviar la presión del norte en la batalla de Brunete, reducir la presión del frente norte y conquistar Zaragoza sin éxito en Belchite, y mantener la batalla de Teruel por pocos días.

La batalla del Ebro y la toma de Cataluña (38-39): Esta etapa constituyó la ofensiva final. Franco decidió abrir paso hacia el Mediterráneo y atacar el frente de Aragón, consiguiendo Vinaroz y siguiendo hacia Valencia, conquistando Castellón. La República consiguió cruzar el Ebro gracias a Vicente Rojo, quien, convencido de la proximidad de la guerra europea, buscaba alargar el conflicto. Sin embargo, la superioridad en aviación y artillería de Franco se enfrentó a una férrea defensa republicana, lo que resultó en cuatro meses de batalla y miles de muertes, convirtiendo la batalla del Ebro en la más cruenta. Tras la batalla del Ebro, se llevó a cabo la conquista de Cataluña y en enero los sublevados tomaron Barcelona.

Final de la guerra (abr del 39): Negrín y el PCE mantuvieron una política de defensa, pero Franco solo quería la rendición total. Casado intentó negociar con Franco para finalizar la guerra, pero Franco solo aceptaba la rendición incondicional. Tras la toma de Madrid, finalizó la guerra civil y el ensayo democrático de la República dio paso a una larga dictadura.

La vida política durante la guerra civil

Esto requiere un análisis diferenciado de ambas partes, ya que el bando sublevado estaba perfectamente organizado, mientras que la República no lo estuvo hasta la presidencia de Negrín.

La España republicana:

Gobierno de Giral (jul del 36): Destaca por la pasividad del gobierno ante la sublevación, pero tras la revolución de los sindicatos, este comenzó a reprimir a los sospechosos de pertenecer a la derecha e incautar tierras y empresas.

Gobierno de Largo Caballero (sep del 36): Intentó reforzar la unidad de la República anexando partidos y sindicatos. La apropiación de los bancos y de tierras de terratenientes fueron otras medidas, pero el caos en la zona republicana continuaba.

Gobierno de Negrín (may del 37): Fue el gobierno más decisivo, pero fue perdiendo apoyos, ya que él quería resistir y la oposición quería una finalización de la guerra inmediata mediante negociaciones. Casado le dio un golpe de estado y tuvo una avanzada trama de negociaciones con Franco, pero Franco solo quería la rendición incondicional.

La España nacional:

La Junta de Defensa Nacional solo seguía el ideal de establecer un gobierno para eliminar al Frente Popular y reprimir a los republicanos. Además, se eliminaron todos los partidos políticos y sindicatos, a excepción de FET de las JONS y Comunión Tradicionalista.

La Jefatura del Estado: Franco fue nombrado Jefe del Movimiento tras el fallecimiento de Mola y Sanjurjo. Franco pasó a ser Generalísimo y Caudillo por parte de la iglesia.

El Decreto de Unificación: Tras el fallecimiento de J.A. Primo de Rivera, Franco agrupó en un partido único a falangistas y carlistas.

Gobierno de Franco: Se nombró gobernador con todos los poderes en una misma persona. Se declaró el Fuero del Trabajo, por el cual se prohibían los sindicatos y se limitaban las libertades de trabajadores y empresarios. Se establecieron los jurados verticales y se prohibieron las huelgas. Además, se estableció una ley de prensa que limitaba ampliamente la difusión de noticias. Se impuso el castellano como lengua única y se estableció la religión católica.

Balance y consecuencias

Demográficas: Se produjeron al menos medio millón de muertes, sin incluir extranjeros ni exiliados.

Económicas: No solo reflejaron las destrucciones, sino también el hambre en la posguerra.

Sociales: El exilio produjo una gran pérdida de intelectuales, científicos, obreros y profesionales, lo que retrasó a España cultural y económicamente.

Morales: No se buscó la reconciliación de los españoles.

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