La Guerra de Cuba y el Desastre del 98: El Ocaso del Imperio Español

Introducción Histórica

Este documento se enmarca en dos núcleos temáticos fundamentales de la historia de España: el Sexenio Democrático (1868-1874) y La España de la Restauración (1875-1902), que abarca el reinado de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina (1885-1902).

Contexto Histórico: La Guerra de Cuba y el Desastre del 98

Casi todo el Imperio español había obtenido la independencia durante el reinado de Fernando VII. Sin embargo, durante el Sexenio Democrático, los graves problemas del gobierno español permitieron a los rebeldes cubanos y puertorriqueños iniciar una guerra contra los españoles por la independencia y el autogobierno, liderada por Carlos Manuel Céspedes (enlazando con el documento 1).

Durante la Restauración, Cuba y Puerto Rico consiguieron su independencia en 1898, tras la intervención en el conflicto de los Estados Unidos. Este evento, conocido como el «Desastre del 98», dio lugar a una profunda crisis moral en España, marcando una etapa de crisis para la Restauración.

La derrota y el desastre de 1898 se produjeron en un momento de auge del imperialismo europeo y el creciente expansionismo de los estadounidenses, convertidos ya en una potencia industrial y militar (enlazando con el documento 2).

Conceptos Clave

Nacionalismo antillano
Ideología que atribuye un carácter único a un territorio específico y a los ciudadanos que lo habitan. Representa la aspiración de un pueblo a obtener un determinado nivel de independencia respecto a condiciones externas, en este caso, de las islas del Caribe respecto a España.
Guerra de Cuba
Hace referencia a las diferentes revueltas que se produjeron en la colonia española de Cuba entre el gobierno español y los independentistas cubanos durante la segunda mitad del siglo XIX. Concluyó con la derrota frente a los estadounidenses en 1898, el Desastre del 98, que dio lugar a una profunda crisis moral, política y económica en España.
Colonia
Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera, o el grupo de personas de un mismo origen geográfico que se instalan en un lugar distinto al suyo originario por distintos motivos, manteniendo lazos con su metrópoli.
Imperialismo
Actitud o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro mediante el empleo de la fuerza militar, económica y política. Durante el último tercio del siglo XIX, las potencias europeas y algunas extraeuropeas (Estados Unidos y más tarde Japón) desarrollaron una política de expansión colonial acelerada que ya venía gestándose desde comienzos de siglo. Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que desembocaron en la Primera Guerra Mundial.

El Proceso de Emancipación de Cuba

a) Causas y fases del proceso de emancipación de Cuba

Causas

Las causas de la emancipación de Cuba, detalladas en el documento 1, incluyen:

  • El gobierno de España sobre la isla de Cuba con un «brazo de hierro ensangrentado».
  • La imposición de «tributos y contribuciones a su antojo».
  • La privación de «toda libertad política, civil y religiosa».
  • La ejecución de sus hijos «sin el debido proceso, por comisiones militares establecidas en plena paz».
  • La imposibilidad de «pedir el remedio a sus males», sin otro recurso que «callar y obedecer».

Ante esta situación, los cubanos creyeron tener derecho a defenderse con las armas contra España. Esperaban la ayuda de los Estados Unidos, país al que admiraban como paradigma de pueblo oprimido que había conseguido independizarse. Además, desde el punto de vista económico, estaban más unidos a Estados Unidos que a España.

Fases del Proceso de Emancipación

Antes de abordar las fases del proceso de independencia, es importante aclarar que la sociedad cubana era una sociedad oligárquica. La oligarquía ejercía el control sobre las propiedades y la administración. La oposición a esta oligarquía estaba conformada por la burguesía criolla y las clases medias, que abogaban por reformas, así como por los independentistas, que constituían la mayoría.

Primera fase: Guerra Larga (1868-1878)

Esta fase fue promovida por la burguesía criolla con el «Grito de Yara» (enlazando con el documento 1), iniciándose al igual que el Sexenio Democrático. La fase más dura tuvo lugar durante la etapa de la Restauración, hasta la firma de la Paz de Zanjón en 1878, que dio por concluida esta fase de la guerra de independencia.

La Paz de Zanjón incluyó promesas de autogobierno y abolición de la esclavitud. Puerto Rico consiguió la abolición de la esclavitud, pero no Cuba, donde el sistema esclavista permaneció a pesar de las presiones de Francia, Reino Unido y Estados Unidos. A favor del esclavismo estaban los oligarcas peninsulares y criollos, lo cual significó el desarrollo del nacionalismo cubano-antillano.

Segunda fase: Guerra Hispanoamericana (1895-1898)

Las reformas prometidas nunca llegaron, excepto la abolición de la esclavitud. La política de los gobiernos españoles de la Restauración ante las demandas de los independentistas fue insuficiente. En Puerto Rico, por ejemplo, la situación era diferente: en 1872 ya había conseguido la autonomía, la esclavitud había sido abolida y su economía estaba saneada, lo que frenaba los movimientos independentistas.

En Cuba, las reformas levantaron más polémica debido a la importancia económica de la isla para España. Se plantearon reformas administrativas como la descentralización y la ampliación del censo, pero fueron rechazadas por las Cortes españolas.

La negativa del gobierno español a las reformas en Cuba y Filipinas provocó el auge y desarrollo del movimiento nacionalista independentista, secundado por la población indígena. En el caso de Cuba, fue liderado por José Martí, y en Filipinas por José Rizal, quienes fundaron el Partido Revolucionario Cubano y la Liga Filipina, respectivamente, y prepararon el definitivo alzamiento contra España.

La Guerra Hispanoamericana (1895-1898), iniciada con el «Grito de Baire», se distingue en cuatro fases:

  1. 1895: Desde la revuelta de febrero hasta la muerte del líder de la Independencia, José Martí.
  2. 1895-1896: Momento de máximo avance de los independentistas, que el general Martínez Campos fue incapaz de frenar.
  3. 1896-1897: El general Weyler sustituye a Campos con la consigna de «guerra hasta el final», pero también fracasó. Desde entonces, la intervención de Estados Unidos se intensificó. Paralelamente, se inició el alzamiento en Filipinas.
  4. 1897-1898: Con el general Blanco a la cabeza y en un ambiente hostil de la prensa y la opinión pública, se desencadenó la intervención directa de los Estados Unidos a partir del suceso de febrero de 1898: una explosión en La Habana que la prensa estadounidense atribuyó a los españoles, provocando la declaración de guerra de Estados Unidos a España en 1898.

A la guerra contra Estados Unidos se opusieron los carlistas, los republicanos, los anarquistas y los socialistas, porque sabían que los estadounidenses eran superiores. Sin embargo, a pesar de ser consciente de la superioridad estadounidense, el gobierno español decidió enfrentarse a Estados Unidos, y el resultado fueron dos derrotas escandalosas.

Consecuencias del Desastre del 98

b) Explique las consecuencias del Desastre del 98

La principal consecuencia fue la firma del Tratado de París de 1898 (enlazando con el documento 2), por el cual España liquidó su Imperio:

  • Reconocía la independencia de Cuba.
  • Cedía Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a los Estados Unidos, como compensación recibiría 20 millones de dólares.
  • Entregaba las islas Carolinas, Marianas y Palau al Imperio Alemán a cambio de 25 millones de dólares.

Desde el exterior, España fue vista como una nación moribunda, con un ejército ineficaz y un sistema político corrupto. España se convirtió en una potencia de segunda fila.

Consecuencias Económicas

No fueron tan importantes como se podría pensar. La situación económica ya era precaria y la pérdida de las colonias no afectó en demasía al capital del país, ni el comercio sufrió demasiado.

Consecuencias Políticas

La derrota no produjo un cambio de gobierno ni hizo peligrar la monarquía. Sin embargo, el sistema de la Restauración, tal cual lo diseñó Cánovas del Castillo, se vio profundamente afectado. Apareció una nueva generación de políticos que pretendía una regeneración política (reformas) que no llegó a alcanzar sus objetivos, aunque la Constitución de 1876 siguió vigente.

Consecuencias Militares

El ejército sufrió un duro golpe y aumentó el antimilitarismo entre la población. No obstante, fomentó el sentimiento entre los militares de que debían tener más protagonismo en la vida política. La presencia política del ejército aumentó progresivamente y culminó en el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923) y el de Franco (1936).

Consecuencias Ideológicas y Morales

Fue la más importante. Nacieron dos corrientes ideológicas, además de la propia de la Restauración, también llamada regeneracionista: la Generación del 98 (de carácter literario) y el Regeneracionismo (de carácter más político y social/científico). Ambas analizaron los problemas de España en un tono crítico y pesimista, planteando cómo superar los males de la nación.

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