La hegemonía de la Unión Liberal



Explica las causas de la formación del Frente Popular y las actuaciones tras su triunfo electoral, hasta el comienzo de la guerra.   
 Después de episodios como la revolución de Octubre de 1934, las fuerzas de izquierda comprendieron que, si querían volver al Gobierno, era necesario sentarse a dialogar y concurrir a los comicios en coalición.    El 15 de Enero de 1936 se constituyó el Frente Popular como una coalición de fuerzas políticas de izquierda encabezada por Manuel Azaña e integrada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Izquierda Republicana (IR), Uníón Republicana (UR), Esquerra Catalana, Partido Comunista de España (PCE), Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), Partido Sindicalista (PS) y la Uníón General de Trabajadores (UGT). Los anarquistas no se agregaron, pero animaron a sus afiliados a que votasen a la nueva coalición.     Se seguía así la propuesta de la III Internacional, en un contexto de crisis económica y de fuerte avance en Europa de los partidos y los movimientos fascistas. En el manifiesto del Frente Popular se recogieron los principios por lo que se regirían y las propuestas que llevarían a cabo si alcanzaban el Gobierno. Hablaban sobre todo de una amnistía general, de recuperar las reformas del bienio socialista (republicano).    Ante los resultados electorales, Manuel Portela Valladares presentó su dimisión como presidente del gobierno sin esperar a que se celebrase la segunda vuelta de las elecciones fijadas para el 1 de Marzo. Ese mismo día Azaña formó gobierno, compuesto exclusivamente por republicanos de IR y de UR, ya que el PSOE, pese a ser la fuerza más votada, rehúsó formar parte del Ejecutivo. La primera medida adoptada fue decretar la amnistía para todos los condenados por su participación en la Revolución de Octubre de 1834. Otra de sus decisiones fue la excarcelación de Companys y la restitución de la autonomía de Cataluña. Las fuerzas políticas de izquierdas mostraron su oposición a Alcalá Zamora, por lo que fue destituido como presidente de la República y sustituido por Manuel Azaña. Como presidente del gobierno se pensó entonces en Indalecio Prieto. La falta de respaldo en su partido, sobre todo por la oposición de Largo Caballero, imposibilitó esta opción e hizo que Azaña nombrase de presidente a Santiago Casares Quiroga.     Ante los resultados de las elecciones del 16 de Febrero, las fuerzas políticas y militares más conservadores temieron que el triunfo del Frente Popular pudiera suponer el inicio de la revolución comunista en España.  Esto provocó que un sector del ejército comenzase a madurar la idea de un Golpe de Estado contra el nuevo gobierno del Frente Popular. El 8 de Marzo tuvo lugar la primera cita que reuníó a los cabecillas de la conspiración, entre ellos, los generales Mola, Franco, Fanjul y Varela.   
En los preparativos de la conspiración tuvo gran importancia la Uníón Militar Española (UME), una asociación que había sido creada en 1933 ante el descontento de la reforma militar emprendida por Azaña. Su principal dirigente era el general José Sanjurjo, interlocutor entre la Falange Española de Primo de Rivera y el partido de ideología monárquica de Renovación Española de José Calvo Sotelo para lograr que la conspiración militar tuviera el respaldo de algunas fuerzas políticas.  Se concretó el 20 de Abril como fecha para la insurrección militar. Sin embargo, finalmente se abortó debido a que el Gobierno estaba al tanto de los rumores de un inminente alzamiento. El 14 de Marzo se produjo la detención de José Primo de Rivera, acusado de tenencia ilícita de armas. Desde la cárcel siguió dirigiendo la Falange y carteándose con los conspiradores, en especial con Mola. Además, se alejó de los centros de poder a los generales más críticos con el régimen republicano (Mola fue destinado a Navarra y Franco a Canarias, entre otros).     La tensión social (en las calles) y política (en el Parlamento) habían seguido aumentando, hasta llegar a ser insostenibles (orígenes de la Guerra Civil).   El 12 de Julio el teniente de la Guardia de Asalto José Castillo fue asesinado por pistoleros fascistas como venganza por el asesinato de uno de los líderes carlistas. Como represalia, el 13 de Julio un grupo de miembros de esa misma Guardia de Asalto, acudieron al domicilio de Calvo Sotelo, el líder de la Renovación Española y uno de los principales miembros de la oposición, lo detuvieron y lo asesinaron. Ante la gravedad de la situación, algunos militares, como Franco, se sumaron al Golpe de Estado.     En consecuencia, el 17 de Julio de 1936 se sublevaba el Ejército de África, y el 18 de Julio el Golpe de Estado se había extendido por toda la península Ibérica. 

Explica las causas que llevaron a la proclamación de la Segunda República y relaciona sus dificultades con la crisis de económica mundial de los años 30 Tras la caída de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó restablecer los mecanismos políticos de la Restauración, pero pronto se hizo evidente que la impopularidad del dictador también afectaba al rey y al sistema que representaba, y que, por tanto, el mantenimiento del sistema vigente iba a ser complicado ante el creciente respaldo social que suscitaba la instauración de una república. Tras la firma del Pacto de San Sebastián en Agosto de 1930 con la intención de derrocar la monarquía, se creó una coalición que aglutinaba a republicanos y socialistas y contaba con el respaldo del nacionalismo catalán. La estrategia de las fuerzas republicanas pasaba por organizar una huelga general que contaría con el apoyo del PSOE y de la UGT y que sería la antesala de un pronunciamiento militar. Sin embargo, la estrategia fracasó. Entonces, Alfonso XIII encomendó al gobierno de Berenguer que convocara Elecciones Generales para Marzo de 1931. Ante esta situación, el 14 de Febrero de 1931 el Gobierno de Berenguer dimitíó y el rey Alfonso XIII mandó formas gobierno a Juan Bautista Aznar quien convocó elecciones municipales para el 12 de Abril como paso previo a la convocatoria de elecciones a las Cortes Constituyentes para la redacción de una nueva constitución que sustituyese a la canovistas de 1876.  Estas elecciones fueron entendidas tanto por la población como por los partidos políticos con un carácter plebiscitario para elegir entre monarquía o república. Al presentarse las candidaturas, lo hicieron básicamente en torno a los dos grandes bloques: monárquicos y republicanos. En estas elecciones vencieron los monárquicos, sin embargo, la victoria fue reivindicada por los republicanos, ya que ellos obtuvieron la victoria en 41 de las 50 capitales de provincia además de en el resto de grandes ciudades. Como consecuencia, se asumíó que los resultados electorales daban la victoria a los republicanos. El 13 de Abril se reuníó en el palacio de Oriente el Consejo de Ministros para analizar la situación. Mientras que la corriente más abierta, encabezada por el conde de Romanones, propuso al rey que abandonase España, la corriente más dura, encabezada por Juan de la Cierva, defendíó el mantenimiento de la monarquía. Finalmente el rey Alfonso XIII, con el fin de evitar una Guerra Civil, accedíó a adoptar una postura del conde de Romanos y la noche del 14 de Abril abandonó España. La proclamación de la República comenzó con el izado de la bandera tricolor en la madrugada del 14 de Abril. En Madrid la proclamación de la República fue anunciada por el comité revolucionario desde el balcón del Ministerio de la Gobernación ante una Puerta del Sol abarrotada de ciudadanos. 

Analiza la crisis general de 1917: sus causas, manifestaciones y consecuencias


Las causas principales de la crisis de 1917, derivaron del enfrentamiento entre los partidos dinámicos, del creciente intervencionismo del Ejército en la vida política y de la agudización de la conflictividad social. A ello se le había sumado el impacto económico de la Primera Guerra Mundial, que había causado un aumento de la inflación y del desequilibrio salarial que ahondaron el descontento social. Por último, ante el estallido de la Revolución rusa provocaron que, durante el verano de 1917, se desencadenara una profunda crisis que evidenció la desintegración del sistema. Crisis militar  La crisis militar comenzó debido al aumento de la injerencia del Ejército en la vida política del país desde comienzos de siglo. Especialmente significativo fue el asalto que un grupo de militares realizó en 1905 a las redacciones de la revista satírica ¡Cu-Cut! Y del periódico La Veu de Catalunya como respuesta ante una caricatura que los militares consideraron ofensiva. El Gobierno promulgó la Ley de Jurisdicciones (1906), por la que se ponía bajo jurisdicción militar toda ofensa a la unidad de la patria, la bandera o el honor de los militares, lo que estimuló el intervencionismo castrense y, como respuesta, el nacionalismo catalán. El descontento de los militares también estaba motivado por la disminución del valor de sus salarios como consecuencia del aumento generalizado de los precios. Además, la controvertida política de ascensos, que premiaba los méritos de guerra, favorecía a los oficiales “africanistas” en detrimento de los “peninsulares”, que se sentían agraviados. Por ello, se crearon las Juntas de Defensa, asociaciones militares que exigieron mejoras económicas, y otras medidas, como la disminución del número de oficiales o acabar con la política de ascensos por méritos de guerra. El Gobierno de Eduardo Dato decidíó suspender las garantías constitucionales, así como clausurar las Cortes e incrementar la censura en la prensa. Crisis política En cuanto a la crisis política, Francesc Cambó, líder de la Liga Regionalista, a promover la creación de una Asamblea de Parlamentarios que permitiese formar un Gobierno provisional y convocar unas Cortes constituyentes. Se trataba, en suma, de un nuevo intento regeneracionista para plantear un modelo de Estado descentralizado. En Barcelona en Junio de 1917 la Asamblea convocó una reuníón para que todos los diputados y los senadores pudieran integrarse en ella. Pero la reuníón, que acabó siendo disuelta por la fuerza pública, no consiguió cumplir sus objetivos, ya que finalmente solo acudieron 71 de los 760 parlamentarios citados. El motivo puede explicarse por la creciente agitación social, que contuvo a la burguésía por miedo a que la iniciativa terminase adquiriendo tintes revolucionarios. 
Crisis social En Marzo de 1917 las dos organizaciones navales UGT y CNT suscribieron un manifiesto convocando una huelga general. Para los socialistas la huelga general debía servir para derrocar al Régimen e implantar una República Democrática, es decir, acabar con la monarquía, lo que desemboca en la huelga de Agosto de 1917.   El  19 Agosto de 1917, los sindicatos socialista y anarquista decidieron convocar una huelga general. La huelga adquiríó gran relevancia en los centros fabriles de Cataluña, Madrid, Asturias y País Vasco. Ante el peligro del estallido de una revolución, el Gobierno declaró la ley marcial, que facultó al Ejército y a las fuerzas del orden a reprimir la huelga de manera violenta (era una ley de orden público en caso de guerra). El balance fue trágico: un centenar de muertos, doscientos heridos y dos mil detenidos. El apoyo de los militares a la represión y la disolución de la Asamblea de Parlamentarios evitaron el colapso del régimen de la Restauración, al tiempo que facilitaron la solución a la crisis militar. En Enero de 1918 se promulgó la Ley del Ejército, que atendíó las reivindicaciones castrenses.  La inestabilidad de 1917 acabó convirtiéndose en el punto de partida para una profunda crisis del sistema que se extendíó durante los años siguientes, acrecentada por los problemas en Marruecos, y que culminaría en Septiembre de 1923 con el Golpe de Estado del general Primo de Rivera. Entre las consecuencias de la crisis general de 1917 se encuentra: – Un espectacular crecimiento del sindicalismo español debido al descontento provocado por la crisis económica producida tras la Gran Guerra.  – Se intensificó la conflictividad social y la crisis social fue especialmente intensa en Andalucía (los conflictos aumentaron entre 1918 y 1921, en lo que se conoce como el Trienio Bolchevique) y en Cataluña (el anarquismo catalán logró grandes éxitos, como la huelga de La Canadiense de 1919).  – Tras la crisis de 1917 se sucedieron una serie de Gobiernos de concentración que intentaron emprender un proceso reformista capaz de rebajar la tensión social, pero las diferencia entre los coligados imposibilitaron cualquier cambio. La situación entre 1918 y 1923 fue igualmente difícil: se sucedieron hasta diez Gobiernos distintos, caracterizados por su inestabilidad y brevedad y cuya principal función fue garantizar la supervivencia del régimen, cada vez más erosionado.  – La reanudación de las acciones militares en Marruecos por parte de las tropas españolas para afianzar el control del territorio también empeoró la situación tras la crisis general de 1917.


Partido Moderado:
Su principal representante fue Ramón Narváez. – Se apoyaba en la alta burguésía, en los grandes terratenientes y en la alta aristocracia, así como en la clase media-alta de la sociedad. – Tomó como referente el conservadurismo inglés y el liberalismo doctrinario francés. – Defendía: – La soberanía compartida (dotando amplios poderes al rey y limitando los derechos de los ciudadanos) – El centralismo – El sufragio censitario  – Una economía capitalista. – Sus aspiraciones políticas quedaron recogidas en la Constitución de 1845. – Destacaron: Martínez de la Rosa, Juan Bravo y Alejandro Mon.

Partido Progresista


– El principal líder fue Baldomero Espartero. – Sus apoyos provénían de la pequeña y mediana burguésía de profesionales liberales, de los pequeños y medianos comerciantes y artesanos, así como de las clases medias-bajas urbanas.  – Se inspiró en el Trienio Liberal (1820-1823). – Propugnaban: – La soberanía nacional, representada en las Cortes – Limitación de poderes del monarca  – Ampliación de los derechos individuales – Partidarios: – Sufragio censitario  – Economía librecambista.  – La máxima expresión de sus aspiraciones se vio reflejada en la Constitución de 1837 y el proyecto de la Constitución non nata de 1856.  – Los principales partidarios de este partido fueron: Mendizábal, Argüelles, Madoz. 
Partido Demócrata escisión en el seno del Partido Progresista.  – Su apoyo provénía de las clases populares e iba más allá del progresismo. – Reivindicaba: – El reconocimiento del sufragio universal – La libertad de reuníón y asociación – La instrucción primaria universal y gratuita – La desamortización de todos los bienes eclesiásticos – La abolición del sistema de quintas (reclutamiento militar obligatorio).  – Partidarios de la soberanía nacional como forma de gobierno, los progresistas terminarían decantándose mayoritariamente por apoyar el modelo republicano.  – Su ideario estuvo presente en el Sexenio Democrático (1868-1874) .  – Entre los principales representantes se encontraban: Nícolás María Rivero, Manuel Becerra, Fernando Garrido… 

Uníón Liberal


-Fundada en 1858 por Leopoldo O’Donnell como alternativa de un gobierno frente a moderados y progresistas, es decir, era un partido de centro que pretendía atraerse al ala mas conservadora del Partido Progresista y al ala más liberal del Partido Moderado. – El apoyo social procedía de las clases medias.  – Su objetivo principal fue garantizar la estabilidad social y política reprimiendo cualquier intento de pronunciamiento, al tiempo que efectuaba una activa política exterior que le preocupaba su imagen ante los demás países. – Defendieron: – La soberanía compartida entre el rey y las Cortes. – Una política económica de fuertes inversiones públicas.  – Los principales componentes de este partido fueron: el general Serrano, el almirante Topete, el general Prim… 
Republicanismo no cobró cierta relevancia hasta la caída de la monarquía de Isabel II en 1868, y de forma particular, con la proclamación de la Primera República, en Febrero de 1873. Esta ideología estaba dividida en dos corrientes: el federalismo y el unitarismo.   – El federalismo estaba representado por el Partido Republicano Federal y su principal representante fue Francisco Pi y Margall; partidarios de  un modelo de república descentralizada (España dividida en estados federados con su propia organización política y administrativa). – El unitarismo, encarnado por el Partido Republicano Unitario, tuvo como principal valedor a Emilio Castelar. Defendían un modelo de Estado centralizado. La que contó con mayor apoyo fue la federalista, hasta convertirse en la principal artífice del proyecto de Constitución republicana de 1873. Los principales representantes de esta ideología fueron: Estanislao Figueras,  Nícolás Salmerón… 

Resume las etapas de la evolución política del reinado de Isabel II desde su minoría de edad, y explica el papel de los militares.
Regencia de María Cristina (1833-1840)
Tras la muerte de Fernando VII, su hija Isabel contaba con tres años de edad y fue nombrada reina. Sin embargo al no ser mayor de edad, la referencia del año en su madre María Cristina (1833-1840). Esta, se vio abocada a pactar con los liberales a cambio de este respaldo, el liberalismo pudo implantarse de forma paulatina y superar las estructuras del antiguo régimen. Durante la regencia de María Cristina se produjo el estallido de la primera guerra carlista (1833-1840) por lo que la regente se vio obligada a buscar mayor apoyo de los liberales. En este momento Cea Bermúdez fue reemplazado por el liberal moderado
Francisco Martínez de la Rosa nombrado presidente del gobierno en 1834. Se difundíó el Estatuto real de 1834 Introdujo novedosas reformas como  la ley de prensa e imprenta (1834) y otras orientadas a terminar con el Antiguo régimen como la supresión de la inquisición (1834), disolución de la Mesta, de los gremios y de los mayorazgos (1836) y abolición del régimen señorial (1837).  En 1835, Martínez de la Rosa fue sustituido por el conde de Toreno que duró en el poder cuatro meses. A pesar de ello aplicó importantes reformas junto con la ayuda de Mendizábal en la hacienda: disolución de los conventos y de la Compañía de Jesús por lo que se rompieron relaciones con la Santa Sede. En ese mismo año, Juan Álvarez Mendizábal sustituyó al conde de Toreno lo que supuso en 1836 la recuperación de la Constitución de 1812. En Mayo de 1836 Francisco Javier Istúriz sustituyó a Mendizábal pero esto supuso la protesta de los progresistas que desembocó en el motín de la granja de San Ildefonso (12 de Agosto de 1836). Debido a esto, la regente nombró a José María Calatrava como presidente lo que supuso la convocatoria a Cortes Constituyentes y la promulgación de la Constitución de 1837. 

Regencia de Espartero (1841-1843)


Tras el final de la primera guerra carlista, se produjo la consolidación del Estado liberal, primero con la sustitución de la regente María Cristina por el progresista Espartero y finalmente con el ascenso al poder de Isabel II como reina de España. Aprovechando su popularidad tras la victoria contra el carlismo en 1840 Espartero se enfrentó contra la regente quien terminó renunciando y exiliándose. En Marzo de 1841 las cortes eligieron a Espartero como regente, un cargo que os tentó hasta 1843. Una de sus medidas, el acuerdo de libre comercio con Reino Unido, provocó que en 1842 estallara un motín en Barcelona en defensa de la industria textil que no podía asumir la competencia del algodón británico. Por ello, Espartero bombardeó la ciudad. Este hecho provocó el rechazo de los moderados y de sectores descontentos del progresismo, que promovieron un pronunciamiento (22-23 de Julio de 1843) en Torreón de Ardoz encabezado por Narváez que forzó leña renuncia de Espartero quien acabó exiliándose (30 de Julio de 1843). Tras todo lo sucedido, las cortes declararon la mayoría de edad de Isabel II que contaba con 13 años.

Década moderada (1844-1854)

En Mayo de 1844 el general moderado Narváez fue designado presidente del gobierno que promulgó la constitución de 1845 basada en el liberalismo doctrinario. 
El Giro conservador en España coincidíó con la oleada revolucionaria de 1848 en Europa caracterizada por el auge nacionalista y el inicio del movimiento obrero que reprimíó el gobierno de Narváez.
 Bienio progresista (1854-1856)
En Junio de 1854 el general leopoldo O’Donell encabezó un pronunciamiento militar en Vicálvaro (la Vicalvarada) aunque no tuvo éxito deseado. El 7 de Julio de 1854 Antonio Cánovas del Castillo redactó el manifiesto de Manzanares donde se solicitaba el cese de la camarilla que rodeaba a la reina, la rebaja de impuestos, la descentralización administrativa, la convocatoria de cortes, y una nueva ley electoral y de imprenta. Estos sucesos fueron conocidos como  las jornadas de Julio (entre el 17 y 19) donde se crearon juntas en algunas ciudades y barriales en Madrid.  Finalmente Isabel II manda formar gobierno a Espartero para poner fin a esta situación. Con su entrada en Madrid, en Julio de 1854, daba comienzo el bienio progresista.  

Alternancia en el Gobierno (1856-1868)


  Espartero presentó su dimisión y fue sustituido por el General O’Donnell que entendíó una política de represión contra los partidarios de Espartero. Además, reestableció la Constitución de 1845. En Octubre de 1856 se constituyó un nuevo gobierno dirigido por Narváez. Tras este bienio moderado (1856-1858) el gobierno estuvo en manos del general O’Donnell (1858-1863). Desde 1863 hasta 1868 se produjo una alternancia de gobierno entre moderados y unionistas aunque debido al predominio de los moderados (a excepción del periodo comprendido entre Junio de 1865 y Julio de 1866) a esta etapa se la conoce como quinquenio moderado (1863-1868). Tanto O’ Donell como Narváez estuvieron presentes en los distintos gobiernos hasta sus fallecimientos. Pese ser años de inestabilidad política, España experimentó un desarrollo económico, se produjo un crecimiento del sector bancario y la ley de sociedades de crédito abríó las puertas a la inversión extranjera. Sin embargo se produjo una creciente  oposición social debido a la crisis económica de 1866, a la acción represiva del gobierno y al impopularidad de la reina. Esto hizo que que en 1861 se produjese una sublevación agraria conocida como la revolución del pan y queso y que en Abril de 1865 se produjese una protesta estudiantil conocida como Noche de San Daniel. En 1866 tuvo lugar la sublevación de generar Prim Villarejo de Salvanés y aunque no triunfó, lo convirtió en la principal figura de la oposición. Las causas de la creciente oposición social fueron también las causantes de la firma del Pacto de Ostende (acuerdo entre progresistas y demócratas para derrocar a Isabel II)en Junio de 1866.  El 17 de Septiembre se sublevó en Cádiz Juan Bautista Topete y se fue extendiendo por Andalucía y otras ciudades como Santander, Zaragoza o Alicante. El día 19, el presidente Luis González Bravo presentó su dimisión y fue sucedido por el General de la Concha que también ser vio desbordado por la situación. El día 28 se producía la derrota de las tropas isabelina en la batalla del puente de Alcolea (Córdoba) Contra el ejército sublevado dirigido por el general Francisco Serrano. El día 29 la capital madrileña  se sumó a la sublevación. Entonces, la reina Isabel II que se encontraba veraneando en San Sebastián optó por dirigirse a Francia rumbo al exilio.

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