La monarquía en el siglo XVI

8.2 La monarquía Hispánica de Felipe II: la unidad Ibérica

Felipe II (1556-1598) fue hijo y heredero de Carlos V. (Su hermano Fernando heredo la corona imperial) Su reinado tuvo características distintas: Gobernó un imperio más español. Su base fue la corona de castilla donde situó la capital en Madrid y su residencia en el Escorial. Sus principios fueron: Fortalecer el catolicismo y mantener el imperio. Él personalmente resolvía todos los asuntos con el auxilio de sus secretarios y consolidó y reestructuró las instituciones del gobierno de la época de los reyes católicos para ponerlos al servicio del poder real. Los problemas exteriores fueron continuos: Con los turcos hasta la batalla de Lepanto (1571) con los ingleses y la derrota de la armada invencible (1588) Flandes y su deseo de independencia. Su mayor triunfo fue la anexión de Portugal. Consiguió que las cortes portuguesas le reconocieran sus derechos  (Cortes de Tomar) En 1580 incorpora Portugal a la corona pero mantiene sus leyes y moneda.

En 1578 moría el rey Sebastián I de Portugal en la batalla de Alcazarquivir. El rey carecía de descendencia y varios candidatos aspiraban al trono que detentaba la dinastía Aviz.



Felipe II, rey de España ytío del fallecido y descendiente directo del rey Manuel I de Portugal por línea directa, reclamó sus derechos al trono. Parte importante de la nobleza y los grandes comerciantes portugueses favorecía la pretensión española. La unión ibérica podía traer importantes beneficios políticos y económicos. Las clases populares portuguesas, sin embargo, no veían con buenos ojos la anexión a España. Finalmente, Felipe II decidió la invasión de Portugal que encargó al Duque de Alba. Las tropas castellanas llegaron a Lisboa sin encontrar apenas resistencia. Finalmente las Cortes portuguesas reunidas en Tomar proclamaron rey a Felipe II en 1581. El que sería conocido como Felipe I de Portugal permaneció tres años en Lisboa. Para conseguir la anexión, Felipe se comprometió a mantener y respetar los fueros, costumbres y privilegios de los portugueses. También se comprometió a mantener en sus cargos a todos los funcionarios de la administración central y local. También se comprometió a mantener a todos los efectivos de las guarniciones y armadas que controlaban el imperio portugués.  Se creó un Consejo de Portugal y se suprimieron las aduanas con Castilla. La anexión significó la unión de dos enormes imperios.

Las posesiones portuguesas en Brasil, África y Asia pasaron al Imperio de Felipe II.

Un imperio “en donde nunca se ponía el sol”.



8.5 Cultura y mentalidad en la España del siglo XVI. La Inquisición

Al analizar el mundo cultural en la España del siglo XVI, debemos partir de un hecho esencial: La mayoría de la población era analfabeta y solo sabía escribir una pequeña minoría formada por clérigos y nobles o burgueses cultivados. Las universidades, entre las que seguía destacando Salamanca, se desarrollaron aunque siguieron enfocadas hacia la teología o las humanidades, dejando de lado los estudios científicos. No obstante, instituciones como la Academia de Matemáticas, creada a instancias de Felipe II, o La Casa de Contratación, con una cátedra de Cosmografía, se preocuparon por la difusión de las ciencias en nuestro país. En lo referente a las mentalidades, España vivió en este siglo el paso de una cultura humanista, influenciada por gentes como Erasmo de Rotterdam, que defendía una cierta tolerancia, a una cultura intolerante y represiva que tendrá su mayor concreción en el ideario del Concilio de Trento y en la labor de la Inquisición. La creación literaria estuvo fuertemente sujeta a la censura religiosa. La Inquisición se encargó de la represión y en 1559 el inquisidor general Valdés publicó el “Índice de libros prohibidos”.

Prohibiendo muchas obras clave del siglo. Pese a ello, la se vio poco afectada y la cultura española vivió una verdadera época de apogeo. Un género típicamente hispano como la picaresca alcanzó su culmen con obras como El Lazarillo de Tormes. Con respecto al arte, el Renacimiento español tiene una evolución muy compleja. Durante el siglo XV y principios del XVI se aprecia una continuidad de las formas góticas en las que se van intercalando elementos renacentistas italianos. Este primer Renacimiento es el que se suele denominar estilo plateresco por su minuciosa y rica decoración. A partir del primer tercio del siglo XVI se produce una transformación notable con el triunfo definitivo de las corrientes renacentistas, cuya mejor muestra es el Palacio de Carlos I construido dentro de la Alhambra de Granada. A partir de mediados del siglo XVI se comienzan a apreciar influencias manieristas. El Greco es el gran ejemplo.

La Inquisición:

Es una institución judicial creada por el pontificado en la Edad Media, con la misión de localizar, procesar y sentenciar a las personas culpables de herejía (ideas religiosas diversas de las del dogma oficial de la Iglesia, en este caso, Católica) El Papa Sixto IV expidió una bula en 1478 que autorizando a los Reyes Católicos  nombrar inquisidores y renovarlos a perpetuidad (duración sin límite). El objetivo era combatir las prácticas judaizantes de los judeoconversos españoles.

En España, los inquisidores los nombraba la Corona y sus decisiones no se podían apelar a Roma.  La expulsión de los judíos de España en 1492 fue el mayor ejemplo de la política antisemita emprendida por la Inquisición española. La represión inquisitorial también se cebó con los pocos protestantes de los reinos hispánicos. Los principales procesos contra grupos luteranos propiamente dichos tuvieron lugar entre 1558 y 1562, a comienzos del reinado de Felipe II, contra dos comunidades protestantes de las ciudades de Valladolid y Sevilla. Los procedimientos de investigación de la Inquisición fueron brutales y la convirtieron en una institución muy temida. El uso de la tortura fue común, obteniendo de esa forma todo tipo de confesiones de los acusados. Cuando había una cierta cantidad de condenados por la Inquisición, se celebraban los llamados «Autos de Fe».

Eran ceremonias que duraban un día entero, desde la mañana hasta la noche, con gran lujo. Comenzaban con una procesión de las autoridades civiles y eclesiásticas y finalmente los condenados, vestidos con ropas infamantes llamadas sambenitos. Se leían las condenas, y aquellos destinados a la pena de muerte, eran remitidos al poder civil, quien se encargaba de la ejecución en la hoguera en presencia de todo el pueblo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *