La Segunda República (1931-1939)
1. Antecedentes
La dictadura de Primo de Rivera solo sirvió para estancar aún más a la sociedad. Para intentar solventar esta situación, algunos intelectuales y políticos promovieron la instauración de la República, buscando alcanzar los logros políticos de otras naciones europeas: una sociedad moderna y democrática. Sin embargo, ni las masas obreras ni los representantes del viejo orden lo permitieron inicialmente.
Tras las elecciones de abril de 1931, la monarquía de Alfonso XIII cayó y el rey se exilió, proclamándose la República. Se formó un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora, con representantes de diversas tendencias de izquierdas republicano-socialista. En las elecciones para Cortes Constituyentes, el grupo republicano-socialista obtuvo la mayoría, lo que inclinó al Congreso hacia la izquierda, contando con intelectuales como Unamuno, Ortega y Gasset y Marañón.
2. La Constitución Republicana de 1931
La Constitución estableció la división entre el poder civil y eclesiástico. En protesta, Alcalá-Zamora dimitió de sus cargos de Gobierno, siendo sustituido por el ministro de guerra, Manuel Azaña, intelectual burgués y símbolo del espíritu reformista.
Aprobada el 9 de diciembre, la Constitución convirtió a España en un Estado democrático, laico y unicameral, con un gobierno responsable ante ella. El presidente gozaba de la facultad de disolver las Cortes (hasta dos veces en seis años), se estableció el sufragio universal, incluyendo a las mujeres, y se subordinó el derecho de propiedad al interés público, permitiendo las expropiaciones.
La Constitución ofrecía una vía para resolver los problemas regionales mediante la aprobación de estatutos de autonomía. El 10 de diciembre, Alcalá-Zamora fue elegido presidente, con Manuel Azaña al frente del gobierno.
3. El Bienio Progresista: Las Grandes Reformas (1931-1933)
- Reforma educativa: Se sustituyeron profesores religiosos por laicos, partidarios de la enseñanza progresista. A principios de 1933, la creación de diez mil escuelas nuevas reflejó esta mejora.
- Reforma militar: Se modernizó el ejército, ofreciendo la jubilación anticipada, cerrando la Academia General de Zaragoza (dirigida por Franco) y limitando los privilegios de los militares africanistas frente a los peninsulares. Estas medidas irritaron a sectores del ejército, pero no se atrevieron a disolver la Guardia Civil, aunque procuraron acabar con su hegemonía creando la Guardia de Asalto, leal a la República.
- Reforma agraria: Ante la persistencia de extensos latifundios, Manuel Azaña aprobó la Ley de Bases de la Reforma Agraria en 1932, aplicada en 14 provincias, que permitía la expropiación con indemnización. Sin embargo, la burocracia, los elevados costes de expropiación y la resistencia de los propietarios afectados limitaron la entrega de tierras a unas 12.000 familias en dos años.
- Estatutos de autonomía: El 9 de septiembre de 1932, Azaña impulsó la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En el País Vasco, este proceso se concretó en 1936.
4. El Bienio Conservador: La Reacción de Derechas (1933-1936)
La derecha católica aprovechó el anticlericalismo para organizar un movimiento, dando lugar en 1933 a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil-Robles. Más a la derecha se encontraba la Falange Española, fundada en 1933 por José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador, que se oponía a la república democrática y defendía un firme nacionalismo español, heredero ideológico del fascismo italiano.
Bienio Radical Cedista (1933-1936)
En noviembre de 1933, la derecha triunfó en las elecciones, con el Partido Republicano de Lerroux convertido en jefe de gobierno y la CEDA. Los gobiernos de derecha revisaron las reformas, anulándolas o suspendiéndolas. Las Cortes permitieron a la Iglesia, mediante leyes, su actividad docente y el cobro de dinero público. Esto provocó la radicalización de líderes del PSOE y UGT. La CNT declaró una huelga general en Zaragoza y, posteriormente, la UGT convocó movilizaciones masivas en el campo. A su vez, el PSOE mostraba su decisión de tomar el poder por la fuerza y practicar una política revolucionaria.
La Revolución en Asturias (1934)
Las organizaciones proletarias asaltaron las casas cuartel de la Guardia Civil en Asturias, tomaron la cuenca minera, ocuparon las fábricas de armas y se apoderaron de Oviedo. El gobierno recurrió al general Franco, quien sofocó la comuna asturiana en nueve días, causando miles de muertos. Las represalias se extendieron, con el encarcelamiento de 30.000 personas.
5. Las Elecciones de Febrero de 1936 y el Triunfo del Frente Popular
El gobierno de derechas convocó elecciones en febrero de 1936. La antigua conjunción republicano-socialista de izquierdas se preparó para la consulta con la firma de una alianza electoral, el Frente Popular, donde estaban representadas las izquierdas y parte de las fuerzas progresistas. Los candidatos del Frente Popular obtuvieron la mayoría necesaria para gobernar.
La Conflictividad Social
La victoria de las izquierdas provocó actos violentos entre los perdedores. En julio, unos pistoleros desconocidos asesinaron al teniente Castillo, de la Guardia de Asalto, y al día siguiente asesinaron a José Calvo Sotelo, líder de la derecha parlamentaria, como venganza.
De febrero a julio de 1936, las tensiones se agravaron con rumores de un golpe de estado por parte del ejército derechista. Varios generales conservadores llevaban conspirando desde el inicio y el gobierno no tomó medidas para evitarlo.
Finalmente, se produjo una revolución militar: comenzó en Marruecos en julio, y en los días siguientes el golpe de Estado o ‘alzamiento nacional’ se extendió por parte de España. El fracaso del golpe trajo consigo el inicio de la Guerra Civil.