La transformación de la monarquía española

 

EL Siglo XVIII: ANTIGUO RÉGIMEN, REFORMISMO E ILUSTRACIÓN



A lo largo del Siglo XVIII se produjeron transformaciones fundamentales en las estructuras económicas, sociopolíticas y culturales de Europa occidental. Se conoce como el Siglo de las Luces. 
Frente al pensamiento medieval, estático y conservador, los ilustrados propugnan el progreso y el cambio para mejorar la vida de los seres humanos. La burguésía fue la protagonista de este cambio.

1.CAMBIO DINÁSTICO Y GUERRA DE SUCESIÓN



El inicio del Siglo XVIII coincide con la muerte de Carlos II. Ante la falta de herederos, decidieron que los candidatos al trono eran Felipe, duque de Andjou y el archiduque Carlos. El designado en el testamento fue Felipe de Borbón, pero con la condición de renunciar al tronos francés para que no se unieran las dos coronas. 
El Imperio rompíó sus relaciones con Francia y preparó una coalición a la que se sumaron Provincias Unidas e Inglaterra. Estos tres países firmaron las Gran Alianza. Dos años después se le unían, Sabayo y Portugal. Estallaba así una guerra por la sucesión al trono de España, que fue civil e internacional.
Felipe de Anjou fue proclamado rey como Felipe V. Muchos españoles esperaban que con su llegada se detuviera la larga decadencia que padecía la monarquía hispánica. 
Las fuerzas borbónicas consiguieron la victoria de Almansa, en 1707,  y ocuparon Valencia y Aragón.
Los ejércitos de Felipe V consiguieron la victoria decisiva en Villaviciosa.
Si lograba la victoria en España podría formase un Imperio parecido al de Carlos V. Por lo tanto Gran Bretaña y las Provincias Unidas empezaron a negociar. Las negociaciones que configurarán el sistema de Utrecht en 1713.
Las dispodiciones del Tratado de Utrecht supusieron el reconocimiento de Felipe V como rey de España y de las Indias, pero renunciaba a la posible sucesión al trono francés y a los territorios europeos.

1.1. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA



Carlos sirvió de pretexto a Felipe V para suprimir sus institucuiones y privilegios mediante la promulgación de los Decretos de Nueva Planta. Su nueva organización político-administrativa se asemejaría a la de Castila y obligaba al uso del castellano como lengua administrativa y jurídica.
Estos decretos pretendían repetir las políticas centralistas ensayadas ya en Francia. Los decretos suprimieron instituciones como las Cortes de los distintos reinos, sus diputaciones, así como sus sistemas fiscales y monetarios propios. Igualmente, se suprimieron las aduanas y puertos secos interiores de la Corona aragonesa. 
Los territorios aragoneses pudieron conservar alguna de sus singularidades, como su propio derecho privado. Tampoco asimilaron el sistema fiscal castellano.
Las provincias vascas y Navarra conservaron sus instituciones, sus fueros, aduanas interiores e incluso sus exenciones militares.
Fue la recompensa de Felipe V por haberse mantenido fieles a la causa borbónica.

1.2.LA POLÍTICA EXTERIOR



Tras su consolidación en el trono, Felipe V quiso recuoerar territorios perdidos en Italia por el Tratado de Utrecht. Este deseo se vio reforzado por la pretensión de Isabel de Farnesio de situar a sus hijos, al frente de algún territorio italiano.
Tras un fracasado acercamiento a la Austria de los Habsburgo, bajo la dirección de José Patíño que llevó acabo una formidable labor en favor de la reconstrucción de la Marina española, se reorientó la política exterior mediante los llamados Pactos de Familia. En total se sellaron tres pactos con el objetivo primordial de recuperar los territorios italianos.

2.LAS REFORMAS BORBÓNICAS



Con Felipe V de Borbón se instauró en España el absolutismo monárquico según el modelos francés de su abuelo Luis XIV. El monarca ejercía un poder absoluto e ilimitado, aunque contaba con personas de su confianza que asumieron importantes funciones de gobierno.
La dinastía borbónica introdujo en España una nueva forma de organización del Estado que seguía el modelo ya establecido en Francia, fundamentado en la centralización que las principales medidas de gobierno las adoptaba el monarca y los secretarios del estado, y la uniformidad que las medidad debían aplicarse a todos los territorios de la misma forma.
Los Decretos de Nueva Planta fueron la primera medida centralizadora. Los secretarios de despacho pasaron a un primer plano. Figura clave en en esta reforma fue el marqués de la Ensenada que ocupó diversas secretarías.
En 1787 se instituyó la Junta Suprema del Estado, que con el tiempo se transformará en un Consejo de Ministros. El Consejo de Castilla conservó su importancia y actuó como tribunal superioir de justicia.
El reinado de Fernando VI se identifica con un período de paz que permitíó concentrar los esfuerzos para continuar las reformas iniciadas por Felipe V.
Con la llegada de los borbones se produjo una profunda transformación de la administración territorial y local. La nueva organización se apoyaba en tres grandes pilares: los capitanes generales que sustituyeron a los antiguos virreinatos y constituyeron el vértice del poder político y miltar, los intendentes que eran atribuciones fiscales, judiciales e incluso militares y los corregidores.
La nueva dinastía dedicó importantes esfuerzos a reorganizar un ejército que había quedado muy maltrecho tras la guerra de Sucesión. Para aumentar el número de reclutas se implantó el sistema de quintas. El regimiento sustituyó al tercio como unidad de combate. Se renovó el armamento y se instauró el cuerpo de ingenieros.

2.1.LA HACIENDA REAL



Los borbones reorganizaron la Hacienda pública centralizando la recaudación de impuestos. El mantenimiento del Imperio colonial, de las guerras exteriores, de las reformas, y el déficit obligaron a emitir vales reales. Su gestión fue encargada al Banco Nacional de San Carlos.
Los recursos principales procedían del castrato, por el que los contribuyentes aportaban ingresos a la Hacienda de manera proporcional y equitativa.
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.2.LAS RELACIONES IGLESIA-ESTADO


Los borbones incrementaron el regalismo estatal, esto es, la defensa de las prerrogativas de los monarcas frete al papado en los asuntos de la iglesia. Las tensiones se mantuvieron durante los primeros años del Siglo XVIII, debido a la disimulación de las aportaciones económicas de la monarquía a Roma y la intromisión en el nombramiento de cargos de la jerarquía.
La expulsión de los jesuitas de los territorios de la monarquía en 1767 fue un ejemplo de la vocación regalista de la monarquía borbónica . Los reformadores ilustrados mostraron una gran preocupación por el poder acumulado por la iglesia.

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