4. El triunfo del Frente Popular.En enero de 1936, Izquierda Republicana, Unión Republicana, PSOE, UGT, PCE, POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y los sindicalistas contrarios a la FAI firmaron el pacto del Frente Popular. En las que se recomendaba la formación de alianzas tácticas del movimiento obrero con la burguesía para combatir el fascismo//El Frente Popular constituyó una plataforma electoral que propugnaba la concesión de una amnistía, el restablecimiento de la Constitución de 1931, la recuperación de la legislación del primer bienio y la aceleración de la reforma agraria y educativa. En febrero de 1936, las elecciones dieron la victoria del Frente Popular//Entre febrero y julio de 1936, se produjeron los siguientes acontecimientos en España:-Se suceden 2 jefes de gobierno: Azaña es el primero y, a partir de mayo,Casares Quiroga, puesto que Azaña reemplazó a Alcalá-Zamora en la presidencia de la República-Las decisiones políticas más importantes fueron la concesión de una amnistía, la readmisión de los trabajadores represaliados y el restablecimiento del Estatuto de Cataluña y la Generalitat. Se procedió a restaurar el programa reformista, en especial la reforma agraria-Los socialistas no participaron en el gobierno (división interna)-El PCE opinaba que la defensa de la República y la democracia frente al fascismo era prioritaria. Esto influyó considerablemente en la vida política y social española-El movimiento sindical se lanzó a una ofensiva encabezada por la CNT y la UGT. Los jornaleros volvieron a ocupar las tierras de las que habían sido desalojados-Destacó también la oleada huelguística en Madrid (mayo-julio) y, en particular, el paro convocado en el sector de la construcción. En el transcurso del mismo tuvieron lugar enfrentamientos armados entre afiliados de la UGT y la CNT-Los militares considerados “golpistas” fueron alejados de los centros de poder: pero la conspiración se reanudó en de febrero, y participaron militares antiazañistas, civiles monárquicos, carlistas y fascistas-Se incrementó el terrorismo una serie pistoleros falangistas intentaron sembrar el pánico. Primo de Rivera fue encarcelado, y su partido, prohibido. Por su parte, militantes de izquierda, se tomaron la justicia por su mano y cometieron muchos. El12 de julio de 1936 los franquistas asesinaron José Castillo, socialista y teniente de la Guardia de Asalto. Sus compañeros acudieron a buscar a su domicilio a Calvo Sotelo, el parlamentario más famoso de extrema derecha, y lo asesinaron. El doble crimen impactó en la opinión pública y sirvió a los conspiradores para justificar una sublevación militar.
La guerra civil se vivió con gran interés en todo el mundo, pues fue el comienzo del enfrentamiento bélico entre la democracia y el fascismo, que seguiría después con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Por ello, la guerra española suscitó de forma inmediata el miedo a su extensión por Europa que se hallaba sumida en medio de una situación de enfrentamiento entre potencias. Si alguna intervenía militarmente en España podría suponer la internacionalización del conflicto.
Para evitar esto, Francia y Gran Bretaña crearon un Comité de No Intervención en Londres en septiembre de 1936, del que formaban parte 30 países que se comprometieron, en teoría, a no ayudar a ninguno de los dos bandos. Las marinas británica, francesa, alemana e italiana controlarían una zona marítima cada una para que no entrase material de guerra en España, y Francia y Portugal cerrarían sus fronteras terrestres. Pero todo ello constituyó una gran mentira pues no consiguió impedir que los dos bandos recibiesen ayuda exterior, y que se cometiese una gran injusticia con la República, al negar a un Estado soberano y elegido por el pueblo su derecho a comprar armas para defenderse de una insurrección militar.
La República recibió ayuda militar de la Unión Soviética, México y Francia.
La Unión Soviética proporcionó cuadros técnicos, víveres y armamento que tuvieron que ser pagados con el oro del Banco de España. El presidente mexicano envió material militar movido por su simpatía hacia la República y por su deseo de intervenir en la política internacional antifascista.
Francia, al principio de la guerra decidió ayudar a la República, pero tras las presiones británicas dejó de vender armas a España y su papel pasó a ser el de un país de acogida y asilo de dirigentes republicanos y de miles de españoles que huían de las tropas de Franco.
Pero la gran ayuda internacional le llegó de la mano de las Brigadas Internacionales que eran unidades de combate formadas por voluntarios procedentes de Europa y América, en su mayoría de ideología de izquierda, que vinieron a España para ponerse a disposición del gobierno republicano para luchar contra el fascismo español. Fueron distribuidos en seis Brigadas que estaban formadas por batallones que solían agrupar a los soldados de cada país. Su intervención fue decisiva para defender Madrid en el otoño de 1936.
Recibieron principalmente ayuda de Italia y Alemania en forma de armas (aviones, carros de combate, municiones, etc.) y cuerpos expedicionarios (16.000 soldados alemanes y 40.000 italianos). Alemania envió a su Legión Cóndor que dio a los sublevados la superioridad aérea durante la mayor parte de la guerra.
Portugal apoyó a los sublevados con el envío de unos millares de combatientes.
Estados Unidos se declaró neutral, pero su miedo ante el avance de la revolución comunista llevó a varias empresas americanas (Ford o General Motors) a suministrar material al bando franquista. La actitud del Vaticano fue favorable a los rebeldes, debido a las difíciles relaciones existentes con la República. El Papa Pío XI fue un partidario de Franco, reconociendo el régimen dictatorial ya en agosto de 1937.
3. La internacionalización del conflicto
La guerra civil se vivió con gran interés en todo el mundo, pues fue el comienzo del enfrentamiento bélico entre la democracia y el fascismo, que seguiría después con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Por ello, la guerra española suscitó de forma inmediata el miedo a su extensión por Europa que se hallaba sumida en medio de una situación de enfrentamiento entre potencias. Si alguna intervenía militarmente en España podría suponer la internacionalización del conflicto.
Para evitar esto, Francia y Gran Bretaña crearon un Comité de No Intervención en Londres en septiembre de 1936, del que formaban parte 30 países que se comprometieron, en teoría, a no ayudar a ninguno de los dos bandos. Las marinas británica, francesa, alemana e italiana controlarían una zona marítima cada una para que no entrase material de guerra en España, y Francia y Portugal cerrarían sus fronteras terrestres. Pero todo ello constituyó una gran mentira pues no consiguió impedir que los dos bandos recibiesen ayuda exterior, y que se cometiese una gran injusticia con la República, al negar a un Estado soberano y elegido por el pueblo su derecho a comprar armas para defenderse de una insurrección militar.
A) La ayuda extranjera a los republicanos
La República recibió ayuda militar de la Unión Soviética, México y Francia.
La Unión Soviética proporcionó cuadros técnicos, víveres y armamento que tuvieron que ser pagados con el oro del Banco de España. El presidente mexicano envió material militar movido por su simpatía hacia la República y por su deseo de intervenir en la política internacional antifascista.
Francia, al principio de la guerra decidió ayudar a la República, pero tras las presiones británicas dejó de vender armas a España y su papel pasó a ser el de un país de acogida y asilo de dirigentes republicanos y de miles de españoles que huían de las tropas de Franco.
Pero la gran ayuda internacional le llegó de la mano de las Brigadas Internacionales que eran unidades de combate formadas por voluntarios procedentes de Europa y América, en su mayoría de ideología de izquierda, que vinieron a España para ponerse a disposición del gobierno republicano para luchar contra el fascismo español. Fueron distribuidos en seis Brigadas que estaban formadas por batallones que solían agrupar a los soldados de cada país. Su intervención fue decisiva para defender Madrid en el otoño de 1936.
B) La ayuda extranjera a los sublevados
Recibieron principalmente ayuda de Italia y Alemania en forma de armas (aviones, carros de combate, municiones, etc.) y cuerpos expedicionarios (16.000 soldados alemanes y 40.000 italianos). Alemania envió a su Legión Cóndor que dio a los sublevados la superioridad aérea durante la mayor parte de la guerra.
Portugal apoyó a los sublevados con el envío de unos millares de combatientes.
Estados Unidos se declaró neutral, pero su miedo ante el avance de la revolución comunista llevó a varias empresas americanas (Ford o General Motors) a suministrar material al bando franquista. La actitud del Vaticano fue favorable a los rebeldes, debido a las difíciles relaciones existentes con la República. El Papa Pío XI fue un partidario de Franco, reconociendo el régimen dictatorial ya en agosto de 1937.