Que territorios perdió Francia en 1815

Carlos I de España y V de Alemania fue coronado emperador (1519) a pesar de la oposición de las potencias europeas (Francisco I de Francia y Enrique VIII, rey de Inglaterra)  con  la  idea  de  rescatar  la  antigua  idea  del  Sacro  Imperio  Romano  de Carlomagno. La idea era alcanzar el máximo poder sobre los príncipes alemanes y los reyes europeos  como  defensor  de la  cristiandad  en  el  momento  en  el  que  se  extendía  el protestantismo.  Consiguió  reunir  bajo  su  persona  un  conjunto  de  estados  heterogéneos  que tenían lenguas, culturas e instituciones diferentes: los territorios alemanes y el título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, los derechos sobre el ducado de Milán, los Países Bajos, el Franco Condado, el Charoláis, los reinos de Castilla (junto con  las  posesiones  africanas  y  las  tierras  americanas),  Aragón,  Navarra,  Nápoles, Sicilia y Cerdeña. 5 Política exterior de Carlos I  A pesar del ideal imperial transmitido por sus propagandistas, la política exterior de Carlos V no tenía ningún otro objetivo que la defensa de su herencia dinástica. Para ello, tuvo que recurrir casi constantemente a la guerra (a veces simultánea) contra tres enemigos principales: 1.El rey de Francia. 2.El sultán del Imperio otomano («el turco», según denominación de la época). 3.Y los príncipes alemanes protestantes.  Para los intereses de Castilla y Aragón, la defensa del Mediterráneo occidental frente  a  los  turcos  era  prioritaria.  Sin  embargo,  el  monarca  dio  preferencia  a  la hegemonía en Europa. Con  este  fin,  emprendíó  guerras  por  todo  el  continente  y  empleó  los instrumentos heredados de Fernando de Aragón: una eficaz red de embajadores y un poderoso ejército que ya había combatido en Italia.  A este último se sumó  un número creciente de mercenarios, organizados en tercios: el tercio era la unidad básica de la infantería en el ejército de Carlos V y sus sucesores.  Estaba  formado  por  cerca  de  tres  mil  hombres,  entre  los  que  había  mil quinientos lanceros o piqueros (equipados con una pica), mil rodeleros (con espada y rodela  o  escudo,  luego  sustituidos  por  el  mosquete,  un  arma  de  fuego  ligera)  y quinientos arcabuceros (armados con arcabuz). Los lanceros rodeaban a los rodeleros formando un cuadrado; los arcabuceros y la artillería los apoyaban situados en otro lugar. Estas formaciones militares eran muy difíciles de romper por el enemigo. La  política  exterior  y  las  guerras  fueron  posibles  gracias  a  la  financiación proporcionada por el oro y sobre todo, la plata procedentes de las Indias, que empezaron a llegar en cantidades considerables a partir de 1530.  Las principales consecuencias de esta política exterior fueron: -La hegemonía de los Habsburgo en Italia (a costa de Francia) y un considerable prestigio militar en tierra (victorias de Pavía o San Quintín).  -Sin  embargo,  no  se  logró  crear  una  flota  que  detuviese  a  los  turcos  en  el Mediterráneo, ni tampoco se pudo contener la difusión del protestantismo por el norte y centro de Europa (que rompíó la unidad religiosa del Sacro Imperio). -Por último, los elevados gastos militares dejaron una pesada herencia de deudas y acreedores al hijo de Carlos V, Felipe II, y limitaron a su vez los objetivos de su política exterior. El Imperio hispánico de Felipe II. En 1556, tras la ceremonia de abdicación de Bruselas del Carlos I, Felipe II accede al trono como rey de España, sin la dignidad imperial  de  Alemania,  ni  los  territorios  austríacos  que  pasan  a  manos  de  su  tío Fernando. A pesar de esta división los territorios que recibe en herencia son inmensos, abarcando todos los continentes. Desde Europa a Filipinas, pasando por América y algunos puntos en el norte de África.A todos estos territorios, patrimonio de la monarquía española y gobernados desde España (Madrid será la primera capital oficial del Estado desde 1561), se añadirán los correspondientes a Portugal y su Imperio, a partir de 1580, tras la proclamación de Felipe II como rey de Portugal (Unidad Ibérica).  La unidad ibérica: la incorporación de Portugal en 1580  Felipe II pretendía consolidar la supremacía del Imperio hispánico, de ahí la necesidad de incorporar Portugal. Tras la muerte sin descendencia del rey Sebastián I de 6 Portugal, reclamó el trono por ser hijo de Isabel de Portugal y nieto de Manuel el Afortunado. La nobleza y el alto clero se inclinaron por Felipe y el bajo clero y las clases populares por don Antonio, prior de Crato. Las tropas dirigidas por el duque de Alba invadieron el país en 1580, y Felipe II fue reconocido rey de Portugal en las Cortes de Tomar de 1581. Así se conseguía la unidad peninsular, fruto de la política matrimonial de los Reyes Católicos. La política exterior de Felipe II: Felipe  II  heredó  de  su  padre  los  fundamentos  ideológicos  de  su  política internacional: la defensa del catolicismo y de la superioridad del Imperio hispánico en  Europa.  En  consecuencia,  su  política  tendrá  como  ejes  la guerra  con  Francia (herencia inacabada de su padre), contra los turcos, el problema de Flandes y el enfrentamiento con Inglaterra.  La ofensiva contra los turcos en el Mediterráneo: Lepanto (1571)  El reinado de Felipe II coincidíó con el máximo esplendor turco bajo Solimán el Magnífico, los otomanos amenazaron todo el Mediterráneo al apoderarse de Chipre y Túnez. Ante ello, se coaligaron la monarquía hispánica, Venecia y el Papado (Santa Liga) y armaron una gran escuadra. El enfrentamiento se dio en el golfo de Lepanto, y significó  una  gran  victoria  de  los  cristianos,  que  alejó  el  problema  turco  del Mediterráneo occidental durante años.  La rebelión de los Países Bajos.  A  partir  de  1566  el  problema  fundamental  del  reinado  de  Felipe  II  fue  la sublevación de los Países Bajos (Flandes). En ella se mezclaban cuestiones religiosas (la expansión del protestantismo) y políticas (el deseo de la nobleza flamenca de gozar de autonomía política).  Felipe  II  no  toleró  el  protestantismo  en  sus  posesiones  ni  los  deseos autonomistas, enviando al duque de Alba para reprimir la sublevación. Con la ayuda de algunos  príncipes  protestantes  alemanes,  de  los  hugonotes  franceses  y  el  apoyo  de Inglaterra, los rebeldes, dirigidos por Guillermo de Orange, consiguieron prácticamente independizar una parte del territorio:
El norte (Uníón de Utrecht); mientras que el sur (Uníón de Arrás), de mayoría católica se mantuvo fiel a Felipe II.  La paz se firmó con el acuerdo de nombrar a Isabel Clara Eugenia, hija del rey español, y a su marido el archiduque Alberto, regentes de los Países Bajos, con el compromiso de que el hijo que tuvieran sería el nuevo rey, y en caso de no tener descendencia, el territorio volvería a los Austrias españoles. El conflicto se prolongó, con treguas y altibajos, hasta 1648.  Los enfrentamientos con Francia e Inglaterra: La Armada Invencible.Los conflictos con Francia continuaron hasta que se produjo la victoria de San Quintín (1557) y la firma de la paz de Cateau-Cambresis (1559), que dio lugar a un período de tranquilidad.  Inglaterra había sido,  desde  el  reinado  de  los Reyes  Católicos  aliada  de la Corona española frente a Francia. El primer matrimonio de Felipe II fue con María Tudor, reina de Inglaterra y católica, pero al morir sin descendencia, el trono pasó a su hermanastra,  la  reina Isabel  I  (1558).  Ésta,  de  religión  anglicana,  apoyó  a  los protestantes  de Flandes  y  apoyó  a los  corsarios  que  atacaban  los  barcos  españoles. Felipe  II  decidíó  enfrentarse  a  Inglaterra  y  preparó  una  gran  flota  para  atacarla (Armada Invencible). La expedición fue un desastre y la Invencible regresó diezmada y vencida (1588).  
7 En 1584 estalló una Guerra Civil en el país vecino entre católicos y protestantes, allí llamados hugonotes, que llevó a Felipe II a apoyar a los primeros. Así manténía a sus  ejércitos  implicados  en  tres  frentes:  los  Países  Bajos,  Inglaterra  y  Francia.  Sin resolver ninguno de los problemas, el rey moría en Septiembre de 1598 en El Escorial.

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