Segunda republica

2.- El Bienio Reformista (1931-1933)

            Tras las elecciones de junio de 1931 obtiene amplia mayoría las fuerzas republicanas de Azaña, Alcalá-Zamora, el PSOE, le Roux, etc, quedando las derechas reducidas a una mínima parte del Parlamento. Como consecuencia de esto comienzan las reformas que los republicanos tenían en mente:

1.- Reforma religiosa.

            Se trataba de secularizar a la sociedad española, por lo cual hubo libertad de cultos, el Estado dejó de pagar el presupuesto de culto y clero, aumento el número de cementerios civiles, permiten el divorcio y el matrimonio civil. Para seguir quitándole poder a la Iglesia se les prohibió la labor educativa y además se aprobó la llamada Ley de Congregaciones, que limito la cantidad de bienes que podían tener las ordenes religiosas y también su disolución en caso de que fueran un peligro para el Estado. El enfrentamiento más grave fue con los Jesuitas que tiene entre sus normas un voto de obediencia incondicional al Papa de Roma.

            La quema de conventos y de iglesias agravo el problema con la Iglesia al resurgir el anticlericalismo decimonónico. El cardenal Segura protesto tan enérgicamente contra las medidas del gobierno que fue expulsado de España.

2.- Reforma militar.

            Era muy necesaria porque existían demasiados jefes y oficiales respecto al número de soldados, porque existía el problema de los africanistas y porque muchas veces los militares tenían la costumbre de intervenir en política. Para intentar acabar con estos males aprobó la Ley de Retiro de la Oficialidad, por la cual los militares que quisieran podían retirarse con el 100 % del sueldo. Una gran parte de la oficialidad así lo hizo pero algunos militares que no eran partidarios de la República se mantuvieron en sus puestos. El gobierno también suprimió algunas academias militares, los tribunales de justicia que tenían los propios militares, modifico el régimen de ascensos. Finalmente creó el cuerpo de Guardias de Asalto que sustituye al cuerpo de Carabinero. Aun así el mal estar continuaba en el seno del ejército.



3.- Reforma agraria.

Para acabar con la lacra del latifundismo y la gran cantidad de jornaleros que no tenían tierra se pensó en realizar la reforma agraria, el proyecto más ambicioso de la II República. Se pretendía repartir alrededor de 60000 propiedades por año a familias de jornaleros sobre todo en Andalucía, Castilla y Extremadura. El problema fue la catalogación de las fincas que había que expropiar (claramente delimitadas en la Ley de Reforma Agraria de 1932) porque no había medios informáticos, porque otras fincas no estaban censadas y sobre todo porque la sección que se creó en el ministerio Agrícola, el Instituto de Reforma Agraria tenía muy poco funcionarios a su cargo. De esta manera solamente pudieron darles a 12000 familias entre 1933 y 1934. El descontento de los campesinos mayoritariamente anarquistas fue notable y produjo enfrentamientos graves en el cambo (ocupación de fincas, enfrentamiento con las fuerzas el orden, quema de archivos notariales); el anarquismo dejo de prestar su apoyo a la República y aumento la tensión social.

4.- Reforma del Estado.

            Se pasa del centralismo a la descentralización. Los dos casos más notables de descentralización son Cataluña y el País Vasco.

a) Cataluña. En 1931, Macià había proclamado la República catalana pero este intento fracaso porque el gobierno de la República actuó rápidamente. Sin embargo, como era intención de la Republica otorgar autonomía, les permitió la creación de la Generalitat, órgano tradicional de gobierno de los condados catalanes durante la Edad Media. Una comisión de nacionalistas quedo encargada de la redacción del futuro estatuto de autonomía, que se llamó “Estatuto de Nuria” que se finalizó en 1931 e inmediatamente pasó a trámite parlamentario, y fue aprobado por las Cortes españolas en septiembre de 1932. Por lo tanto Cataluña tenía un parlamento propio, un presidente propio y tenía competencias económicas y culturales propias. El primer presidente de la Generalitat fue Macià.



b) País Vasco.  Los miembros del PNV y los carlistas redactaron en 1931 el Estatuto de Estella de carácter moderado, muy católico por lo que los republicanos de izquierda no quisieron aprobarlo en las Cortes y retrasaron su aprobación hasta octubre de 1936, ya en plena Guerra Civil. Su primer presidente fue José Antonio Aguirre.

c) Galicia y Andalucía. Llegaron tarde al proceso autonómico porque su conciencia nacionalista era bastante menos, en el caso de Galicia se había reducido prácticamente a la obra poética de Rosalía de Castro y en el caso de Andalucía un nacionalismo tardío y demasiado intelectual que no llegó a conectar con el pueblo andaluz. Aunque ambos estatutos fueron admitidos en las Cortes, ninguno de ellos fue aprobado.

5.- Reforma educativa.

            La República comenzó una obra educativa liberar y laica, creando en poco tiempo una red nieva de 10000 escuelas y erradicando de la enseñanza la asignatura de religión católica. La escuela fue mixta, obligatoria y gratuita y la educación fue reconocida por primera vez un derecho y un deber. Para mejorar el nivel de cultura general de las personas que no habían podido asistir a la escuela se crearon las Misiones Pedagógicas, encargadas de llevar a todos los pueblos de España las obras fundamentales de la literatura española y además los adelantos tecnológicos más notables de la época.



6.- Reforma laboral.

            Cuando Francisco Largo Caballero toma posesión del Ministerio de Trabajo, comienzan las reformas para mejorar las condiciones laborales, entre ellas la Ley de Contratos de Trabajo que regula la negociación colectiva, la Ley de Jurados Mixtos que ordena el arbitraje en caso de que patronos y obreros no se pongan de acuerdo en la negociación; además aprueba la jornada laboral de 40 horas, aumenta por decreto los salarios, regula los seguros sociales y enfermedad, las jubilaciones, refuerza la afiliación sindical, etc. Estas medidas provocan el descontento de los empresarios que se oponen a esta política reformista y aumenta la conflictividad laboral tanto en el campo como en la industria.

            CNT estaba a la cabeza de los desórdenes laborales porque era la central con mayor número de afiliados (solo en el campo poseía 450000 afiliados). Una de sus insurrecciones más famosas es la de Casas Viejas en Andalucía, pero también son importantes la sublevación de los mineros en el alto Llobregat o las ocupaciones de fincas en Castil-Blanco. Esta serie de hechos provocó un enorme desgaste al gobierno que tras el escándalo de Casas Viejas opto por convocar nuevas elecciones.

Para ese tiempo las derechas se habían reorganizado en la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) bajo la dirección de José María Gil Robles. También existía un partido monárquico llamado Renovación Española cuyo líder era José Calvo-Sotelo.

            En el centro continuaba siendo mayoritario el Partido Radical de Alejando Lerroux de orientación republicana. La izquierda seguía estando representada por el PSOE y PCE.

            En la ultraderecha surge otro partido llamado Falange Española liderado por José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador, partido de orientación fascista que se fusiona con otro de la misma orientación llamado JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista).

            Además, tras el intento de golpe de estado del general Sanjurgo en 1932 surge en el seno del ejército la UME (Unión Patriótica Española) en 1933, con el objetivo de luchar contra la República.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *