Sociedad ilustrada

LA Rusia ZARISTA EN VÍSPERAS DE LA GRAN GUERRA:


Rusia hasta el Siglo XX estuvo regida por la dinastía Romanov que ejercía todos los poderes estatales por derecho divino. En 1896 Nícolás II fue coronado zar en Moscú.  Aunque Rusia era una gran potencia, estaban muy atrasados respecto a los otros países europeos.

Demografía, sociedad y economía:

La población rusa estaba conformada por 175 millones de habitantes, viviendo el 80% de ellos en el campo. Tenían una gran diversidad étnico-lingüística y religiosa (la mitad eran rusos y un 20% ucranianos). El poder casi absoluto del zar se ejercía con el apoyo de la nobleza y del clero ortodoxo. El clero y la nobleza, junto con la corona, eran los propietarios de la tierra fértil  y la explotaban. La inmensa mayoría eran campesinos pobres llamados mujiks (arrendatarios y jornaleros) que trabajaban con los medianos propietarios autónomos (kulaks). La economía se sustentaba en una agricultura muy poco productiva. La servidumbre feudal se abolíó en 1861. Se inició un proceso de industrialización gracias a la colaboración del capital británico y francés. El sector industrial estaba muy concentrado en ciudades como Moscú y San Petersburgo aunque también en zonas de Ucrania y Donetz. En torno a esas grandes ciudades, surgíó una burguésía comercial que se inspiraba en el Occidente europeo.

Las tensiones políticas:

El proceso de modernización social y económica condujo al surgimiento  de oposición y denuncia. Este movimiento cultural recibíó el nombre de “Intelligentsia” que criticaba el retraso ruso y difundía valores occidentales contra los sectores tradicionalistas. En el plano político, la oposición liberal al despotismo zarista fue entre las pequeñas y medias burguésías que apoyaban al Partido Constitucional Democrático (“KD”) y buscaban una reforma orientada a la Europa occidental. La principal fuerza opositora residía en los movimientos populistas integrados por intelectuales radicales que combinaban el credo nacionalista con la defensa del campesinado y el socialismo agrario comunal. Desarrollaron una táctica terrorista en grupos de vanguardia (en 1881 asediaron al zar Alejandro II) que tuvo como consecuencia una dura represión policial. En 1905 se constituyó el Partido Social Revolucionario. En 1898 se constituyó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso inspirado en el marxismo. Destacó Vladimir Ilich Uliánov (Lenin). 


Lenin y la formación del bolchevismo:


Lenin fue el principal pensador revolucionario que dirigíó la revolución y publicó “¿Qué hacer?” en el que defendía sus ideales.  El partido debería ser un núcleo reducido de líderes jerárquicamente organizados para dirigir al movimiento popular. Su objetivo era luchar contra el capitalismo y conquistar el poder político mediante una revolución social y colectivista e igualitaria. Lenin de desvió del marxismo europeo pues consideraba que ese reformismo no era revolucionario y la clase obrera solo era capaz de articular sindicatos defensivos incapaces de conquistar el poder político. Por ello necesitaban ser guiados por un partido de revolucionarios profesionales inspirados por el leninismo. Lenin impuso sus ideas en 1903 con el Partido Obrero Socialdemócrata. Este se dividíó en bolcheviques (dirigidos por Lenin) y los mencheviques sin una dirección definida.

La Revolución de 1905:

En 1905 el Imperio de los zares sufríó la primera oleada revolucionaria. La derrota militar ante Japón supuso la humillación del zar y demostró el creciente atraso de Rusia ante sus países vecinos más modernizados. Esto generó descontentó de los sectores burgueses, obreros y de los campesinos que exigieron mejores en sus condiciones de vida y mayores posibilidades para acceder a la propiedad de la tierra. El detonante de la revolución fue una masiva manifestación obrera que tuvo lugar en Enero de 1905 en el Palacio de Invierno de San Petersburgo. Allí se reivindicaron pero el ejército disparó contra los manifestantes causando numerosas muertes. Esto se conoce como Domingo Sangriento y dio lugar a múltiples huelgas y levantamientos. El zar Nícolás II prometíó libertades civiles y la convocatoria de una Duma (Parlamento) que elaboró una Constitución liberal-demócrata. Diversos partidos aceptaron esta promesa pese a que el zar acabara faltando a su palabra aunque convocó elecciones a una Duma. Con el paso del tiempo, el Gobierno zar se volvíó más arbitrario y la camarilla más dirigente estuvo dirigida por Rasputín, un favorito del zar y la zarina. En 1914 el aislamiento político era un factor crucial de la situación rusa.


LA REVOLUCIÓN RUSA DE 1917:


La Revolución de 1917 fue el resultado de la crisis política e institucional provocada por la tensión de la Primera Guerra Mundial. Las derrotas militares acabaron destruyendo el Gobierno del zar. Tras esto, se buscó una política que garantizara la estabilidad del país.

Rusia en la Gran Guerra:

La participación rusa en la 1GM fue decisiva para la caída del régimen zarista pues no pudo hacer frente a todos los ataques. Ente 1914 y 1917 la capacidad de acción y la legitimidad del Gobierno entraron en decadencia por el reclutamiento masivo de campesinos, la desarticulación productiva, las derrotas humillantes, las pérdidas humanas y la expansión del hambre y la miseria. El descontento social se transformó en la movilización general contra la incompetencia del zar y de las autoridades.

La Revolución de Febrero:

El primer golpe revolucionario fue en la capital, Petrogrado, en Febrero de 1917. El Gobierno envió al ejército para reprimir una manifestación espontánea de mujeres y obreros pero los soldados se negaron a emplear la violencia. El 27 de Febrero la mayoría de las tropas de la ciudad se unieron a las protestas y forzaron la dimisión del Gobierno. El vacío de poder se intentó cubrir con un Gobierno provisional presidido por Lvov mientras que el sóviet de Petrogrado asumía funciones administrativas por su propia cuenta. Nícolás II abdicó en su hermano quien renunció al trono llamando a la elección de una Asamblea Constituyente. El colapso del Estado forzó la caída del zar y su reemplazo por una república liberal democrática. Aún así, el desencadenante de que surgiera una dualidad de poderes tan inestable fueron las tensiones internas. Por un lado estaba el Gobierno constitucional dirigido por Aleksandr Kerenski del Partido Social Revolucionario con cadetes y mencheviques. Intentaban constituir un nuevo Estado liberal-democrático representando a los sectores urbanos. Por otro lado estaban los organismos administrativos municipales (sóviets) constituidos por obreros, campesinos y soldados. 


Los sóviets eran propios de grandes ciudades como Moscú o Petrogrado, dónde Trotski presidía el sóviet. Lenin regresó a Rusia tras su exilio en 1917 creyendo que su llegada acentuaría la crisis política.  Lenin anunció la voluntad de tomar el poder e instaurar la “dictadura del proletariado”, esa fue la transición del socialismo al comunismo (sociedad sin clases ni Estado). Aunque los bolcheviques eran muy pocos, Lenin consiguió un programa de tres exigencias: Paz para poner fin a la guerra mediante un tratado con Alemania, rompiendo los acuerdos con los aliados. Pan para remediar la crisis de abastecimientos alimenticios regulando y estabilizando los mercados y las fábricas. Tierra para dar a los campesinos quitándosela a la corona, nobleza e Iglesia. Lenin ofrecíó una alternativa para superar la crisis generada por la dualidad de poder con el fin de acabar con el Gobierno de Kerenski y la burocracia. Su objetivo era dar más importancia y poder a los soldados como legítimos organismos administrativos.

La Revolución de Octubre:

En 1917 Kornilov, intentó dar un Golpe de Estado que fracasó. Más tarde se produjo un segundo golpe revolucionario el 25 de Octubre. Los bolcheviques armados, con apoyo de los marinos de la fortaleza naval de Krondstadt, asaltaron el Palacio de Invierno de Petrogrado y ocuparon puntos estratégicos de la ciudad. Lenin tuvo que afrontar varios desafíos. A pesar de su éxito, los bolcheviques tenían pocos seguidores. Eran fuertes en ciudades, áreas industrializadas  y entre soldados, pero eran débiles en las provincias y entre el campesinado. Las elecciones a la Asamblea Constituyente mostraron el poco apoyo a los bolcheviques y la victoria de los socialistas revolucionarios. Lenin al no querer compartir el poder, formó la Asamblea Constituyente que disolvíó en Enero de 1918 dejando claro que el único poder que debía haber en Rusia era el del Gobierno bolchevique. Según el decreto de disolución redactado por Lenin, no había lugar para el anterior sistema político y los bolcheviques constituirían la dictadura del proletariado. 


LA CREACIÓN DEL RÉGIMEN SOVIÉTICO EN TIEMPOS DE Lenin:


Lenin y los bolcheviques lograron consolidar su poder gracias a medidas como los Decretos de Octubre, especialmente el decreto sobre la tierra que expropiaba los latifundios para entregarlos a los sóviets campesinos. Otro decreto propónía las conversaciones de paz. Otras medidas fueron el control obrero de las industrias y la concesión del derecho de autodeterminación a todas las nacionalidades.

Los primeros pasos del régimen:

Los bolcheviques implantaron una dictadura de partido que era más dura cuanto mayor era la resistencia a ella. El Golpe de Estado, en Octubre de 1917, y la disolución de la Asamblea, en Febrero de 1918, inauguraron una nueva fase en la historia de Rusia. La organización revolucionaria adoptó el nombre de Partido Comunista. Esto sucedíó en una Guerra Civil contra los llamados rusos blancos, apoyados por las potencias aliadas que enviaron sus propios ejércitos contra el nuevo Gobierno y les facilitaron ayuda. Los focos de resistencia contrarrevolucionaria se encontraban en Ucrania principalmente. Estos grupos estaban integrados por antiguos zaristas y liberales-demócratas. Sus divisiones políticas fueron limitando su capacidad de acción y de apoyo popular. El Ejército Rojo organizado por Trotski se reveló para lograr la primera victoria militar sobre los rusos blancos y sus aliados. En Julio de 1918, Lenin ordenó el fusilamiento del zar Nícolás y de su familia. También promovíó la negociación con Alemania de una cuerdo de paz que implicó grandes renuncias. La paz firmada de Brest-Litovsk en Marzo de 1918 amputaba a Rusia de una gran aprte de sus territorios europeos pero daba la esperanza de reconstruir el poder bolchevique. En Marzo de 1919 se creó en Moscú la III Internacional o Komintern cuyo objetivo era obtener apoyo y exportar la revolución por todo el mundo capitalista y colonial. Agrupaba a los partidos comunistas como escisiones de los partidos socialistas. Al margen de algunos éxitos, no consiguió extender este modelo ruso. Se provocó una división del movimiento obrero que agudizó los problemas de la 1GM y dividíó a la población en socialistas y comunistas. 


Del “comunismo de guerra” a la NEP:


Entre 1918 y 1921, Lenin edificó el primer Estado de Partido único de la historia. Ese régimen totalitario se hizo cargo de la vida organizada del país a través del “comunismo de guerra” (nacionalizar industrias, transportes, servicios, etc.). Los efectos fueron desastrosos: 5 millones de personas murieron de hambre y las cosechas empeoraron. Lenin sustituyó el “comunismo de guerra” por la NEP (Nueva Política Económica) en la cual los campesinos retomaban el control de sus granjas  y comercializaban con sus cosechas. Entre 1921 y 1918, sucedíó un retorno controlado a la economía de mercado y se recuperaron los niveles de producción agraria e industrial abasteciendo a las ciudades. La economía se revitalizó  y la producción agraria e industrial mejoró dando lugar a un campesinado próspero y una gran burguésía comercial. El régimen soviético construyó una sociedad gobernada por los obreros y los campesinos en contra de burgueses, aristócratas y clérigos ortodoxos. La represión de toda la oposición política e ideológica caracterizaba este régimen. Las tendencias burocráticas tendían a la creación de una dictadura personal como también sucedíó con su sucesor: Iósif Stalin.

La sucesión de Lenin:

El ascenso de los apparatchik propició la elección de Stalin como secretario general del partido en Abril de 1922 cuando Lenin cayó enfermo. Lenin dudaba entre Stalin o Trotski. Cuando Lenin fallecíó, entró en vigor el edificio institucional conocido como Uníón de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).  La lucha política se articuló entorno a Stalin y Trotski. Discrepaban en el papel internacional del régimen soviético, la NEP y el Partido Comunista.


EL TRIUNDO DEL ESTALINISMO:


La pugna entre Trotski y Stalin (1924-1927) finalizó con la victoria de este último y el exilio en 1927 de Trotski para después ser asesinado en 1940. La URSS se convirtió en una dictadura totalitarista que hicieron de ella una potencia mundial.

El poder personal de Stalin:

La revolución copió las tradiciones políticas de la vieja Rusia y nombró al nuevo zar rojo. Stalin concentraba todo el poder político y así configuró un régimen totalitario que pretendía controlar toda la vida social. Se consideraba “enemigos del pueblo” a los espías, contrarrevolucionarios, trotsquistas, etc. Stalin ocupaba todos los cargos de poder: secretario general del PCUS, presidente de su Comité Ejecutivo (Politburó) y de su Comité Central. La burocracia soviética crecíó tras la victoria. El papel del Partido Comunista  de la Uníón Soviética hizo que fuera objeto de varias purgas destinadas a eliminar a los adversarios de Stalin. En 1930 se expulsaron a los militantes críticos y a los trostquistas. En 1933 se expulsaron a medio millón de empleados por deslealtad. Entre 1936 y 1938 tuvieron lugar los “procesos de Moscú” en los que asesinaron a numerosos políticos y altos miembros del Partido Comunista. Stalin empleó la violencia más extrema para imponer su política. El terror se convirtió en un arma para anular resistencias, doblegar voluntades e imponer medidas radicales. La vieja policía política leninista se convirtió en la NKVD (Comisariado Popular para Asuntos Internos) que dirigía el Gulag. La NKVD ejecutó a 780.000 personas y los campos de Gulag acogieron a 1.3 millones de prisioneros. 


Industrialización y colectivización:


Stalin puso fin a la NEP y quiso revolucionar la economía soviética para que Rusia se convirtiera en una potencia. El programa de estatalización de la economía tuvo tres grandes focos de actuación: El primero fue la planificación central de la economía por parte del Estado para modernizar el país en poco tiempo. Este proceso se hizo con sus propios recursos de manera autosuficiente. El Gosplan (Comisión General de Planificación Estatal) quedó encargado de remodelar la economía (determinar los salarios, fijar cuotas de producción, etc.). Se elaboró el Primer Plan Quinquenal cuyo incumplimiento acarreaba graves sanciones. El segundo fue someter a la agricultura a un proceso forzado de colectivización que desembocó en koljós (granjas colectivas autónomas) y sovjós (granjas colectivas estatalizadas). La resistencia del campesinado a esa colectivización fue inútil. En 1936 el 90% trabajaba en unas 245.000 granjas colectivas. Aunque se generó una hambruna en 1931-1932, se alcanzaron los niveles productivos previstos. El tercero fue la industria que quería fortalecer la clase obrera. La industria pesada resultó privilegiada. Se consiguieron resultados notables gracias a un masivo traslado de personas y a las tasas de explotación laboral muy duras. En el Primer Plan (1928-1932), el 80% de las inversiones se dedicaron a la industria. Se realizaron varias obras públicas y un esfuerzo educativo. Los resultados fueron exitosos aunque desiguales. En el Segundo Plano (1933-1937), la prioridad fue la ingería, industria ligera y el transporte destacan. Había compensaciones morales por el trabajo. El Tercer Plan se inició 1938 y en 1938 se centrará en la industria pesada, la química, etc. La URSS subíó en diez años su PIB per cápita en un 65% y la industria crecíó. Pasó del 0.1%  (1913-1928)al 12’1% (1928-1937)


EL REAJUSTE DE LA GUERRA:


De 1919 a 1923 fueron años de reajuste tanto para los países beligerantes como para los países neutrales pues tenían que acostumbrarse al nuevo escenario económico internacional causado por las reformas industriales y la devastación provocada por la guerra.

Europa y el problema de la deuda:

En 1919 los países europeos se percataron de las gravísimas pérdidas humanas (10 millones de soldados muertos, el doble de heridos y millones de huérfanos/viudas) y la pérdida de una buena parte de las instalaciones industriales y de las infraestructuras. La guerra también dejó un enorme corte financiero (gasto militar, emisión masiva de deuda pública, inflación y aumento de precios). Estados Unidos pasó a concederles créditos por más de 10.300 millones de dólares a sus aliados. Principalmente Reino Unido y Francia. Otro problema eran las reparaciones financieras que los vencidos debían pagar a los vencedores. Francia y Reino Unido exigían que Alemania y Austria les pagasen 33.000 millones de dólares para poder atender sus propias deudas con EE.UU y Reino Unido. En 1923 Francia y Bélgica ocuparon la cuenca minera del Rhur pues Alemania no podía pagarles. Alemania recibíó créditos de EE.UU y súperó la crisis financiera Estas medidas se acogían en los planes Dawes (1924) y Young (1929).


LA EXPANSIÓN ECONÓMICA DE LOS AÑOS VEINTE:


Estableciendo un nuevo marco internacional de intercambios y paridades monetarias se buscó la mejora de la economía. En la Conferencia de Génova (1922) se establecíó el Gold Exchange Standard (las reservas de cada banco nacional podían estar en oro o en dólar estadounidense/libra británica). A partir de 1923, las economías mejoraron. Hasta 1929, las economías europeas mejoraron notablemente pero en los años 20 perdieron importancia y EE.UU se fortalecíó como potencia.

El dominio de EE.UU:

Estado Unidos tuvo un crecimiento del 80% respecto de su nivel de partida, estaban muy por encima del resto de países industrializados. Su crecimiento económico estaba basado en industrias como la automóvilística, la eléctrica, la petroquímica, etc. El dinamismo productivo, el abaratamiento de precios y las nuevas fórmulas comerciales fomentó el consumo. El país prosperó y el dólar se convirtió en la moneda de cambio y referencia internacional.

Los riesgos de la expansión económica:

La prosperidad económica tenía bases frágiles y afrontó graves riesgos en tres planos: En el ámbito financiero persistía el desorden financiero internacional. Tras el abandono del patrón oro, las divisas internacionales soportaron grandes fluctuaciones de su convertibilidad y frecuentes y catastróficas devaluaciones. El marco alemán, por ejemplo, sufríó en 1923 una gran caída. El dólar pasó a ser el patrón de medida del valor de las demás divisas y el refugio seguro para las inversiones. Al ser una moneda nacional cuyo crédito dependía de la confianza en la economía del país emisor, en 1929 al caer generó ondas expansivas. La agricultura y el comercio internacional tuvo dificultades. El retorno a la normalidad hizo que la producción agrícola creciera. La sobreproducción provocó la pérdida de valor de las mercancías y la caída de los precios. Sucedía algo parecido con la producción industrial y su comercialización internacional. La prosperidad significó un incremento de la oferta. Había bastante competencia que dio lugar a políticas proteccionistas que reservaban el mercado a la producción propia. Se impusieron varias medidas (control de los cambios de divisas, límites de importación y barreras arancelarias para importar productos extranjeros) que dificultaban el comercio internacional y provocaban rivalidades entre las naciones.


LA SOCIEDAD DE LOS AÑOS VEINTE:


En el periodo de posguerra, comenzó una era de política de masas que transformó las relaciones institucionales, la acción social colectiva y las instituciones familiares. Cobraron importancia las reivindicaciones a favor de la igualdad de derechos de la mujer y surgíó una cultura popular centrada en el ocio y la diversión.

Los “felices años veinte”:

El periodo de posguerra recibe el nombre de “felices años veinte” pues fueron unos años de bienestar y prosperidad que generó la economía internacional. El primer efecto de la guerra fue el creciente igualitarismo social. Esta tendencia fue más marcado en países de Europa central y oriental. Se caracterizó por tres procesos sociodemográficos: Se expandieron las ciudades pues se convirtieron en el hábitat predominante. Las capitales nacionales tuvieron un crecimiento vertiginoso que fue parte de un proceso más general. Se desarrolló una industria de medios de comunicación de masas que promovía la prensa escrita y las nuevas aplicaciones tecnológicas que abarataron la difusión de la radio y el cine. Leer el periódico e ir al cine pasaron a ser actividades corrientes. Aparecieron nuevas formas de sociabilidad de masas que reforzaron las tradicionales plataformas de la sociedad civil y los novedosos medios de relación interpersonal. Se inauguraron en 1923 el Estadio de Wembley en Londres y el Yankee Stadium en Nueva York. Se creó una atmósfera de distensión por varios convenios internacionales. El Tratado de Rapallo (1922), entre Alemania y Rusia, que finalizó su aislacionismo. El Pacto de Locarno (1925), entre Alemania, Francia y Bélgica, que reconocía el Tratado de Versalles y su integración en la SDN. El Pacto de Briand-Kellog (1928) que proclamó la renuncia a la guerra y fue pacifista.


El avance de las mujeres:


Las mujeres luchaban por la emancipación civil (igualdad de derechos)  y el derecho de voto (sufragismo). La movilización de las mujeres durante la guerra para atender labores críticas gestó una conciencia de su importancia. Sus éxitos fueron evidentes. Antes de 1914, solo Finlandia y Noruega habían implantado el sufragio femenino. Al final de la guerra: Reino Unido (1918), Alemania (1919), EE.UU (1920) y España (1931) impusieron el derecho al voto femenino.

El consumo de masas:

Hubo un importante crecimiento del consumo. El aumento de ventas de electrodomésticos fue un indicador del bienestar cotidiano. Los nuevos artilugios facilitaban las tareas del hogar y alentaban la creencia de que la guerra había quedado desterrada. Hubo un incremento de automóviles y el tráfico aumentó. El automóvil era la máquina de transporte más admirada por el público. El despliegue de la aviación civil y comercial fue un símbolo de la modernidad y dominaba la velocidad.

Un crecimiento económico desequilibrado:

Surgieron signos de debilidad decisivos en el desencadenamiento y en la profundización de la crisis de 1929. La Gran Guerra provocó el alza de los precios agrarios y la producción mundial se incrementó. La crisis de 1920-1921 marcó un descenso de los precios y de las rentas agrarias. Esto más grave en EE.UU, donde los granjeros no podían pagar sus deudas.Esto se acentuó por las medidas que adoptaron los campesinos. Para frenarlo, aumentaron la producción y los rendimientos. Esto supuso una mayor oferta de productos en el mercado y una continua disminución de los precios. Esto afectó a las materias primas. Los países especializados en la producción y exportación de estas materias sufrieron una progresiva disminución de sus ingresos.La diferencia del rendimiento entre los sectores industriales clásicos y los nuevos fue otro problema.  Las nueva industrias crecían mientras que las tradicionales se estancaron. Esto se vio agravado por la competencia en el mercado internacional. Una de las más afectadas fue la industria textil europea y la otra fue la siderúrgica.


LA CRISIS DEL 29 Y LA GRAN DEPRESIÓN:


El desplome de los valores en la Bolsa de Nueva York en Octubre de 1929 dio inicio a la peor depresión internacional de toda la historia. Tuvo su origen en EE.UU y su hegemonía hizo inevitable que se expandiera la crisis por todo el planeta. Las consecuencias de la Gran Guerra fueron económicas, sociales y políticas.

El crac de la Bolsa de Nueva York:

La quiebra de las operaciones bursátiles de la Bolsa de Nueva York del 24 de Octubre de 1929 recibíó el nombre de “jueves negro”. En Wall Street se produjo una avalancha masiva de venta de acciones provocando que los precios de las acciones cayeran en picado y que el valor del dólar como divisa internacional se desplomara.  Se hundieron miles de bancos, se evaporaron los ahorros allí custodiados y se arruinaron millones de titulares de cuentas bancarias. El crac de la Bolsa de Nueva York fue un momento crítico y el comienzo de una nueva etapa de recesión que pasó a ser una gran depresión internacional. Los efectos de esto duraron hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

De la crisis bursátil a la depresión económica:

La primera consecuencia fue la caída de los índices de la producción industrial. La Gran Depresión significó un desplome profundo y sostenido de la producción debido al cierre de empresas, la saturación del mercado con un exceso de oferta, la caída de la demanda por la pobreza, el paro de muchísimas familias y los desajustes del sistema financiera.En tres años, la producción industrial en EE.UU descendíó a la mitad. Alemania sufríó una contracción parecida. Las demás potencias sufrieron caídas más suaves. Entre 1929 y 1932, el volumen de intercambios comerciales mundiales disminuyó en un 25% pues los países afectados restringían sus importaciones y aplicaban políticas proteccionistas. La recuperación se inició en 1934 y dos años más tarde el comercio mundial solo alcanzó el 85% del nivel de 1929.


Los efectos sociales:


La crisis económica, comercial y financiera obligó a que se tomaran medidas que tuvieron pobres resultados. Hubo un gran incremento de parados. El paro lo sufrían millones de obreros que no tenían seguros de desempleo. Esto  se debíó a la quiebra de empresas y la falta de puestos de trabajo. En 1932, unos 40 millones de personas no tenían trabajo fijo.En EE.UU en 1929 entre 1.5 y 2.5 millones de personas (3.2%) estaban desempleados. En 1932 entre 11.4 y 14.7 millones eran desempleados. En Reino Unido, fue parecido a EE.UU. En Alemania en 1929 había 1.8 millones de parados (13.1%) y en 1932 5.6 millones (30.1%). El paro fue un problema para millones de personas que vivían al borde la miseria.

La fase pesimista de los años treinta:

Los años treinta tuvieron una atmósfera de incertidumbre, temor y pobreza. El desplome mundial, el ascenso del paro y el descenso del nivel de vida proporcionaron el león de fondo de la Segunda Guerra Mundial.Las ciudades siguieron su crecimiento, el campo siguió despoblándose, las mujeres siguieron con su papel, etc. Las tensiones entre los partidarios de la innovación y los de la tradición se polarizaron aún más ideológica y políticamente. Fue creciendo una mística antiliberal y anticapitalista  por la decadencia de la democracia. Así se legitimó el uso de la violencia.


LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES:


La depresión económica fue de alcance planetario y las soluciones propuestas variaron según el país. Estados Unidos y Alemania  fueron los países más afectados pues aplicaron elementos: comunes (intervencionismo estatal), distintos (participación en el mercado mundial) y antagónicos (vía civilista y de reforzamiento de la democracia).

Estados Unidos y el “New Deal”:

Franklin D. Roosevelt llegó a la presidencia en 1932 y aplicó el New Deal (programa de intervención del Estado en la economía) que consistía en:La aplicación de una política monetaria expansiva con abandono del patrón oro y devaluación del dólar. El control eficiente de los bancosa atrvés del Sitema de Reserva Federal. La intervención en el mercado de productos agrícolas para subvencionar la reducción de cosechas y ajustar los precios agrarios evitando su desplome. La política de reactivación económica mediante el gasto estatal masivo en obras públicas y sistemas de protección social del desempleado.El New Deal frenó la depresión y ayudó en la recuperación de las economías. En 1939 la renta había mejorado notablemente pero no mejoraba la de antes de 1928. La política de obras públicas dio empelo a más de 3.8 millones de personas. La recuperación se alcanzó en los años de la Guerra Mundial.

Soluciones según los países: Italia:

Benito Mussolini dispónía de poderes de 1922. El Estado fascista intervino en la economía y creó el IMI en 1931 y el IRI en 1933. El Estado controlaba el 80% de la banca y las principales empresas en sectores clave. Esto evitó las quiebras en cadena pero dirigíó la economía hacia una autarquía poco eficaz.Se impuso una política expansionista y belicista y el rearme fue la clave para la recuperación económica. Mussolini intensificó las relaciones económicas con Alemania pues el 27% de sus importaciones procedían de allí.


Alemania:


A causa de los fracasos y la pérdida de legitimidad de las instituciones democráticas, el movimiento nazi triunfó. Con la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933, se aplicó una política de intervención del Estado en una economía casi militarizada. Alemania se separó del comercio mundial y fomentó la recuperación interna a través de programas de grandes obras públicas y de rearme militar masivo.El nazismo logró así superar la depresión con sacrificio de la población judía y la clase obrera que fueron perseguidos y no tenían defensa de los sindicatos. En 1937, el paro en Alemania se había reducido a poco más del 4%. Los gastos en industria armamentística supusieron el 58% del presupuesto estatal. El nazismo entendía que la crisis pasaba por un rearme acelerado.

Reino Unido:

Cuando estalló la crisis en 1929, en Reino Unido había un Gobierno laborista, que se vio impotente para superar el desafío Un nuevo Gobierno de Uníón Nacional dirigido por los conservadores enderezó la situación con varias medidas. En 1937, se había reducido el paro a niveles de 1929.

Francia:

La pérdida de más de la mitad de las exportaciones y del valor del Franco, provocaron la caída del consumo y de la actividad económica. Aumentó el paro y miles de hogares quedaron sin recursos para cubrir sus necesidades básicas. En 1936 el Gobierno del Frente Popular adoptó medidas similares al New Deal. En 1939, Francia no había recuperado su nivel de producción respecto a 1929.


CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA GRAN DEPRESIÓN:


Las causas y consecuencias son muy variadas pero hay una serie de factores que fueron base.

Causas:

La existencia de muchos y nuevos países industrializados que competían y saturaron la demanda provocaron la caída de los precios y la reducción de los beneficios empresariales y bursátiles.La coexistencia de un sistema financiero internacional inestable apoyado en el patrón oro y  con el dólar como divisa fuente de referencia.La sobreproducción industrial y agrícola y las carencias del mercado monetario internacional desencadenaron una crisis que se extendíó por todo el mundo.

Consecuencias:

Aumento del papel del Estado en el gobierno de la economía, necesidad de mecanismos de financiación del comercio internacional más estables e industrialización de países de América del Sur y el resto del mundo. La depresión alimentó el surgimiento de movimientos políticos extremistas dispuestos a reemplazar por la fuerza el sistema capitalista y la democracia liberal. Aparecieron diferentes opciones para competir por la hegemonía político-intelectual:Comunismo marxista reforzado por las predicciones de Karl Marx acerca de los fallos del capitalismo.Relanzamiento del capitalismo que buscaba evitar las crisis con el fin de superar los fracasos del liberalismo clásico.Aparición del fascismo que se convirtió en una alternativa a raíz de la Gran Depresión.

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