Tema 12 la segunda república española 1931-1936

La Segunda República Española


Después de las elecciones municipales de Abril de 1931, el triunfo a los republicanos en las grandes ciudades y la marcha del rey forzaron la proclamación de la II República, el 14 de Abril de 1931.El modelo político del nuevo régimen republicano se definíó en la Constitución aprobada el 9 de Diciembre de 1931. El artículo primero proclama a España como una democracia, cuyos poderes emanan del pueblo, y reconoce la igualdad de los españoles ante la ley y los derechos individuales propios de los sistemas liberales, entre ellos la libertad religiosa. Se declaraba laico al Estado, y se proyectaba disolver algunas órdenes religiosas, lo que provocaría división en el parlamento y en la sociedad española.

La Segunda República Española – Las fuerzas políticas

Tras el vacío de poder dejado por la caída de la dictadura de Primo de Rivera y de la Monarquía, la II República supuso el nacimiento o la consolidación de numerosas fuerzas políticas y sindicales:

IzquierdasAcción Republicana


Manuel Azaña (se integrará en Izquierda Republicana)

PSOE

Largo Caballero Partido Radical Socialista
Marcelino Domingo Partido ComunistaNacionalistasEsquerra Republicana
Lluís Companys Lliga Catalana (Centro)
Partido Nacionalista Vasco (Centro)

Partido Galleguista

Vicente RiscoDerechaPartido Radical
Alejandro Lerroux (inicialmente ambiguo o de centro)

Derecha Liberal Republicana

Miguel Maura, Alcalá Zamora Acción Nacional
Gil Robles (después Acción Popular, que se integrará en la CEDA)

JONS

Ledesma Ramos Falange Española
José Antonio Primo de RiveraSindicatosPatronales
UGT (Socialista) CNT (al margen del juego parlamentario) DERECHAConfederación Patronal (creada en 1911) Uníón Nacional Económica (1931)

La Segunda República Española – Fases de la República

Desde el punto de vista político, la II República osciló desde una situación de izquierda a otra de derechas para regresar en el período final a una preeminencia de la izquierda. En conjunto pueden distinguirse las siguientes fases: El Gobierno Provisional fue una coalición de diferentes tendencias republicanas constituido tras las elecciones de Abril de 1931. Estuvo presidido por Alcalá Zamora y su función fue la convocatoria de elecciones para constituir un Parlamento y elaborar la Constitución.

Bienio reformador

. Desde el otoño de 1931 se suceden varios gobiernos presididos por Manuel Azaña, con ministros republicanos de izquierda y socialistas. Se aplican la reforma agraria, la educativa, la autonómica, la militar, etc. Con éxito irregular en un contexto de agitación social y crisis económica internacional. En 1932, el general Sanjurjo fracasó en su rebelión antirrepublicana, pero fue indultado por Alcalá Zamora.

Bienio conservador

. En las elecciones de 1933, las primeras que contaron con el voto femenino, triunfaron la CEDA (Confederación de Derechas Autónomas) y el Partido Radical de Alejandro Lerroux. Los gobiernos de este período paralizaron las reformas del primer bienio. En Octubre de 1934 se produjo una revolución popular que alcanzó su mayor intensidad en Asturias. Los mineros controlaron durante dos semanas el valle del Nalón, hasta que fueron duramente reprimidos. El Frente Popular fue la coalición de izquierda ganadora de las elecciones de Febrero de 1936. Se intentó continuar con las reformas de Azaña, que ocupará la presidencia de la República al ser cesado Alcalá Zamora. Pero el 18 de Julio se produjo una sublevación militar que originó la Guerra Civil.

Problemas

La reforma agraria fue un objetivo prioritario de la II República y también una gran fuente de tensiones sociales. La Ley de Reforma Agraria de 1932 pretendía el aprovechamiento de las tierras incultas y superar la crisis económica y el atraso del campo español. Pero su puesta en marcha tuvo numerosos problemas desde el comienzo. En 1933, con el triunfo de las derechas, el proceso se paralizó, y en 1936 los campesinos ocuparon fincas sin esperan los trámites de expropiación.
La cuestión religiosa
dividía a los españoles en dos posturas irreconciliables: los que deseaban una sociedad laica y menor influencia eclesiástica y los que definían a España como un Estado confesional católico. El artículo 48 de la Constitución establecía el control del Estado sobre una escuela única y laica, lo que chocaba con unas órdenes religiosas poseedoras de la mayoría de las escuelas privadas. Una parte del clero se manténía fiel a la Monarquía, y el cardenal Segura, arzobispo de Toledo, fue expulsado de España por sus declaraciones en este sentido. Los grupos más anticlericales incendiaron numerosos conventos.
Los nacionalismos históricos
reivindicaban la facultad de decidir sobre competencias hasta ese momento exclusivas del poder centralizado en Madrid. La Constitución contemplaba esta posibilidad tras una serie de pasos sucesivos. Durante la II República sólo se llegó a aprobar un Estatuto, el de Cataluña. Los estatutos vasco y gallego terminaron su tramitación cuando ya había estallado la Guerra Civil.
La remodelación del estamento militar
fue un empeño personal de Manuel Azaña, con la que pretendía alejar del ejército a los militares menos afines a la República y reducir el número de mandos. Las 16 unidades operativas se redujeron a 8 mejor dotadas, y sus altos cargos se jubilaron con sueldo íntegro. Se cerró la Academia Militar de Zaragoza, hervidero antirrepublicano que seguía aportando oficiales a un ejército saturado de ellos.

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