12.4. El sexenio democrático (1868-1874): Intentos democratizadores. La revolución. El reinado de Amadeo I. La Primera República.

6.3. El Sexenio
Democrático (1868-1874): la constitución de 1869. Evolución política:
gobierno provisional, reinado de Amadeo de Saboyá y Primera República. 
 
El Sexenio democrático es el periodo comprendido entre Septiembre de 1868 y Diciembre de 1874. En esos años se consolidó la revolución burguesa en España y culminó en su dimensión democrática el ciclo liberal. En aquella época aparecíó en la escena política una nueva fuerza social: el movimiento obrero de la clase trabajadora.
 
1) La revolución de 1.868: “La Gloriosa” o “Septembrina”
 
La revolución de 1.868 conocida como “La Gloriosa”, en la que intervienen militares y políticos civiles, destrónó a Isabel II. En el Pacto de Ostende, los partidos no favorecidos por el régimen isabelino -progresistas del general
Juan Prim y Prats, los demócratas y los unionistas- se habían comprometido a derrocar a la reina.
 
El apoyo popular al levantamiento se vio favorecido por la difícil situación económica: una doble crisis preparó el terreno: crisis de subsistencia que desató el descontento de la población y crisis de inversiones, sobre todo en ferrocarril, que arruinó a inversores. La situación desilusiona a algunos políticos que se alejan del régimen establecido.
 
Esta revolución tuvo un triple carácter: fue una revolución urbana, una revuelta campesina y a la vez un pronunciamiento militar. Formaron un amplio frente revolucionario, burgueses y pequeño-burgueses, militares, campesinos y clases populares. 
 
En Septiembre de 1868, un grupo de militares se alzaron en Cádiz llevando a cabo el pronunciamiento el almirante Topete. El ejército  isabelino se vio obligado a  enfrentarse a los sublevados siendo derrotadas las tropas gubernamentales en la batalla de Alcolea (Córdoba) y tras la retirada, el ejército isabelino capitula y la reina se vio obligada a salir al exilio.
 
La Juntas que apoyaron la revolución fueron disueltas y las clases populares junto a la pequeña burguésía quedaron apartadas del proceso que dio el triunfo al grupo burgués formado por la burguésía industrial, comercial y financiera.
 
2) Gobierno Provisional y Constitución de 1869.
 
Un gobierno provisional asumíó el poder. Presidido por el general Serrano estaba formado por unionistas y progresistas, excluyendo a los demócratas. Tras disolver las Juntas revolucionarias, disolvíó la Compañía de Jesús y convocó Cortes Constituyentes mediante sufragio universal masculino para mayores de 25 años. Las elecciones se llevaron a cabo y fueron limpias, los resultados dieron la mayoría a los partidarios de una forma de estado monárquica parlamentaria (unionistas, progresistas y demócratas cimbrios) y formadas las Cortes procedieron a elaborar la Constitución de 1869 que establecía como forma de estado una monarquía democrática parlamentaria, proclamaba la soberanía nacional, el sufragio universal, establecíó una estricta división de poderes, Cortes bicamerales, declaración de derechos extensa, libertad de cultos y elecciones democráticas de Ayuntamientos.
 
3) Regencia de Serrano y Gobierno de Prim
 
Aprobada la Constitución, Serrano fue elegido regente y Prim presidente de Gobierno. Intentó aglutinar a los partidos detrás de un programa que consiguiera estabilizar el sistema, desarrollar la Constitución y  encontrar un rey. Resultó imposible unir a los partidos, se desarrollaron leyes reformistas y en el terreno económico el ministro Figuerola puso en marcha una política librecambista. La peseta se establece como unidad monetaria.
 
La inestabilidad política sin embargo tuvo su reflejo en estallidos republicanos, agitaciones obreras, insurrecciones en Cataluña contra las quintas en el ejército y la insurrección independentista cubana contra el colonialismo español. En esta situación Prim inició la tarea de encontrar un rey para España.
 
Quedaba descartada la dinastía borbónica y  los candidatos principales fueron
tres:
 
1. El duque de Montpensier, apoyado por los monárquicos católicos conservadores. No era aceptado por los líderes de la Revolución. 2. El príncipe alemán Leopoldo de Hohenzollern, cuya propuesta desencadenó un conflicto entre la Francia de Napoleón III y la Prusia del canciller Bismarck, sirviendo de “casus belli” precipitó la guerra francoprusiana. 3. El príncipe Amadeo de Saboyá, cuyo valedor fue Prim, aceptó la Corona.
 
4) Reinado de Amadeo I de Saboyá
 
Cuando Amadeo de Saboyá, duque de Aosta, e hijo del rey Víctor Manuel I de Italia, desembarcó en España, se encuentra que su principal valedor, el general Prim acababa de ser asesinado. Su primer acto oficial será rendir tributo ante su féretro al hombre que había depositado en él su confianza. Amadeo I acata la Constitución de 1.869 y se tuvo que enfrentar con
el rechazo de grupos de la nobleza católica conservadora,  de los carlistas que seguían haciendo su guerra particular y con la división de la coalición política que le había apoyado a lo que se añade la insurrección cubana. Los sectores industriales estaban convencidos que la política librecambista lesionaba sus intereses y también se hicieron alfonsinos apoyando la vuelta al trono de los Borbones. El clero  también se opuso al Monarca y el rechazo hacia los reyes de la alta sociedad cortesana se hizo evidente.
 
Reinó en un clima de creciente inestabilidad que condujo a la sucesión de seis gobiernos y tres elecciones generales. El partido progresista a la muerte de Prim se dividíó en los constitucionales de Práxedes Mateo Sagasta y los radicales de Ruiz Zorrilla. Al agravamiento de la insurrección cubana y la insurrección carlista se uníó el auge del movimiento obrero y la I Internacional lo que  llevó al Gobierno a la prohibición de AIT y toda organización obrera. La división sobre la abolición de la esclavitud en el Congreso se añadió a esto y  Amadeo pensaba en abdicar encontrando el pretexto  en una serie de presiones parlamentarias.  Abdicó el 11 de Febrero de 1873.
 
 
5) Primera República (1873-1874)
 
La República fue proclamada en el Parlamento la misma noche  de la abdicación de Amadeo. Agotada la opción monárquica no quedaba otra alternativa y todavía los alfonsinos carecían de apoyo y fuerza suficiente para imponer la restauración monárquica. Los diputados nombraron a Figueras Jefe del Ejecutivo. La I República española atravesó tres fases: unitaria, federal y conservadora.
 
República unitaria: Presidente Figueras. Gobierno de radicales, republicanos y progresistas. La armónía duró poco. Se convocan Constituyentes y se proclamó la República Federal.
 
República Federal: Presidente Pi i Margall. Se tuvo que enfrentar al secesionismo del movimiento cantonal. Tuvo un programa de gobierno ambicioso y extenso: gratuidad de la enseñanza y separación Iglesia-Estado. Presidente Salmerón, moderado, se propuso terminar con la inestabilidad pero renunció a la presidencia al no desear firmar las sentencias de muerte dictadas por los tribunales.
 
República moderada: A Salmerón le sucede Emilio Castelar, republicano autoritario que intentó consolidar la república.
Acabó con el cantonalismo, restablecíó las relaciones con el Vaticano, llamó al ejército y gobernó con el parlamento cerrado. Impuso la censura de prensa.
 
El 3 de Enero de 1874 un Golpe de Estado encabezado por el general Pavía que irrumpe en las Cortes y liquidó la I República.
 
La Primera República naufragó –duró solo once meses- como consecuencia de una coyuntura desfavorable:
 
En el plano económico, la quiebra financiera del Estado y la crisis del sector agrario en 1866, en el social la burguésía intelectual vio en la República la posibilidad  de cambios democráticos y el campesinado y la clase obrera la posibilidad de cambios sociales por lo cual los sectores más conservadores se enfrentaron a los republicanos. En lo político los carlistas volvieron a la acción, las filas republicanas sufrieron divisiones y los monárquicos alfonsinos reforzaron sus contactos con el ejército. En cuanto a los apoyos internacionales sólo contó con el reconocimiento de los EEUU y Suiza, mientras que las monarquías europeas asociaron la I República al peligro de una revolución social.
 
El general Serrano, duque de la Victoria, se adueñó del poder en Enero de 1874 convirtiéndose formalmente en Presidente de la República y estableciendo un régimen militar sin proyecto político claro, concentrando sus esfuerzos en reprimir el cantonalismo y hacer frente a los carlistas. Mientras los grupos burgueses y los sectores de las clases medias se unían a la causa alfonsina cuyo ideólogo era Antonio Cánovas del Castillo
 
Los días de la República estaban contados. El fin de aquella “república sin republicanos” era ya un hecho.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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