4.1 el gobierno de los tecnócratas

La mecanización agrícola provocó un éxodo del campo a la ciudad, por lo que la población activa agraria disminuyó en casi 2 millones de personas, desaparecieron explotaciones y surgieron empresas agrarias con una alta capacidad de producción y menor empleo de mano de obra.

2.3.La modernización de los servicios y la construcción:

el sector de los servicios crecíó, debido a la urbanización y al aumento de las redes de comercio, mejora de medios de transporte y comunicación… El comercio internacional crecíó tanto en importaciones como en exportaciones, que dejaron de ser los productos agrícolas y minerales para serlo los bienes de equipo y automóviles. La construcción fue incentivada por la edificación de muchas viviendas en las áreas urbanas en crecimiento, de instalaciones hoteleras y de equipamientos públicos (hospitales, carreteras, escuelas…). El sector bancario fue promovido por la necesidad de financiación de estas nuevas actividades económicas. Invirtió grandes cantidades de capital en nuevas industrias, concedíó créditos y actuó como intermediario en las inversiones de capital extranjero. Por ello, en 1970 los 7 mayores bancos españoles controlaban más del 80% de los recursos financieros del país -> concentración bancaria.

2.4.La fragilidad del modelo económico

: todo este crecimiento económico generó un incremento del 40% en la renta por habitante entre 1960-75 y la mejora del nivel de vida de los españoles. Pero tenía aspectos negativos, ya que la dependencia de la economía española a factores externos había aumentado. España necesitaba importaciones, tecnología e inversiones extranjeras, que no solo implicaban grandes gastos, sino también la supeditación a los intereses y las decisiones de las empresas de países extranjeros. La falta de recursos públicos (el gobierno franquista no se atrevía a hacer una reforma fiscal progresiva) hizo que el Estado no pudiera cumplir su papel en la redistribución de rentas, continuar con el crecimiento económico, crear los servicios públicos para atender las crecientes demandas de los ciudadanos… Y estas debilidades evidenciaron la grave crisis económica mundial en 1973.

7. REFORMISMO POLÍTICO SIN LIBERTADES:

7.1.El limitado reformismo de los tecnócratas:

los gobiernos de la década de 1960 (influencia de Carrero Blanco), pretendieron realizar reformas políticas para adecuar el régimen y así enmascarar algunos de los aspectos más autoritarios del franquismo. El objetivo era promocionar el desarrollo económico y renovar la política, modernizando la administración, la legislación y las instituciones del país. Con todo esto, querían suplir la falta de libertades y de un gobierno democrático para consolidar el franquismo y lograr el consenso de amplios sectores de la sociedad.

7.2.Las reformas institucionales y legislativas:

para cambiar la imagen represiva del régimen, en 1963, se creó el Tribunal de Orden Público (TOP) -> traspasaba los delitos políticos de la jurisdicción militar a la civil. En 1967, la Ley de Bases de la Seguridad Social -> amplió los mecanismos de cobertura de los seguros de enfermedad, vejez y viudedad con cargo al Estado. En 1966, Manuel Fraga Iribarne promovíó una Ley de Prensa e Imprenta, para suprimir la censura y permitir la publicación de libros, revistas… En 1967, la Ley Orgánica del Estado que institucionalizaba el régimen y la Ley de Representación Familiar, que permitían la elección de los 108 procuradores a Cortes que compónían el “tercio familiar”. En 1969, de acuerdo con lo estipulado en la Ley de Sucesión, Franco designó al príncipe Juan Carlos de Borbón (hijo de Juan de Borbón), como su sucesor. Esto significaba la culminación del programa de institucionalización auspiciado por Carrero Blanco y el equipo de gobierno tecnocrático.

7.3.Tensiones entre inmovilistas y aperturistas:

las reformas provocaron diferencias dentro del régimen y del propio gobierno. Por ello, algunas fueron bloqueadas durante años, como la Ley de Bases de la Seguridad Social; la Ley de Prensa de Fraga se censuró por ser demasiado permisiva; y el proyecto de Ley Sindical no se aprobó ante el temor de que las candidaturas antifranquistas se impusieran (como habían evidenciado las elecciones sindicales de 1966). En 1969, las diferencias políticas se hicieron públicas -> escándalo Matesa (empresa de maquinaria textil conectada con el entorno del Opus Dei, que provocó una crisis gubernamental). Este escándalo de corrupción fue extremadamente difundido por la prensa, y los sectores inmovilistas culparon a la gran tolerancia del descrédito del gobierno. La crisis se resolvíó con la victoria de Carrero Blanco -> gobierno monocolor, que supuso la salida de los ministros más aperturistas (Fraga y Solís). Carrero Blanco (brazo derecho de Franco) modificó la Ley de Prensa para hacerla más restrictiva y ordenó reprimir toda manifestación opositora.

7.4.Crisis y renovación de la Iglesia:

el Concilio Vaticano II puso en evidencia que la Iglesia católica española se tenía que distanciar del régimen, por lo que la Santa Sede renovó la jerarquía eclesiástica y puso al frente de la Conferencia Episcopal al cardenal Vicente Enrique y Tarancón (sector conciliar y reformista). Este consiguió que la Iglesia española se posicionara a favor de las libertades democráticas y la reconciliación política, provocando la irritación del gobierno y de parte del clero tradicionalista. Esta reorientación estaba condicionada por la crisis de la Iglesia, debida a la creciente laicización de la sociedad y la pérdida de su influencia.





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