Construcción de las Naciones: Unificación de Italia y Alemania en el Siglo XIX

Los Procesos de Unificación Nacional de Alemania e Italia

La Unificación Italiana

Las causas que influyeron en el proceso de unificación italiano fueron:

  • El Congreso de Viena dejó a la península Itálica dividida en siete estados, algunos de ellos (Lombardía-Véneto) sometidos a Austria.
  • La influencia de los ideales liberales y nacionalistas que habían triunfado en otros países europeos como Bélgica o Grecia.
  • La experiencia fracasada de la revolución de 1848, cuando el rey del Piamonte, Carlos Alberto, se enfrentó a Austria, pero fue derrotado.
  • La actuación de personajes influyentes que apoyaron el proceso, desde dentro de Italia y desde fuera, como Napoleón III de Francia, Víctor Manuel II, rey de Piamonte, y su primer ministro, el conde de Cavour.

El motor de la unidad fue el reino de Piamonte-Cerdeña. Allí su rey Víctor Manuel II y el primer ministro Cavour dirigieron la lucha contra Austria que ocupaba Lombardía y Venecia. Con el apoyo de la Francia de Napoleón III en 1859, derrotaron a Austria y la expulsaron de Lombardía (batallas de Magenta y Solferino). Poco después, los ducados del norte de la Península (Parma, Módena y Toscana) se incorporaron al Piamonte.

El paso siguiente fue la incorporación del reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia), gobernado por la dinastía de los Borbones. La empresa fue obra de un revolucionario republicano, Giuseppe Garibaldi al frente de una expedición formada por voluntarios, la de los «Mil camisas rojas», con la que conquistó el reino de Nápoles (1860).

Al año siguiente, un Parlamento, reunido en Turín, compuesto por diputados elegidos en todos los territorios anexionados, proclamaba a Víctor Manuel II rey de Italia.

A partir de ahora, el proceso de unificación avanzó a remolque de la unidad alemana. Así, Venecia se incorporó a Italia aprovechando la derrota de Austria frente a Prusia en 1866. Para completar la unidad faltaban los Estados Pontificios, ya reducidos a Roma, bajo la soberanía del Papa Pío IX, que se oponía a este proceso y estaba protegido por las tropas francesas de Napoleón III. Pero cuando este es derrotado por los prusianos (1870), Roma es ocupada por el gobierno italiano. Sin embargo, el Papa Pío IX no reconoció esta anexión: comenzaba un conflicto entre el Vaticano y el Estado italiano que no se solucionaría hasta 1929.

Italia se convirtió en una monarquía parlamentaria, con Víctor Manuel II como rey, y Roma pasó a ser la capital del nuevo reino.

La Unificación Alemana

Las causas que desencadenaron el proceso de unificación de Alemania fueron:

  • Tras el Congreso de Viena la Confederación Germánica quedó dividida en treinta y nueve estados, unidos por una Dieta federal (Parlamento) controlada por Austria.
  • Al igual que Italia, los ideales liberales y nacionalistas habían penetrado en Alemania, y existía un fuerte deseo de alcanzar una sólida unidad política.
  • El fracaso de la revolución de 1848, cuando la Dieta de Fráncfort intentó crear un único Estado elegido por sufragio universal, pero encontró la fuerte oposición de Austria y Prusia, que no aceptaban los principios democráticos.
  • Desde 1834 se había creado, en torno a Prusia, una unión aduanera (Zollverein) que se convirtió en un estímulo para la posterior unión política y permitió a Prusia reforzar su crecimiento económico frente a la lentitud con que Austria se industrializaba.

Prusia supo ponerse por delante, estando a su frente el káiser Guillermo I y su canciller Otto von Bismarck, quien fue el gran impulsor de la unidad alemana, utilizando, para ello, las alianzas entre los Estados y el uso final de la guerra. Así, tres guerras van a jalonar el camino hacia la unidad:

La Crisis de los Ducados Daneses (1864)

Los ducados de Schleswig y Holstein, culturalmente alemanes, se rebelan contra Dinamarca. Prusia y Austria deciden intervenir; Dinamarca es derrotada, y como resultado los ducados son repartidos entre Prusia y Austria.

La Guerra Austro-Prusiana (1866)

El conflicto se veía venir. Prusia contaba con la alianza de Italia y el apoyo de Francia. Bismarck se dedicó a provocar a Austria para que le declarara la guerra. Una vez iniciada, la maquinaria militar prusiana demostró su perfección: en la batalla de Sadowa Austria fue derrotada. Como consecuencia, la Confederación Germánica desapareció y los Estados alemanes del norte se unieron, con capital en Berlín, con la exclusión de Austria.

La Guerra Franco-Prusiana y la Fundación del II Imperio (Reich)

Solo quedaba por incorporar los Estados alemanes del sur, lo que fue posible tras la guerra contra la Francia de Napoleón III, molesta por el engrandecimiento de Prusia. Francia declaró la guerra a Prusia, pero el ejército francés fue derrotado en las batallas de Sedán y Metz (1870).

En el Salón de los Espejos del palacio de Versalles es proclamado Guillermo I Emperador de los alemanes. Nacía así el II Reich Alemán, al que se incorporaron los Estados alemanes del sur. Además, firmada la paz con Francia, esta cedía al Imperio Alemán los territorios de Alsacia y Lorena.

Liberalismo – Nacionalismo – Democracia

Qué defienden

  • Liberalismo: Las libertades del individuo.
  • Nacionalismo: El derecho de los pueblos a formar naciones independientes y crear su propio Estado.
  • Democracia: La participación política de toda la población.

Origen

  • Liberalismo: Principios de la Ilustración y del constitucionalismo británico: libertad e igualdad.
  • Nacionalismo: Lucha de muchos pueblos europeos para tener sus propios Estados. Origen romántico y cultural (lengua, historia, costumbres comunes).
  • Democracia: Rechazo del sistema absolutista. Nace de las revoluciones liberales que exigen participación y derechos políticos.

A quién interesa

  • Liberalismo: A la burguesía.
  • Nacionalismo: A la burguesía y clases medias de una nación que quieren un Estado propio.
  • Democracia: Pequeña burguesía, clases populares y sectores que buscan igualdad política.

Principios políticos

  • Liberalismo: Constitución, monarquía parlamentaria, división de poderes, derechos individuales, libertad económica.
  • Nacionalismo: Creación de un Estado independiente o unificación de territorios con identidad común. Movimientos: unificadores y separatistas.
  • Democracia: Sufragio amplio, participación política, soberanía nacional, derechos sin restricciones.

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