Atentado 3 jovenes confundidos con eta gobierno de carlos sotelo

Características de la Transición

La transición (1975-1982) es el proceso que desmantela la dictadura y se consigue evolucionar, del autoritarismo franquista a un régimen democrático expresado en la constitución de 1978. Las personas querían recuperar las libertades individuales, sin que disminuyera el estatus socioeconómico alcanzado. Juan Carlos I y su discurso inicial marcaban los primeros objetivos.
La demanda social: los grupos políticos y sindicales de la oposición promovieron manifestaciones y huelgas, exigiendo libertad, amnistía y en (Cat y PV) estatutos de autonomía, que eran duramente reprimidas por la policía. Los atentados de Eta provocaban la reacción de la ultraderecha pidiendo mano dura al gobierno.

El ejército: Fueron protagonistas de incidentes, mostrando su oposición al cambio político. Estos eran las principales víctimas de los atentados de ETA porque se les suponía un fuerte motor del nacionalismo franquista. La iglesia católica apoyó desde el primer momento el proyecto de convivencia, y animó a la oposición. Los grupos políticos: la clase dirigente del franquismo aparece dividida entre los partidarios del cambio dentro del sistema y los inmovilistas (el bunker). Los grupos opositores en sucesivas alianzas, se fusilaron en la Convergencia Democrática, partidaria de la ruptura democrática, es decir, acabar con todas las instituciones franquistas, formar un Gobierno Provisional y abrir un proceso constituyente que diera lugar a un régimen democrático.

El gobierno de Arias Navarro

Era un gobierno franquista. Propuso un programa de reformas limitadas que no consiguió el apoyo de la oposición pues se mantenía dentro del esquema inmovilista del régimen franquista. El rey quería mayor velocidad en el proceso de cambio, por tanto se apoyaba en personas que estaban controlando otras áreas del poder. Los problemas internos del gobierno y el conflicto con las intervenciones del rey provocaron su dimisión.

El gobierno de Adolfo Suárez

Con él los cambios democráticos se aceleraron. Propuso la Ley de Reforma Política que: regulaba unas elecciones libres para la formación de unas cortes bicamerales que eran depositarias de la soberanía nacional. Consecuencia de ello fue el fracaso de los grupos opositores que habían pedido la abstención, por tanto, abandonaron el principio de ruptura democrática.
El objetivo era desmantelar definitivamente el sistema franquista. Cambió la Ley de Asociaciones Políticas, legalizando los partidos políticos existentes, también se reconoció el derecho de huelga, se suprimió la sindicación obligatoria y se reguló la libertad de expresión, para unas elecciones libres. Todo esto provocó la oposición frontal del bunker y parte del ejercito.
Antes de las elecciones de junio de 1977 los continuos atentados terroristas pretendían provocar un golpe de estado para frenar el proceso democrático. Las elecciones las ganó el partido UCD organizado por Adolfo Suárez, por mayoría de votos en las urnas.

El segundo gobierno de Adolfo Suárez – Primer gobierno de UCD (1977-1979)

Los objetivos principales eran mantener y desarrollar acuerdos con las otras fuerzas políticas para lograr una Constitución democrática, institucionalización de las regiones en autonomías, negociaciones con la Comunidad Económica Europea para mejorar la situación económica y resolver el déficit fiscal.
La crisis económica internacional por el aumento del petróleo, se empezó a sentir en España. La estructura económica española estaba atrasada con respecto a los países europeos y dependiente tecnológicamente y financieramente del exterior provocó que la inflación llegara al 27% en 1977 y el aumento del paro. Lo que provoco un aumento de enfrentamientos sociales por las mejoras salariales y por el cierre de empresas. La crisis económica y la política pusieron en peligro la construcción del régimen democrático.



Para achacar esos problemas se llevaron a cabo los Pactos de la Moncloa entre el gobierno, los partidos, los empresarios y los sindicatos. Estos pactos comprometían al gobierno a controlar la inflación mediante la reducción del gasto y el control del presupuesto; y a implantar una reforma fiscal que gravara las rentas personales y de las empresas. Por otra parte los sindicatos se comprometían a aceptar una mayor flexibilidad de las condiciones de trabajo y a limitar las reclamaciones sobre subidas salariales.
Las manifestaciones y reclamaciones públicas, sobre todo de Cat y el PV, exigían una reforma de la estructura y organización del país. Pero la constitución todavía no estaba aprobada. Por eso inició negociaciones con J. Tarradellas, para que dirigiera la nueva Generalitat instaurada por decreto.
La Constitución de 1978 fue el resultado del consenso entre muy diferentes partidos para regular la convivencia democrática ordenando los grandes problemas políticos: la forma del Estado (monarquía), la definición y construcción de un Estado de derecho; y las nacionalidades y regiones. La constitución fue aprobada el 6 de diciembre de 1978, en un referéndum.

Segundo gobierno de UCD (1972-1982)

Aprobada la constitución de 1978, se convocan elecciones el 1 de marzo de 1979, en las que vuelva a ganar UCD, pero aumenta la abstención ya que el gobierno y los partidos no son capaces de solucionar los graves problemas de la crisis económica y el terrorismo.
Se negoció con los nacionalistas vascos y catalanes los estatutos, que se aprobaron el 25 de octubre de 1979, estos reforzaron los conflictos internos dentro del partido UCD, cuyos barones territoriales querían que todas las autonomías fuesen igual que la de los vascos y catalanes, a lo que se negaba el gobierno.
La guerra entre Irak e Irán provoco una nueva subida de los precios del petróleo, lo que originó una nueva crisis que favoreció el acuerdo entre sindicatos y patronal, pero provoco grandes problemas a los grupos más débiles.
El terrorismo aumentaba, ETA aumentaba el número de asesinatos y otros grupos mantenían su actividad (GRAPO, FRAP) y otros, desde la ultraderecha los combatían. La violencia terrorista se convirtió en el primer problema político. Estos conflictos se veían reforzados por Cuerpos del Estado que todavía no se habían adaptado a la Constitución (justicia, ejercito…).
Los militares acusaban a Suárez de no atajar el terrorismo y de romper España con la política autonómica.
El 29 de enero de 1981 Suárez dimitió, como UCD tenía mayoría parlamentaria, su vicepresidente Calvo Sotelo, fue propuesto como presidente de gobierno, que después tenía que ser aprobado en las Cortes el 23 de febrero.
El intento de golpe de Estado, en la que había civiles y militares permitió constatar el miedo de la población civil y la división de los militares, pero la rápida intervención del Rey hizo fracasar el pronunciamiento y reforzó su legitimidad como salvador de la democracia. Tras este acto se redujo la sensación de amenaza militar contra el sistema democrático.
El gobierno de Calvo Sotelo no solucionó las divisiones internas de UCD. Los problemas derivados de la venta y consumo de aceite de colza (1000 muertos) y la detención y ejecución de tres jóvenes confundidos con miembros de ETA, eliminaron el resto de apoyo público de que disponía. Por tanto se incorporo a la estructura militar de la OTAN y convocó elecciones para octubre de 1982.

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