Comentario constitución 1837

MINORÍA DE EDAD DE Isabel II:


REGENCIA DE MARÍA Cristina DE BORBÓN (1833 – 1840): Muerto el rey y dado que su hija Isabel era muy pequeña la regencia recae en su madre la reina María Cristina de Borbón, que para garantizar que su hija reine tendrá que apoyarse en los liberales. Los problemas que afectan a la nacíón son múltiples.  Así la regente tendrá que conceder el Estatuto Real que no era una Constitución aprobada por un Parlamento sino una especie de Carta otorgada que no reconocía la soberanía nacional, ni las libertades políticas, ni la división de poderes y dejaba la iniciativa legislativa en manos del monarca.

Las Cortes estarían compuestas por dos Cámaras:
Cámara Ata,, y Cámara Baja.
La reforma más importante fue la nueva división provincial de España (similar a la existente en la actualidad), promovida por Javier de Burgos

DIVISIÓN DEL LIBERALISMO:


Los liberales moderados, eran el ala derecha de los liberales, estaban en contra de los cambios radicales, limitaban el sufragio según la riqueza de los electores (sufragio censitario), defendían la soberanía compartida entre las Cortes y la Corona, eran partidarios de limitar los derechos individuales (libertad de prensa, opinión, reuníón y asociación…). Defendían un Estado confesional y otorgaban a la Iglesia católica una gran influencia social.  Entre sus líderes hay que destacar a Narváez. Los apoyos sociales eran terratenientes, comerciantes e intelectuales conservadores, la antigua nobleza, el alto clero y los altos mandos militares

Los liberales progresistas (ala izquierda de los liberales), reformistas y partidarios de restaurar la Constitución de 1812.Defendían la soberanía nacional, rechazaban la intervención de la Corona en la vida política. Eran partidarios de fortalecer los poderes locales (Ayuntamientos libremente elegidos, Milicia Nacional…) y otorgar amplios derechos individuales.  Entre sus líderes destacaban: Mendizábal y Espartero.
Los apoyos sociales eran la pequeña y mediana burguésía, la oficialidad media del Ejército y las clases populares urbanas (artesanos, comerciantes, profesionales liberales)

LOS PROGRESISTAS LLEGAN AL PODER (1835 – 1840):

La medida más importante fue la desamortización de Mendizábal, con esa medida se pretendía convertir la propiedad vinculada del Antiguo Régimen en propiedad libre que pudiera circular en el mercado.  El objetivo era conseguir financiación para sufragar la deuda pública y los gastos de la Primera Guerra Carlista. Pero además tuvieron otra consecuencia, ya que lograros apoyos sociales y políticos para la causa del régimen isabelino. Junto a la abolición del régimen señorial y la transformación del régimen señorial y la transformación del régimen de propiedad (desamortización, supresión de los mayorazgos)
se abolieron los privilegios de la Mesta, se suprimieron los gremios.
También se reconocíó la libertad de industria y comercio, se eliminaron las aduanas interiores, se abolieron los diezmos, con lo que se completó el marco jurídico para la implantación del liberalismo económico en España.

La política de Mendizábal, demasiado radical, le enfrentó a los moderados y a la regente María Cristina, que en 1836 forzó la dimisión de Mendizábal.

CONSTITUCIÓN DE 1837.

El resultado fue la Constitución de 1837, mucho más moderada que la aprobada en las Cortes de Cádiz que recogía los siguientes principios: Soberanía compartida entre las cortes y la Corona, La división de poderes,, Cortes bicamerales, El establecimiento de la libertad religiosa,, Reconocimiento de los derechos individuales y de la libertad de imprenta,, Se establece la Milicia Nacional.  Aprobada la Constitución se convocaron nuevas elecciones que fueron ganadas por los moderados. Estos tratan de frenar la propuesta de devolución de los bienes al clero y una nueva Ley de Ayuntamientos. El general Espartero se convirtió en un héroe popular y obliga a Mª Cristina a abandonar la regencia y a exiliarse en Francia.

LA REGENCIA DE Espartero (1840 – 1843)


Espartero, elegido por la cortes, se convirtió en el nuevo regente inaugurando la tendencia de los militares a dirigir la política liberal.

Se opusieron numerosos políticos progresistas y aparecieron rivales dentro del Ejército, tales como Prim, Francisco Serrano, Narváez y O’Donnell. Estos militares llegaron a ser más tarde primeras figuras de la política, imitando el ascenso de Espartero.

Estalló una insurrección en Barcelona ante los rumores de que Espartero estaba negociando con Inglaterra un tratado de libre comercio, que abriría el mercado español a los tejidos ingleses, lo que hubiera afectado a la industria textil catalana. Se iniciaron revueltas populares en Barcelona, en contra de la política comercial de Espartero. La durísima represión, con el bombardeo de la ciudad, hundíó definitivamente el prestigio del general. Los moderados y algunos progresistas organizaron entonces un pronunciamiento militar dirigido por el general Narváez, que obligó a Espartero a dimitir y a abandonar el país.

MAYORÍA DE EDAD DE Isabel II (1843 – 1868)


  Se produce el reinado de Isabel II entre 1843 y 1868. En 1843, las Cortes, para evitar una nueva regencia, votaron la mayoría de edad de Isabel II. Su primera decisión fue encargar al gobierno de Narváez iniciando con ello un largo periodo de veinticinco años bajo el dominio casi permanente del partido moderado. Aunque se produjo la consolidación del sistema liberal, no estuvo externa de graves problemas políticos y sociales, aun a pesar de que el país conocíó una fase de crecimiento económico, basado en la incipiente industrialización, la construcción del ferrocarril y en la expansión de las tierras de cultivo.

PRIMERA ETAPA: DÉCADA MODERADA (1844 – 1854)  Unas nuevas Cortes procedieron a elaborar la Constitución de 1845.

Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey, Separación de poderes, Cortes bicamerales: Un senadoformado por miembros vitalicios elegidos por la Corona, y un congreso de los Diputadoselegidos por sufragio censitario muy restringido.

Incluía una declaración de derechos muy teórica, que permitíó más tarde limitarlos de forma muy restrictiva mediante leyes ordinarias.

Catolicismo como religión oficial del Estado

Se suprimía la Milicia Nacional, un cuerpo que venían controlando las progresistas.

Hubo varias reformas en la etapa Moderada:

Se aprobó una nueva Ley electoral que planteó un sufragio censitario muy restringido que no superaba el 1% de la población.

Se adoptaron medidas para controlar la Administración provincial y local, para ello se aprobó una nueva Ley de administración Local.
En las provincias se creó el cargo de Gobernador Civil. Además, el Gobierno nombraba a los alcaldes de las ciudades más importantes, y el Gobernador Civil, a los del resto de municipios.

Se crea la Guardia Civil cuya función fundamental consistíó de mantener el orden en las zonas rurales.

Se adoptó un único sistema de pesos y medidas, el métrico decimal.
Se establecíó un sistema nacional de instrucción pública.

Se aprobó un nuevo Código Penal y se inició el proyecto de un nuevo Código Civil.

La reforma de la Hacienda, que simplificó el cobro de impuestos, hasta entonces dispersos. Las principales fuentes de ingresos del Estado serán a raíz de la reforma los monopolios (tabaco, sal…), la contribución sobre la propiedad industrial, comercial y territorial y los impuestos indirectos denominados »consumos», es decir, los que se aplicaban a los artículos básicos de consumo (aceite, harina…) que perjudicaban, sobre todo, a las clases populares. Este impuesto fue muy impopular y provocó muchos disturbios y motines. Su abolición fue reivindicada por los progresistas y, más tarde por los republicanos.

El acercamiento a la Iglesia
Católica.

El reconocimiento de la confesionalidad del Estado en la Constitución de 1845.

Se firmó un Concordato con la Santa Sede en el que se establecía la suspensión de la desamortización de los bienes eclesiásticos y la devolución de los no vendidos.
A cambio, la Santa Sede aceptaba la obra desamortizadora mientras el Estado se comprometía al sostenimiento de la Iglesia Española (Presupuesto de culto y clero).

SEGUNDA ETAPA: EL BIENIO PROGRESISTA (1854 – 1856) La sublevación se inició en Vicálvaro (Madrid), por lo que este pronunciamiento se conoce también como Vicalvarada.
Proclamaron el Manifiesto de Manzanares que solicitaba el cumplimiento de la Constitución de 1845, la reforma de la ley electoral y de imprenta, la descentralización del poder estatal y el restablecimiento de la Milicia Nacional.

Isabel II fue obligada a entregar el gobierno al general Espartero.
Rápidamente se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes.

Para las elecciones se formó una nueva fuerza política, la Uníón Liberal.

Progresistas y unionistas ganaron las elecciones y gobernaron conjuntamente.

Las Cortes aprobaron una nueva Constitución en 1856. Esta Constitución fue llamada nonata (no nacida) porque no llego a promulgarse por lo que la de 1845 siguió vigente.

Los progresistas aprobaron una serie de leyes encaminadas a sentar las bases de la modernización económica del país:

Se finalizó el proceso desamortizador, conocido también como desamortización general, fue promovida por el ministro de Hacienda, Pascual Madoz

Ley General de Ferrocarriles


Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias y se creó el actual Banco de España.

Espartero presentó su dimisión y la reina encargó formar un nuevo Gobierno al general O’Donnell


TERCERA ETAPA: Gobiernos de la Uníón liberal y de los moderados. (1856 – 1863)

La uníón Liberal controló la vida política entre 1856 y 1863. El partido fue creado y liderado por O’Donnell y pretendía ser de centro.

Sus miembros fueron llamados unionistas

En esta etapa se aprobó la primera gran Ley de Educación del país (Ley Moyano)

En cuanto a la política exterior, se produjo una intervención militar, que tuvo como escenario Marruecos.
El pretexto fue la defensa de Ceuta y Melilla de los ataques de las tribus rifeñas. En esta guerra adquiríó prestigio militar y popular el general Prim.
España ganó el territorio de Ifni.

Se produce una división de los liberales progresistas, apareciendo una tendencia más radical que se llamaran demócratas, que defienden el sufragio universal masculino, la soberanía nacional, la primacía de las Cortes sobre la monarquía, ampliar al máximo las libertades públicas.

Más a la izquierda de los demócratas aparecerá una nueva tendencia, los republicanos, que quieren derribar la Monarquía y sustituirla por una República.

4. LA CRISIS DEL FINAL DEL REINADO (1863 – 1868)

Dos acontecimientos van a anunciar la definitiva crisis política:

Noche de San Daniel,

Sublevación de Cuartel del San Gil en Madrid

Todo aquello desembocaría en el Pacto de Ostende (1866) donde representantes progresistas, unionistas, demócratas y republicanos llegaron a un acuerdo para coordinar la oposición y conseguir dos objetivos: El destronamiento de Isabel II y la convocatoria de Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino.

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