Crisis Final de la Restauración en España

T7. La crisis final de la Restauración se enmarca entre el desastre de 1898 y la caída de la monarquía en 1931. Destaca la pérdida del imperio colonial y el desastre. España sufría la pérdida de los últimos vestigios de su imperio colonial.

Caida del Imperio Colonial

Tras la pérdida del continente americano, solo le quedaba Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Archipiélago del Pacífico. Las relaciones hispanocubanas se enturbiaron por motivos: eco – España controlaba comercialmente Cuba en beneficio de la industria textil catalana. Polít – en Cuba había restricciones políticas y los cubanos no podían ocupar altos cargos. Sociales – la reclamación sobre la abolición de la esclavitud. Las relaciones están marcadas por la Guerra Larga, la Chiquita y la del 95. En 1868 los movimientos autonomistas cubanos terminarán con el estallido de la llamada Guerra Larga. En el año 1878 gracias a la finalización de las guerras carlistas se enviará un fuerte contingente a Cuba dirigido por el general Martínez Campos para doblegar a los insurrectos. Se firmará la Paz de Zanjón por la que se acordará la deposición de las armas por parte de los cubanos a cambio de la abolición de la esclavitud y la promesa de realizar reformas eco y pol. Pero el retraso de los acuerdos hizo que estallara la Guerra Chiquita que ponía de manifiesto que la Paz de Zanjón no había hecho más que aplazar el problema. Cuba y Puerto Rico eco en agricultura de exportación. En los 90, las Cortes españolas rechazan en 93 el proyecto de Maura de reforma del estatuto colonial que dotaría a Cuba de autonomía política. La oposición cubana al proteccionismo origina los primeros rechazos.

Insurrección Cubana

En 1895 estalla la guerra con el grito de Baire. José Martí y Máximo redactan el Manifiesto de Monte con el que se apoya la insurrección contra España. Los protagonistas del comienzo de las hostilidades fueron los seguidores del Partido Revolucionario Cubano. Hay ayuda estadounidense a los rebeldes cubanos por dos razones: intereses económicos mineros y agrícolas, y geoestratégico. La falta de éxitos militares dio lugar al relevo de Martí Campos por el general Weyler que optó por la guerra total, pero no dio buen resultado por malas tácticas del ejército y bajas. Los insurrectos cubanos dirigidos por Máximo Gómez y Antonio Maceo tenían apoyo de la población y conocimiento del terreno. La dura actuación de Weyler con la población civil alentó la campaña de desprestigio contra España. Los norteamericanos habían intentado comprar Cuba pero sin éxito. El asesinato de Cánovas dará paso al Partido Liberal y Sagasta intentará la conciliación para acabar con la guerra (igualdad de derechos entre península e isla). Las reformas llegaron muy tarde porque ya contaban con el apoyo estadounidense.

Insurrección Filipinas

Presencia española débil. El levantamiento filipino fue reprimido y su dirigente José Rizal fue ejecutado. En 1898, EE.UU. declara guerra a España por el hundimiento del buque de guerra norteamericano Maine, anclado en La Habana. Termina con la desigualdad del ejército y la derrota española. El 10 de diciembre de 1898 se firmó la Paz de París por la que España reconocía la independencia de Cuba y cedía Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a EE.UU. por 20 millones de dólares. Consecuencias: en España el tratado fue rechazado por las Cortes pero ratificado por la reina regente, pero el tratado fue firmado y se firmó sin los representantes de los territorios de EE.UU. y supuso un descontento que acabó en guerra Filipino-Americana.

Crisis del 98

Las consecuencias supusieron pérdidas humanas y territoriales y la sociedad se sumió en un descontento. El ‘Desastre del 98’ significó que España había pasado a un contexto secundario internacional. A partir de esta fecha comenzarían crisis sucesivas que conducirían a la dictadura de Primo de Rivera y aparecerían propuestas de reforma como el regeneracionismo. En el ámbito económico, las pérdidas se vieron compensadas con medidas que puso el ministro de hacienda Fernández Villaverde para sanear la hacienda pública y la repatriación de capitales desde Cuba hacia la península. El desastre dio cohesión a la generación del 98 pesimistas, y a cambio de mentalidad de militares que optaron por posturas más autoritarias. La crisis de conciencia nacional hará que cobren mayor empuje las fuerzas políticas contrarias al sistema. La agitación social creció y desapareció la Restauración. Para resolver problemas sociales los gobiernos adoptaron medidas que condujeron a un grave problema social. Por ejemplo, la Semana Trágica de Barcelona en 1909. Las dificultades desencadenaron la huelga de 1917 convocada por socialistas y apoyada por anarquistas que concluyó con la intervención militar contra los huelguistas. Se produjeron agitaciones campesinas en toda España. El desastre no tuvo repercusiones importantes en la política, siguió el turnismo. Desde que Alfonso XIII se corona en 1902 se suceden 5 gobiernos conservadores y 5 liberales. Antonio Maura desarrolla un programa reformista que intenta acabar con el caciquismo, pierde el poder en la Semana Trágica y forma con José el Partido Liberal e intenta aplicar regeneracionismo pero fue asesinado. La situación se descontrola y se forma un gobierno conservador con Eduardo Dato que ejerce autoritarismo y termina en la huelga general de 1917. Se busca solución con gobiernos de concentración pero la agitación social hace que no se consiga. Todo desembocará en el golpe de estado del general Miguel Primo de Rivera.

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