Eje cronologico del siglo xviii

2.1. Proceso de hominización en la península ibérica: nuevos hallazgos

El proceso de hominización en la península ibérica comenzó en el periodo paleolítico inferior, que comprende desde 800.000-900.000 a.C., del cual tenemos restos encontrados en Atapuerca, los más antiguos de Europa, de un Homo Anteccesor del 800.000 a.C. y un Homo Heidelbergensis del 300.000 a.C. Del periodo paleolítico medio, desde el 90.000-35.000 a.C., en un yacimiento de la costa del mediterráneo se encontraron restos del 45.000 a.C. de un Homo Neanderthalensis. El proceso terminó en el paleolítico superior, que comprende del 35.000-8.000 a.C., como confirman más descubrimientos en Atapuerca de un Homo Sapiens del 35.000 a.C.

2.2. Pueblos prerromanos. Colonizaciones Históricas: fenicios, griegos y cartagineses

Durante la primera mitad del primer milenio antes de Cristo, había dos grupos de pueblos extranjeros en la península: los invasores y los colonizadores. Los invasores fueron los celtas y querían ampliar territorios, entraron en dos oleadas por los Pirineos en el siglo XI a.C. y el III a.C., poblando el norte y el oeste. El otro grupo, los colonizadores, fueron los fenicios, griegos y cartagineses, los cuales solo querían comerciar, ocupando el sur y el este, creando varias colonias. Algunos conocían la escritura.

La segunda mitad del milenio, en la península, se desarrollan las culturas de los tartesos, la primera cultura indígena; la cultura ibérica, muy desarrollada; y la cultura celta, más tradicional. Las dos últimas formaran una cultura común llamada celtibera. Siguen un sistema de autoabastecimiento gracias a la ganadería y la agricultura, y al comercio interior. Todos ellos se resistieron a la conquista romana.

2.3. Conquista y romanización: la pervivencia del legado cultural romano en la cultura hispánica

La conquista romana comienza en el contexto de las guerras púnicas, lo que hace Publio Cornelio Escipión decida conquistar la península comenzando por el este. En el siglo II a.C. ocupan el interior y a finales del siglo I a.C. han erradicado todos los puntos de resistencia, tanto los pueblos cántabros y astures como Numancia y Lusitania.

Tras esto comienza la romanización, proceso por el cual se adoptan en la península los modos de vida romanos como la división por provincias (a cargo de magistrados), la urbanización y las obras publicas, un sistema de comercio monetario y una sociedad esclavista.

Como legado cultural todos los pueblos indígenas adoptan la lengua derivada del latín, los derechos, la religión cristiana y las formas artísticas, estilísticas y culturales.

2.4. Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: instituciones y cultura

En el 409 d.C., los suevos, vándalos y alanos invaden la península aprovechando la decadencia del imperio romano. Los visigodos invaden la península como federados del imperio romano, pero acaban tomando ellos el control e instalando su capital en Toledo.

Leovigildo decide unificar el reino visigodo, tras la expulsión de una invasión del reino de Bizancio, en los ámbitos cultural, jurídico y territorial, creo instituciones como el Aula Regia (nobles que  asesoraban al rey) o los concilios (asamblea religiosa para legitimar el poder del rey).

Era un sistema monárquico, aunque nunca se declaro hereditario o electivo. La cultura y el arte estaban ligados a la iglesia, siendo “Las etimologías” de San Isidoro su máximo exponente.

3.1. Evolución política de Al-Ándalus: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba

En el 711 d.C., los musulmanes entran en la península y en 3 años la conquistan sin oponer resistencia. Incluso algunos pueblos negocian sus tierras a cambio de ausencia de oponencia. Se crea el reino de Al-Ándalus

En el 756 se crea el Emirato Dependiente de Damasco, pronto se convierte en un emirato independiente de Bagdad (que es la nueva capital) a las órdenes de Abderramán I.

Tensiones en los alrededores de Córdoba hacen que empiece a reinar el califa Abderramán III en el 929, consiguiendo prosperidad económica, posteriormente, su hijo Alaken II contribuye en el proceso cultural, al que le sigue Hisham II, quien cede el poder al militar Almanzor, el estado entra en decadencia y en el 1031 entran los reinos de taifas.

3.2. Al-Ándalus: la crisis del siglo XI. Reinos de taifas e imperios norteafricanos

En el 1031 se produce la disgregación del califato presente en Al-Ándalus, imponiéndose los reinos de taifas, políticamente débiles, llegando a verse sometidos a parias cristianas. Aun así, hubo un gran desarrollo cultural y científico.

Por esa debilidad, llaman en dos ocasiones a imperios islámicos norteafricanos, primero a los almorávides (finales del siglo XI, principios siglo XII), pero no frenan el avance cristiano.
Posteriormente llaman a los almohades (segunda mitad siglo XII), mucho mas rígidos religiosamente, e imponen Sevilla como capital.

En 1212 se produce la Batalla de las Navas de Tolosa, donde pierden los musulmanes y los cristianos recuperan toda la península excepto Granada, que siguió bajo mando musulmán hasta 1492.

3.3. Al-Ándalus: la organización económica y social

La economía de Al-Ándalus era prospera tanto en agricultura, se añadió el cultivo de regadío a la trilogía mediterránea (trigo, vid y olivo), en la artesanía de las ciudades, trabajaron el textil, el acero, el cuero, la cerámica, el vidrio y el metal, y en el comercio de sendos sectores por todo el territorio musulmán (África, Asia y Europa).

Las ciudades vuelven a ser centros económicos con flujo monetario y la urbanización giraba en torno a la mezquita y el zoco.

La sociedad está constituida por musulmanes (árabes, puros y adinerados; bereberes; africanos; y muladíes, conversos) y no musulmanes (judíos, cultos; y mozárabes, cristianos practicantes); estos segundos estaban agrupados en barrios porque pagaban más impuestos.

Seguía existiendo la esclavitud.

3.4. Al-Ándalus: el legado cultural

Los musulmanes, en su expansión territorial, adoptaron culturas tanto clásicas, las grecolatinas, como orientales, o persas y africanas, las cuales fueron llegando paulatinamente durante los diferentes reinados, comenzando por el reinado de Alaken II, que poseía una biblioteca con 400.000 volúmenes, y culminando con los reinos de taifas, que a pesar de ser estrictos en lo religioso, en este periodo se produjo un gran desarrollo intelectual y supuso la edad de oro en la cultura musulmana. Muchos intelectuales acabaron en el exilio.

Por la mezcla entre cultura clásica y musulmana, nacen los grandes filósofos del mundo musulmán.

Algunos personajes importantes fueron el poeta Ibn Hazm o el filósofo Ibn Bayya (Avempace), Averroes o Maimónides.

3.5. La mezquita y el palacio en el arte hispanico-musulmán

La cultura musulmana no admitía las imágenes de su religión, así que el máximo representante artístico es la arquitectura y el tratamiento de materiales, como los azulejos, el yeso, la cerámica o el marfil.

Sus obras más importantes son las mezquitas y los palacios:

Las mezquitas que todavía se conservan son la mezquita de Córdoba, la mezquita del Cristo de la Luz de Toledo y el Patio de los Naranjos de la mezquita de Sevilla. Era su lugar de oración.

Los palacios se consideraban como oasis, así pues abundaba la vegetación y el agua. Conservamos el Medinat Al-Zahra y la Alhambra de Granada, cuyo significado es “rojo” en árabe y recibe ese nombre por el color de sus murallas exteriores.

4.1. Los reinos cristianos en la edad media; los primeros núcleos de resistencia

Ante el grande y poderoso avance musulmán, la zona pirenaica estaba bajo poder franco para  evitar posibles invasiones.

Los pueblos de la costa cántabra, a pesar de tener una barrera natural, que eran los Picos de Europa, tuvieron que luchar en el 722 a manos de Don Pelayo en la batalla de Covadonga, la cual ganaron, lo que dio pie a que se creara el reino de Asturias, cuya primera capital fue Oviedo, pero debido a la expansión hacia el sur, Alfonso III la traslada a León, en este momento estamos ante un reino asturleonés, que ocupaba todo el norte de la península.

En la frontera este nace el condado de Castilla, que pronto será reino independiente, y con él, surgen los condados de Navarra, Aragón y Cataluña en el siglo X, y que se convierten en reinos en el siglo XI, menos Cataluña.

4.2. Los reinos cristianos en la Edad Media: principales etapas de la reconquista

Los reinos de taifas, debido a su debilidad, se ven obligados a pagar parias a los cristianos, los cuales se vuelven todavía más fuertes. Alfonso VII, rey de León y Castilla, ocupa Madrid y ataca Toledo en 1085. Alfonso I de Aragón conquista Zaragoza.

En el siglo XII, Portugal se independiza como reino y Ramón Berenguer IV toma la corona de Aragón, ocupando Aragón y los condados catalanes, incluido el valle del Ebro.

En el 1212, con la victoria de las Navas de Tolosa, los cristianos ocupan todo el sur, menos Granada. De la parte occidental (Extremadura y colindantes) se encargan Fernando III (el santo) y Alfonso X (el sabio), mientras que de la zona oriental (Valencia y Baleares) se encargó Jaime I (el conquistador).

4.3. Los reinos cristianos en la Edad Media: formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad. Modelos de repoblación y organización social

El avance cristiano trajo consigo la repoblación de los territorios conquistados, iniciándose en el valle del Duero en el siglo X mediante la presura (campesinos y nobles recibían pequeñas propiedades). En el valle del Tajo y del Ebro se concederán “fueros” mediante “cartas pueblas” (ciertos privilegios para los repobladores); se conoce como repoblación concejil. La repoblación de la zona sur y este se hizo por repartimientos de grandes lotes de tierras cedidas a nobles y órdenes militares de monjes que combatieron en las Navas de Tolosa.

En la península se crean tres órdenes: de Calatrava, de Santiago y de Alcántara.

La sociedad en los siglos VIII-XI era rural, feudal, estamental y atrasada. En el siglo XI-XIII se produce un crecimiento demográfico y surge la clase burguesa. También nacen las rutas comerciales, como el camino de Santiago.

4.4. Diversidad cultural en los reinos cristianos en la Edad Media: cristianos, musulmanes y judíos

Entre los siglos IX y XIV se produce un gran progreso cultural ya que los reinos cristianos tienen una gran diversidad religiosa, debido a la convivencia de cristianos, musulmanes y judíos, y lo vemos representado en la escuela de traductores de Toledo, donde también se emplean algunas lenguas grecorromanas para difundir obras no solo castellanas, árabes o judías, sino también las obras de los grandes sabios del mundo antiguo por toda Europa.

Alfonso X se ganó el apodo de El Sabio por impulsar esta escuela de traductores, y crea las tablas astronómicas denominadas alfonsíes, las cantigas de Santa María (poesía) y la recopilación de las “7 partidas” de la legislación romana.

4.5. Los reinos cristianos en la Edad Media: cristianos, musulmanes y judíos

En el arte, destaca la arquitectura románica, durante el siglo XI y XII, donde se vuelcan en el didactismo religioso mediante la representación de imágenes. Otro estilo que se impone durante los siglos XIII y XIV es el gótico, con estructuras más complejas, y dejan a un lado lo religioso para centrarse en el hombre, lo que da lugar a la creación de más edificios civiles.

Algunas estructuras que todavía consevamos son la catedral de Santiago (de cuerpo romano, capilla lateral gótica y algunas modificaciones posteriores) y la catedral de León (estilo gótico).

Solo en España se desarrolla el estilo de influencia árabe, el mudéjar, en el que se utiliza el ladrillo, elementos geométricos, artesonados de madera y azulejos.

5.1. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: organización política e instituciones en el reino de Castilla y el la corona de Aragón

La situación del reino de Castilla y la corona de Aragón en la baja Edad Media era muy distinta. En Castilla había una monarquía autoritaria donde el rey tenía todos los poderes, regía las audiencias y las cortes solo le asesoraban basándose en el derecho romano. Además, estas últimas recaudaban impuestos a las clases bajas y otorgaban altos cargos a la nobleza y al clero. Cada municipio estaba bajo el control de un funcionario real o regidor.

Por otro lado, la corona de Aragón, compuesta por los reinos de Aragón, Cataluña, Valencia y  Mallorca, tenía una monarquía pactista, donde cada reino imponía sus propias leyes y/o costumbres, aunque existía un órgano mayor de justicia de Aragón. Las cortes solo recibían consejo del rey, y la generalitat vigilaba que el rey cumpliera lo aprobado en las cortes. En los municipios abunda la libertad y una fuerte burguesía.

5.2. Los reinos cristianos en la baja Edad Media: crisis demográfica, económica y política

Tras una economía y un comercio prospero durante los siglos XII y XIII, en los siglos XIV y XV los reinos cristianos se verán inmersos en una gran crisis.

La crisis demográfica se debió a las epidemias de peste, los conflictos internos y que a menudo la economía de subsistencia provocaba hambrunas, y con ello, muertes. Esta pérdida de habitantes desencadeno una crisis económica, ya que disminuye la mano de obra y, por lo tanto, la producción y el intercambio de género. Como había menos campesinos, los nobles recibían menos rentas, lo que generó conflictos sociales por la subida de impuestos.

En la política, los reyes imponen  su autoridad y los nobles se resisten, por ello suceden guerras internas tanto en Castilla (siglo XIV con la guerra de Pedro I y Enrique de Trastámara) y en Aragón (siglo XV en la guerra de Juan II).

5.3. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: la expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo

 Tras conquistar todos los territorios peninsulares posibles, la Corona de Aragón se lanza al Mediterráneo con fines económico-comerciales. Se instalan en la costa.

 Juan II gana Sicilia tras batallar contra Francia; luego esta isla se independizará. También conseguirán ducados griegos gracias a la traición de un ejército almogávide hacia los bizantinos.

Más tarde, Jaime II gana Cerdeña contra la República de Génova. Además, ante la aparición de piratas norteafricanos, se conquistan pequeños núcleos, como Túnez o Bugía,  qué sirven como refugio.

Por último el reino de Nápoles bien situado y activo cae en manos de Alfonso V de Aragón tras disputarse lo contra Francia.

5.4. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media las rutas atlánticas (castellanos y portugueses) las Islas Canarias

 La expansión de Castilla al igual que la de Portugal, se realiza por la costa atlántica tras el proceso de reconquista en los siglos XI, XII y XIII.

 En el siglo XIV Portugal explora la costa oeste de África con fines comerciales y en busca de una ruta alternativa para llegar a Oriente, ya que la ruta europea había sido cortada por la conquista musulmana de Bizancio.

 Castilla comercio por la zona noroeste de Europa y en el valle del Guadalquivir, ya que Portugal les cerró la posibilidad de comerciar con África.

Un noble francés descubrió Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y el Hierro y se las entregó al rey de Castilla, pero a pesar de su gran extensión territorial en la península, Castilla no tuvo núcleos importantes para su comercio exterior.

6.1. Los Reyes Católicos y la unión dinástica  integración de las coronas de Castilla y Aragón

 A la muerte de Enrique IV en 1474, se desencadena una guerra dinástica entre su hermana Isabel, la cual se había casado con Fernando de Aragón (hijo del Rey) a pesar de las oposiciones del papado, y su joven hija Juana, quien es obligada a casarse con el rey de Portugal Alfonso V. Queda así la península dividida en dos bandos. Finalmente Juana cae derrotada y se firma el tratado de las alcaçovas en 1479, que une definitivamente la Corona de Castilla y Aragón (con Fernando ya como rey).

 Consiguen con ello la integración de la mayoría de reinos peninsulares de manera dinástica, nunca política (cada reino mantiene sus leyes instituciones fronteras y costumbres).

 Fue una potencia muy fuerte, tanto en el interior como en el exterior.

6.2. Los Reyes Católicos. La conquista del reino nazarí y la incorporación del Reino de Navarra

La reconquista de los Reyes Católicos culmina en 1492 toma de Granada.

Todo comienza en 1482, cuando el rey dirige sus tropas al reino nazarí, constituidas por hermandades y la nobleza, las cuales están sufragadas mediante bulas; utilizan armas de fuego. Allí se aprovecharán las luchas internas por el poder para firmar un pacto con el rey nazarí,  por la cual el Reino de Granada pasaba a manos de los  Reyes Católicos a cambio de la libertad religiosa. Pero este trato lo rompe el Cardenal Cisneros imponiendo el bautismo obligatorio en 1499.

Isabel muere en 1504 y en 1512 Fernando entra en Navarra y se casa con Germana, hija del rey, para evitar enlace con Francia. Crea así la unión dinástica de casi toda la península.

6.3. Los Reyes Católicos: la integración de las Canarias la aproximación a Portugal

 En 1496, termina la conquista y colonización de las Islas Canarias, iniciada por Jean Bethencourt, tras la firma del Tratado de Alcaçovas en 1479 donde Portugal cedía archipiélago Los Reyes Católicos a cambio de no irrumpir en la ruta atlántica portuguesa. Esa experiencia de colonización se utilizará en la conquista de América, lo cual será fuente de explotación de las islas junto a la caña de azúcar y el tráfico de esclavos africanos.

 Por otro lado los Reyes Católicos intentan acercarse a Portugal, durante varias generaciones, mediante políticas matrimoniales: casa su primera hija con Alfonso de Portugal, y a la muerte de éste, con su hermano Manuel I. Posteriormente, casan a la tercera hija de los Reyes Católicos con el viudo Manuel I.

6.4. Los Reyes Católicos y la organización del Estado: instituciones de gobierno

 Tras la unión dinástica, los Reyes Católicos comienzan la consolidación de su poder monárquico.

 En las ciudades se potencia la figura del Corregidor, con puesto en el Ayuntamiento y distintos poderes de autoridad baja.

 En los reinos, siempre con el rey como máxima autoridad, nombran virreyes, se reorganiza las audiencias y, en Castilla, se crean nuevos consejos. Las Cortes se convocan cada vez menos, y sólo se reunirán para consultar presupuestos.

 En todos los territorios, la Santa Hermandad controla el orden público y social, y hay una gran movilización militar de vida las nuevas conquistas.

 Además, se potencia la unidad religiosa, se expulsa los judíos, en 1478 se crea la Santa Inquisición. Los obispos son elegidos por el rey de una vista que este entregue al papado.

6.5. Los Reyes Católicos: la proyección exterior. Política italiana y norteafricana

 La unión dinástica supuso una estrategia política respecto a las proyecciones exteriores. En Italia, el enfrentamiento se produjo contra Francia, que en dos ocasiones invadió Nápoles en el siglo XV. En ambas guerras, los franceses fueron derrotados por las tropas de Gonzalo Fernández de Córdoba, por lo que, finalmente, el rey de Francia renunció a sus aspiraciones sobre Nápoles.

 Los Reyes Católicos también gobiernan la Cerdeña y el Rosellón.

 La expansión norteafricana trataba de frenar la piratería, de los estados norteafricanos, con los turcos como nuevo enemigo del Mediterráneo. No obstante, hubo también motivos ideológico-religiosos, pues seguía vivo el espíritu de cruzada.

 En una serie de campañas se conquistan ciudades como Melilla, en 1497, o Trípoli.

7.1. El descubrimiento de América

 Al cortar los turcos el paso habitual, Colón decidí poner una ruta hacia Asia, alternativa a la propuesta por Portugal, consistente alcanzar la costa Este cruzando el Atlántico. Tras recibir la  negativa de Portugal, los Reyes Católicos finalmente aceptan, firmándose las Capitulaciones de Santa Fe en abril de 1492. Colón obtendrá parte de los beneficios y el título de las tierras conquistadas, estás bajo la soberanía Católica, a cambio de que los Reyes Católicos sufraguen el viaje.

 Parte de Palos de Moguer en agosto de ese mismo año, y en octubre lo que sería la isla de San Salvador. Realizó 3 viajes más entre 1493 y 1504.

 En 1494 se firma del Tratado de Tordesillas, imaginando una línea a 350 kilómetros de las islas de Cabo verde, donde la parte oriental fuera portuguesa y la oriental española.

7.2. Conquista y colonización de América

 Tras la firma del Tratado de Tordesillas, en 1520 Hernán Cortés conquista en nombre de España el territorio azteca, que será conocido como Nueva España. En 1530, Pizarro conquista el territorio Inca (más tarde sería Perú), Valdiña y Almagro toman Chile, Pedro de Mendoza funda Buenos Aires, Orellana conquista el Amazonas, y Cabeza de Vaca explora Texas, Florida y California.

 La colonización consistió en el repoblamiento y explotación económica del territorio, el cual no estaba desarrollado. Se explota la agricultura por encomiendas, sistema donde se reparten las tierras junto a un grupo de indígenas, los que trabajan a cambiar algún tributo, o producto agrícola, y la cristianización. Se produjeron abusos que denunció fray Bartolomé de las Casas. Mediante la mita, consistente en trabajos forzosos, se explota la minería.

7.3. Gobierno y Administración en el imperio colonial

 Las instituciones creadas en América, tras su conquista, fueron una réplica de las peninsulares. El territorio estaba dividido en virreinatos de Nueva España (Centroamérica y sur de Norteamérica) y Perú (Sudamérica), éstas a su vez en Gobernaciones o Capitanías generales (debido a la gran amplitud del territorio), con un Corregidor por municipio. Las Audiencias administraban justicia.

 La legislación se realizó desde España, aunque con leyes específicas recogidas en las Leyes de Burgos (1512), y posteriormente se modifican, con la intención de evitar abusos en las encomiendas, en las Leyes Nuevas (1542).

 En España se crean dos instituciones muy importantes en Sevilla, la primera fue el Consejo de Indias dedicado a la asesoría política y legislativa del rey sobre América. La segunda fue la Casa de Contratación, que monopolizaba y facilitaba el comercio. Desarrolla la cartografía, instruye pilotos… Gran labor científica.

7.4. Impacto de América en España

 El mayor impacto de América en España se debió al tráfico de productos. En la península, se importaban alimentos que mejoraron la vida de los ciudadanos (patata, tomate, maíz…) y materias primas, que serían fuente de explotación. Además, se encontraron grandes cantidades de oro y plata, que la corona utilizó para cerras frentes y tener a Europa bajo su control del siglo XVI al XVII.

 España, por otro lado, exportó alimentos como la vid y el olivo, y las ovejas; lo que más impacto causó fue explotación de productos elaborados, ya que no había capacidad para producir tantas artesanías para cubrir las necesidades peninsulares y americanas, lo que produjo la revolución de los precios, hecho que desembarca una reacción en cadena por toda Europa. Esta revolución hizo que subieran desorbitadamente los precios y el nivel adquisitivo bajase.

8.1. El imperio de Carlos V. Conflictos internos. Comunidades y Germanías

 Carlos de V Alemania y I España nace en los Países Bajos como fruto del matrimonio de Juana de España y Felipe de Austria, y a la muerte de estos, hereda Castilla, Aragón, territorios castellanos en América y territorios aragoneses en el Mediterráneo, Austria, Países Bajos, y el sacro imperio románico-germánico.

 Llega a España, y para controlar a los altos cargos, les paga con el dinero recaudado por los impuestos mediante las Cortes, sufragando así su título de emperador tanto en el Sacro Imperio  para que los electores le eligieran, como en la península, para controlar los nobles. Estoy revolucionara el pueblo, y en Castilla estallará una revuelta, guiada por Padilla, Bravo y Maldonado, que cae en 1521 en la batalla de Villalar, el pueblo pedía la protección industrial. En Aragón comienza rebelión de las Germanías, donde los campesinos van contra la burguesía y los propietarios.

8.2. La monarquía hispánica de Felipe II. La unidad Ibérica

 Felipe II de España sólo recibe una parte de la herencia de su padre Carlos V, el cual deja Alemania y Austria, núcleos muy conflictivos, a su hermano Fernando. Además, como herencia moral de su padre, fija dos objetivos: luchar por la hegemonía en Europa y defender la unidad de sus territorios. En 1681, consigue acceder al trono de Portugal, haciendo valer sus derechos como nieto del Rey (que acaba de morir), creando la unión dinástica de toda la península. Portugal será un foco estratégico de comercio marítimo. Felipe II asienta su corte y la capital en Madrid, se aísla de Europa, adquiriendo su monarquía un carácter hispánico.

 Activa también la Contrarreforma, con el objetivo de unificar la península de manera religiosa; expulsó a los musulmanes, lo que generaría revueltas.

8.3. La España del siglo XVI: el modelo político de los Austrias. La unión de reinos

 el modelo político de los Austrias en el siglo XVI se basó en un sistema polisinodial, donde, a pesar de que el rey tuvo el poder propio de una monarquía autoritaria, el gobierno se ejercía través de dos tipos de consejos: los territoriales (Consejo Real de Castilla, Consejo Real de Aragón, Consejo de Indias, Consejo Italia, Consejo de Flandes y Consejo de Portugal) y los temáticos (Consejo de Estado-política exterior-,Consejo de Hacienda, Consejo de la Inquisición, Consejo de órdenes y Consejo de guerra).

 Además, algunos territorios se encontraban bajo el poder de los Virreyes, las Audiencias crearon nuevas sedes y seguían desempeñando su función jurídica, y se mantuvieron las cortes y la presencia de un corregidor en los municipios.

8.4. Economía y sociedad en la España del siglo XVI

 El siglo XVI fue un período de crecimiento económico impulsado por un crecimiento de la población y el abastecimiento de los americanos. La agricultura creció, y el comercio de productos los artesanos (armas, vestidos, herramientas) tuvo un gran desarrollo gracias a la explotación del Nuevo Mundo, favoreciendo a Castilla, Sevilla y puertos atlánticos. También comerciaron con productos europeos.

 En la sociedad estamental había una preeminencia de la nobleza (con distinción entre alta-adinerados y con propiedades-, y baja-hidalgos y caballeros-algunos pobres-) y del clero (con diferencia entre alto y bajo clero). Los no privilegiados pecheros, la mayoría, estaban compuestos por campesinos y los trabajadores urbanos (burgueses -con ansias de poder- y artesanos).

 Por último, los moriscos y judíos conversos discriminados y sin posibilidad de acceder a cargos públicos.

8.5. Cultura y mentalidades en España del siglo XVI. La Inquisición

 En el siglo XVI, España se movió entre el espíritu humanista del Renacimiento y la ortodoxia de la Contrarreforma.

 La primera mitad del siglo, el mismo trae de vuelta a los grandes sabios de la antigüedad, y con ellos el mayor avance científico-cultural de los últimos siglos en ámbitos como la teología, filosofía, derecho o medicina. Hay un gran afán de conocimiento, lo que hace que se creen universidades como la de Alcalá, Salamanca o Valladolid. Las políticas internacionales hacen nacer, de la mano de Francisco de Vitoria, el derecho internacional.

 En la segunda mitad, comienza la Contrarreforma, y todos los avances se frenan ante la firma del Concilio de Trento, la creación del Índice de Libros Prohibidos, o la creación de la Inquisición. La cultura se empobrece y España queda aislada de Europa.

9.1. Los Austrias del siglo XVII. Gobierno de validos y conflictos internos

Durante el siglo XVII, el gobierno de los Austrias se hará  bajo el consejo de los validos, condes o duques los cuales son tan ambiciosos que incluso crean ciudades con su nombre.

 El primero en reinos era Felipe III, aconsejado por el duque de Lerma, y posiblemente por el duque de Uceda. Expulsará a los moriscos, siendo estos sospechosos de prácticas no ortodoxas.

 El segundo será Felipe IV, hijo de Felipe III, bajo el consejo del Conde Duque de Olivares. En 1640 estalla la crisis debido a la unión de armas, donde se pide un impuesto extra para sufragar la política internacional, cosa que no gustó al pueblo.

 Por último reina Carlos II, incapacitado para gobernar por motivos mentales, y en 1677 Juan José de Austria toma el poder, aconsejado por el duque de Medinaceli y el duque de Oropesa. Potencia el neofeudalismo y el neoforalismo.

9.2. La crisis de 1640

En 1625, el Conde Duque de Olivares propone la unión de armas (los reinos hispánicos aportarán dinero y militares) para sufragar la guerra alemana de los 30 años, que enfrenta católicos y protestantes. Hasta 1635, que Francia entra como aliado protestante, los católicos llevaban ventaja. Entonces, Olivares desplaza un ejercito los Pirineos y pide ayuda Cataluña, donde 1640 comienza una gran sublevación campesina, que culmina en el corpus de sangre, matan al virrey y la nobleza, y Barcelona pasa a manos de rey franco Luis XIII. Felipe IV pide ayuda a Portugal para combatirlo, pero, ya que no reciben la suficiente protección contra los holandeses, el duque de Braganza se subleva, independizando el reino en 1668. Felipe IV, más tarde, recupera Cataluña a cambio del Rosellón y la Cerdeña.

Por otro lado, en 1643, el Duque de Medina Sidonia crea una conspiración en Andalucía que pronto se reduce. Entre esta fecha y 1647, se producen revueltas en Nápoles.

9.3. La España del siglo XVII: el ocaso del imperio español en Europa

 A partir de 1630, el oro y la plata americana comienzan a escasear, lo cual produce una crisis demográfica, que desembocará en una reducción de efectivos militares para frenar la piratería holandesa y británica en América y Asia.

 Además, la financiación de España en la guerra de los 30 años comienza a reducirse y, aunque empiezan liderando los católicos, en 1648 se firma la Paz de Westfalia, con los protestantes como vencedores.

 Inglaterra se alía con Francia en la lucha contra España en 1655. En 1659 firman la Paz de los Pirineos, quedando el Rosellón y la Cerdeña en manos francas. En 1688, Portugal se independizará. Francia se convierte en potencia hegemónica europea, conquistando el franco condado y Flandes, y España entra en una situación de máxima debilidad.

9.4. La España del siglo XVII: evolución económica y social

Durante el siglo XVII, debido a las pestes, a las repetidas hambrunas, a las pérdidas por la guerra a partir de 1640, y a la expulsión de los moriscos, una crisis demográfica y económica azotará distintos sectores en toda Europa, mayoritariamente en los territorios del sur.

La agricultura perderá trabajadores por el aumento de mortalidad y el reclutamiento para la guerra; en la artesanía, hay menos mano de obra, las importaciones baratas europeas y de calidad para el comercio americano desembocarán los caros productos peninsulares, y el nuevo continente desarrollará industria propia, lo que afectará al comercio español.

 En esta sociedad aristocrática, el primer testamento eran los privilegiados, nobleza (alta-adinerados- y baja-hidalgos y caballeros, algunos pobres-) y clero (con diferencia entre alto y bajo). Los no privilegiados estaban compuestos por campesinos, no jornaleros (mendigos) y burguesía (compraban terrenos y títulos nobiliarios).  La sociedad será cada vez más polarizada y quieren vivir de las rentas sin trabajar.

9.5. La España del siglo XVII: esplendor cultural. El Siglo de Oro

 Durante el siglo XVII se desarrolla el barroco, que quiere defender y difundir el espíritu de la Contrarreforma, además de poder monárquico. En las pinturas representan a la Virgen, reforzando la importancia de los autos sacramentales, y, junto a la escritura, exaltarán el catolicismo en general.

 A pesar de la crisis es el Siglo de Oro del arte y la cultura. Se desarrolla el ámbito filosófico, teológico, la literatura (Lope de Vega, Calderón de la Barca), la pintura (Velázquez, Zurbarán…) y la arquitectura (Juan Gómez de Mora, Pedro Sánchez…). También se desarrolla la escultura.

 Sin embargo, la mentalidad cerrada, basada en la Contrarreforma, sin afán de progreso, impedirá que no se desarrolle el ámbito científico, al contrario de lo que sucederá en el resto de Europa.

10.1. La España del siglo XVIII: la Guerra Sucesión y el sistema de Utrecht

 Carlos muere en 1700 sin descendencia, lo que provoca una lucha en Europa por la sucesión española entre Francia y Austria.

 Carlos II había nombrado heredero al francés Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, pero aparece otro pretendiente, el archiduque Carlos de Austria. Quedan la península y Europa divididas en partidarios de Carlos: Aragón, Inglaterra, Austria, Holanda y Prusia; y partidarios de Felipe: Castilla y Francia.

 Pronto Carlos se ve forzado a subir al trono alemán por la prematura muerte de su hermano, desinteresándose por España, Inglaterra y Holanda. Ven un peligro que Francia se anexiona el imperio español, por ello, en el Tratado de Utrecht (1713) Felipe renuncia a la Corona de Francia los, territorios españoles de los Países Bajos e Italia pasan a Austria, el reino de Saboya se anexiona a Sicilia, Inglaterra tiene Gibraltar, Menorca y un navío de permiso.

10.2. La España del siglo XVIII: cambio dinástico. Los primeros Borbones

 Tras la Guerra de Sucesión, los Borbones toman el trono bajo una monarquía absolutista, lo que conlleva una serie de reformas: centralización de administración, el incremento del control de la Iglesia y la intervención del Estado en la economía.

 El primer borbónico (1700-1746) será Felipe V, aconsejado por secretarios (José Patiño  y Melchor de Macanaz) implantan los llamados Decretos de Nueva Planta, que suprime las instituciones y privilegios de los reinos que se rebelaron contra Felipe V en la Guerra de Sucesión e impone las leyes, instituciones y cargos de Castilla. Además crea la Ley Sálica, impidiendo gobernar a las mujeres.

 Después Fernando V (1746-1759) deja actuar a su secretario, El Marqués de Ensenada, el cual crea en catastro de la Ensenada con el objetivo de sustituir los diferentes impuestos por una única contribución, acuerdo a las propiedades de cada ciudadano: este sistema no llega implantarse por oposición del clero y la nobleza.

10.3. La España del siglo XVIII: reformas en la Administración del Estado. La monarquía centralista

 Durante el reinado de los Borbones se implantará el absolutismo monárquico, donde el rey tenía todos los poderes. Prescinden de las Cortes y los consejos: se crean las secretarias, con un secretario al frente de cada una (de Estado, de Guerra, de Marina e Indias, de Gracia y Justicia y de Hacienda).

 Llevan a cabo reformas de centralización y unificación del poder político, como los Decretos de Nueva Planta, donde eliminan aduanas y unifican derechos, leyes y privilegios de la Corona de Aragón, partidarios austríacos en la Guerra de Sucesión, excepto Navarra y País Vasco, partidarios de los Borbones. Hay libre circulación de trabajadores entre reinos.

 El territorio se dividía provincias a cargo de un intendente, encargado del Hacienda y las obras públicas, y un capitán general, administrador de justicia en las Audiencias.

10.4. La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III

 El despotismo ilustrado es una corriente que durante el siglo XVIII conjugará la monarquía absoluta con las ideas ilustradas de progreso.

 Carlos III llega del gobierno de Italia con sus secretarios italianos, Esquilache y Grimaldi, y propone una subida de impuestos. Se sublevan todos los estamentos y se produce el motín de Esquilache.

 En la calle, Carlos III implanta el alcantarillado, el empedrado de las aceras, las farolas de gas, nombra y numera las calles. Tras el motín, se rodea de ministros españoles, Floridablanca y Campomanes, con los que tomará medidas económicas en la agricultura (implanta la fisiocracia, se amplían los terrenos de cultivo), artesanía (en 1783 se decreta que todas las profesiones útiles son honestas) y comercio (hay libertad comercial entre puertos). Surgen las Sociedades Económicas de Amigos del País, donde se fomenta la creación de empresas de oficios útiles.

10.5. La España del siglo XVIII: evolución de la política exterior en Europa

 Durante el reinado de Fernando VI, se pretende recuperar la península itálica mediante actos de familia con Francia. Para ello España se involucra en conflictos de sucesión por Europa, firmando el primer parto en 1733, recuperando Nápoles y Sicilia en la Guerra de Sucesión polaca (pone a su hijo Carlos al mando), y un segundo, en 1743, por el que recupera Milán en la guerra de sucesión de Austria (poniendo su otro hijo Felipe).

 Posteriormente Carlos III entra en importantes conflictos internacionales para combatir el creciente poder inglés y a su aliado Portugal. En 1761 se firma el tercer pacto y España entra en la Guerra de los Siete Años (1756-1763), en la cual pierde la Colonia del Sacramento, cediéndosela a Portugal, y Florida, que pasa manos inglesas. Después, España entra en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos contra Inglaterra y, tras la victoria, recupera la Colonia del Sacramento, Florida y Menorca.

10.6. La España del siglo XVIII: la política borbónica en América

 El siglo XVIII es una época de crecimiento económico. Los Borbones trasladarán el absolutismo a América, a lo que se le unen las reformas del despotismo ilustrado. El excesivo control administrativo, que favorecía la metrópolis, y la presión fiscal, provocan revueltas y descontento.

 Para un mejor gobierno, el virreinato de Perú se dividen los virreinatos de Nueva Granada (al norte), de Perú (en la zona central) y del Río de la Plata (al sur); se les imponen intendentes y funcionarios reales. Implantan una política regalista, controlando la iglesia y expulsando a los jesuitas. Además, promueven la inmigración de  españoles y refuerzan el ejército, quedando una plantilla multicultural servicio de los ciudadanos blancos. También habrá medidas para el desarrollo económico, como la libertad comercial en todos los puertos, mandar cargamentos de mercancías en barcos más pequeños para que no los atracaran, e intentar frenar su producción para que dependiesen de España.

10.7. La Ilustración en España

 En el siglo XVIII, se desarrolla la Ilustración, corriente que pone a la razón como fuente de conocimiento. Ese movimiento burgués llega tarde a España y no se extiende con facilidad por la falta de burguesía. En una primera etapa, se introducen las ideas ilustradas en España, con Mayáns y Feijoo como representantes. Se crean las Reales Academias de la Lengua, historia, medicina y Bellas Artes de San Fernando.

 En la segunda etapa, con Campomanes y Jovellanos como representantes, se impulsa la economía mediante Sociedad de Amigos del País, y la educación mediante la creación de colegios y escuelas, y amplían el carácter científico en las universidades. Nacen instituciones científicas (el Real Jardín Botánico, el Observatorio y el gabinete de Ciencias Naturales). Con el estilo neoclásico la literatura tendrá menos calidad por sus fines didácticos, pero en el arte ya no se construyen sólo Iglesias, y hacen estatuas de la diosa Cibeles, representando la fisiocracia, de Neptuno, representando el mar y el comercio con América, y de Apolo, dios de las Artes y las Ciencias.

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