El Despotismo Ilustrado y las Cortes de Cádiz: Reformas y Transformaciones en España

El Despotismo Ilustrado y las Reformas en España

Carlos III inicia el despotismo ilustrado al dejar el trono de Nápoles para ocupar España. Se implementa un amplio programa de reformas económicas y culturales, basadas en las ideas de la Ilustración: valoración de la razón frente a la fe, supremacía del poder político sobre el religioso, exaltación de la libertad y tolerancia. Para llevar a cabo estas reformas, Carlos III cuenta con ministros italianos como Esquilache y españoles como Jovellanos.

  1. Reformas agrarias

    Se solucionan las crisis de subsistencia mediante la desamortización de tierras mal explotadas y la autorización del cercamiento de tierras.

  2. Reformas industriales

    Se mejoran las industrias basadas en pequeños talleres y se crean Reales fábricas con tecnología moderna.

  3. Reformas comerciales

    Se busca mejorar el comercio interior eliminando aduanas y peajes, y se mejora la infraestructura viaria. En cuanto al comercio exterior, se adopta una política proteccionista que no da resultados.

Se inicia el liberalismo económico de Adam Smith, disminuyendo el control del estado y los gremios. Se liberan el comercio de cereales y vino, así como el comercio con América. Cataluña se convierte en una revolución industrial. Además, se elabora el Catastro para conocer la capacidad productiva del país y se crean el banco y la lotería nacional.

Se organizan reformas sociales y culturales, se fundan reales academias, museos de ciencia y sociedades económicas de amigos del país. Se introduce la moda francesa y la tradición de los belenes traída de Nápoles. También se acentúa la política regalista para disminuir el poder de la iglesia, expulsando a los jesuitas y limitando la Inquisición y las tradiciones religiosas. En cuanto a la reforma militar, se establece el servicio militar obligatorio y se reorganiza el ejército creando distintas armas.

La Guerra de Independencia

La guerra estalla en Madrid el 2 de mayo de 1808 y se generaliza por todo el país en los días siguientes. El pueblo madrileño se levanta para impedir que el resto de la familia real sea llevada a Bayona. La guerra fue favorable en los primeros meses a los españoles gracias a Castaños y al apoyo de Wellington. Sin embargo, la situación cambia con la llegada de Napoleón y su Grande Armée. A pesar de ello, las guerrillas españolas logran desgastar al enemigo. La junta central se refugia en Sevilla y luego en Cádiz. En julio de 1812, se produce la ofensiva anglohispana y a finales de 1813, el Tratado de Valencay devuelve la corona a Fernando VII.

Las Cortes de Cádiz

En 1810, se convoca a representantes del país a unas cortes generales en Cádiz. Los diputados reunidos habían sido elegidos por sufragio universal indirecto en las provincias y colonias. Se diferencian tres grupos con objetivos diferentes: los absolutistas, los liberales y los jovellanistas. Las cortes aprueban un conjunto de decretos que eliminan los señoríos jurisdiccionales, cambian la sociedad estamental por una sociedad de clases, impulsan la economía y favorecen la libertad de pensamiento y expresión. Además, se promulga la Constitución de 1812, la primera inspirada en ideas de la Ilustración y conocida como «La Pepa».

Trascendencia de las Cortes de Cádiz

Las Cortes de Cádiz abren el camino hacia la democracia y una profunda transformación del sistema de vida en España. Sin embargo, tras la muerte de Fernando VII, se restaura el absolutismo y se deroga toda la labor de las Cortes. A partir de entonces, se suceden diferentes etapas de liberalismo y absolutismo en España, hasta que finalmente se consolida la democracia. Las ideas liberales triunfantes en Cádiz también tuvieron trascendencia en el proceso de independencia de las colonias americanas.

El Estatuto Real y el Proceso Liberal

En 1834, se aprueba el Estatuto Real, que supone el fin del absolutismo y la instauración de un liberalismo moderado. En 1835, se producen revueltas urbanas que dan paso a un gobierno progresista y a la desamortización de Mendizábal. En 1836, se produce la Sargentada y se restablece la Constitución de 1812. A partir de entonces, el liberalismo español va madurando y se suceden diferentes etapas en la historia de España.

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