Empresa mercantil

Etapa de crecimiento económico (1500-1680)
Coincide con la etapa final de la conquista y la primera colonización realenga, dándose por la
inserción de Canarias en la nueva economía-mundo vinculada al Atlántico y que supera a la economía
mediterránea.
Se va a buscar aprovechar la posición estratégica del archipiélago para convertirla en una base
para la expansión en el Atlántico, siendo un espacio de negocios para mercaderes y banqueros de los
países europeos en expansión (destaca la presencia de genoveses), con una estrategia dirigida a
propiciar una colonización autosuficiente apoyada en productos destinados a mercados exteriores. Va
a haber un sistema socioeconómico desigual entre las islas de señorío y las realengas, pero más
adelante aparece un comercio interinsular, desarrollando servicios asociados a los cultivos de
exportación que atrajeron inversores y mercaderes extranjeros. Esto supuso la apertura de Canarias a
la “economía-mundo” permitiendo la creación de tráficos isleños y astilleros propios (para
suministros y avituallamientos), como intermediarios (tráfico de esclavos), estableciendo conexiones
comerciales con el Mediterráneo y el noroeste europeo.
La economía agraria canaria durante el Antiguo Régimen estuvo marcada por la evolución de
los cultivos de exportación y la necesidad de proporcionar subsistencia a sus pobladores, aunque en
esta etapa los cultivos de exportación tienen más importancia que los de autoconsumo. La expansión
del espacio para los cultivos de exportación sólo pudo ser resuelto con la ocupación de los montes,
aunque aun así no se pudo hacer frente a la demanda interna, que dependería de la importación de las
islas “granero” o del extranjero. Con las periódicas malas cosechas, se agravó la situación no sólo por
la falta de cereales para alimentar a la población de la isla, sino también a los que venían de otras islas
durante estas crisis, provocando un déficit que debía saldarse con la importación de cereales. Las
dificultades de suministro en las islas mal comunicadas empeoraba el problema, haciendo inasequible
el grano para muchos por su precio,


y sólo se alivió con la introducción del millo y la papa (s.XVII).
De esta manera, no se buscaba un monocultivo (aunque existiera un monocultivo exportador),
existiendo cultivos alternativos para alimentar a la población, con un gran número de pequeños y
medianos propietarios que invierten en los cultivos de subsistencia; sin estos exportar es imposible.
Destaca que hay una organización a nivel de todas las islas, para abastecer a aquellos territorios donde
los monocultivos son fundamentales, existiendo islas granero (Fuerteventura y Lanzarote) para
abastecerlas. El crecimiento económico canario se debíó al monopolio del azúcar y el vino, existiendo
normas para garantizar la producción y el desarrollo económico (aparecen los repartimientos de
tierras y aguas), sentando las bases socioeconómicas de Canarias (dependencia con el exterior).
La economía fue estimulada por una política fiscal muy flexible para consolidar este sistema
económico, lo que significa carecer de la comisión de los impuestos interiores, suponiendo un mayor
beneficio para los mercaderes, aunque la Hacienda real regulaba las aduanas y seguía existiendo el
diezmo, uno de los impuestos que más graban a la población (excepto a algunos nobles), procediendo
de la Iglesia (si no se paga se excomulga). Las cabalgadas en África eran un quinto del valor de los
intercambios de esclavos y oro que se tenía que pagar a la Corona, política fiscal que desarrolla el
impulso económico, pero al no ser productivas se suprime ese impuesto. Otro privilegio mercantil fue
la concesión de privilegios a los puertos canarios para comerciar directamente con América pasar por
la Casa de Contratación de Sevilla, generando un régimen único y teniendo quejas de comerciantes
peninsulares y sevillanos (llevaron a reducir tonelaje y establecer funcionarios reales españoles).
Se articula una relación con América aprovechando el privilegio de excepción del monopolio
sevillano, además de con Europa del norte y África (especialmente esclavos y metales preciosos), y
más tarde por el amplio territorio de la colonización


de América española y la unificación ibérica
hasta 1640 de Canarias-Portugal, entrando en Brasil.
Ciclo del azúcar (1480-1550)
A finales del s.XV y principios del s.XVI, el azúcar constituyó el primer gran cultivo
exportador, y aunque su duración como cultivo central no fue muy largo tuvo la capacidad de sentar
las bases de la sociedad y economía canaria, empezando el papel de Canarias en el Atlántico como vía
de paso fundamental en las redes comerciales entre Europa, África y América.
A pesar de su importancia, el cultivo del azúcar no se extendíó por todas las islas, pues
requiere ciertas condiciones de los suelos (arcillosos de calidad) para que sea rentable, quedando
restringido a las isla de realengo y La Gomera y focalizándose en las zonas de costa, empezando a
desarrollarse lentamente porque su adaptación no es fácil (buscar las condiciones más adecuadas para
su mayor desarrollo). Desde finales del s.XV se desarrollan ingenios azucareros de elevado
rendimiento, teniendo en cuenta que la introducción del azúcar viene por la experiencia de Madeira en
este cultivo y su influencia técnica se va a dar gracias a los especialistas que se trasladan a Canarias
atraídos por la baja fiscalidad, generando una importante inversión tecnológica (una de las primeras
exportaciones tecnológicas del archipiélago).
El agua es un elemento fundamental para el azúcar, por lo que los propietarios se benefician
de los recursos hídricos, surgiendo conflictos cuando hay escasez de agua. La industria azucarera se
sitúa para algunos autores como una de las primeras economías de plantación en el Atlántico, con
pequeños y medianos propietarios que dependían de los dueños de los ingenios (maquinaria para
triturar y moler el azúcar), y como apenas existe moneda se usa el azúcar para el intercambio. Esto
supuso la llegada de población de distinta como mano de obra e inversores, pasando por un rápido
crecimiento y enriquecimiento que produjo una fuerte dependencia de los mercados exteriores,
suponiendo una influencia cultural en el campesinado, destacando el asentamiento de portugueses


“técnicos” para el azúcar (campesinado especialista que trabaja en los ingenios), formando un grupo
intermedio con pequeñas parcelas. También se necesita mano de obra, que era insuficiente porque la
población indígena fue diezmada por la guerra, las enfermedades y la mala alimentación, optando por
traer mano de obra esclava negra y berberisca.
Hay una estratificación social clara desde el primer momento, pues los propietarios de los
ingenios van a controlar la producción, además de que la industria azucarera tiene una importante
inversión que solo estaba al alcance de financieros genoveses, formando una sacarocracia (clase social
que controla las producciones de los ingenios). A mediados del s.XVI hubo un paulatino crecimiento
demográfico que consolidó este modelo y permitíó llevar hacer una especialización de los recursos productos con la llegada de la población experta e innovaciones en la construcción (arte mudéjar),actividades náuticas y un cambio en el modelo productivo (medianero).
La recesión azucarera fue provocada menos por un agotamiento de los suelos y otros efectos
secundarios (como la deforestación y la falta de agua) que por la arribada de la oferta brasileña y
antillana a los mercados europeos en la década de 1530, pues era más barato producir allí que en
Canarias. Su momento crítico llegó a partir de 1560, originando una serie de dificultades en las áreas
dedicadas a los cañaverales con la detención del proceso colonizador y la corriente inmigratoria, la
retirada del capital mercantil, el alza de precios de subsistencias por la paulatina quiebra del azúcar, a
lo que se uníó la llegada de la peste atlántica. Ante esto se buscan alternativas como poner en cultivo
nuevas tierras, producir más o vender más barato (últimas oportunidades para sacar a flote el azúcar),
pero ninguna dio resultado.
Ciclo del vino (1500-1680)
En la etapa anterior, Gran Canaria fue el centro de desarrollo por sus mejores condiciones
para el cultivo de azúcar, pero ahora van a destacar Tenerife y La Palma. Se trata de un cultivo para el
abastecimiento interno desde el s.XVI, y con el paso del tiempo se fue mejorando la viña, estando


presente en todas las islas porque no se necesita suelos de especial calidad. Hay dos tipos:
● Malvasía: Procede de Creta, siendo un producto de lujo para la exportación para el
norte de Europa, especialmente Inglaterra. Ocupa las zonas de costa.
● Vidueño: Para el consumo interno y los mercados coloniales al ser de menor calidad
que el malvasía. Se desarrolla en las zonas de medianías.
Esta expansión vitícola causó enfrentamientos con los comerciantes sevillanos, pero siempre
se lograba salir de los conflictos y seguir con los privilegios hasta avanzado el s.XVIII, aunque se
establecieron jueces de registro en los puertos canarios para controlar la oferta isleña, instalando un
sistema librecambista contrario al mercantilismo (modelo económico que protege la producción local
con impuestos). El tráfico activo de vino convirtió al archipiélago en una sede de operaciones para el
contrabando con los mercados coloniales, exportando vino malvasía al norte de Europa (inglesas,
holandesas y francesas) a cambio de manufacturas que luego iban a América a cambio de plata o
metales preciosos, que se intercambiaban con los ingleses (tenían prohibido comerciar con América),
formando un mecanismo muy favorable para la economía isleña.
El fuerte crecimiento de la demanda de caldos y el incremento de sus precios, llevó a que la
clase mercantil foránea no pudiera saldar sus compras de vinos con la venta de las manufacturas,
siendo preciso canalizar el excedente hacia los mercados coloniales ibéricos, saldando sus cuentas con
la plata procedente de la clase mercantil extranjera, convirtiendo a las Islas en un centro de
aprovisionamiento de metal precioso. Al no tener que pasar por la Casa de la Contratación de Sevilla
se adelantan a la llegada de otros convoyes, surtiendo de productos más baratos a estos territorios al
evitar mercados saturados, recibiendo quejas para que se redujera su tonelaje. La excepcionalidad
mercantil isleña supónía una brecha en el monopolio sevillano, buscando controlar la oferta isleña con
el establecimiento de jueces de registro en los puertos, la


prohibición de navegar fuera de las flotas y
limitando el tonelaje, su duración y puertos de destino para disminuir el contrabando.
A mitad del s.XVII la fusión de Portugal y España significó un gran aumento de los mercados
a los que se podría acceder, con un balance comercial positivo para Canarias que causó inquietud
entre los ingleses, afectados por problemas políticos y económicos. Los intentos de independencia en
1640 de Portugal y su alianza con Inglaterra, con intentos de formar compañías comerciales entre
mercaderes ingleses y canarios que nunca funcionaron, causando una bajada de precios y motines, y a
mediados/finales del s.XVII la compra de malvasía inglesa y de las colonias de América del norte se
va suprimiendo en favor de caldos como el oporto, entrando en una etapa de decadencia y con un
intento de vender falso malvasía que imitase al vino madeirense. Este modelo económico se rompe al
entrar en recesión con la independencia de Portugal y la política arancelaria de Cromwell.
Esta situación causó una fuerte inflación de los precios del cereal, por lo que la Corona
aumentó el tráfico de productos hacia América porque ya no podía haber tráfico de contrabando y la
producción de vino era insuficiente, extendiendo la pobreza y llevando a reflexionar sobre cómo
garantizar la subsistencia. Las etapas de crisis siguen a lo largo del s.XVIII, buscando estrategias para
mantener el auge que se dió en el s.XIX. Estos cambios bruscos deben tener un aspecto interior que
permitan la subsistencia de la población hasta que busquen otra manera de sobrevivir, pues ante la
escasez se reacciona para que la población no muera de hambre. Desde los primeros momentos la
mano de obra fue escasa, teniendo que buscar mano de obra esclava, y en Lanzarote y Fuerteventura
tienen una población escasa y gran parte de origen berberisco o morisco (importante presencia de
mano de obra esclava en esas islas), siendo islas “granero” abastecen al resto del archipiélago con dos
modelos de especialización laboral:
● Trabajadores: Propietarios que constituyen la élite social dedicados a los productos


de exportación (aunque algunos también eran propietarios de tierras de cereales).
● Mediano campesinado: Formado por pequeños propietarios o medianeros. El
medianero tiene que pagar un poco más de la mitad, trabajar la tierra, y solo a partir
del s.XVIII aparecen contratos de medianería, antes eran de pagado.
El auge económico entre 1590 y 1680 causó un crecimiento demográfico, y la lejanía de las
islas respecto al resto de Europa impidió que las grandes pandemias europeas llegasen al archipiélago.
A esto se sumó la llegada de población de origen portugués, destacando los mercaderes de origen
judío portugueses (“marranos”) que llegaron no solo como trabajadores y técnicos del azúcar sino
también como labradores y viticultores, y la actividad comercial permite que los extranjeros se
queden (como los genoveses, que dominan la cuestión crematística y las finanzas y, siendo cada vez
más poderosos, se ennoblecen). En el s.XVII llegan ingleses, y en el s.XVIII irlandeses.
Carácterísticas de la recesión económica (1640-1820)
La exportación de vino, el tráfico esclavista, el contrabando y el comercio de metales
preciosos estaban dirigidos por mercaderes foráneos (lusitanos, ingleses y holandeses) y la burguésía
indígena para configurar este sistema económico, pero los procesos anteriores desestabilizaron todo el
sistema. En esta época de carestía la tierra se convierte en un valor importante, y la mayor parte de las
propiedades están en mano de una élite que convertirá las convertirá en mayorazgos (propiedades que
no se pueden vender ni traspasar). La introducción de forma masiva de la papa y el millo en el
s.XVIII supuso un cambio radical para lograr la subsistencia, evitando que se produzcan muertes por
inanición y una grande emigración hacia América (se dio en los s.XVIII-XIX).
El problema de la crisis de la economía canaria a principios de la Edad Moderna se relaciona
con el modelo mercantilista (fatal para la economía canaria), y desde el s.XVIII se apuesta por el
librecambismo, pues la subsistencia canaria era garantizada


por el libre comercio y la permanencia de
unos privilegios fiscales (para que el archipiélago no se despoblara). La pérdida de mercado para el
vino fue muy dañina, pues los malvasía compitieron con el Oporto mientras que los vidueños y los
aguardientes tuvieron un competidor externo portugués e interno (andaluces y catalanes). América del
norte deja de ser mercado para los productos canarios, al igual que Brasil, y aunque se mantiene el
régimen de excepción fiscal se ven afectados por la competencia interna, teniendo un nivel comercial
mucho más reducido, especialmente por el contrabando de manufacturas.
Las consecuencias de esta coyuntura fueron inmediatas, con una menor salida de caldos de
inferior calidad, la caída de sus precios en el mercado local y la ruina de los viticultores menos
competitivos al mermar sus ingresos para afrontar los préstamos solicitados a la clase mercantil, y las
dificultades bélicas originaron un relativo desabastecimiento del mercado interior, agravando todavía
más la situación. A mediados del s.XVIII la crisis pega con más dureza, instalándose irlandeses que
van a hacer de intermediarios en el contrabando de malvasía hacia Inglaterra, bebida imprescindible
desde la élite hasta las clases bajas, aunque con el paso del tiempo el oporto predominará. Esto se
agrava con una menor llegada de moneda de plata, atractivo para los comerciantes del norte de
Europa, y uno de los negocios más importantes será llevar pasajeros a América, existiendo dos
maneras de ir: la minoritaria era enrolarse en el ejército y declararse prófugo, y la otra era pagar un
flete e ir hacia América, estableciendo redes de contacto entre parientes se establecen redes.
-La expansión del policultivo
Se debe en gran medida a que el cultivo de la papa y la vid es compatible; debajo de la viña se
suele cultivar la papa. Este cambio de enfoque en la explotación agrícola se debe a que cuando las
cosas se van poniendo más difíciles, los grandes propietarios llegan a acuerdos con los medianeros y
les hacen préstamos de todo lo que necesiten (útiles,


semillas, etc.) para que se quedaran como
deudores del gran propietario, evitando que emigren. Esta crisis hizo que la sociedad estuviese más
bipolarizada que nunca, y en casi todas las islas los jornaleros eran más de la mitad de la población y
los propietarios, existiendo un grupo restringido de poderosos propietarios mientras que gran parte de
la población que vive de la subsistencia (la pobreza causó un incremento de la mortalidad).
-Estrategias frente a la crisis
El control de la sociedad y la economía estaba en manos de las élites sociales, pero a lo largo
del s.XVIII esta élite va a influir en fenómenos como la Ilustración, apareciendo las primeras
ediciones de francófonas. La primera solución a este problema había sido practicada con anterioridad
por la clase mercantil foránea, consistiendo en intervenir en el flujo mercantil de las Islas, controlando
los pagos exteriores efectuados a la Hacienda y particulares, aunque esta opción era insuficiente,
generando un riesgo a medio plazo sobre la continuidad del tráfico de mercancías. Hay proyectos
agrícolas y aunque algunos no se llevan a cabo (como el jardín botánico, un lugar de ensayo para
estudiar nuevos cultivos alternativos), la obtención de alimento fue la preocupación fundamental de
las Sociedades Económicas, buscando mejorar la agricultura y desarrollar memoriales contra los
modelos proteccionistas en el s.XVIII, siendo un proceso abierto a todo tipo de alternativas.
Las restricciones impuestas por el mercantilismo buscaron reprimir el contrabando (no se
logró), limitando la captación del mercader foráneo del numerario necesario para pagar, continuando
hacia la América hispana para obtener la plata y los productos coloniales para equilibrar el déficit de
la balanza de comercio del noroeste europeo con Canarias. El incremento de los precios de los
vidueños después de 1648 llevó a la recuperación de los ingresos de sus viticultores y la recuperación
de la demanda de manufacturas foráneas anterior a la recesión. El incremento del precio de los caldos
llevó a la reducción de la oferta por la desecación de las plantaciones marginales y las malas cosechas,


porque la producción vitícola inició una tendencia depresiva desde mediados de siglo por la presencia
de una nueva y creciente oferta vitícola en el Atlántico, aunque la burguésía indígena desplegó una
febril actividad en para restablecer su comercio vitícola.
En realidad, la alternativa óptima se basó en aumentar las exportaciones de caldos y
manufacturas extranjeras al mercado colonial hispano; potenciar el contrabando para saldar los pagos
con plata indiana, causando protestas por parte de los sevillanos. En esta época se reafirma que no
había salvación para el archipiélago sin el libre comercio, siendo importante tener en cuenta que las
soluciones para periodos de crisis surgen de las clases dirigentes, proponiendo reconducir el comercio
a través de negociar con los países receptores de sus productos (especialmente Inglaterra) y a nivel
local con las presiones de los sevillanos hacia la Corona para restaurar el monopolio sevillano. A
mediados del s.XVII surge la República de Cromwell, que realiza cambios en su política económica
(tendencia proteccionista) que causó problemas a Canarias, y la independencia de Portugal en 1740 le
hizo perder los mercados de Portugal y Brasil, y desde la monarquía descendieron las toneladas que
podían llevar a América, haciendo caer la exportación del archipiélago a pesar de intentos de
renovación, entrando en un momento de decadencia.
En Canarias hubo una estrategia para restringir los gastos de la tierra a través de medianeros,
siendo importante tener en cuenta que estaba acompañado de una familia numerosa (mano de obra
barata), realizando poco pago monetario pero mucho en especie. Normalmente, el medianero no tiene
recursos para afrontar las mejoras que se piden en los contratos de medianería, endeudándose con el
propietario, surgiendo problemas demográficos e incrementando la mortalidad y con escasez de mano
de obra. La escasez en la producción de vino lleva a que los productos alimenticios adquieran un
mayor nivel de cotización, pero las papas y el millo evitan la inanición. En este momento empieza a
ser evidente que no se van a encontrar soluciones factibles


para mejorar la situación económica,
surgiendo la emigración hacia América como un alivio demográfico porque no se puede mantener a
toda la población, y los emigrantes que mandan remesas para el archipiélago, y con ese dinero se
pagan las importaciones de alimentos y manufacturas.
La emigración lleva a que se se despueble el Archipiélago, arruinando las rentas de la Corona,
además de que sin su necesaria defensa, costeada por los propios isleños, pueden caer en poder de sus
enemigos, poniendo en peligro el flujo comercial de la ruta indiana. Esta era la argumentación de los
representantes canarios, con la propuesta de crear una Junta de Comercio para dictaminar sobre el
asunto, enviando un comisionado para investigar el contrabando (que fue conformado). El eje de
regresión de la producción vitícola fue en el 1790-1814, periodo en el que crece la exportación de
estos productos a Inglaterra, porque desde Canarias se podía sortear el bloqueo continental de
Napoleón, además de que junto a los vinos se exportan otros productos por el auge del comercio.

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