Evolución de la sociedad y economía en la historia de España

1.1 Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico

Los homínidos, procedentes de África, supieron adaptarse al clima cambiante del Paleolítico. Componían clanes de lazos familiares. Eran recolectores y nómadas. Supieron pasar del carroñeo a la caza especializada y el trabajo con cuero y fibras. El Neolítico, procedente de Oriente Próximo, supone la llegada de las actividades agrícolas y ganaderas. La domesticación propició la sedentarización y el surgimiento de aldeas. Los trabajos artesanos se especializaron y aparece la jerarquía social que culminará en la Edad de los Metales. El arte rupestre es testigo del cambio, pasando del naturalismo del paleolítico cantábrico a un esquematismo narrativo del neolítico levantino.

1.2 Los pueblos prerromanos

Tartessos fue un estado aristocrático del suroeste peninsular de gran riqueza minera y agrícola. Los íberos, una serie de pueblos que comparten lengua y cultura, se extienden por la costa mediterránea. Cuentan con gran desarrollo urbanístico y artístico. Los pueblos de influencia celta y lenguas indoeuropeas, ocupan el resto del territorio. La ganadería y la metalurgia son sus actividades principales. Estos pueblos tuvieron contactos comerciales con los fenicios asentados en la costa sur y con griegos en el noreste. De ellos aprendieron la conserva en salazón, la moneda, la escritura así como influencias religiosas y culturales.

1.3 Conquista y romanización

La primera fase de la conquista se desarrolla en el contexto de la II Guerra Púnica. Roma acomete la conquista del interior en una segunda fase, encontrando resistencia por parte de Lusitanos y Celtíberos. En el 19 aC, Augusto concluye las conquistas venciendo a Cántabros y Astures. Para organizar el territorio, Roma crea las provincias. Sus capitales serán focos de la romanización. Se adoptan las instituciones y derecho romano para la administración. El latín facilita la trasmisión de la cultura clásica y posteriormente el cristianismo. El modo de vida de Roma se reproduce en toda ciudad. La red de calzadas facilita la integración territorial.

1.4 El Reino Visigodo

La primera fase de la conquista se desarrolla en el contexto de la II Guerra Púnica. Roma acomete la conquista del interior en una segunda fase, encontrando resistencia por parte de Lusitanos y Celtíberos. En el 19 aC, Augusto concluye las conquistas venciendo a Cántabros y Astures. Para organizar el territorio, Roma crea las provincias. Sus capitales serán focos de la romanización. Se adoptan las instituciones y derecho romano para la administración. El latín facilita la trasmisión de la cultura clásica y posteriormente el cristianismo. El modo de vida de Roma se reproduce en toda ciudad. La red de calzadas facilita la integración territorial.

2.1 Al-Ándalus: evolución política

La debilidad del Reino Visigodo, la superioridad musulmana y el uso de la diplomacia pueden explicar la rápida conquista de la Península. Al-Ándalus quedará integrada en el Califato de Damasco hasta la proclamación de Abderramán I como emir independiente en el 756, con Córdoba como capital. Los emires andalusíes tuvieron que hacer frente a una serie de revueltas y levantamientos así como movimientos secesionistas. Abderramán III conseguirá sofocarlas y proclamar Califa en el 929. La época califal será la de mayor esplendor de Al-Ándalus. El visir Almanzor realizará incursiones en los reinos cristianos, pero tras su muerte el califato se fragmentará en numerosos Reinos Taifas, débiles y efímeros. Desde el s. XI, Al-Ándalus verá reducir su territorio y será incorporada tanto al califato Almorávide como al Almohade. En 1238, el Reino Nazarí de Granada será el último reino musulmán peninsular como un gran foco artesanal y comercial entre oriente y occidente.

2.2 Al Ándalus: economía, sociedad y cultura

La agricultura andalusí incluye la triada mediterránea así como nuevos cultivos de regadío como el arroz, los cítricos, caña de azúcar o morera. Existe una artesanía destinada a usos cotidianos, en talleres familiares y otra de productos de lujo para la exportación, en talleres estatales. Las rutas comerciales conectan Al-Ándalus con Oriente y con África, siendo la entrada a Europa de especias, oro, marfil o esclavos. La sociedad de Al-Ándalus es compleja, diferenciando una aristocracia, compuesta por musulmanes árabes y las clases populares, que incluye bereberes, muladíes, judíos y mozárabes. Por último, esclavos de origen eslavo y subsahariano. Al-Ándalus fue foco cultural en la alta Edad Media. La ciencia andalusí destacó en medicina, astronomía y matemáticas. También la filosofía con Averroes y Maimónides. El arte andalusí, de gran riqueza ornamental, presenta influencias visigodas y bizantinas.

2.3 Reinos cristianos: evolución, organización y repoblación

Los Reinos Cristianos se configuran durante los siglos VIII y IX en la Cordillera Cantábrica en torno al Reino de Asturias y en los Pirineos con el reino de Pamplona y la Marca Hispánica. Tras la caída del poder califal, irán ganando importancia política y económica. El avance hacia el sur es favorable en momentos de debilidad de Al-Ándalus. Están organizados en un sistema feudal; donde clero y nobleza se presentan como los estamentos privilegiados, poseedores de grandes señoríos. Por otro lado, un estamento no privilegiado muy heterogéneo (burgueses, villanos y siervos). La repoblación de territorios conquistados se realizará siguiendo distintos modelos: En el s. X, hasta el río Duero y el Prepirineo, con un sistema de presura. En el s. XII, el valle del Tajo y del Ebro, donde se establece el sistema concejil de fueros. En el s. XIII, se conquista Valencia, Murcia, Baleares y el valle del Guadalquivir, donde nobles y órdenes militares reciben feudos en sistema de repartimiento.

2.4 Baja Edad Media

La Corona de Castilla incorpora Galicia, la Cornisa Cantábrica, Extremadura, Meseta Central, Murcia y Baja Andalucía. Está ligada con el comercio atlántico exportando lana y productos agrícolas. Políticamente es centralista y de carácter autoritario. Los Consejos son órganos consultivos; las audiencias, que imparten justicia en nombre del rey y los corregidores, enlaces de la corona en los gobiernos municipales. Son cargos reservados a la nobleza y burguesía. La Corona de Aragón incluye los reinos de Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña. En su expansión mediterránea incorpora Cerdeña, Sicilia y Nápoles, estando ligada con el comercio mediterráneo. Políticamente tiene carácter federal y pactista. Cada reino cuenta con instituciones que vigilan el cumplimiento de los pactos alcanzados (diputación y generalitat). Navarra, sin mayor expansión territorial, vivirá entre las influencias francesas, aragonesas y castellanas, con un sistema político que evolucionará del pactismo al centralismo.

3.1 Los Reyes Católicos

Tras la Guerra Civil Castellana (1474-1479), Isabel I accede al trono de Castilla al vencer al bando de Juana y zanjar el conflicto con el tratado de Alcaçovas en 1479. Ese mismo año accede al trono de Aragón Fernando II. El reinado de los Reyes Católicos supone la implantación del Estado Moderno en Castilla y Aragón. Los monarcas centralizan el poder y amplían su autoridad frente a nobleza y clero, sumando nuevas instituciones dirigidas desde la corona. La Santa Hermandad, cuerpo policial y la Inquisición, tribunal eclesiástico con fines políticos. A estos hay que sumar los Virreyes, representantes del rey en los distintos territorios (Navarra, Italia) y los corregidores, representantes del rey en los gobiernos municipales. Si bien La Concordia de Segovia (1475) supone un gobierno conjunto de ambos monarcas, son respetadas las leyes e instituciones de cada reino. Al incorporar Granada (1492) y Navarra (1515) a Castilla, se consigue una unidad dinástica en estos reinos que culminará gracias a la política matrimonial de los Reyes Católicos y la de ambas coronas bajo Carlos I.

3.2 Exploración, conquista y colonización de América

El viaje colombino de 1492 abrirá la carrera de Indias, por el cual, la Corona Hispánica conseguirá aumentar su hegemonía La conquista del continente americano se realiza en tres fases. Una primera enfocada al control de las Antillas y Centroamérica, siguiendo un sistema de capitulaciones y suponiendo la pérdida de la población nativa antillana y su gradual reemplazo por población africana. La segunda acomete la conquista del Imperio Azteca por Hernán Cortés, valiéndose de la ayuda de pueblos indígenas sometidos por los mixtecas y la conquista del Imperio Inca por Francisco Pizarro dentro de un contexto de guerra civil. Una tercera se realizaría bajo las direcciones de los virreyes incorporando la cuenca de la Plata y el oeste de Norteamérica. Para la explotación de los recursos americanos, se utilizaron la encomienda, el repartimiento o la mita, distintas relaciones de dependencia entre los conquistadores y la población autóctona. En el gobierno de estos territorios se presentan instituciones peninsulares, tales como el Consejo de Indias y la Casa de Contratación, mientras que en América se desarrollan los virreinatos, las capitanías generales y las audiencias al modelo de Castilla.

3.3 Los Austrias del siglo XVI

Carlos I hereda un basto imperio que incluye las coronas de Aragón, Castilla y los estados patrimoniales de Borgoña y Habsburgo. En 1520 es proclamado Emperador del Sacro Imperio. Bajo su reinado se consolidó la monarquía autoritaria, contestada por la revuelta de los Comuneros en Castilla y las Germanías en Valencia y Mallorca. Su proyecto de crear un Imperio Universal Cristiano tuvo como oposición a Francia y al Papado (Saco de Roma), así como el levantamiento de los príncipes alemanes luteranos (Liga Esmalcalda). Felipe II hereda las coronas hispánicas y los territorios de Borgoña los que se suma Portugal (1580). Su política internacional estuvo orientado al mantenimiento de la hegemonía hispánica y la defensa del catolicismo, enfrentando a Inglaterra (Gran Armada) y Países Bajos (Guerra de los 80 años). También tuvo que hacer frente al levantamiento morisco de las Alpujarras y la intervención militar en Aragón. Común a ambos reinados fue la lucha contra el Imperio Otomano, destacando la victoria en el asedio de Viena (1529) y la batalla de Lepanto (1571).

3.4 Los Austrias del siglo XVII

Durante el siglo XVII aumentará el poder de los validos. Durante el reinado de Felipe III destaca el Duque de Lerma, cuyo gobierno estuvo marcado por la corrupción y la expulsión de los moriscos (1609). El Conde Duque de Olivares, valido de Felipe IV, promovió la Unión de Armas, que desencadenó una serie de revueltas (1640) en Portugal, Cataluña, Nápoles y Andalucía. El reinado de Carlos II estuvo marcado por la recuperación económica gracias a las políticas de su valido el Duque de Medinaceli. Aunque se había firmado la Tregua de los Doce Años con Flandes, el conflicto se retomaría durante la Guerra de los Treinta Años, que enfrentó a católicos contra reformistas (apoyados por Francia). En este contexto, Portugal y, temporalmente, Cataluña, se escinden de la Corona. Las paces de Westfalia (1648) y de los Pirineos (1659), supusieron la pérdida de la hegemonía en Europa y los territorios italianos y flamencos.

3.5 Sociedad, economía y cultura de los siglos XVI y XVII

La sociedad durante los siglos XVI y XVII mantuvo la estructura feudal. No obstante, el desarrollo del Estado Moderno supone la pérdida de poder político de la alta nobleza y el alto clero. La nobleza de toga aumentó su presencia con la burocratización del estado y la servidumbre disminuye debido al aumento del poder real. La economía siguió siendo netamente agrícola. Durante el siglo XVI se asiste a la revolución de los precios debido a la llegada de metales preciosos de América. No obstante, el despegue económico queda comprometido por la costosa política exterior de los Austrias y la baja demanda interior. Fueron decretas distintas bancarrotas, y la crisis se generalizó en el siglo XVII debido a las epidemias, descenso de ingresos americanos y la expulsión de los moriscos. La cultura renacentista de principios del XVI se vio marcada por la Contrarreforma Católica tras el Concilio de Trento (1545). El siglo XVII, experimentó la edad dorada (Siglo de Oro) de la literatura y las artes plásticas bajo el movimiento barroco.

4.1 La Guerra de Sucesión

A la muerte sin descendencia de Carlos II, dos pretendientes al trono conformarán los bandos enfrentados en la Guerra de Sucesión. Por un lado, Felipe de Anjou de la casa Borbón, cuenta con el apoyo francés y castellano. Por otro lado, el Archiduque Carlos, de los Habsburgo austriacos, con el inglés y aragonés. Los tratados de Utrech (1713) y Rastatt (1714) dan fin al conflicto. España perderá los territorios italianos y Flandes (a favor de Austria), así como Gibraltar y Menorca (Reino Unido). La nueva situación supone el comienzo de la hegemonía de Reino Unido y su superioridad en el comercio americano. Los pactos de familia entre los borbones franceses y españoles dirigirán la política exterior de España durante el s. XVIII. Los dos primeros pactos (en el marco de las guerras de sucesión de Polonia y Austria) devolverán el control de los territorios italianos y el tercero (en el marco de la Guerra de los Siete Años y la Guerra de Independencia de EEUU) reajustarán fronteras en Norteamérica y la reincorporación de Menorca.

4.3 Las reformas borbónicas en los virreinatos

La administración de América durante los primeros borbones, seguirá las mismas directrices que en la Península Para facilitar la gobernación de América, se crean nuevos virreinatos: Nueva Granada y La Plata. Aumentan las atribuciones de las capitanías generales (Venezuela, Centroamérica, Filipinas

) y las intendencias suplantarán a las audiencias. Los puestos de responsabilidad recaerán en españoles peninsulares, desplazando a los criollos. Se reformó el ejército, aumentando sus efectivos, aunque los altos cargos se mantendrían en manos de los peninsulares. La apertura de los puertos al comercio americano facilitó el comercio e hizo aumentar el poder económico de las élites criollas. La expulsión de los jesuitas de América, bajo los principios del regalismo, supondrán la desaparición de las reducciones guaraníes regidas por la Compañía de Jesús. Por otro lado, el impacto de la ilustración en América

4.4 SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA DEL SIGLO XVIII. 

La sociedad del siglo XVIII mantiene la estructura feudal del antiguo régimen, basada en el privilegio, aunque se reconoce el derecho de trabajo para la nobleza. La burguesía irá ganando y afianzando su poder económico e influencia política. Las reformas económicas destinadas a mejorar el sistema productivo agrícola (nuevas poblaciones, aumento del regadío e introducción de nuevos cultivos) mejoraron los rendimientos, limitados por la estructura de propiedad. El comercio se impulsó por la apertura de los puertos con América. Las reales fábricas fueron la apuesta para disminuir la dependencia exterior de distintas manufacturas (paños, cristal, porcelana…). La ilustración será el movimiento cultural más destacado del s. XVIII. Sus principios se asientan en el uso de la razón y el espíritu crítico, la confianza en la ciencia y el progreso técnico, el afán didáctica y la búsqueda de la felicidad tanto como meta individual y social. Da cuenta de este movimiento las Sociedades de Amigos del P

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