Fernando VII: absolutismo y liberalismo

La revolución liberal es un proceso histórico que se inicia en España En 1808 (Motín de Aranjuez) y que tiene como fundamento la ideología Liberal. Los rasgos pueden resumirse en el rechazo de las formas Absolutistas del poder, el traspaso de la soberanía del rey a la nacíón y La defensa de las libertades individuales y el derecho a la propiedad Privada (también se le llama la revolución burguesa, porque fue la gran Beneficiaria). Se caracterizó por la crisis del sistema social, político Y económico en España, producto de la influencia de la Revolución Francesa, iniciada en 1789, y de las propias resistencias sociales de Los estamentos privilegiados a aceptar este cambio histórico, Los Españoles se dividieron en dos opciones políticas: liberales, que Defendían la transformación de la monarquía absolutista de Fernando VII En otra de carácter constitucional, frente a ellos “los serviles” o Absolutistas, que seguían fieles a las viejas instituciones del Antiguo Régimen. Entre esos grupos se iba a producir una lucha continuada Durante esta etapa, en la que se trata de resolver la modernización de España.

Primera etapa de modernización

Incorpora un nuevo Modelo social y económico. Se basa en la CONSTITUCIÓN establecida por la soberanía nacional. El poder se dividía en tres: el legislativo (las Cortes hacen las leyes), el ejecutivo (el Rey) y el judicial (los jueces Ejercen independientemente de los tribunales). Tuvo un carácter Censitario y se imponen los derechos universales (igualdad ante la ley). Se reconoce la propiedad individual, lo que supone la eliminación de Los señoríos. La economía se regirá por la ley de la oferta y la Demanda. El camino hacia el liberalismo fue difícil, primero por la Oposición de la Iglesia y del rey
Fernando VII y después con el sistema liberal implantado, por el carlismo. En 1808, Carlos IV y Fernando VII Abandonan España para entrevistarse con Napoleón de Bayona. La corona Pasa a estar en manos de su hermano José I. Esto supone el comienzo de La Guerra de Independencia (1808-1814). Ante la pasividad de las Autoridades en 1808 se crea una Junta Central en Cádiz. Estaba formada Por representantes de todo tipo, se dividieron entre liberales y Absolutistas. En 1810 crearon el primer Decreto de Cortes que defendía La soberanía nacional y la división de poderes. También surgieron las Guerrillas que canalizó la aparición del pueblo llano. La base era sobre Todo campesina y había partidas de bandoleros. Las Cortes tenían como Objetivo la eliminación del Antiguo Régimen. Se abolíó el sistema Señorial y se suprimieron los vasallajes. Se dieron las primeras leyes Desamortizadoras, se suprimieron los gremios, las aduanas interiores y La Inquisición. Pero el documento legislativo más importante fue la Constitución en la que se abolieron los derechos feudales, la Inquisición, la Mesta, se proclama la libertad de prensa, libertad de Trabajo, se suprimieron las pruebas de la nobleza, etc. Se inicia la Primera desamortización de los bienes del clero, se transforma en Propiedad privada de bienes de propios, realengo, baldeos…

Pero No tiene vigencia, ya que Fernando VII en 1814 presento el “Manifiesto De los Persas” con el que eliminó la Constitución de Cádiz y España Vuelve al absolutismo.
A los liberales no les quedó otra opción más que Los pronunciamientos militares para llegar al poder. Muchos fracasaron (Espoz, Mina). Pero en 1820, una sublevación militar dirigida por Riego Triunfa y el rey acepta la constitución.

Segunda etapa, reinado de Fernando VII, trienio liberal

El Trienio supuso la vuelta al liberalismo y la vuelta a la constitución De Cádiz. Se divide en dos partes. Los moderados doceañistas, que Pretendían reformar la constitución defendiendo una soberanía compartida Con el rey y con la doble cámara. Y los exaltados o venteañistas que Mantienen la constitución sin reforma.

El Trienio Liberal Finaliza con la intervención en el Congreso de Verona (1823) mediante Los 100 mil hijos de San Luis (enviados por el rey francés Luis XVIII). Nuevamente Fernando VII se convierte en Rey absoluto (Década Ominosa 1823- 1833). Debido a la Ley Sálica, las hijas de Fernando VII no podían Acceder al trono, por lo que establece la “Pragmática Sanción”, lo que Supondrá que llegado el momento reinaría Isabel, todavía menor de edad. Los sectores más absolutistas rechazaron a la nueva reina y proclamaron Rey al hermano de Fernando (Carlos María Isidro). Ante este panorama, la Regente María Cristina no tiene otro remedio que unirse a los Liberales. Surge así la primera Guerra Carlista (1833-1840).

Tercera etapa, el reinado de Isabel II (1833-1868)

La Necesidad de ampliar los apoyos a la causa isabelina y de obtener Recursos financieros aceleró el proceso de la revolución liberal Burguesa. Además la resolución de la guerra por el ejército liberal Convertirá a algunos generales en árbitros de la situación política, Ante la debilidad de los partidos liberales y de sus bases sociales.

Tras La muerte de Fernando VII y para asesorar a la regente María Cristina, Se establecíó un Consejo de Gobierno presidido por Francisco Cea Bermúdez. Este gobierno estaba formado en su mayoría por absolutistas Moderados con el objetivo de llegar a acuerdos con los carlistas. El Inicio de la guerra Carlista y la necesidad de que los liberales Apoyaran a Isabel hizo que el gobierno de Cea fuera sustituido por otro Gobierno capaz de conseguir la alianza con los liberales. Para liderar a Este nuevo gobierno se nombró primer ministro a Francisco Martínez de La Rosa, liberal moderado que se encargo de redactar y aprobar el Estatuto Real de 1834 con el objetivo de preparar la transición desde el Absolutismo hacia el liberalismo. El Estatuto Real contribuyó a acercar A los liberales a la causa isabelina y demostró que María Cristina Estaba dispuesta a cambiar la forma de gobierno para satisfacer a los Liberales.

Las Cortes estaban formadas por dos Cámaras: Cámara Alta (constituida por personas elegidas por la reina entre la nobleza) y La Cámara Baja (elegida por un sufragio muy restringido e indirecto). Surgen dos posturas: los moderados y los progresistas. Los moderados Eran terratenientes, altos funcionarios… Defendían el derecho a la Propiedad, restringían el sufragio, la participación del pueblo en la Política y la soberanía compartida. Sus líderes más importantes fueron Narváez y Bravo Murillo. Los progresistas, en los que predominaban la Pequeña y la mediana burguésía, defendían la soberanía nacional y Rechazaban la intervención del rey en la política aunque mantuvieron el Sufragio censitario. Sus líderes más notables fueron Mendizábal (protagonizó la desamortización de 1836-1837), Espartero y Prim. A lo Largo del reinado de Isabel II y la regencia de su madre solo estuvieron En el poder durante breves periodos (Bienio Progresista) siendo la Mejor propuesta de su programa la Constitución de 1837. Esta Constitución no era apoyada por la Corona pero se pudo llevar a cabo Gracias al “Motín de los Sargentos de La Granja”, que provocó la Constitución de signo progresista.

En 1854 el general O´Donnell Fundó la Uníón Liberal, un partido bisagra que trató de cubrir un Espacio de centro entre moderados y progresistas, aunque gobernó junto a Estos en el inicio del bienio progresista (1854-1856), más tarde lo Haría con los moderados. Sus principales líderes serán los generales O´Donnell y Serrano.

Finalemente, hacia 1849 los progresistas Sufrieron una escisión por su izquierda, naciendo el Partido Demócrata. Defendía el sufragio universal y la soberanía popular, el rey debía Tener solo un papel honorífico (de aquí se derivarán las tendencias Republicanas posteriores que obtendrán bastante apoyo de las clases Populares debido al desprestigio de la monarquía isabelina); defienden Una asistencia social estatal y una amplia libertad de asociación y Valoraban mucho la igualdad real.

Entre 1843 y 1868, se establece Un sistema liberal moderado, de signo conservador y centralista. Este Periodo supuso la implantación definitiva del régimen liberal en España. Sin embargo la consolidación de Estado liberal se encontró con muchas Dificultades y por ello el liberalismo que se impuso a lo largo de casi Todo el periodo fue moderado y censitario (llamado liberalismo Doctrinario), respondiendo a los intereses de la oligarquía dominante. Dos de los rasgos propios de este periodo fueron la inestabilidad Política y los constantes cambios de gobierno.

Durante la Década Moderada se elaboró la Constitución de 1845, que proclamaba la soberanía Compartida y anulaba algunas conquistas del liberalismo progresista y Algunas leyes orgánicas de carácter muy restrictivo que sentaron las Bases del poder moderado y de la organización política y administrativa Del Estado liberal. Entre esas reformas destacan:

* L a nueva división provincial que establece 48 provincias administradas por una diputación y un Gobernador Civil.

* Administración centralizada.

* Creación de una institución, la Guardia Civil, para velar por la seguridad pública.

* Se realizó la reforma de la Hacienda, que establecerá un nuevo sistema fiscal.

* Se asienta en tres pilares: Corona, partidos políticos y militares.

Partidos políticos y oposición

La Oposición al liberalismo vendrá en un principio de mano de Fernando VII Y de los defensores del absolutismo junto con los privilegiados del Antiguo Régimen. En 1814, el retorno a España de Fernando VII supuso la Vuelta al Antiguo Régimen.

En el breve periodo que duró el Trienio Liberal, también se creó una oposición antiliberal a las Reformas que se habían puesto en marcha. Se organizaron partidas Realistas que se sublevaron en algunas zonas, que estaban integradas, en Parte, por campesinos que lejos de beneficiarse de estas reformas, Salieron perjudicados debido al aumento de impuestos. Todo ello Favorecíó entre ellos la conciencia de que los liberales representaban Los intereses de la ciudad frente al campo y su rechazo hacia estos. Finalmente, a la muerte de Fernando VII, los que mantuvieron encendida La llama del antiliberalismo fueron los carlistas. En este bando se Agruparon todos

los que se opónían a la revolución liberal: Pequeños nobles rurales, parte del bajo clero y muchos campesinos Identificaron sus intereses con la defensa de los derechos al trono de Carlos María Isidro y los ideales que el pretendiente defendía, el Absolutismo y el inmovilismo

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