1. La Independencia de Estados Unidos o Revolución Norteamericana
La Guerra de Independencia de Estados Unidos o revolución de las Trece Colonias (1775-1783) supuso el primer episodio del ciclo revolucionario liberal-burgués. Gran Bretaña acababa de derrotar a Francia en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) y pretendía recuperarse de los gastos ocasionados por la guerra cargando con impuestos a los colonos americanos. De ahí la aprobación de nuevos impuestos: productos de importación (azúcar, vino, té, textiles); periódicos y todo tipo de documentos legales (Ley del Timbre). Los colonos respondieron a las medidas del gobierno de Jorge III (rey de Inglaterra) con protestas y con la reunión, por primera vez en la Historia, de representantes de nueve de las trece colonias para aunar esfuerzos contra Londres.
Es muy importante la difusión de las ideas revolucionarias de la Ilustración europea, que tuvieron especial acogida en las colonias del norte (Nueva Inglaterra) en sus universidades de Harvard (Massachusetts) y Yale (Connecticut). En un clima de creciente hostilidad por parte de los colonos, una nueva medida precipitó los acontecimientos: la Ley del Té o Impuesto del Té. Este hecho provocó el famoso Motín del Té de Boston: en diciembre de 1773, algunos hombres disfrazados de pieles rojas asaltaron los barcos anclados en el puerto de Boston y destruyeron el cargamento del té. Londres respondió con duras medidas contra Massachusetts (Leyes Intolerables: cierre del puerto de Boston, prohibición de reuniones), lo que provocó la respuesta general de los colonos.
En 1774, el Primer Congreso de Filadelfia (con representantes de todas las colonias) aprobó el boicot al comercio británico. En 1775-1776, el Tercer Congreso estableció que las colonias debían formar un Estado independiente. El 4 de julio aprobó la Declaración de Independencia: “Consideramos evidentes las siguientes verdades: que todos los hombres fueron creados iguales, que recibieron de su Creador ciertos derechos inalienables; que entre ellos se encuentran los derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad; que para asegurar esos derechos fueron implantados gobiernos entre los hombres, cuyo justo poder emana del consentimiento de los gobernados.”
Las colonias recibieron en su guerra contra Inglaterra la ayuda de Francia, España y Holanda. Gran Bretaña tuvo que reconocer la independencia de Estados Unidos en 1783 en el Tratado de Versalles, tras la derrota infligida en Yorktown por las tropas americanas dirigidas por George Washington, el primer presidente de Estados Unidos. Al concluir la guerra, cada estado tenía su propia Constitución y, poco después, se emprendió la tarea de crear una Constitución común, la de 1787. La primera Constitución escrita aseguraba:
- La separación de poderes.
- Una forma de gobierno republicano.
- Una Declaración de Derechos que garantizaba las libertades de religión, de prensa, de expresión y de reunión.
La independencia de las 13 colonias es un hecho histórico fundamental porque trajo como consecuencia la aparición de un nuevo estado, los Estados Unidos de América.
2. La Revolución Francesa
La Revolución que comenzó en Francia en 1789 es un proceso diferente del americano, dado que su objetivo no era la independencia política, sino la destrucción del Antiguo Régimen. Sin embargo, ambos procesos se inspiraron en las mismas ideas.
2.1. Las Causas de la Revolución
Las causas fundamentales de la Revolución Francesa, que cambiarían el orden establecido por el Antiguo Régimen, son:
A) Causas Sociales
El profundo descontento del Tercer Estado por la desigualdad de derechos y por la injusta sociedad estamental. El malestar era especialmente patente dentro de la burguesía, que había logrado un alto nivel económico, pero continuaba marginada del poder político. La burguesía, influida por la propaganda ilustrada, deseaba cambios y reformas. La mayoría no se planteaba la revolución, pero la cerrada oposición de los privilegiados a todo cambio acabó radicalizando a amplios sectores que empezaron a verla como algo necesario.
B) Causas Ideológicas
La difusión de las ideas ilustradas que criticaron las estructuras del Antiguo Régimen: igualdad de los hombres ante la ley, soberanía nacional, división de poderes. Estas ideas influyeron poderosamente en los sectores más activos de la burguesía y definieron el objetivo de su revolución.
C) Causas Económicas
La crisis económica está relacionada con una serie de malas cosechas en los años anteriores a 1789, una típica crisis de subsistencia que provocó escasez, hambre y subida de precios. El hambre generó crispación social, haciendo que las masas tendieran a la acción revolucionaria. Las finanzas estatales estaban en situación de déficit crónico como consecuencia de los grandes gastos de la Corte y las guerras, especialmente la Guerra de los Siete Años y la Guerra de Independencia Americana.
2.2. Inicios de la Revolución: La “Revueltas de los Privilegiados” y la Reunión de los Estados Generales
La única medida para paliar o disminuir el déficit económico (o aumentar los ingresos) en Francia era la contribución del pago de impuestos de los privilegiados. Calonne y Necker, ministros de Luis XVI, propusieron esta medida que fracasó una y otra vez por la cerrada oposición de estos. La medida que se tomó fue la destitución del ministro de Hacienda. Luis XVI, cada vez más situado entre la espada y la pared, no tuvo más remedio que convocar los Estados Generales, que no se reunían desde 1614.
En los meses siguientes a la convocatoria de los Estados Generales, la agitación política fue enorme; se fueron redactando las listas de agravios o Cuadernos de Quejas. Cada estamento redactó los suyos. Los cuadernos del clero y de la nobleza sostenían la defensa de sus privilegios, pero pedían que los Estados Generales se convocaran periódicamente. Los cuadernos del Tercer Estado reclamaban la igualdad ante la ley, la igualdad fiscal, las libertades de expresión, reunión y comercio, la supresión del diezmo y de los derechos feudales.
La sesión empezó en mayo de 1789; los representantes del Tercer Estado superaban en número a los de la nobleza y el clero, de ahí que fueran partidarios de la reunión en una sola sala y del voto por individuo (voto por cabeza). Parte del bajo clero y de algunos nobles liberales les aseguraba una gran mayoría, mientras que el voto por estamento les convertía en perdedores por adelantado (voto por estamento). El voto por individuo y la propuesta de una reunión conjunta fue rechazada una y otra vez por los nobles. Ante esta situación, el Tercer Estado se constituye en Asamblea Nacional. Luis XVI, como respuesta, cierra la sala donde se reunían los representantes del Tercer Estado. Ante esto, se reúnen en otra cercana destinada al juego de la pelota, y en ella se realiza el conocido Juramento del Juego de la Pelota, por el que decidieron no disolverse hasta haber elaborado una Constitución para Francia. Luis XVI tuvo que aceptar la realidad de las cosas y se transforma en Asamblea Nacional Constituyente.
2.3. Las Fases de la Revolución
1.ª Fase: La Asamblea Nacional Constituyente (1789-1791)
El Asalto a la Bastilla y el “Gran Miedo”
Luis XVI concentra tropas en torno a París y Versalles. La Asamblea solicita la retirada de las tropas, pero el rey, contrario a cualquier reforma, no lo hace y destituye a Necker, ministro favorable a las reformas.
La Revolución francesa se inicia cuando el pueblo de París, el 14 de julio, asalta la cárcel de la Bastilla, prisión del Estado y símbolo del poder absoluto. En el campo, sucede Le Grand Peur o Gran Miedo: campesinos armados asaltan castillos e incendian archivos nobiliarios en los que figuraban los derechos feudales, fruto de siglos de explotación. La Asamblea Nacional decide la abolición del régimen feudal (se suprimieron los señoríos jurisdiccionales y el diezmo). Los nobles provinciales empiezan a exiliarse fuera de Francia. La respuesta de la Corte es rápida: Luis XVI no tuvo más remedio que retirar las tropas, volvió a nombrar a Necker ministro y reconoció a la Asamblea.
La Asamblea aprueba:
- La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que proclamaba la libertad, la igualdad de los hombres ante la ley, la división de poderes, la soberanía nacional, etc.
- La igualdad fiscal ante los impuestos.
- La primera Constitución de Francia y de Europa. En ella se establecía la soberanía nacional y la división de poderes.
Luis XVI era hostil a las reformas de la Asamblea y solicitó ayuda mediante conspiraciones a países europeos (especialmente Austria, cuyo emperador era hermano de la reina de Francia, María Antonieta). Aunque en un principio los revolucionarios franceses perdieron todas las batallas, rápidamente consiguieron victorias (gracias a los sans-culottes y la exaltación del patriotismo con La Marsellesa) que desesperaron a Luis XVI. Pocos meses más tarde, el rey intentaría huir, siendo descubierto en Varennes poco antes de alcanzar la frontera. El pueblo francés tacharía de traidor a Luis XVI, eliminando la monarquía y proclamándose la República.
2.ª Fase: La Convención Republicana (1792-1795)
Cada etapa de la Convención se corresponde con el grupo político dominante.
a) Convención Girondina (1792-1793)
Los burgueses moderados (girondinos) eran mayoría en esta nueva Asamblea, pero estaban constantemente presionados por los burgueses radicales (jacobinos, también llamados montañeses por ocupar los escaños altos) y por la acción en la calle de los sans-culottes, que exigían poner límite a los precios de los alimentos básicos y perseguir a los acaparadores, al tiempo que reclamaban a gritos la muerte del rey. Los girondinos no pudieron evitar la ejecución del rey: la Convención, en contra de la opinión de los girondinos y cada vez con más poder de los jacobinos, acabó aprobando la inmediata ejecución de Luis XVI. Desbancados los girondinos, la nueva mayoría, los jacobinos, dirigen a partir de ahora las decisiones de la Asamblea.
b) Convención Jacobina (1793-1794)
Fue la época más radical de la Revolución, conocida como la época del Terror revolucionario, que llevó a la guillotina a cerca de 40.000 franceses. La ideología de los jacobinos, cuyo líder era Robespierre, se caracterizó por:
- La instauración de un régimen de terror. Se aprobó la Ley de Sospechosos, que permitía encarcelar a todos los contrarrevolucionarios y a quienes mostraban poca firmeza en su represión. Las condenas a muerte se convirtieron en algo normal. La guillotina actuó no solo para los contrarrevolucionarios, sino también para los revolucionarios a la derecha y a la izquierda de Robespierre, eliminando toda oposición.
- La implementación de un nuevo calendario republicano, alejado de toda influencia religiosa, que marcaba el comienzo de la nueva era.
- La descristianización, prohibiendo el culto público religioso.
En 1794 se produjo el golpe de Estado en el que la mayoría de los parlamentarios declararon al grupo jacobino fuera de la ley, siendo ejecutado Robespierre. Las masas populares no intervinieron en esa jornada.
3.ª Fase: El Directorio y el Consulado (1795-1799)
La burguesía moderada vuelve a hacerse dueña de la situación. Se persiguió a los jacobinos y se desarmó a los sans-culottes; el poder ejecutivo se ejercía colegiadamente por un Directorio de cinco miembros (se intentaba evitar un nuevo poder dictatorial). A esta etapa le seguiría el Consulado, presidido por tres Cónsules. Destacará un militar llamado Napoleón Bonaparte, quien, tras su brillante actuación en Egipto, ascenderá a Cónsul vitalicio y en 1804 se proclamará Emperador mediante referéndum y ante el mismo Papa.
Las causas de esta rápida escalada en el poder fueron:
- Sus incontables victorias militares le dieron el apoyo incondicional del ejército y el entusiasmo popular.
- El apoyo de la burguesía acomodada: lo aupó al poder y le siguió prestando su apoyo porque consolidó las principales conquistas de la Revolución.
- La solución al problema religioso de Robespierre. En 1801 firmó un Concordato con el Vaticano por el cual Bonaparte reconocía el catolicismo como la religión de la mayoría de los franceses y se comprometía a sostener al clero. El Papa reconocía la República francesa y admitía la venta de bienes eclesiásticos.
3. El Imperio Napoleónico (1799-1815)
Napoleón Bonaparte es considerado uno de los grandes genios militares de toda la historia. En apenas una década consiguió dominar toda Europa. Las tácticas napoleónicas consistían en:
- El sentimiento patriótico del ejército (Grande Armée), que incorporaba todas las clases sociales dentro del ejército, con un ejército activo y reservista.
- La concentración de fuerzas en un solo punto y, posteriormente, un ataque envolvente por la caballería napoleónica.
- Un gran estudio del terreno y el «efecto sorpresa» (no repetir dos veces el mismo ataque), con ejércitos diseminados que se reunían en un mismo punto antes del ataque.
- La guerra también se gana con los «pies»: rapidez de movimiento de la Grande Armée. Las provisiones se obtenían por el camino, mediante el método de rapiña.
- Arengas militares: discursos patrióticos que levantaban la moral de la tropa.
Pero Napoleón no se limitó a conquistar países y alterar fronteras, sino que también exportó la Revolución: abolición del feudalismo, venta de bienes eclesiásticos, Código Civil… despertando en los países ocupados dos respuestas diferentes: un movimiento de admiración (en las minorías ilustradas) y una reacción nacionalista. Napoleón fue derrotado en Waterloo (junio de 1815) y desterrado a la isla de Santa Elena (Atlántico Sur).
4. La Pintura y Escultura Neoclásica
El Neoclasicismo es un estilo que surge en torno a 1750 y perdurará hasta bien entrado el siglo XIX. Los pintores neoclásicos destacaron por:
- El dibujo delimita claramente las figuras; el color es un elemento secundario.
- La luz es homogénea y clara, iluminando todo más o menos por igual; a veces resulta fría. Ha perdido el protagonismo y el efectismo (claroscuro) del Barroco.
- La composición busca la claridad y la sencillez en su mayoría. Con frecuencia, los personajes aparecen sometidos a rígidos esquemas geométricos. El movimiento aparece congelado.
- La temática moralizante y ejemplarizante desde el punto de vista político y social. Para ello, representaron a los héroes griegos y romanos y los grandes episodios de su propio tiempo, como la Revolución Francesa.
Jacques-Louis David (1748-1825)
En El juramento de los Horacios (1784), David representa el momento en que los tres hermanos se prestan a tomar las espadas de manos de su padre para luchar contra sus cuñados, que eran de la ciudad enemiga de Alba (los Horacios eran romanos), por la salvación de su patria. Se trata de un conflicto entre los afectos familiares y el deber civil: mientras las mujeres parecen partidarias de seguir sus sentimientos y asisten desfallecidas al juramento, los hombres se muestran decididos a sacrificar su vida. El tema tiene una clara intención didáctica y moralizante, de exaltación de la virtud cívica, el patriotismo y el heroísmo. Por ello, se convirtió en un símbolo de la Revolución Francesa.
En La Muerte de Marat, se representa el asesinato del escritor jacobino, amigo de Robespierre, quien fue apuñalado mientras escribía en su bañera (tenía una enfermedad) por Charlotte Corday, una girondina que logró entrar en su casa con la excusa de presentarle una lista de nombres de traidores a Francia que debían ser ejecutados. Las alusiones a la pobreza del revolucionario (caja de madera como mesa y paño remendado a la izquierda), así como la oscuridad y el vacío de casi la mitad del cuadro, sirven para resaltar la austeridad y nobleza de Marat (auténtico defensor de las clases más desfavorecidas).
En su última etapa, se vincula ideológica y artísticamente con Napoleón, convirtiéndose en pintor de su corte. En sus pinturas convertirá a Napoleón en el nuevo héroe (Napoleón cruzando los Alpes y, poco después, La coronación de Napoleón).
La Escultura Neoclásica
El escultor más famoso del Neoclasicismo es Antonio Canova. Su escultura se caracteriza por la gran perfección técnica, el uso del mármol muy blanco, superficies muy brillantes y ninguna sensación de claroscuro. Las composiciones son muy serenas y en reposo, con gran presencia de la mitología clásica y el desnudo.
5. La Restauración Europea
Una vez derrotado Napoleón, dos eran las principales preocupaciones de las potencias vencedoras: 1) Diseñar un nuevo orden internacional que sustituyera al impuesto por Napoleón. 2) Retornar al Antiguo Régimen y erradicar las ideas revolucionarias de la Revolución Francesa. Liderados por el canciller austriaco Metternich, orquestaron en el Congreso de Viena lo que se conoce como el Sistema de la Restauración (1815-1830), cuyo objetivo fundamental era poner freno a la Revolución.
5.1. El Congreso de Viena (1815)
En el Congreso de Viena, presidido por Metternich, estaban representados todos los estados europeos. Pero fueron los representantes de las grandes potencias (Rusia, Austria, Prusia e Inglaterra) los que tomaron las decisiones que impusieron al resto. Los principios de la Restauración fueron:
- El principio de legitimidad monárquica, que defendía que solo eran soberanos legítimos (es decir, aquellos que lo recibían por herencia y avalados por la historia) quienes podían gobernar los territorios.
- El principio del absolutismo. El absolutismo era la mejor forma de gobierno; nadie podía oponerse a él. Implicaba un rechazo frontal del principio de soberanía nacional, que era contemplado como una usurpación. Dicho principio, aplicado a Francia, supuso la entronización de Luis XVIII.
- El principio de equilibrio. Ninguna potencia debía poseer la hegemonía en Europa, puesto que provocaba guerras y desórdenes (ejemplo: Napoleón Bonaparte). Este criterio llevaría a rehacer el mapa europeo.
- El principio de intervención, por el cual se defendía la intervención de las potencias ante cualquier situación que pusiese en peligro los intereses colectivos de Europa. Dicha intervención podía llegar hasta los asuntos internos de los países, ya que la revolución en un país podía afectar por contagio a los países vecinos. De ahí que se considerara lícita la intervención de las potencias para restaurar en el poder a un soberano que hubiera sido ilegítimamente despojado de sus atributos. Es el caso de la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en España para reponer a Fernando VII como monarca absoluto, tras el Trienio Liberal de 1820-1823.
- La Europa de los Congresos. En ella se preveía la celebración periódica de Congresos para resolver los asuntos internacionales y tomar medidas contra cualquier alteración de lo acordado en Viena. Nacía así la Europa de los Congresos. En el de Verona (1822) se acordó la intervención en España para reponer a Fernando VII como monarca absoluto.
5.2. El Nuevo Mapa Europeo
El nuevo orden territorial nacido en Viena se basó en el principio de equilibrio internacional o impedir que un país tuviera la hegemonía en Europa. Las potencias europeas no dudaron en crear estados-tapón para elevar barreras frente a la Francia revolucionaria.
- El Imperio Austriaco, la gran monarquía de Europa central, se engrandeció con territorios italianos: directamente, con el reino de Lombardía-Véneto y los ducados de Parma, Módena y Toscana.
- El Reino de Prusia fue uno de los más favorecidos. Se constituyeron dos territorios separados para crear estados-tapón con Francia: al oeste hasta rebasar el Rin (Prusia Renana) y se amplió por el este.
- El Imperio Ruso recibió Finlandia (tomada a Suecia); el zar ruso era también rey de Polonia, lo que implicaba su control en la práctica.
- Gran Bretaña consolidó su predominio en el mar con la adquisición de puntos clave para sus rutas marítimas:
- En el Mar del Norte: las islas Heligoland.
- En el Mediterráneo: Malta e islas Jónicas.
- Reforzó, además, sus posesiones en las Antillas y obtuvo El Cabo (Sudáfrica) y Ceilán en la ruta de la India.
- Francia mantuvo sus fronteras de 1789, pero, sospechosa siempre de un nuevo estallido revolucionario, fue rodeada por un cordón de estados-tapón con el fin de impedir nuevos intentos expansionistas: se creó el Reino de los Países Bajos, que ponía a Bélgica bajo control de Holanda; la Prusia Renana constituía la barrera oriental; y el engrandecido Reino de Cerdeña-Piamonte era la barrera del sudeste.
- El resto del mapa europeo quedó configurado del modo siguiente:
- Suecia recibió Noruega (antes de Dinamarca) a cambio de Finlandia.
- Alemania quedó como una asociación de 39 estados que formaban la Confederación Germánica. Los diferentes estados tenían solo en común una Dieta o Parlamento Federal con sede en Fráncfort, sin capacidad legislativa. Además, la Dieta estaba dominada por los príncipes de los estados más poderosos, Austria y Prusia, rivales en su interés por ejercer su hegemonía sobre las tierras alemanas.
- Italia quedó dividida en diversos estados: el Reino de Cerdeña-Piamonte (independiente); el Reino Lombardo-Véneto, bajo dominio austriaco; los Ducados de Parma, Módena y Toscana, gobernados por príncipes austriacos; los Estados Pontificios y el Reino de Nápoles y Sicilia bajo los Borbones (independiente).
6. El Romanticismo: La Pintura Romántica
El Romanticismo es la nueva corriente cultural cuya máxima vigencia se sitúa entre 1815 y 1848, durante la época de la Restauración y las oleadas revolucionarias (1820, 1830 y 1848). Se defiende la exaltación de los sentimientos, el individualismo y la subjetividad. La belleza está en lo excepcional, en lo extraño o en lo exótico e incluso en lo horrible, porque es lo que produce emoción. La naturaleza se valora como algo fuerte y poderoso, superior al hombre. El color adquiere más importancia que el dibujo, regresan los contrastes de luz (claroscuros) y el paisaje se convierte en un género muy apreciado.
a) El Romanticismo en Francia
Théodore Géricault
Su obra La balsa de la Medusa (1819) representa el naufragio de un barco francés, donde los supervivientes estuvieron 13 días en una balsa a la deriva sufriendo terribles penalidades (hambre, sed, locura y canibalismo), y solo sobrevivieron 15. Sus grandes cuadros se caracterizan por el movimiento y la tensión que nacen de la observación directa de la realidad, con clara influencia de Caravaggio.
Eugène Delacroix
Su pintura es colorista, de gran luminosidad, fuertes contrastes y de gran sensualidad. En La matanza de Quíos (1824) hace referencia a la masacre sufrida allí por los griegos. Es una representación cruda del horror, pero también un canto a la libertad.
Su obra más conocida es La Libertad guiando al pueblo, que conmemora la Revolución de 1830 en Francia. La escena está dominada por una figura alegórica de la Libertad —con fusil en una mano y la bandera de Francia en la otra— ondeando la bandera sobre las barricadas y encabezando el levantamiento. A la Libertad le acompañan personas de todo tipo: jóvenes, adultos, burgueses y obreros, y soldados que luchan contra la tiranía. A la derecha, el burgués con las armas en la mano es el autorretrato del pintor. En el primer plano aparecen los muertos caídos en la revolución.
Características de la Pintura Romántica
- Exaltación de los sentimientos, el individualismo y la subjetividad.
- La belleza se encuentra en lo excepcional.
- La naturaleza se valora como algo fuerte y poderoso.
- Importancia del color.
- Uso de claroscuros.