La Crisis de 1917 y el Advenimiento de la Dictadura de Primo de Rivera en España

La Crisis de 1917 en España

Contexto Histórico

La crisis de 1917 se enmarca en el reinado de Alfonso XIII (1902-1931) y se origina como consecuencia de la inestabilidad política que arrastraba la Restauración desde 1902, manifestada en eventos como las crisis de 1905 y la Semana Trágica de Barcelona en 1909. A esto se suma la difícil situación económica que enfrentaban las clases medias y populares debido a la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial.

La Huelga General de 1917

En 1916, la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) acordaron colaborar para presionar al gobierno a tomar medidas contra el aumento del coste de la vida. La huelga general se planteó como el instrumento idóneo para lograr este objetivo. En marzo de 1917, ambas organizaciones sindicales acordaron convocar una huelga general indefinida con el propósito de derrocar al régimen. La huelga, que tuvo lugar del 13 al 18 de agosto de 1917, contó con una participación significativa en las zonas industriales y mineras, paralizando ciudades como Madrid, Bilbao y Oviedo. Sin embargo, la represión del Ejército, a través de las Juntas de Defensa, resultó en más de 100 muertos y la detención de líderes obreros.

Factores de la Crisis

La huelga general de 1917 fracasó debido a las discrepancias internas entre la UGT y la CNT, que tenían objetivos y estrategias diferentes. Además, la crisis se vio agravada por diversos factores:

  • Económicos: El fin de la guerra perjudicaba los intereses industriales, mientras que los problemas de abastecimiento afectaban a las clases populares, generando malestar social.
  • Militares: Las diferencias en el trato entre los mandos africanistas y peninsulares del Ejército llevaron a la formación de las Juntas de Defensa, que reclamaban ascensos por antigüedad. Esto provocó revueltas militares en mayo y junio de 1917.
  • Políticos: Las protestas sociales llevaron al gobierno de Eduardo Dato a declarar estados de excepción y clausurar el Congreso, gobernando por decreto. Esto generó protestas de los parlamentarios y la convocatoria de una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, que fracasó debido a las discrepancias internas.

Consecuencias de la Crisis

La crisis de 1917 debilitó progresivamente el régimen de la Restauración, provocando:

  • Inestabilidad gubernamental, con 13 crisis de gobierno entre 1917 y 1923.
  • Aumento del paro y la inflación, que fomentaron las revueltas sociales.
  • Reivindicación de la autonomía política en Cataluña.
  • Pistolerismo entre patronal y sindicatos anarquistas.
  • Desastre de Annual en Marruecos en 1921, que revivió los amargos recuerdos del 98.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

El Golpe de Estado de 1923

El 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, dio un golpe de Estado con el objetivo de «salvar a la Patria» de los políticos profesionales. Alfonso XIII le nombró Presidente del Directorio Militar, otorgándole plenos poderes y convirtiéndole en dictador. Las causas del golpe se encuentran en la crisis de 1917 y la inestabilidad política y social que la siguió.

El Directorio Militar

El Directorio Militar suspendió la Constitución de 1876, prohibió la actividad política y controló la prensa. Se centró en restablecer el orden público, perseguir a extremistas, acabar con el pistolerismo y el caciquismo, y resolver el conflicto en Marruecos. En 1925, se logró una victoria en Alhucemas y en 1927 se dio por finalizado el conflicto, quedando Marruecos como protectorado español.

El Directorio Civil y la Caída de la Dictadura

En 1925, Primo de Rivera sustituyó el Directorio Militar por uno Civil, con el objetivo de institucionalizar la dictadura. A pesar de las mejoras en la calidad de vida y la sensación de orden público, la oposición a Primo de Rivera creció debido a diversos factores, como los enfrentamientos en el Ejército, el auge del republicanismo, la recuperación de la CNT y la crisis económica de 1929. Finalmente, Primo de Rivera dimitió en 1930 tras perder el apoyo del Rey y de otros sectores.

La Segunda República Española (1931-1939)

Proclamación de la República

Tras la caída de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó volver al régimen constitucional, pero el descrédito de la monarquía era evidente. Las elecciones municipales de 1931 se convirtieron en un plebiscito sobre la monarquía, resultando en una victoria de los partidos republicanos y socialistas en las grandes ciudades. El 14 de abril de 1931, se proclamó la Segunda República y se formó un gobierno provisional.

La Constitución de 1931

Las Cortes Constituyentes, elegidas en junio de 1931, redactaron una nueva Constitución que definía a España como una república democrática, progresista, descentralizada y laica. Se estableció el sufragio universal, la separación de poderes, la protección de los derechos sociales y las libertades políticas, y la posibilidad de estatutos de autonomía regionales.

El Bienio Reformista (1931-1933)

El gobierno de Manuel Azaña llevó a cabo un programa de reformas que incluía una reforma agraria, una reforma militar, una reforma educativa, la separación de la Iglesia del Estado y la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña. Sin embargo, la oposición de los sectores conservadores y del Ejército, así como el descontento de la izquierda obrera, llevaron a la crisis de 1933 y a la convocatoria de nuevas elecciones.

Las Elecciones de 1933 y el Fin del Bienio Reformista

En las elecciones de 1933, las primeras en las que votaron las mujeres, la derecha obtuvo la mayoría. Esto marcó el fin del Bienio Reformista y el inicio de un nuevo período político en la Segunda República.

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