La Europa dominante: causas y consecuencias del imperialismo

La Europa dominante:

El avance de la industrialización significó la fragmentación del mundo en 2 grandes polos: los países industrializados y los no. Los primeros se impusieron sobre los segundos. Gracias a su vitalidad demográfica, Europa impuso su modelo económico, sus ideales y su cultura a buena parte del planeta. Se desarrolló en la Europa industrializada una crisis económica, que tuvo su origen en una crisis agrícola. En los años 70 se produjo la llegada a Europa del trigo, que redujo los precios interiores del cereal y desencadenó un descenso general de los precios. En poco tiempo se inició una crisis de sobreproducción en todos los sectores, disminuyeron los beneficios, aumentó la competencia y muchas industrias cerraron. El mundo industrial salió de la crisis renovando sus estructuras productivas y ampliando enormemente sus mercados y los países industrializados tuvieron que dirigirse hacia otros territorios todavía sin explorar, en Asia, en África o América Latina.

Las causas económicas:

Los europeos buscaron nuevos espacios económicos con los siguientes objetivos:

  • Establecer mercados donde exportar su producción industrial.
  • Conseguir materias primas y energéticas en abundancia y a bajo coste.
  • Utilizar mano de obra no cualificada y con bajos salarios.

También se ha puesto en la idea de que la expansión del capitalismo necesitaba buscar nuevos territorios donde invertir capital. Se comprobó que, con la excepción parcial de Gran Bretaña, las inversiones exteriores de capital de los países industrializados no se habían dirigido hacia estas nuevas áreas, lo que condujo a ampliar las explicaciones del fenómeno imperialista. También se pone en duda la rentabilidad económica del mayor de los imperios existentes, el imperio británico. Se ha comprobado que los costes para mantener la administración y el ejército colonial no justificaban los beneficios obtenidos.

Los factores políticos y demográficos.

La expansión de las potencias industriales estuvo también provocada por el deseo de aumentar su poder político, se apresuraron a controlar comercial y militarmente las rutas marítimas y terrestres, y a aumentar su influencia en el contexto diplomático internacional. Por último, la llamada explosión blanca, generó un importante flujo migratorio, y la posibilidad de contar con territorios coloniales donde establecer a esa población contribuyó a desarrollar las políticas de expansión imperialista. Buena parte de la opinión pública de las metrópolis era favorable a la expansión exterior como una forma de conquistar nuevos territorios como lugar de asentamiento de la población.

Las causas ideológicas:

Se extendió el interés científico por explorar zonas del mundo hasta entonces desconocidas por los europeos, posteriormente, serían utilizadas por los colonizadores con fines económicos. Las causas profundas del imperialismo son incomprendibles sin buscar su razón de ser racista que defendían la superioridad de la raza blanca. El colonialismo se disfrazó de un paternalismo que sostenía, que la ‘responsabilidad del hombre blanco’ era civilizar a los pueblos considerados inferiores mediante la instrucción y la educación. En esa labor destacó la actividad misionaria, que justificaban su intervención por la necesidad de evangelizar a los pueblos considerados como primitivos.

Del colonialismo al imperialismo:

El imperialismo, en primer lugar, realizó la ocupación sobre todo en África, en Asia y en el Pacífico. En segundo lugar, mientras las antiguas colonias habían sido fundamentalmente de asentamiento y los emigrantes habían creado sociedades similares a los europeos, las nuevas serán, sobre todo, territorios de ocupación, donde una pequeña minoría de europeos ejercerá el control político y económico. Por último, el imperialismo presentó un carácter belicoso, ya que la expansión colonial se había convertido en un objetivo fundamental de la economía.

El desmembramiento de África:

Fue en el continente africano, donde de una forma más evidente se llevó a cabo este tipo de ocupación colonial, los europeos sólo disponían en África de pequeñas colonias. Exploradores y misioneros recorrieron África y por las tierras de África central: Sahara, Sudán y los ríos Congo y Zambeze. El proyecto francés pretendía ejercer el dominio de una franja que se extendía en sentido este-oeste. Desde sus posesiones en Argelia, donde acabaría enfrentándose con los británicos. Los comerciantes alemanes se instalaron en África central y esa área se convirtió en una zona de conflicto entre las potencias europeas. El canciller alemán Bismarck convocó una Conferencia Internacional en Berlín, se elaboró un acta que estipulaba algunas condiciones para la expansión colonial en África y establecía los principios para ocupar los territorios africanos por parte de la metrópoli. En los años posteriores añadieron los intereses alemanes establecidos en África negra y los portugueses, Mozambique y Guinea-Bissau. El primer conflicto fue la guerra de los bóers que se desarrolló en 2 fases. Ambas enfrentaron al Reino Unido con los colonos holandeses, por entonces el primer ministro de la colonia de El Cabo, impuso el dominio británico en toda la zona. Los bóers se habían instalado huyendo de la ocupación británica.

La ocupación de Asia:

La colonización británica se concentró en la zona de la India. Tras las revueltas de los cipayos, el gobierno británico asumió directamente el control de la India y estableció un virrey. Las reformas administrativas, económicas, sociales y militares hicieron de esa colonia la más clara, y la Reina Victoria fue proclamada emperatriz de la India. La expansión francesa tuvo su centro en Indochina, lo que dio origen a una serie de conflictos en Asia sudoriental, después de una guerra con China, implantó protectorados en Annam y Tonkín. Con todos esos territorios, Francia creó la Unión Indochina, la que se unió el Reino de Laos. Gran Bretaña también estaba presente en la zona, impuso su dominio sobre los Estados Malayos y Singapur, que servía de frontera entre los 2 imperios. El imperio ruso continuó su expansión hacia Siberia. En esta zona llegó hasta los límites del Imperio Británico en la India. También surgieron rivalidades territoriales con China y se produjo la guerra ruso-japonesa, que enfrentó a las 2 grandes potencias imperialistas asiáticas. Caso aparte es el control de China, que los europeos consiguieron establecer algunos esclavos comerciales. El gobierno chino prohibió la entrada del opio, pero los ingleses continuaron vendiéndolo. El conflicto verdadero asalto a China por parte de los países europeos y de Japón.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *