La revolución industrial británica

Modernización, crecimiento y diversificación del sector manufacturero:


El crecimiento de la revolución industrial fue un fenómeno generalizado en las economías europea y estadounidense. Las tasas anuales acostumbraron a ser más elevadas a mediados del S.XIX y crecieron a un ritmo muy similar, alrededor del 3%. La excepción fue España, debido al retraso con que inició su industrialización, que lo hizo por encima del 4,5%. Al menos hasta mediados del S.XIX, la producción industrial británica mantuvo su crecimiento, más moderado pero inalcanzable por los países europeos como Alemania o Francia. El aumento de la producción industrial se acompañó de cambios en la estrucutra interna del sector manufacturero. La composición de cada uno de estos subsectores presentó diferencias según los países y la cronología que manejemos. -Dominio del algodón, carácterístico de la primera revolución británica, donde no llego a producirse en ningún otro país hasta 1870 debido a: los elevados niveles de productividad alcanzados por los productos británicos realizados con fibras vegetales, las diversas tradiciones textiles existentes en otros lugares del continente, centradas en la lana y la seda, y, a causa del peso de las industrias agroalimentarias u otros consumos como el papel o la cerámica. Sin embargo, ninguno de estos inconvenientes impidió que la fabricación de la nueva fibrase extendiera por el resto de Europa y EEUU: el algodón contribuyó a la extensión del sistema de fábrica y a la difusión tecnológica, mientras que el ferrocarril permitíó la integración de los mercados interiores, convirtiendo en residual, el trabajo de algunas fibras textiles y provocó la modernización de otras (industria lanera). El resultado fue el enfrentamiento de los países industriales debido a la herencia artesanal, a la producción de hiados,… -Por lo que respecta al algodón, se experimentaron aumentos considerables: -Continuó la preponderancia británica y, en cuanto a los demás países, Francia mantuvo varias décadas su ventaja respecto a los otros productores, exceptuando a Alemania. -La EEUU, gracias a sus recursos energéticos, a la disponibilidad de recursos y a su mercado interior en expansión, aumentó la producción del textil.
-Por otro lado, la industria algodonera de Europa continental y la estadounidense, compartieron carácterísticas con la británica, sin embargo presentaron dos grandes diferencias: una menor exportación y productividad que la británica. El elevado


Modernización, crecimiento y diversificación del sector manufacturero:


El crecimiento de la revolución industrial fue un fenómeno generalizado en las economías europea y estadounidense. Las tasas anuales acostumbraron a ser más elevadas a mediados del S.XIX y crecieron a un ritmo muy similar, alrededor del 3%. La excepción fue España, debido al retraso con que inició su industrialización, que lo hizo por encima del 4,5%. Al menos hasta mediados del S.XIX, la producción industrial británica mantuvo su crecimiento, más moderado pero inalcanzable por los países europeos como Alemania o Francia. El aumento de la producción industrial se acompañó de cambios en la estrucutra interna del sector manufacturero. La composición de cada uno de estos subsectores presentó diferencias según los países y la cronología que manejemos. -Dominio del algodón, carácterístico de la primera revolución británica, donde no llego a producirse en ningún otro país hasta 1870 debido a: los elevados niveles de productividad alcanzados por los productos británicos realizados con fibras vegetales, las diversas tradiciones textiles existentes en otros lugares del continente, centradas en la lana y la seda, y, a causa del peso de las industrias agroalimentarias u otros consumos como el papel o la cerámica. Sin embargo, ninguno de estos inconvenientes impidió que la fabricación de la nueva fibrase extendiera por el resto de Europa y EEUU: el algodón contribuyó a la extensión del sistema de fábrica y a la difusión tecnológica, mientras que el ferrocarril permitíó la integración de los mercados interiores, convirtiendo en residual, el trabajo de algunas fibras textiles y provocó la modernización de otras (industria lanera). El resultado fue el enfrentamiento de los países industriales debido a la herencia artesanal, a la producción de hiados,… -Por lo que respecta al algodón, se experimentaron aumentos considerables: -Continuó la preponderancia británica y, en cuanto a los demás países, Francia mantuvo varias décadas su ventaja respecto a los otros productores, exceptuando a Alemania. -La EEUU, gracias a sus recursos energéticos, a la disponibilidad de recursos y a su mercado interior en expansión, aumentó la producción del textil. -Por otro lado, la industria algodonera de Europa continental y la estadounidense, compartieron carácterísticas con la británica, sin embargo presentaron dos grandes diferencias: una menor exportación y productividad que la británica. El precio elevado de algunos factores (energía), la abundancia de otros (trabajo) y la dependencia de la tecnología británica, fijaron un ritmo lento a la mecanización productiva. En cuanto a los mercados, los nacionales fueron los dominantes. El carácter menos algodonero de las industrias ligeras situadas fuera de Gran Bretaña fue compensado con un crecimiento del resto de industrias textiles y agroalimentarias. En la industria lanera, la ventaja británica no fue muy acentuada debido a la tradición artesanal, era inferior que la industria francesa y alemana.

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