Regencia de María Cristina estatuto real

El reinado de Isabel II (1833-1868) se divide en dos etapas: la minoría de edad (1833-1843) con las regencias María Cristina (1833-1840) y de Espartero (1840-1843); y el reinado efectivo (1843-1868) con la mayoría de edad.


La minoría de edad de Isabel II (1833-1843), comenzó con el estallido de la Primera Guerra Carlista (1833-1840). La Guerra Civil tuvo lugar durante la regencia de Mª Cristina. Las causas fueron:

– La cuestión sucesoria, los carlistas apoyaban a Carlos María Isidro y por tanto la Ley Sálica, frente a Isabel II y la Pragmática Sanción

– El enfrentamiento ideológico, el carlismo defendía el Antiguo Régimen (“Dios, Patria y Rey”) y el mantenimiento de los fueros; y el liberalismo defendía la política centralizadora, soberanía nacional y división de poderes.

La Primera Guerra Carlista estalló el 1 de Octubre con el Manifiesto de Abrantes y se desarrolló en tres fases:

– Avance carlista (1833-1835). Se hicieron fuertes en Navarra y País Vasco, dirigidos por Zumalacárregui.

– Repliegue carlista (1835-1837). Fracasan con las Expediciones Gómez y Real; y son derrotados en Luchana (1836).


– Triunfo isabelino (1837-1839). La división del carlismo facilitó el Convenio de Vergara (1839) entre Maroto y Espartero (abrazo de Vergara); pactando admitir militares carlistas en el ejército isabelino y mantener los fueros.

El carlismo provocó la Segunda Guerra Carlista. (1846-1849), ante el fracaso de la boda entre Isabel II y Carlos VI. 
En las regencias (1833-1843), los gobiernos liberales desmantelaron el Antiguo Régimen gradualmente. Los liberales formaron dos partidos:

– Partido Moderado, continuistas doceañistas, defendían la soberanía compartida (Rey-Cortes), daban amplios poderes al rey y limitaban los derechos individuales.

– Partido Progresista, seguidores de los exaltados o veinteañistas,

defendían la soberanía nacional y limitaban el poder del rey. 


La Regencia de María Cristina (1833-1840)

Se inicia con la fase moderada (1833-1835), transición entre el Estado absolutista de Fernando VII y el liberal de Isabel II, con reformistas como Cea Bermúdez. Ante la necesidad de un mayor apoyo por parte de los liberales, la reina llamó a Francisco Martínez de la Rosa, liberal moderado y antiguo diputado de las Cortes de Cádiz que fue nombrado presidente del gobierno en 1834. Este puso en marcha medidas para desmantelar definitivamente las estructuras del Antiguo Régimen. Además, se elaboró el ESTATUTO REAL (1834), Carta otorgada, reconocía Cortes bicamerales:

– Estamento de Próceres (designación real) y Estamento de Procuradores (sufragio restringido),

– No reconocía: soberanía nacional, división de poderes, ni derechos individuales; dejando el poder legislativo en el Rey. 


Debido al empuje de los carlistas en la guerra, la regente se vio abocada a acercarse más si cabía a los liberales. En consecuencia, en 1835 Martínez de la Rosa fue sustituido por el progresista
Juan Álvarez Mendizábal. Su entrada en el gobierno significó la recuperación de la Constitución de 1812, inició el proceso de desamortización e impuso la libertad de imprenta y la ley de supresión de conventos.

En 1836 Mendizábal es sustituido por el moderado Francisco Javier Isturiz, lo que provocó la protesta de los progresistas con el pronunciamiento en la Granja; tras estos hechos la regente nombró un nuevo gobierno progresista dirigido por José María Calatrava que eliminó el régimen señorial, el mayorazgo y el diezmo, restablecíó la Ley Municipal y promulgó:

La CONSTITUCIÓN DE 1837, que consolidó, definitivamente el régimen constitucional en España y que proclamaba:

– La Soberanía Nacional (en la práctica compartida Rey-Cortes)

– División de poderes

– Cortes bicamerales (Congreso por sufragio censitario y Senado de designación real.

– Reconocía derechos individuales

– Libertad de prensa

– Autonomía municipal

– Creación de la Milicia Nacional.

La Regencia de Espartero (1840-1843)

Con el final de la Primera Guerra Carlista se produjo la sustitución de la regente Mª Cristina por el progresista Espartero. Aprovechando su popularidad tras la victoria contra el carlismo Espartero se enfrentó contra la Regente quien terminó renunciando y exiliándose.

En 1841 las cortes eligieron a Espartero como regente, cargo que ocupó hasta 1843. El periodo se caracterizó por una política autoritaria lo que suscitó la oposición de sectores progresistas y de los moderados. Ambos organizaron un pronunciamiento liderado por Narváez, que le obligó a dimitir. 


Las Cortes proclamaron la mayoría de edad de Isabel II con solo trece años, iniciando el reinado efectivo (1843-1868). A lo largo de sus tres fases se procedíó a la construcción del Estado liberal.

La Década Moderada (1844-1854)


En la Década moderada (1844-1854), Narváez acometíó distintas medidas dando un giro hacia posiciones más conservadoras: Suprimíó la Milicia Nacional y creó la Guardia Civil (1844); promulgó la CONSTITUCIÓN DE 1845, más conservadora que la de 1837.Esta se caracterizaba por:

– Soberanía compartida Rey-Cortes.

– Cortes bicamerales, con sufragio censitario para el Congreso, y Senado vitalicio de designación real.

– Control de la Administración provincial y local.

– Nuevo Código Civil y Penal.

– Reforma fiscal. (Mon-Santillán)

– Concordato con la Santa Sede de 1851.

Los moderados reestructuraron el Estado, dotándolo de nuevas instituciones y efectuando reformas de leyes fundamentales, su rasgo más carácterístico fue la organización centralista del Estado.

El Bienio Progresista (1854-1856)

El Bienio progresista (1854-1856), comienza con el pronunciamiento del general O ́Donnell en Vicálvaro (Vicalvarada). En su retirada, se le une el general Serrano, y proclaman el Manifiesto de Manzanares, el cual prometía el cumplimiento de la Constitución, cambios en la Ley electoral y de Imprenta, reducción de impuesto y restauración de la Milicia Nacional.

Isabel II encargó gobierno a Espartero que restaurará:

– Ley de Imprenta.

– Ley Electoral y Milicia Nacional.

– Elaboran la Constitución de 1856, non-nata.

– En economía aprobó la Desamortización de Madoz (1855) de bienes eclesiásticos, municipales y del Estado.

– Ley de Ferrocarriles (1855),

– Ley Bancaria (1856).

La crisis le hizo dimitir. De 1856 a 1868 se alternan moderados y Uníón Liberal. O ́Donnell, con su partido la Uníón Liberal, intentaba establecer un liberalismo centrista intentando devolver a España el prestigio internacional. Narváez con los moderados se enfrentó a la sublevación de los sargentos del cuartel de S. Gil y al Pacto de Ostende (progresistas, demócratas y republicanos, querían destronar a la reina y convocar Cortes Constituyentes).

La muerte de Narváez y O ́Donnell, aisló a la reina. En Septiembre de 1868 Prim y Topete inician la sublevación “La Gloriosa”, dirigida por Serrano que provocó la caída de Isabel II y abríó la esperanza de un régimen democrático

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