Resumen de la economia en la dictadura de primo de rivera

LAS CAUSAS DEL golpe militar


Primo de Rivera, y los sectores que le apoyaron (militares, políticos cercanos a la monarquía y parte de las clases dirigentes del siglo XIX) defendieron su acción como una solución para poner fin a la crisis política ya la conflictividad social que atravesaba el país. Para los golpistas, entre las razones que justificaban la necesidad de cambiar la situación, cabe destacar: la inestabilidad y el bloqueo del sistema político parlamentario, así como su desprestigio derivado del continuo fraude electoral, el miedo de las clases acomodadas a una revolución social ante el auge de la conflictividad obrera y campesina, el aumento de la influencia del republicanismo y los nacionalismos periféricos y, por último, el descontento del ejército tras el desastre de Annual. En la decisión de Primo de Rivera, así como del apoyo del ejército y el rápido visto bueno del rey, también influyó el deseo de evitar que las Cortes exigieron responsabilidades por los hechos de la guerra del Marroc.El dictador justificó el golpe militar a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas y, incluso, moralistas, que se centraba en la crítica de la «vieja política» y presentaba un componente populista claro, para ganarse la adhesión popular. Así pues, en su manifiesto inaugural,
Primo de Rivera anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y de poner fin al bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional.Alguns historiadores apuntan a que Primo de Rivera no pretendía poner fin a un régimen caduco y oxidado, sino más bien evitar que el régimen político acabara democratizando a. Efectivamente, el último gobierno de concentración de García Prieto, con miembros del Partido Reformista, pretendía una reforma de la Constitución, de la Ley electoral, del sistema de turno de partidos y de relaciones de trabajo, así como la limitación de los poderes del rey . Cerrando el Parlamento impedía todo eso. En cualquier caso, la dictadura fue una solución inconstitucional para frenar la posible reforma del sistema, que podía resultar amenazadora para ciertos sectores e intereses sociales.

LA REORGANIZACIÓN del Estado

La dictadura de Primo de Rivera tuvo dos fases sucesivas. Hasta 1925 gobernó el Directorio militar, pero a partir de ese año el gobierno dictatorial incluyó entre los ministros personalidades civiles, como José Calvo Sotelo, a Hacienda, y Eduardo Aunós, el Ministerio de Trabajo. Entonces se pasó al Directorio civil, aunque el peso de los militares siguió siendo importante y el carácter del régimen no abandonó su estilo autoritario. Las primeras medidas del Directorio militar mostraron su carácter dictatorial: suspensión del régimen constitucional, disolución de las cámaras legislativas, cese de las autoridades civiles, prohibición de las actividades de los partidos políticos y los sindicatos, etc. Todo ello fue acompañado de la militarización del orden público y de una represión del obrerismo más radical (cenetistas y comunistas). Además, como una de las intenciones de Primo de Rivera era eliminar el caciquismo, se elaboró un Estatuto Municipal y otro Provincial.
También se disolvieron los ayuntamientos, que fueron sustituidos por juntas de vocales, integradas por los contribuyentes más importantes de cada localidad y nombradas a través de los gobernadores civiles. La regeneración promesa quedó en una gran farsa, porque se suspendieron todos los mecanismos electorales y la renovación política se limitó a sustituir unos caciques por otros. Durante la primera etapa de la dictadura, el conflicto de Marruecos centró el interés de Primo de Rivera, que asumió personalmente el Alto Comisionado de Marruecos en 1924.


Al año siguiente, en colaboración con Francia, se organizó el desembarco de Alhucemas (1925), que se saldó con un gran éxito. En 1927, el ejército español dio por terminada la ocupación efectiva de todo el protectorado al Marroc.Primo de Rivera intentó institucionalizar su régimen, para darle continuidad y permanencia. Indudablemente, el modelo y la influencia del fascismo italiano fue muy clara. El camino hacia un régimen autoritario comenzó con la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva (1927), de carácter corporativo, para que sus miembros no serían elegidos por sufragio, sino por designación entre ciudadanos pertenecientes a las grandes instituciones públicas (municipios, universidades, administraciones, patronales y representantes obreros). El sufragio universal se olvidó del tot.Per a promover la adhesión al nuevo sistema se creó un partido único, que se llamó Unión Patriótica.
Se trataba de un partido gubernamental, sin ningún programa ideológico definido y que tenía como misión primordial proporcionar apoyo social a la dictadura y seguir las directrices del poder. Los afiliados al nuevo partido procedían básicamente de las filas del catolicismo, los funcionarios de las administraciones y de los caciques rurales. También se reactivó la antigua institución del Somatén (ciudadanos armados voluntarios) para colaborar en el mantenimiento del orden público.

LA POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL

La dictadura se benefició de la buena coyuntura económica internacional, iniciada a » felices «años veinte, tras la Primera Guerra Mundial. En este contexto, el régimen inició un programa de fomento de la economía española en el terreno industrial y en las infraestructuras. La idea rectora fue la nacionalización de importantes sectores de la economía y la intervención estatal.
El Estado tuvo un protagonismo notable gracias al fomento de las obras públicas (ferrocarriles, carreteras, planes hidroeléctricos, etc.). El gobierno aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional, que preveía la concesión de ayudas estatales a las empresas que no podían competir con el exterior. También se concedieron grandes monopolios como el de telefonía a la Compañía Telefónica Nacional de España y la exclusividad en la importación, refinado, distribución y venta de petróleo a la compañía arrendataria Campsa. Todo ello fue financiado por medio de los llamados Presupuestos Extraordinarios, de manera que el Presupuesto Ordinario del Estado cada año aparecía equilibrado, pero se iba acumulando una gran deuda extraordinario. El mundo agrario continuó en manos de los grandes propietarios y no se hizo ninguna reforma, aunque sí que se promovió el regadío mediante la creación de las confederaciones se drogràfiques.En el terreno social, la dictadura puso en marcha un modelo de regulación del trabajo que pretendía eliminar los conflictos laborales mediante la intervención del Estado, la integración de los sectores moderados del movimiento obrero y la represión de las organizaciones más radicales. Con esta finalidad se creó la Organización Corporativa Nacional, que agrupaba patrones y obreros en grandes corporaciones (sindicalismo vertical) y regulaba los conflictos laborales a través de los comités paritarios, formados por un número igual de patronos y de obreros. Su misión era la reglamentación de los salarios y de las condiciones de trabajo, así como la mediación y el arbitraje en caso de conflicto. El sistema fue bien visto, pero no en todos los aspectos, por una parte del movimiento obrero representada por la UGT, que se pudo mover con cierta libertad bajo el régimen; mientras tanto, los anarcosindicalistas y los comunistas eran perseguidos y obligados a permanecer en la clandestinidad

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