Situación económica de la posguerra

Esta fase se caracterizó por la inclusión en el Gobierno de los llamados tecnócratas.La gran novedad fue la entrada de un núcleo importante de miembros del Opus Dei encabezados por Alberto Ullastres y Mariano Navarro Rubio.La sustitución de la Falange como partido único por una nueva formación política que agrupaba a todos los colaboradores del régimen:
El Movimiento Nacional. Vio la necesidad de crear un cuerpo de normas y valores inmutables que fuesen una síntesis de todos los principios sobre los que descansaba el Estado español. Con esta voluntad nacíó la Ley de Principios del Movimiento Nacional. Fue aprobada la Ley Orgánica del Estado, mediante un  referéndum sin garantías Según esta ley, España era una democracia orgánica.Se manténía la definición de la forma del Estado como un reino y la fidelidad a los principios fundamentales del Movimiento. También separaba la función de jefe del Estado de la de presidente del Gobierno. La continuidad del sistema después de la muerte de Franco se vio asegurada cuando las Cortes aceptaron, el 23 de Julio de 1969, al príncipe Juan Carlos como sucesor a la jefatura del Estado con el título de rey. Un aspecto notorio de estos años es el intento aperturista que supuso la aprobación en 1966 de la Ley de Prensa, propiciada por Manuel Fraga Iribarne. También se promulgó la Ley de Libertad Religiosa 1967 y la Ley de Educación 1970 También en el territorio sindical se produjo una tímida apertura: se reconocen las negociaciones colectivas y se fija un salario mínimo interprofesional. Asimismo, se mejoran las prestaciones sociales España dio un impulso a su presencia en el extranjero. Fernando María Castiella se propuso ampliar las relaciones diplomáticas con Europa. España se integró en una serie de organismos, básicamente económicos, las relaciones internacionales se fueron normalizando.

La evolución económica durante el régimen franquista se puede dividir en dos grandes períodos: por una parte, el que coincide con la fase política totalitaria del régimen el período que incluye la expansión económica y la crisis del final de la dictadura (1973-1975).La Guerra Civil trajo consigo una gran devastación y unos costes económicos elevados También se redujo la producción agrícola e industrial.Pero no era normal que el estancamiento y la depresión económica perdurasen durante casi veinte años la mayor parte de la población española trabajó más que antes de la guerra, pero las condiciones laborales eran peores. La producción se mantuvieron por debajo de las cifras anteriores a la guerra. En cambio, los países europeos que participaron en la Segunda Guerra Mundial ya habían recuperado los índices económicos anteriores al conflicto bélico, y poco después iniciaban una etapa de expansión económica extraordinaria. La situación económica en España no se debía únicamente, por tanto, a las consecuencias de la guerra, sino también porque muchas situaciones y decisiones propiciadas por la propia dictadura franquista favorecieron esta crisis.


Todos los testimonios de la década de 1940 recuerdan aquella época como el tiempo de el hambre y la miseria. La obsesión de la población era obtener alimentos guardando largas colas en las tiendas o bien intentando conseguir algún producto de estraperlo. Esta situación estaba provocada, sobre todo, por la política económica franquista, además de por los efectos de la Segunda Guerra Mundial y el aislamiento político de España El primer franquismo optó por la autarquía económica, que se caracterizó, fundamentalmente, por dos hechos://La voluntad de aislarse económicamente del exterior, patente en el rechazo a la entrada de capital extranjero y en la limitación de las importaciones y las exportaciones para aprovechar los recursos económicos propios//La intervención del Estado en la producción y la distribución de bienes. En el marco de esta política autárquica, en 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria. Este organismo solía estar muy mal gestionado, por lo que se convirtió en una fuente de déficit público. El objetivo de aprovechar los recursos propios resultó imposible Tampoco producía los alimentos suficientes para toda la población, lo que encarecía los productos de primera necesidad. La intervención del Estado en la producción y en la distribución de bienes trajo consigo la falta de alimentos, su racionamiento y la existencia de un mercado negro. Se intentó, desindustrializar Cataluña y el País Vasco. Pero no todos sufrieron de la misma forma los efectos de la depresión económica. Bastantes empresarios se beneficiaron de la paz social impuesta por el régimen, gracias a la abolición de los sindicatos, a la prohibición del derecho a la huelga o a la afiliación obligatoria al sindicato franquista. Esta situación llevó a la clase trabajadora al deterioro de sus condiciones de vida, sobre todo a la bajada real de los salarios, que retrocedieron hasta el nivel real de 1913, a pesar del aumento constante de los precios. En definitiva supuso un incremento de las desigualdades sociales, un empobrecimiento general de la mayoría de la población, una progresiva corrupción de la Administración pública y una falta de estímulo para el progreso de la producción industrial.

Entre 1951 y 1957, España empezó a recuperar la situación económica de 1935. Aunque el régimen no abandonó la autarquía, sí se suprimieron algunas medidas intervencionistas. Esto, junto con el fin del aislamiento internacional y el inicio de la ayuda estadounidense, permitíó un crecimiento económico moderado. Las movilizaciones sociales y obreras espontáneas de protesta por la carestía de la vida, permitieron conseguir mejoras salariales.Tuvo dos consecuencias destacadas: un aumento importante de la inflación y el pago de las importaciones, que hacían disminuir las reservas de divisas del Estado hasta llegar prácticamente, en los albores de 1957, a la insolvencia, situación que planteó la necesidad urgente de un plan de estabilización.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *