Transformaciones sociales. Crecimiento demográfico. De la sociedad estamental a la sociedad de clases. Génesis y desarrollo del movimiento obrero en España

13.1. Transformaciones económicas. Proceso de desamortización y cambios agrarios. Las peculiaridades de la incorporación de España a la revolución industrial. Modernización de las infraestructuras: El impacto del ferrocarril.

La economía del siglo XIX fue dual contando con estructuras económicas arcaicas junto con algunos focos de desarrollo.
España se caracteriza por la lentitud de los cambios.

La agricultura era la actividad económica mas importante pero la desigualdad en la distribución y la ausencia de innovaciones tecnológicas hicieron necesario tomar medidas en este sector.

La medida más importante será la desamortización (expropiación por parte del estado para su venta en subasta pública). Hasta ese momento las propiedades estaban en manos de la nobleza y la iglesia, que no podían enajenarlas ni dividirlas, por lo que las tierras quedaban inmovilizadas.

 El verdadero proceso de desamortización se desarrolló en 1837 mediante dos fases:

-La desamortización de Mendizábal (ley de 1837): Se buscaba sanear La Hacienda y financiar la Guerra Civil. Consistía en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la iglesia (desamortización eclesiástica)

-La desamortización de Madoz: De inició durante el bienio progresista y pretendía reducir la deuda pública y crear infraestructura mediante la expropiación de terrenos eclesiásticos y municipales.

A consecuencia se pusieron en cultivo grandes extensiones acompañadas por un aumento de la deforestación. Las familias poderosas manténían sus patrimonios y fueron las clases medias urbanas las que se enriquecieron.


A partir de los años 70  hubo un descendimiento de la agricultura tradicional y surgíó una agricultura más moderna pero que seguía siendo un sector atrasado. Por todo esto La Revolución industrial es tardía. Los principales factores de retraso fueron:

-La inexistencia de una burguésía financiera emprendedora.

-La dependencia financiera o técnica del exterior.

-La escasez de carbón o materias primas.

-Falta de coherencia en las políticas económicas.

Cataluña fue la única zona de industrialización  a partir de capitales autóctonos. El sector más dinámico era el algodonero.

Primero se desarrolló la industria en Málaga (basada en la explotación del hierro).

Entre los años 60 y 80 se dio la etapa asturiana (basada en el carbón no de mucha calidad).

El despegue de la siderurgia fue en Bilbao; donde se exportaba hierro y compraba carbón galés (más caro pero de mejor calidad).

La minería alcanzó su apogeo en el último cuarto de siglo (hierro, plomo, cobre, zinc y Mercurio). En este desarrollo es importante la “ley de de bases sobre minas de 1868”.

La revolución de los transportes llegó con el Ferrocarril gracias al apoyo estatal (de Cataluña, País Vasco y Valencia) y al capital y tecnología franceses. El ferrocarril actuó como una palanca de desarrollo económico.


13.2. Transformaciones sociales. Crecimiento demográfico. De la sociedad estamental a la sociedad de clases. Génesis y desarrollo del movimiento obrero en España:

La sociedad estaba condicionada por una estructura social estamental pero en el Siglo XIX a partir de la muerte de VII se sentaron las bases de una nueva sociedad estructurada en clases. El criterio de división es el nivel de renta.

A partir de 1833 hubo un crecimiento demográfico, mejoras en la alimentación, en la medicina preventiva y en las medidas higiénicas. El crecimiento demográfico no se acompañó de un desarrollo económico por lo que se seguía en crisis de subsistencia y hambrunas (alta mortalidad y epidemias). Había una distribución desequilibrada entre la periferia y el centro peninsular.

Las ciudades eran una atracción para la población rural gracias al desarrollo industrial.

En los últimos 20 años de siglo un millón de españoles (procedentes sobre todo de Galicia, Asturias y Canarias) emigran a América.

A principios del Siglo XX hay una disminución de la mortalidad y la natalidad se mantiene por lo que se produce un crecimiento demográfico.

La población experimentó los cambios sociales que dejan atrás al Antiguo Régimen. La nobleza siguió siendo predominante en la estructura social pero se la abolieron los mayorazgos por lo que muchos nobles pasaron al mundo de los negocios y las finanzas.

La alta burguésía defendía el liberalismo político (sufragio censitario y propiedad privada) y progresismo cultural. Compartían el estilo de vida de la nobleza. El movimiento obrero hace sentir inseguridad a esta clase social por lo que se apoyan en el ejército.


El ejército es uno de los grupos sociales más importantes (clase media/clase alta). Las clases medias eran la pequeña burguésía (pequeños empresarios, comerciantes, etc) partidaria de reformas moderadas.La mayoría de la población era de clase baja y su mantenimiento de sistemas de producción arcaicos hizo que se anclasen al mundo rural. Las medidas del liberalismo apenas les beneficiaron. Los conflictos agrarios fueron reprimidos y se fueron creando las doctrinas comunistas y anarquistas.

En el Siglo XIX aparecíó la clase obrera industrial que trabajaba en fábricas con jornadas de 12 a 14 horas, salarios bajos, paro y explotación infantil. Aumentaron los barrios obreros con malas condiciones y un alto nivel de analfabetismo.Se creó la asociación obrera “sociedades de ayuda mutua” para defender los salarios pero fue prohibida en 1844. Diez años mas tarde se produjo en Barcelona una huelga general. Las leyes aprobadas por las cortes defendían los intereses patronales por lo que los obreros se alinearon con los partidos demócratas y republicanos y a partir de 1863 comenzaron a movilizarse. La llegada de la restauración provoca la separación definitiva del movimiento obrero pero a partir de La Ley de Asociaciones se empiezan a organizar ilegalmente.

El movimiento obrero tenía dos corrientes ideológicas: Socialistas marxistas y anarquistas de Bakunin.    -El PS más importante era el PSOE, fundado por Pablo Iglesias, que seguía una corriente marxista (revolución obrera para establecer la dictadura del proletariado) pero poco a poco fue evolucionando hacia posiciones reformistas (socialdemocracia). En 1888 se formó la UGT para la mejora de las condiciones de trabajo.      -Los A rechazaban toda forma de organización estatal. Tenía dos corrientes: en Andalucía el anarquismo de Bakunin formado por comunidades autogestionadas y en Cataluña, donde el anarcosindicalismo manténía sindicatos (como la CNT fundada en 1911).


13.3. Transformaciones culturales. Cambio de mentalidades. La educación y la prensa

A partir del Siglo XIX las ideas de la Revolución francesa destruyeron el antiguo régimen. Sin embargo gran parte de la población, tanto privilegiados como población rural y analfabeta, seguían teniendo los valores tradicionales. Fernando VII radicó la situación al determinar que era tanto una lucha de ideas como un choque de mentalidades.

El primer tercio del Siglo XIX fue rural ya que la mayoría de la población era campesina pero seguía dominada por el grupo privilegiado ya que la propiedad de tierras era un símbolo de prestigio. Los españoles seguían arraigados a sus creencias religiosas.

Durante el reinado de Isabel II hubo un desarrollo económico que impuso la vida urbana a la rural. El casco urbano crece y Madrid se expansiona por el Barrio de Salamanca mientras que Barcelona lo hace por la Diagonal. Se empieza a usar el alumbrado de gas por las calles principales y se inventan el teléfono, el tranvía, etc. Se estandarizan las costumbres y empieza a haber sitios de reuníón para la clase media (café, tertulias y casinos) y para las clases altas (la ópera y el teatro). La tauromaquia se reglamenta  y surge una oleada de anticlericalismo en el que las clases populares y obreros intentan acomodar la iglesia a los nuevos tiempos, creando el pensamiento social católico.

La renovación de las ideas de La España Isabelina vino de la mano del Krausismo, su impulsor fue Sanz del Río que seguía la filosofía de Krause (libertad, tolerancia y diálogo).

La prensa tuvo un importante impulso, pasó de ser aburrida y monótona y surgieron periódicos más parecidos a los actuales pero vida breve (“La Esperanza” “El Clamor” o “La Reforma”).

Durante el sexenio democrático (1868-1874) hay una amplitud cultural y una toma de conciencia política e ideológica del mundo obrero. Se crean escuelas para las clases más bajas y aparecen los primeros periódicos obreros (con la Constitución de 1869 se había aprobado la libertad de prensa) que tienen nuevas secciones (informativa, crítica, literaria, pasatiempos, etc.)

Pero con la Restauración se produjo la regresión cultural. El gobierno vigiló la orientación de la enseñanza en las Universidades y se censuró toda crítica monárquica y contra el dogma católico. La iglesia volvíó a tener el control en la educación sobre todo en la enseñanza primaria. La segunda enseñanza estaba orientada solo para familias ricas.

Se emprendieron iniciativas de alcance limitado para las familias burguesas. La Institución Libre de Enseñanza (1876) aplicaba los principios del Krausismo; promulgaba una educación activa, con nuevas materias y en un ambiente de tolerancia y libertad. También fue meritoria la labor de “Los círculos católicos obreros” o “La escuela del Ave María”.

Los partidos obreros llevaron a cabo una lucha contra el analfabetismo. Los anarquistas propiciaron la lectura de periódicos como “Tierra y libertad” y crearon escuelas, destacando “La escuela moderna” (en Barcelona).

A pesar de todo esto hacia el Siglo XX la cantidad de analfabetos ascendía y ese mismo año se creó el Ministerio de Institución Pública y Bellas Artes.

La prensa representaba la lucha ideológica entre conservadores (“La Vanguardia, en Barcelona”) y progresistas (“El Liberal” o “La revista de Occidente” de Ortega y Gasset).

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