Trienio liberal españa

3.EL RETORNO DE LOS BORBONES: FERNANDO VII

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3.1.La Restauración absolutista (1814-1820):

Cuando, en 1814, Napoleón fue derrotado en Europa, Fernando VII regresó a España. Tanto los liberales como los absolutistas esperaban con impaciencia el retorno del monarca el Deseado. Un grupo de 69 diputados de las Cortes de Cádiz de ideología absolutista entregaron al Rey un documento en el que solicitaban la restauración de la monarquía absoluta y la derogación de la Constitución de 1812. Este documento se conoce con el nombre de Manifiesto de los Persas, porque incluía una frase que hacía referencia a una supuesta costumbre de ese pueblo.

-La derogación de la Constitución y el Sexenio Absolutista

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El 4 de mayo de 1814, Fernando VII aceptó esta propuesta de los absolutistas y decretó la derogación la Constitución.

Se trataba de la 1º reacción absolutista contra la incipiente revolución liberal.

El Rey anuló la obra legislativa de las Cortes y promovió una dura represión contra los constitucionalistas, por lo que muchos de ellos tuvieron que exiliarse. Empezaba lo que sería una constante en la historia española de los siglos XIX y XX: la intolerancia y la represión por cuestiones ideológicas, que provoco en este caso el exilio de 15000 familias españolas.
Comenzaba así un periodo de 6 años en que iba a dominar el sector más reaccionario de la sociedad, con la Iglesia a la cabeza. Se restableció la Inquisición y todos los obispos se opusieron por escrito a la idea de una tímida amnistía que se plateo en 1816.
La vuelta al absolutismo y así sistema señorial supuso la postración económica y la ruina de la Hacienda: mientras el gobierno estaba en manos de una camarilla de ineptos amigos personales del Rey, América se independizaba y ya no llegaban los caudales de Indias. Por otra parte, el desprestigio de España en el extranjero era tal que no fue admitida en el sistema de los tratados internacionales hasta 1817.

3.2.El Trienio Liberal(18120-1823)

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A pesar de la persecución que sufrieron los liberales, entre 1814 y 1819 se sucedieron pronunciamientos protagonizados por sectores militares partidarios de la Constitución de 1812, que siempre terminaron en fracaso. Pero en 1820 triunfó el encabezado por Rafael del Riego.

El 1 de enero de 1820 Las Cabezas de San Juan, Riego proclamó la Constitución de 1812. Algunas ciudades como Barcelona, se adhirieron a la insurrección. Fernando VII, viéndose vencido, pronunció sin convicción la frase: Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional. Se iniciaba así el periodo conocido como Trienio Liberal o Trienio Constitucional, que se mantuvo de 1820 a 1823.
Los 3 años que duró el régimen liberal fueron el primer ensayo de Gobierno constitucional de la historia de España. Se puso en práctica una política moderada y se intentaron llevar a cabo los principios que recogía la Constitución de 1812: libertad de prensa, derechos individuales.

-Los primeros grupos políticos

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Los liberales se escindieron en 2 grupos, moderados y exaltados, que gobernaron España en décadas posteriores:


Los liberales moderados proponían llegar a un pacto con los absolutistas y crear un sistema en el que estos últimos aceptasen las nuevas reglas de juego: un sistema constitucional.


Los liberales exaltados convencidos de que los absolutistas nunca aceptarían una constitución eran partidarios de radicalizar las medidas liberales: ampliando el sufragio universal masculino y reduciendo de manera drástica el poder de la Iglesia y de amplios sectores de la nobleza, principales enemigos del liberalismo; creando un Estado mas centralizado que garantizase la libertad en todo el país.
Los absolutistas conspiraron desde el primer momento con la intención de hacer fracasar el régimen. Se llegó a establecer en la Seu dUrgell una Regencia que asumía la representación del monarca preso de los liberales y pretendía dirigir los ataques y asonadas de las partidas realistas. El propio Fernando VII apoyó a agentes que se encargaban de la organización de grupos armados golpistas de Europa con el fin de acabar con su propio Gobierno y poder derogar la Constitución que había jurado poco tiempo antes.

-El golpe de Estado contra el Gobierno liberal

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Ya en 1822 había zonas en Cataluña, País Vasco, Galicia, Navarra y Valencia en las que algunos nobles y clérigos tenían organizadas partidas militares que acosaban a las tropas constitucionalistas. Llegaron a controlar amplias zonas catalanas y navarras. A la acción de los golpistas se unió la intervención de las potencias europeas, acordada en el Congreso de Verona, que se concreto en la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis, un ejército formado por 60000 franceses y unos 35000 realistas españoles. Este ejército cruzo la frontera y recorrió el país persiguiendo al Gobierno liberal, que se había refugiado en Cádiz.

3.3.Década Absolutista (1823-1833)

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A partir del golpe de Estado dirigido por Fernando VII, se produjo una segunda restauración absolutista, que duró hasta su muerte, en 1833. La vuelta del absolutismo trajo consigo una ola de represión y la abolición de todo tipo de libertades políticas.

Muchos liberales fueron ejecutados, entre ellos Rafael del Riego, y otros tuvieron que exiliarse.
La Iglesia se convirtió de nuevo en el principal aliado de Fernando VII.

Justifico desde los pulpitos la sangrienta represión, y algunos de sus miembros llegaron a denunciar a los ciudadanos que mostraban alguna inclinación hacia las ideas liberales. Esta represión provoco que miles de españoles tuvieran que exiliarse a países europeos, sobre todo a Reino Unido, o hacia las nuevas naciones americanas, que se habían independizado de acuerdo con las ideas liberales.
Esa década incorporo algunos cambios en la organización del Estado y cierta modernización de la Administración. Se instituyó el Consejo de Ministros como gobierno de la Corona y se reorganizó el sistema de la Hacienda Pública, tomando como modelo el de otros países europeos que ya habían unificado las cuentas del Estado y elaboraban un presupuesto para cada año. La economía española, después de casi 2 décadas de inestabilidad y guerras comenzó a despegar con las consiguientes repercusiones en el terreo social y demográfico.
El discurrir político de ese periodo no fue pacifico. Por un lado, permanecía la resistencia liberal en el interior por sociedades secretas y en el exterior por la acción internacional de grupos de exiliados. Por otro, los absolutistas más reaccionarios respondieron ante las reformas solicitando más inmovilismo y represión. A partir de 1825, los sectores más reaccionarios del absolutismo exigían a Fernando VII un retorno claro al régimen señorial; eran los firmantes de un Manifiesto de los Realistas Puros que vio la luz por entonces.
Los agraviats y malcontents catalanes se sublevaron y exigieron la vuelta al régimen señorial absolutista. Los liberales siguieron conspirando y preparando pronunciamientos: los casos de Torrijos y Mariana Pineda representaban muy bien la aspiración de libertad que se expandía en los años del Romanticismo, coincidiendo con la oleada de revoluciones liberales de 1830 en gran parte de Europa.

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