Zona republicana guerra civil

5.La sublevación militar. El estallido de la Guerra Civil. Etapas evolución de las dos zonas

La sublevación militar y el estallido de la Guerra Civil


Los últimos acontecimientos ocurridos en posteriores a las elecciones de 1936, asesinato del Teniente Castillo, hombre de izquierdas y el asesinato del líder de la derecha, Calvo Sotelo, precipitaron la sublevación de las tropas españolas del norte de África el 17 de julio de 1936. La sublevación del ejército de África se trasladó a la península el 18 de julio de 1936 apoyado por una gran parte del ejército y por los partidos carlistas, monárquicos, conservadores y falangistas. El golpe de estado dividió a España en dos zonas: la zona dominada por los sublevados (nacionales) aparcaron la mayor parte de las dos Castillas, Galicia, Cáceres, parte de Andalucía occidental, Navarra, Baleares (excepto Menorca) y Canarias. Estos crearon en Burgos la Junta de Defensa Nacional, nombrando meses después a Franco como jefe del gobierno unificando se todas las fuerzas políticas que apoyaban la sublevación en un único partido, Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista ( FET, de las JONS).

El bando republicano controló gran parte de Aragón, el norte de España (excepto Navarra), Cataluña, la zona levantina, Madrid y casi toda Andalucía. Tras el golpe la autoridad del gobierno casi desapareció, los sindicatos y algunas organizaciones populares aprovecharon para hacer la revolución.

Etapas:


  • La campaña (julio 1936 – marzo 1937)


    . A principios de agosto, gracias a la ayuda de aviones italianos y alemanes, las tropas de Marruecos, que eran las más preparadas del ejército español, cruzaron el estrecho de Gibraltar y llegaron a Cádiz. De Andalucía occidental pasaron a Extremadura y a Toledo y quedaron a las puertas de Madrid a finales de octubre. La toma de la capital se convirtió en el principal objetivo de los sublevados. La ofensiva sobre Madrid comenzó en otoño de 1936 prolongándose durante aquel invierno. El gobierno de la república abandonó la capital instalándose en Valencia, encomendando su defensa a una Junta Militar. La llegada de las primeras Brigadas Internacionales, de aviones y de tanques soviéticos, impidió la toma de la capital. Además las tropas franquistas fueron derrotadas en la Batalla del Jarama y en la de Guadalajara. Ante el fracaso del ataque a Madrid los nacionales concentraron sus fuerzas en otros frentes.
  • El Frente norte (abril – octubre 1937)


    . Las tropas de Franco se dirigieron al frente norte con la intención de tomar las zonas industriales del Cantábrico. El 26 de abril de 1937 tuvo lugar el bombardeo de Guernica por parte de la aviación alemana (Legión Cóndor). Este hecho propicio la caída del país vasco en manos de » los nacionales». En agosto o cayeron también Santander y Asturias. Los republicanos contraatacaron en Brunete y en Belchite (Zaragoza). Intentaban obligar a las tropas franquistas a retirar efectivos del norte, pero fracasaron. La caída del norte fue un duro revés para los republicanos ya que los sublevados se hicieron con los recursos industriales y mineros en esta zona.
  • Final de la guerra (octubre de 1937 – abril 1939)


    . A finales de 1937 Franco se dirigió al frente este: su ejército tomó Teruel y luego avanzó hacia el Mediterráneo y aisló el territorio catalán del resto de la zona republicana. El territorio republicano quedó fragmentado. Para salvar esta situación las tropas republicanas cruzaron el Ebro y atacaron al ejército franquista produciéndose la cruenta batalla del Ebro que duró más de tres meses y en la que el ejército republicano quedó prácticamente destruido. La derrota de la república se produjo entre el otoño de 1938 y la primavera del año siguiente. Los » nacionales» avanzaron sobre Cataluña sin apenas oposición y tomaron Barcelona en enero de 1939. En marzo de aquel año, las tropas franquistas entraron en Madrid y la guerra se dio por concluida el 1 de abril de 1939.

Evolución de las dos zonas:


  • La zona republicana


    : En setiembre de 1936 se estableció un gobierno de unidad presidido por el socialista Largo Caballero y por los ministros del PSOE, PCE, Izquierda Republicana y grupos vascos y catalanes.

En noviembre se incorporaron cuatro dirigentes anarquistas, entre ellos Federica Montseny. En la zona republicana, el fracaso del golpe militar había provocado una verdadera revolución social: los comités de los partidos y sindicatos obreros pasaron a controlar los elementos esenciales de la economía siguiendo básicamente dos modelos. Por un lado, la CNT, FAI y POUM que emprendieron la inmediata colectivización de tierras y fábricas. Su zona de hegemonía fue Cataluña, Aragón y Valencia. Por otro lado el PSOE y el PCE intentaron restaurar el orden y centralizar la toma de decisiones en el gobierno, respetando la pequeña y mediana propiedad. Las disensiones internas fueron continuas y llegaron a su momento clave en Barcelona en mayo de 1937: el gobierno de la Generalitat trató de tomar el control de la Telefónica de Barcelona en manos de un comité de la CNT.


El intento desencadenó una insurrección y los combates callejeros se extendieron por Barcelona.

Esta situación provocó la dimisión del gobierno de Largo Caballero. El nuevo gobierno presidido por el socialista Negrín, tenía una mayoría de ministros del PSOE pero se inclinaba cada vez más hacia las posturas defendidas por el PCE. La ayuda soviética había hecho que los comunistas pasarán de ser un grupo minoritario a una fuerza muy influyente.

Con aquel se impuso una mayor centralización en la dirección de la economía y se terminó de construir el Ejército Popular acabando con las milicias.

A partir de marzo de 1938, momento en el que las tropas de Franco llegan al Mediterráneo y dividieron en dos la zona republicana, surgieron de nuevo dos posturas enfrentadas. Mientras la postura oficial, representada por Negrín y apoyada por el PCE y parte del PSOE, seguía defendiendo la » resistencia a ultranza», algunos dirigentes anarquistas y socialistas empiezan a hablar de la necesidad de negociar ante la perspectiva de la segura derrota. Esta división se haría patente en los enfrentamientos en Madrid, entre los partidarios del Coronel Casado y del gobierno.

  • La zona nacional:


    La muerte del General San Jurjo dejó a la insurrección sin un líder claro. Unos días después tuvo lugar una reunión de los generales insurrectos (golpistas) en Burgos. Allí se acordó crear una Junta de Defensa Nacional, como órgano provisional del gobierno de la zona nacional.
    Las medidas que adoptaron fueron drásticas:
  • Se estableció el estado de guerra en todo el territorio.
  • Se suprimieron todas las libertades y se disolvieron todos los partidos políticos excepto la Falange y los requetés carlistas.
  • En el terreno económico se cancelaron todas las reformas republicanas, devolviendo a sus propietarios todas las tierras repartidas en la reforma agraria.

En octubre de 1936 Franco fue designado jefe de gobierno del estado    español. Sus éxitos militares, al estar al frente del poderoso ejército de África y con el apoyo de Alemania, con la que mantenía contactos directos, explican el ascenso al poder de Franco.

En abril de 1937, se aprobó el Decreto de Unificación. Falangistas y carlistas quedaron unificados en la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, conocida como el movimiento nacional.
Además la ley de Administración Central del Estado concentró en la figura de Franco los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. El nuevo régimen estableció un estado confesional aboliendo el divorcio y el matrimonio civil, mientras que gran parte de la educación volvió a manos del clero. Se establecía así lo que se vino a denominar Nacional-Catolicismo.

Por último se creó una legislación que institucionalizó la represión contra los vencidos. En febrero de 1939 se aprobó la ley de Responsabilidades Políticas por la que se designaba «rebeldes» a todos los que se hubieran enfrentado al movimiento nacional con retroactividad desde 1934.

6. LA GUERRA CIVIL: DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA

La Guerra Civil despertó las pasiones populares en Europa. En todos los países la opinión pública se dividió entre defensores del gobierno legítimo de la república y los que apoyaban a los golpistas. Por esto o Gran Bretaña y Francia en convocaron o una conferencia en la que se firmó un acuerdo de » no intervención» para evitar que el conflicto se generalizara a otros países en. Sin embargo, el acuerdo fue muy pronto papel mojado y ambos mandos obtuvieron ayuda exterior.

La república obtuvo la ayuda de la URSS a la que pago al contado con los depósitos de oro del Banco de España. Los rebeldes recibieron armas y soldados de la Italia fascista y de la Alemania nazi, a cambio de concesiones mineras. Esta ayuda fue superior.

Otro buen ejemplo de esta actitud fue la política del gobierno norteamericano. Mientras el Congreso de los Estados Unidos apoyaba la denominada ley de neutralidad, el gobierno de Rosebell miraba para otro lado cuando las compañías petrolíferas norteamericanas vendían combustible a Franco. El bando republicano contó además con el apoyo de numerosos intelectuales como Hemingway, Einstein o George Orwell; así como con la simpatía de la izquierda de todo el mundo que interpretaba la guerra de España como un frente de lucha contra el fascismo. Miles de voluntarios extranjeros abandonaron sus países y se alistaron en las Brigadas Internacionales que tuvieron un papel destacado.

El bando Nacional recibió desde un primer momento una decidida ayuda de Hitler y Mussolini.

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